Negocio (parte 1)
🟥Hago el comunicado para informar que no estoy a favor de ningún tipo a la violencia contra la mujer, los hechos aquí mostrados son meramente ficticios, no busco ni apruebo este tipo de comportamientos por ningún motivo.🟥
(11:30 p.m.)
—¿Declarar? —dijo Saori notandosé su inconformidad ante lo que había escuchado sin embargo muy en el fondo agradecía que su primo hubiera tomado esa decisión— Creí que no querías exponer a Palas a ese ambiente todavía
—Cambie de opinión, gracias a tu amiga, Palas ha progresado bastante... —dijo poniendo la maleta con la ropa de la niña un momento en el suelo— Eso es lo que estaba esperando, que ella mejorara para poder ir con la policía
—Haz tomado una decisión entonces —habló sin más remedio que aceptar la decisión hecha por Titán, se apartó del camino permitiéndole a su primo caminar directamente a la cama de la niña— ¿Volverás a Japón?
—Solo si la situación llega a controlarse —contestó— Tu sabes todo también, te conté todo con un propósito, si alguien viene a preguntar por mí le dirás la verdad y contarás lo que te dije ¿Entendiste?
—¿Todo lo que me dijiste?—
—Todo—
Saori quedó con cierto grado de preocupación al ver qué Titán hablaba en serio sin tomar nada a la ligera como en un principio lo hizo, el empresario dejó de hablar con ella para ahora intentar despertar a base de besos en la frente y pequeños comentarios lindos a su hija para que posteriormente y al rededor de unos tres minutos Palas despertará, desorientada y aturdida.
Titán la cargó emitiendo un pequeño quejido de dolor al hacerlo al tener su herida sangrando sin embargo disimuló el dolor para no preocupar a Palas, sonrió un poco cuando la niña intentó buscarlo con la mirada.
Saori se acercó para ser ella quien cargará a la niña, Titán solo aceptó porque sabía que no iba a poder caminar escaleras abajo si llevaba consigo a Palas, tomó la maleta del suelo y con dificultad avanzó por delante, bajando las escaleras para llegar a la planta baja y de ahí ir al garaje. Entró a su auto luego de quitarle el seguro y haber guardado la maleta y su mochila en el asiento del copiloto, Saori con cierto presentimiento de que no estaban haciendo lo correcto dejó a la menor en el asiento trasero, le abrochó el cinturón de seguridad y giró a ver a su primo pero él ni siquiera la volteó a ver quizá porque al igual que ella, presentía que sería la última vez que se vieran.
La puerta trasera del vehículo fue cerrada por Saori, el portón que daba directamente a la calle se abrió, las luces del auto alumbraron la carretera y sin despedirse Titán arrancó, con miedo en sus movimientos pero teniendo en mente que si todo salía bien su hija estaría a salvo de cualquier mal. Respiró hondo mientras conducía, aún no le explicaba nada a Palas sobre porque estaban saliendo a esa hora de su casa o a donde se dirigían, tenía que esperar el momento indicado para poder comentárselo ya que de acuerdo a lo que veía a través del reflejo del espejo retrovisor su niña parecía alterada.
Él volvió a inhalar, encontrando la fuerza suficiente como para después de un rato en carretera siendo ellos los únicos en la calle a esa hora informarle a Palas a dónde iban, la niña desconcertada al escuchar a su padre informarle su plan intentó hacer lo posible por evitar ir a la estación de policías pero todos sus intentos fueron en vano ya que su padre iba con toda la dispocisión a hablar de una vez y entregar además lo que Shun le había confiado.
