23: Atrevido
—No sabía que era así de atrevido —dijo SooBin terminando su último pedazo de pizza.
—Ni yo —contestó el peliamarillo tomando de su gaseosa— Es... La segunda vez que me enamoro, ¿sabes?
SooBin volteó a verlo interesado, posando una de sus manos en su cien esperando a que el mayor continuase.
—Primero fue en el kinder —contó riendo— Me gustaba un niño que estudiaba conmigo y tomé una rosa del jardín, fui a donde estaba y grité "¡Me gustas!" —SooBin rió tapando su cara.
—Ah, Dios mío que tierno —dijo mirando de nuevo al mayor— ¿Y qué hizo el niño?
—Salió corriendo —rió meneando el vaso en su mano— Y luego no me habló más, rompió mi corazón.
—Ow...—puchereó.
—Y la segunda es con un mocoso de cabello negro que me da notas con razones —dijo guiñándole el ojo. SooBin sonrió en grande— ¿Y tú?
—¿Yo qué? —preguntó perdido en las facciones del otro.
—¿Cuántas veces te has enamorado? —preguntó llamando con su mano a la camarera.
—Oh, eso...—torció su boca— La primera vez yo... Umm, yo me enamoré de una niña de la primaria, ella me prestaba sus colores —narró— Entonces yo en uno de esos días le pregunté si quería comer conmigo y aceptó, ahí le dije que me gustaba...
—Antes de que sigas, ¿quieres helado? —preguntó. SooBin subió sus hombros apenado— Dos, por favor —pidió— De fresa —la mujer asintió y se fué. Con la conversación que habían entablado habían conocido muchas cosas del otro, como que el sabor favorito de helado de los dos era el de fresa— ¿Y luego? —preguntó prestando su total atención al menor.
—Me tiró su jugo en la cara —rió— La segunda fue en la secundaria me gustaba un chico del grupo de artes, él pintaba y aveces bailaba... Entonces yo... —empezó a carcajear haciendo que el otro le siguiera como si supiera que diría el otro— Dibujé su cara...—y volvió a carcajear, YeonJun negó con una sonrisa. Le gustaba la risa de SooBin— Y se lo entregué un día normal él solo se rió y me propuso clases de dibujo, yo acepté y con el tiempo si tuvimos algo —dijo mirando la reacción del otro— Solo duró unos meses y ya, él era muy... Exigente, no lo sé, me pedía que me vistiera con ciertas ropas o que me peinara de tal manera, muy exigente —negó recordando— Y la tercera de un amargado...
—¿Amargado? —preguntó.
—Si, amargado y atrevido, pero tierno —YeonJun frunció el ceño— Que me compra helados y pizza —dijo recibiendo el helado de cono que les había traído la camarera. Agradecieron y retomaron la conversación— Y es lindo... —sonrió lamiendo el postre.
YeonJun sonrió y con su mano libre empujó el brazo del otro provocando que llenase su nariz de helado.
—¡Hey! —rió haciendo lo mismo con el mayor que, limpiando con su dedo el helado en su nariz se acercó y dejó un beso en la punta de la nariz del pelinegro.
—Vamos a caminar —propuso levantándose. Caminó al mostrador y pagó a la cajera.
—Gracias por su compra —sonrió la mujer escarbando algo en el mostrador— Que tengan un buen día —estiró su mano entregando un pequeño peluche de oso sosteniendo un corazón.
—¡Gracias! —el menor de los dos tomó el peluche en manos y salió con el peliamarillo a caminar.
—Cuéntame algo que te ha pasado —pidió YeonJun mordiendo la galleta del cono.
—¿Algo triste o feliz? —preguntó.
—Lo que quieras —subió sus hombros.
—Una vez... Yo estaba... —empezó a reír a carcajadas dándole a entender al mayor que la anécdota era feliz— Yo estaba en el súper mercado con mi mamá, ella me dejó haciendo la fila mientras ella iba a buscar algo, entonces...—rió agachándose un poco— Mi mamá no llegaba y ya era mi turno para pagar... Y el hombre de la caja me dijo si estaba solo y yo le dije que mi abuelita iba a pagar.
—¿Tu abuelita? —arqueó una ceja.
—Había una señora mayor atrás de mí y volteé y le sonreí a la señora, y ella pagó todo por mi mamá... —y volvió a carcajear, YeonJun rodó los ojos soltando una risita. SooBin se reía como si fuese el mejor chiste del mundo.
—Robaste a la señora, prácticamente —dijo terminando su helado.
—¡No lo hice! Ella se pudo negar pero solo asintió y sacó su tarjeta. Luego mi mamá llegó con lo que faltaba y si tuvo que pagar lo suyo —dijo sonriendo.
—¿Eso es gracioso? —preguntó con una ceja alzada.
—¡Claro que sí! Me reí mucho ese día —dijo empujándolo suavemente.
—Ajam..—dijo.
—Uh~ YeonJunnie hyung está indiferente —se burló arrojando el papel con el que sujetaba el helado— ¿Te cuento un chiste? —el de cabello amarillo asintió— Bien... ¿Qué hace un perro con un taladro?
—¿Qué, SooBin? —preguntó prediciendo lo que diría el menor.
—¡Taladrando! —y YeonJun rió tapando su cara.
—Te quiero aclarar que me estoy riendo por lo estúpido del chiste, no porque sea bueno —aclaró atrayendo al pelinegro bajo un árbol.
—¿Qué hacemos aquí, hyung? —preguntó. YeonJun no contestó, solamente hizo una seña de silencio y estiró su brazo a una de las ramas bajas del árbol— ¿Qué hace?
—Calla —dijo recibiendo un golpe a su costado.
—No me diga que me calle —cruzó sus brazos mirando a los lados.
—Mira...—el peliamarillo volvió a su posición anterior y mostró sus manos juntas, SooBin se acercó y miró con atención— Es una monarca..—dijo abriendo sus manos revelando una pequeña mariposa moviendo sus alas con lentitud.
—¡Es muy hermosa! — dijo mirando con admiración al pequeño insecto, sacó su teléfono de su bolsillo para tomar una foto.
—Como tú —siguió el peliamarillo.
Los dos se vieron a los ojos con un pequeño brillo que no demostraba más que un amor sincero y puro creciendo de a poco.
Editado*
The_Dark_Diamond
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