18: Furioso
—¡Buenos días! —TaeHyun venía saltando de lado a lado mientras tarareaba una canción, tras él venía SooBin con una mueca molesta.
—Buenos días —saludó SooBin a los otros tomando asiento en su lugar. Su vista estaba al frente y su ceño fruncido.
—Buenos días... —BeomGyu miró al pelirrojo en busca de una respuesta. YeonJun aún no había llegado.
—¿Qué le sucede, SooBin hyung? —Kai miró a su hyung.
—Nada, Hyuka, estoy bien —dijo el pelinegro sin mirarlo.
—Ah... Buenos días —YeonJun llegó con el cabello alborotado y la chaqueta mal acomodada.
—Buenos días, ¿qué le pasó, hyung? —BeomGyu rió mirando al de cabello amarillo que suspiró tomando asiento frente al molesto SooBin.
—Venía tarde, ya casi es hora de la clase —dijo mirando su reloj.
—Aún faltan unos veinte minutos para que la profesora llegue —dijo TaeHyun.
—Hyung...—Kai se acercó al mayor y miró el reloj por unos minutos— Ese reloj no tiene pilas.
Y todos estallaron en risas por la cara que había hecho el mayor.
Todos, menos SooBin, y YeonJun se dió cuenta de ello, por eso, mientras los demás seguían riendo de él agachó su cabeza para ver al pelinegro.
—Hola, hyung...—saludó bajo sin mirar al mayor.
—¿Qué tienes? —le preguntó suavemente.
—Nada —negó con su cabeza— Estoy bien, hyung —habló frunciendo aún más su ceño.
—¿Estás molesto? —le preguntó mirando al otro negar— ¿Y por qué frunces el ceño?
—Porque quiero —contestó. YeonJun miró como el otro tapaba su boca— Lo siento, hyung... Solo que...—mordió sus labios— ¿Podemos ir a las escaleras? —le preguntó dirigiéndole la mirada por primera vez en el día.
—Vamos —tomó su bolso y se levantó, llamando la atención de los demás— Ya volvemos —dijo caminando a la salida del aula.
—Diles, Tae... —susurró SooBin a su amigo indicándole que le mencionara a los otros dos que le sucedía.
El pelinegro siguió al mayor en silencio, mirando el suelo.
Al llegar a las escaleras YeonJun tomó asiento con las piernas abiertas, SooBin se acomodó en posición de indio en el hueco de estas.
—No estoy molesto... —dijo mirando hacia un lado, YeonJun le prestó atención— Solo que... Últimamente he tenido problemas con mi tío... —sus ojos se cristalizaron— Él me quiere mandar al exterior, para solucionar mi problema.
—¿Qué problema? —YeonJun ladeó su cabeza llevando su cabello amarillo con él.
—Mi homosexualidad... —contestó pasando su vista a uno de los botones de la chaqueta del otro— Y no me importa porque mis padres no lo ven necesario, y mientras ellos digan que no.... No iré —alzó su mano derecha para tintinear las pequeñas cadenas plateadas con sus dedos— Pero me molesta que él se quiera meter en mi vida... Pregunta con quién salí, con quien hablo, con quién estoy...
—¿Tus padres no le dicen nada? —preguntó.
—N-no... Porque ellos siempre están trabajando, cuando yo vengo a la universidad ellos no trabajan, pero cuando yo llego, ellos se están preparando para ir a a sus trabajos, por eso siempre me quedo con mi tío... Y-y...—bajó la mirada sintiendo lágrimas de enojo acumularse en sus ojos— M-me molesta mucho... Que a parte de todo e-eso... Me insulte... —dejó salir las lágrimas aún con su ceño fruncido— Y usted me había dicho que no prestara atención... Y no lo hago, hyung... —conectó su mirada con el otro.
YeonJun hizo una mueca subiendo sus manos para limpiar las lágrimas del otro.
—Pero molesta mucho... Y yo no puedo decir nada po-porque si no es peor —sorbió su nariz— Y-y mi tío estuvo hurgando en mis cosas... Y consiguió las notas que había hecho para usted, no estaban escritas siquiera... —YeonJun pasó sus pulgares por las mejillas del otro con delicadeza— p-pero se ve a leguas que es algo amoroso... Y-y me dijo muchas cosas, me insultó... Y-y rompió las que tenía en las manos —recordó frunciendo el ceño— y me molestó mucho... Estaba furioso... E-entonces en la mañana fuí a hablar con mis padres de eso... Y mi tío ya les había dicho. Y no me molesta que le diga que... E-estoy en algo amoroso o estoy tratando de conquistar a alguien... —rió suavemente, las manos del pelinegro se habían aferrado a las solapas de la chaqueta contraria— Porque en algún momento y-yo les hablaría de usted. Solo que dijo algo que me molestó, dijo algo que no es verdad, siquiera sé de donde sacó aquello.