(Horas antes)
Ikki y Hyoga (siendo este convencido de acompañarlo después de que el detective le insistiera demasiado) fueron a esa hora de la noche al centro comercial para checar algo que a Ikki le había intrigado tanto con solo observar el anillo de compromiso de Pandora, al llegar y como era de esperarse los guardas nocturnos vigilaban la entrada al estacionamiento mientras que otros a la lejanía se encargaban de la entrada del edificio; Ikki se acercó mostrando su placa y animando a Hyoga para que hiciera lo mismo con tal de que así les permitieran el acceso cosa que al principio no funcionó sin embargo Ikki solo tuvo que nombrar el nombre de Aldebaran para que estos guardas nocturnos se vieran entre sí intentando decidir que les convenía y aunque con algo de miedo terminaron cediendo el paso a los policías con temor a que de verdad Aldebaran fuera a visitarlos.
Ikki con su orgullo intacto condujo dentro del estacionamiento mientras que Hyoga le reclamaba por haber nombrado el nombre de un Yakuza poderoso pero esto al detective le valió, cada palabra salida de la boca de su compañero a su derecha era ignorada inmediatamente la escuchaba pero mentalmente se preparaba para tener que volver a nombrar a Aldebaran ahora que avanzaban caminando a la entrada del centro comercial donde otros hombres estaban vigilandolo sin embargo no fue necesario mencionarlo, cuando se acercaron quitaron los candados, las cerraduras y abrieron una puerta para dejarlos acceder con la condición de que no tardarán tanto.
Ikki agradeció mientras Hyoga permanecía en silencio, avanzando detrás del detective para acercarse a las escaleras eléctricas que en ese momento no estaban en funcionamiento por obvias razones, cuando subieron el detective camino directamente al negocio de helado Antares solo que al llegar se quedó de pie enfrente del local, observándolo con atención y con cierto desconcierto.
—¿Qué ocurre?— preguntó Hyoga acercándose hasta Ikki al haber perdido el paso durante un momento mientras subían las escaleras
—¿Desde cuándo está cerrado?— cuestionó viendo la ausencia del logo con el nombre de la heladería arriba del local además de contemplar la pegatina en las ventanas del sitio con las palabras de “Se renta”
—No sé, ¿Por qué querías venir aquí?— preguntó evadiendo la primera pregunta de su amigo al desconocer la respuesta además de que Ikki no le había explicado casi nada
Ikki se dio media vuelta y empezó a contar los locales a la izquierda de la heladería mientras caminaba para acecarse a la joyería que se encontraba justo en la esquina del segundo piso. —Esto es lo que quería ver— informó parando su andar al llegar a la joyería
—¿No podías esperar a la mañana?— cuestionó desconfiando de su amigo
—No porque en unas horas tengo que irme, te voy a dejar encargado algo —dijo sacando el anillo de compromiso que había pedido prestado a Pandora— En unas horas, cuando abran formalmente este lugar visitaras está joyería, ve algunos anillos o pulseras e intenta descubrir si tienen el logo oculto, luego te enviaré la ubicación para que revises otra joyería más.
Ikki explicó brevemente ante el poco tiempo que tenían para estar ahí, le entregó el anillo aún bajó la sospecha de que Akira, la chica que inició con todo el caso en primer lugar, les había dado la respuesta desde un principio cuando sus padres entregaron el celular de la joven en el cual accediendo a mensajería notaron su última conversación. Lamentaba no poder quedarse otro día más en esa parte de la ciudad pero no podía ahora negarse a no asistir al reclusorio sabiendo de ante mano que ahí se encontraba Esmeralda; confío con su vida nuevamente el anillo a su amigo mientras salían del centro comercial agradeciendo que les permitieran la entrada en primer lugar.
Ikki condujo a la casa de Hyoga mientras conversaba con él, hablándole sobre la misma situación del anillo y sobre sus sospechas acerca de uno de los principales culpables y que a pesar de no poseer toda la información necesaria creía no estar equivocado. El rubio escuchó, a veces opinando en contra y otras a favor sin embargo concluyó con Ikki afirmando la rareza en qué Antares halla cerrado, ambos recordaban aún el problema que atravesaban con la falta de helado que vender pero imaginaron que se podía solucionar, fue una sorpresa notar que no habían tenido más opción que cerrar aquel local.
Después de que el detective dejara a su amigo en su hogar, él condujo al suyo, Pandora esperaba dentro contando los minutos mientras se paseaba por la sala con sus brazos cruzados frente a su pecho en una profunda angustia al creer que algo malo le había pasado a su prometido sin embargo su calma llegó al verlo entrar por la puerta, totalmente sano e ileso, se acercó a él para abrazarlo y aunque esté correspondió, no tuvo mucho tiempo como para seguir en aquella posición; Ikki se separó pidiendo disculpas a Pandora para después besarle la mejilla e ir escaleras arriba por sus cosas para irse si es que quería llegar a tiempo al reclusorio.
—Ya estoy preparándome, te mandaré un mensaje cuando esté fuera de tu casa—
Escribió Ikki en un mensaje después de haber salido de su casa, la luna era lo único además de la pobre iluminación de las lámparas que alumbraban las calles solitarias y frías, suspiro guardando su celular en su mochila contemplando la vista frente a él antes de irse; subió a su auto y volvió a respirar ahora un poco más tenso que hacía apenas unos segundos mientras sus manos permanecían presionando con fuerza el volante y su pie derecho el freno del auto, se recargó del asiento, sentía su cuerpo tenso y pesado siendo por un momento incapaz de moverlo aunque pronto entendió que su repentina taquicardia y falta de oxígeno además de la dureza de sus músculos se debía a la ansiedad y estrés que le generaba ir con Esmeralda en busca de respuestas y que esta le dijera que su hermano ya no se encontraba con vida sin embargo era un miedo que debía de afrontar.
Viendo a través del retrovisor de su auto la imagen de Pandora recargada del marco de la puerta, vistiendo su pijama roja y su bata de satín negra pero manteniendo una expresión seria en su rostro de despidió solo con su mirada que reflejaba su claro descontento en la idea de que él iba a irse a pesar de que ella sabía los motivos por lo cuáles emprendía el viaje sin embargo el disgusto radicaba más en la preocupación que significaba estar frente a frente a Esmeralda teniendo en cuenta los actos que ella había cometido. Ikki suspiro centrando ahora su vista en el camino mientras el auto empezaba a moverse, no había visto la respuesta de Shiryu pero imaginaba que ya se encontraba listo.
Condujo por la carretera solitaria, con los vidrios del auto totalmente cerrados y con apenas una canción que transmitía la radio siendo está melodía el único calmante para su estrés; manejó centrado en su trayecto previamente estudiado hasta que pudo ver a la lejanía a su compañero esperándolo en la esquina de una banqueta, se acercó y se estacionó a unos centímetros de él, le abrió la cajuela desde dentro para que su amigo dejara sus cosas ahí con el motivo de permanecer más cómodos dentro del auto. Shiryu entró después, sentándose en el asiento del copiloto y cerrando la puerta una vez que se colocó el cinturón de seguridad, al sentir la calefacción del auto de quitó los guantes y la bufanda pero permaneció con su abrigo en caso de que hubiera alguna emergencia y tuvieran que salir.
—¿Iremos directo a la penitenciaría?—
Cuestionó Shiryu al notar que el GPS marcaba otra dirección, Ikki apagó el dispositivo GPS al notar la curiosidad de su compañero.
—En una noche será imposible llegar, iremos a la gasolinera, descansaremos un poco y luego seguiremos con el viaje— Respondió dando vuelta a la derecha siguiendo su propio camino tal cual había mencionado
—¿No nos retrasaremos más?— preguntó con cierta duda y algo de molestía pero el detective negó
—Ya he hecho el viaje antes, por eso te pedí que nos fuéramos hoy a esta hora —respondió de mala gana pero aún sin sonar grosero— Llegaremos a tiempo.