—¿Qué les dijo tu tío? —preguntó acariciando con suavidad las mejillas húmedas del otro.
—D-dijo... —SooBin chasqueó la lengua frunciendo aún más su ceño— Dijo que tenían un hijo maricón... Y que no servía para nada, que debían sacarme de la universidad porque lo único que yo estaba haciendo aquí era... E-era... ¡Arg! —soltó un sonido de frustración y apoyó su frente en el pecho del otro.
—Ya, mocoso...—rodeó al pelinegro con sus brazos y lo meció suavemente.
—Dijo que lo que estaba haciendo era ofrecerme... —dijo con los dientes apretados— Y se fué, me gané una bronca gratis, y estoy furioso por eso, por todo lo que está pasando con mi tío.
—Tu tío no me cae bien —YeonJun frunció su ceño— ¿Tus padres deja que te trate así y ya? —SooBin asintió.
—Ellos están muy ocupados en sus trabajos como para preocuparse por las cosas que pasan en casa —habló separándose.
—Ah... No sé que decirte... Es que, ya eres mayor de edad ...—subió sus hombros secando las últimas lágrimas del pelinegro.
—Aún vivo bajo su techo —contestó haciendo un gesto con la boca— Pero no importa que no sepa que decirme, solo quería desahogarme otra vez... TaeHyun se quedó dormido en medio del relato —rió suavemente.
—Puedes desahogarte conmigo cada que quieras —sonrió mirando las facciones del otro.
—Ya vamos tarde, no creo que nos dejen entrar —SooBin rió mirando la hora en su teléfono.
—Cambiemos de tema y quédemonos aquí entonces —le sonrió.
—¡Wah! Hyung si tiene dientes —el pelinegro subió uno de sus dedos y señaló los dientes del mayor que rodó los ojos.
—También tengo labios —dijo. YeonJun no borró su sonrisa hasta que se dió cuenta de que había pensado en voz alta.
SooBin sintió sus mejillas colorearse.
Aquella indirecta inesperada le había sorprendido.
Pero no la desaprovechó.
Junto sus labios suavemente sintiendo los pulgares del mayor acariciar sus pómulos.
El de cabello amarillo ladeó la cabeza para profundizar solo un poco, los chasquidos llegaron a sus oídos.
YeonJun se atrevió un poco y mordió con suavidad el labio inferior del pelinegro que soltó un suspiro al separarse.
—H-hyung...—SooBin abrió sus ojos mirando con un sonrojo al de cabello amarillo.
—¿Si aceptas salir conmigo? —preguntó aún con sus manos en las mejillas del otro.
—¡Oh, sobre eso le quería hablar! —emocionado y olvidando de momento el beso que se habían dado tomó su mochila y la abrió sacando una libreta— Mire... Yo estaba haciendo las dieciséis razones, entonces como ya sé que le gusto a usted se me ocurrió la idea de que juntos hagamos las razones hasta llegar a las dieciséis, ¿le parece? —le miró emocionando, el mayor asintió con una media sonrisa.
—Me gusta la idea —sonrió de medio lado— Mocoso...—llamó al pelinegro que veía la libreta con atención— ¿Por qué dieciséis razones exactamente?
—Es mi número favorito —subió sus hombros por una risita.
—No te creo —frunció el ceño— ¿Quién tiene un número favorito?
—¿Usted no tiene el suyo? —SooBin le miró asombrado, YeonJun negó con el surco en su cabeza.
—Estás mal de la cabeza —rió tocando con su dedo la frente del otro.
—¡Hyung! —rió quitando el dedo de su frente— Su dedo está frío —rió tocando con sus manos las propias del peliamarillo que miró con atención como el pelinegro las enlazaba con suavidad, sus dedos entrelazándose y encajando de una forma perfecta para ellos dos— Así se calientan... —susurró dando un ligero apretón.
—Lindo...—murmuró sonriendo con suavidad. SooBin sintió la sangre subir a sus mejillas.
YeonJun se tomó el atrevimiento y dejó un pequeño beso en la frente del otro.
—No respondiste si querías salir conmigo...—le dijo en un susurro.
—Si quiero, hyung —sonrió perdiéndose en los orbes contrarios.
Cuarto beso del YeonBin, una estrella por eso u.u
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Editado*
Thr_Dark_Diamond
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