Shiryu no pareció tan convencido ya que aunque no veía ahora como tal el GPS con la ruta que Ikki estaba haciendo conocía las calles de Tokio y ese camino por el cual su compañero conducía era un tramo más largo que los retrasaría a pesar de que el otro lo negara; suspiró y se recargó del asiento intentando distraerse viendo el paisaje a través de la ventana a su derecha notando cómo pequeñas gotitas de agua de juntaban en el cristal... Pronto comenzaría a llover; el viaje era aburrido, no había tema de conversación que ambos pudieran entablar debido a que Shiryu temía decir algo que pudiera incomodar a Ikki pero por fuerte no tuvo en ningún momento que decir nada fuera de lugar al notar el poco interés que si compañero tenía para dialogar... Cosa que agradeció.
Llegaron a la gasolinera, Ikki se estacionó cerca de la caseta y bajó del auto para recargar gasolina, mientras esperaba que el tanque se llenará vio con detenimiento todo el ambiente al rededor, todo estaba desierto, solo algunos campos se podían ver a la lejanía gracias a las luces de las casas pero nada más... Respiro recargandose un momento del auto con sus brazos cruzados pero siempre al pendiente de la gasolina, no quería pensar mucho y aunque hubieran llegado perfecta esa noche a la penitenciaria lo cierto era que quería descansar mínimo unos segundos, poder dormir un poco y olvidarse de todos un momento, su cuerpo lo pedía pero su mente se lo negaba pero ahora que se había puesto de acuerdo consigo mismo en que descansar un poco no le vendría nada mal no iba a retractarse a pesar de que su compañero no quería detenerse.
Subió al auto una vez que terminó de recargar gasolina y pagar, cerró la puerta y apagó el radio al estresarle ahora las canciones que ponían, sin mencionar nada arrancó el auto y volvió a carretera pero ahora en dirección del motel más cercano para descansar mínimo unas horas antes de volver. Llegaron después de un rato al motel, Ikki de estacionó y ambos bajaron aunque Shiryu por fuerza mayor, entraron a la recepción donde pidieron una habitación con dos camas en lugar de pedir dos cuartos para cada quien (aunque está decisión solo fue para ahorrar costos).
Ingresaron al cuarto, Shiryu se colocó en la cama de la derecha cerca de la puerta e Ikki en la de la izquierda al lado de la ventana. Ambos desempacaron solo su ropa más informal para poder dormir con ella, el primero en entrar al baño fue Shiryu dando la oportunidad a Ikki de quedarse un momento solo en la habitación, con la tenue luz amarilla a mitad del cuarto, con una vieja televisión en medio de ambas camas y con un internet algo lento pero funcional. El detective se acercó a la ventana luego de preparar un poco de café en la cafetera y esperar a que estuviera listo, observó un momento las estrellas olvidándose de sus alrededores limitando su concentración únicamente en los astros.
—El baño está desocupado— dijo Shiryu volviendo del baño ya vestido pero secándose su cabello con una toalla
Ikki giró a verlo un momento asintiendo a su comentario, cerró la ventana con las cortinas y tomó sus cosas para ingresar al baño y finalmente ducharse para luego poder descansar mínimamente unas horas antes de seguir, se quitó su ropa frente al espejo del lavamanos quedando primero con el pecho descubierto, desvío la mirada al recordar el cuerpo de su hermano con heridas a su alrededor, hubiera preferido mil veces que él hubiera sido la víctima en lugar de Shun. Con algo de pesar entro a la ducha, abrió la llave dejando que el agua empezará a fluir y con ello su cuerpo empezará a mojarse al recibir el agua helada de ese motel.
Salió del baño vestido con un pantalón de tela y una camiseta negra de algodón, solo llevaba una toalla al rededor de su cuello que servía para recoger las pequeñas gotas de agua que llegaban a escurrir de su cabello, se sentó en su cama notando cómo su compañero revisaba su celular manteniéndose demasiado atento en el aparato.
—¿Mensaje de tu esposa?—
Ikki preguntó al ver la expresión de preocupación en Shiryu sin embargo no pudo escuchar una respuesta salir de su amigo al estar aún sumido en el celular entre sus manos, cuando finalmente Shiryu
levantó su mirada hacía Ikki extendió el celular creyendo que a el no le había llegado el mensaje de la policía. El detective tomó el celular y leyó lo que Shiryu le indicaba, conforme avanzaba en su lectura más preocupado pero ansioso se tornaba pero aunque quisiera ayudar o hacer algo no podían ni él ni Shiryu abandonar el motel y volver a la estación de policías.
—Informa a Hyoga que no podemos ir, imagino que Shion y Docko están enterados de nuestra situación— dijo entregando el celular para después recostarse en la cama pareciendo más despreocupado que hacía un momento sin embargo está apariencia solo era una ilusión que le quería hacer creer a Shiryu pero que esté no logro aceptar.
—¿Acaso leíste lo que mandaron? —reclamó mostrando la pantalla— Titán va a declarar, pide hablar contigo.
—Son dos horas y media de viaje, para cuando lleguemos Titán se habrá ido, además, ¿No eras tú el que insistía tanto en ir a la penitenciaria? —reprochó apagando la luz de la lámpara perteneciente al buró de lado de su cama, antes de dormirse programó su alarma para dentro de tres horas, dejó el reloj en el buró y recostandose nuevamente en la cama con sus brazos detrás de su cabeza cerró los ojos
—¿Ni siquiera llamarás?— cuestionó indignado de ver las acciones de su compañero a pesar de que tenía que forzar la vista a causa de la ahora poca iluminación que había en el cuarto
—Llamaré pero ahorita están ocupados, no tiene caso molestarlos —respondió un poco cansado de estar respondiendo a las interrogantes de Shiryu— Te aconsejo que descanses ya que este será nuestro único momento para poder dormir
Shiryu se mantuvo un momento observando como de verdad Ikki cerró sus ojos intentando dormir, pareció dudar de las decisiones de su compañero por un momento pero al final opto por hacer caso y poder dormir un rato aunque fuera aprovechando que ya se encontraban ahí. Se acostó en la cama manteniendo su mirada en el techo y en el ventilador que giraba lentamente sobre de ellos, por un momento desvío su vista hacia Ikki a su lado, parecía dormido pero si postura rígida le indicaba que realmente se encontraba despierto; se giró a la derecha dándole la espalda a Ikki a su izquierda, tomó su celular y cuando lo desbloqueó con su pin entró a mensajería, tenía algunos mensajes de su esposa que debía de responder y otros más del trabajo donde preguntaban con desespero si ya venían en camino.
Pacientemente escribió a Hyoga los motivos por los cuales no podían ir a la estación de policías, no espero a que Hyoga respondiera, solo terminó de escribirse con su esposa y apagó el celular confiandose en qué la alarma de Ikki fuera la que los despertara, realmente dudaba en si iba a poder dormir o no, no estaba acostumbrado a dormir fuera de su casa pero haría el intento si quería hacer bien su trabajo, poco a poco fue cerrando sus ojos cuando sintió el agotamiento del día empezar a notarse en su cuerpo y sin darse cuenta, después de un rato se quedó dormido sin embargo era incapaz de distinguir que era real y que era un sueño, a lo lejos escuchaba movimiento, oía pasos rondar por al rededor de las camas, escuchó incluso cuando la puerta del cuarto se abrió y volvió a cerrar quedando ahora en un silencio total. Estaba cansado y aunque quería abrir por completo sus ojos una fuerza llamada sueño se lo impedía pero logró después de un rato de intentar sin ánimos o ganas de despertar abrir los ojos; se sentó a mitad de cama, con una manta apenas cubriendo su cuerpo pero que por su postura actual la manta se encontraba en sus piernas, talló sus ojos al observar todo con dificultad, ocultando un bostezo con su mano izquierda vió la cama vacía de Ikki cosa que en un principio le preocupó al no verlo pero que está preocupación le duró poco al verlo entrar con una pequeña tarta al cuarto.
—¿Te desperté?, Intenté no hacer ruido— dijo Ikki cerrando la puerta detrás de él mientras se acercaba a su cama para dejar sobre el colchón la tarta de fresa
—¿Dónde....?— preguntó con dificultad notando el postre en un plato desechable en la cama
—Fue difícil encontrarla, a unos metros hay una tienda, me sorprendió que la vendieran —respondió partiendo la tarta de tres porciones, una porción se la dió a Shiryu en la servilleta que le habían entregado al pagar el postre
—Gracias —dijo aceptando la porción que Ikki le había brindado— ¿Ya es hora de irnos?
—Falta una hora, puedes seguir durmiendo si quieres pero yo no puedo seguir... Parece que tengo insomnio, no pude dormir— respondió tomando un poco de la porción de tarta que le había tocado para comerla
—Ya veo... —dijo comiendo solo un poco del postre al saber que era mal momento para comer algo así— ¿Te ocurre seguido?
—Ultimamente sí —respondió dejando la última porción de tarta intacta— Ya no pudiste irte a China, ¿Verdad?
—Aún no descarto la idea pero ahorita es algo difícil poder ir allá— respondió con cierta tristeza dejando el plato vacío a un lado de él
—Entiendo —contestó— Cuando lleguemos a la penitenciaria tú irás con Paradox, yo visitaré a Esmeralda
—Creo que sería mejor que...—
—De ningún modo —interrumpió Ikki— Yo voy con Esmeralda y tú con Paradox
Dijo levantando la voz notando un gesto de molestia en su compañero al hacerlo y dejar en claro sus intenciones una vez llegando a la penitenciaria. Ikki giró la mirada, tomó el plato con el resto de tarta que estaba sobre su cama y se puso de pie, se acercó a la puerta de la habitación poniendo su mano en la manija y antes de abrirla dirigió su mirada hacía Shiryu.
—Vuelvo a repetir, si gustas puedes dormirte —dijo abriendo la puerta— Yo estaré afuera
Shiryu observó como Ikki salía del cuarto cerrando la puerta detrás de él al momento de irse, él se quedó sentado en la cama sumido en la oscuridad de la habitación a falta de luz, suspiró mientras tomaba el plato vacío para dejarlo en el buró, se volvió a recostar para intentar dormir lo que restaba del tiempo pero le intrigaba porque su compañero se mostraba más indiferente que antes.
Respiró pensando si era buena idea dormir, aunque no había hecho nada malo se sentía culpable de haber provocado la molestia en Ikki y aunque no tenía obligación alguna de disculparse y de hecho no pensaba hacerlo se levantó de la cama para ir a verlo pensando en que quizá si compartían algunos pensamientos lograría reanimarlo. Se puso unas pantunflas para poder salir al pasillo, notó la oscuridad en este siendo lo único que apenas iluminaba ese tramo largo un pequeño foco de color naranja en medio de todo el pasillo.
Suspiró tallando el puente de su nariz, caminó por el pasillo largo y solitario manteniendo sus brazos cruzados frente a su pecho para darse calor así mismo debido al frío de la madrugada que azotaba el lugar, avanzó a paso lento hasta la recepción pero no notó a nadie, no siquiera a la recepcionista que seguramente se encontraba durmiendo aunque no debía de.
Para aclarar dudas se acercó a las grandes ventanas que daban vista a la carretera y estacionamiento donde solo se encontraban los autos de los huéspedes actuales y entre ellos el auto de su amigo pero él susodicho no se encontraba cerca, dando media vuelta caminó nuevamente hacía el pasillo creyendo que Ikki se encontraría en el estacionamiento trasero del lugar, a pesar de que caminar por el estrecho pasillo le generaba un sentimiento de inseguridad debido a los rechinidos de las tablas al pisarlas y la luz pobre que apenas y lograba alumbrar un pequeño tramo siguió avanzando hasta que logró llegar a la puerta que daba al estacionamiento por detrás de todo.
Abrió la puerta teniendo cuidado de no generar el mayor ruido posible teniendo en consideración a las personas que dormían en las habitaciones, al estar totalmente abierta la puerta solo se acercó hasta el marco viendo desde su posición a Ikki sentado en una banca de concreto cerca de unos autos, a su lado estaba lo que restaba de la tarta aún intacta pero con una vela colorida como las que se suelen ocupar en los cumpleaños en medio de la tarta con la flama encendida pero que poco a poco se iba consumiendo, el detective además se encontraba fumando cosa la cual le sorprendió al no saber que lo hacía. Shiryu no quiso acercarse más a pesar de que esa era su intención, prefirió dejar a Ikki solo al suponer debido a como lucía que se encontraba sollozando, imaginó que su temperamento se debían a sus problemas personales por lo que no indagó más allá y regreso a la habitación.
Todos los pensamientos, dudas y posibles cuestionamientos que habían surgido a raíz de notar a Ikki en el estacionamiento se aclararon después de una hora cuando tuvieron que recoger todo para volver a emprender camino a la penitenciaría. Al abordar el auto hubo un silencio mortal en un principio pero conforme Ikki seguía conduciendo poco a poco este silencio se fue terminando para dar paso a las pláticas y conversaciones entre ambos.
—En mi mochila está el reporte y análisis que hice cuando visité a Paradox, sería útil que lo leyeras para tener una idea más clara de lo que vas a preguntar— Dijo Ikki sin despegar la mirada del camino, apenas haciendo una seña con su mano derecha a los asientos traseros donde estaba su mochila.
Shiryu tomó con dificultad la mochila y la puso sobre su regazo para sacar más fácilmente el documento que Ikki había mencionado, sacó una carpeta amarilla intuyendo que esa era la que contenía dentro lo que buscaba, dejó la mochila un momento en el suelo y abrió la carpeta después viendo atónito la imagen de Katya junto con un texto a un lado de la foto de la chica con alguien más...
“Katya Dostoyevsky, 25 años originaría de Rusia, legalmente casada en su país de origen con el señor Oikonomou.”
Shiryu sólo leyó el primer párrafo ignorando de momento el resto del texto ya que ahora su atención recaía en las imágenes que se mostraban de Katya, la chica fue su primera sospechosa cuando indagaba sobre la situación de June pero pero por problemas con su supuesto padre se canceló la investigación al saber que correrían peligro si continuaban investigación.
—¿Cómo descubriste esto? —preguntó mostrando la carpeta abierta a Ikki, siendo incapaz de quedarse callado se atrevió a cuestionar a su compañero al saber que era demasiado peligroso indagar sobre la vida de Katya— ¿Cómo lo hiciste?
Ikki miró de reojo la carpeta al no poder despegar la vista de la carretera por mucho tiempo, no podía mencionar a Aldebaran como tal pero a él no le generaba ningún tipo de problema mentirle a Shiryu.
—Ella molestaba a mi hermano, me dediqué a investigarla —dijo, de cierto modo no mentía como tal— Tardé demasiado en recopilar todo, por favor, déjalo lo encontraste
Dijo no muy feliz de saber que Shiryu pudo haber leído de más el documento, él como tal solo había visto superficialmente las imágenes que era lo que más llamaban la atención al abrir la carpeta sin embargo no se había tomado el tiempo de leer lo que Aldebaran había redactado. Shiryu aunque intentó hacerle preguntas acerca de lo que había investigado Ikki no respondió a sus interrogantes por mucho que intentó insistir, al final terminó leyendo el informe que debió de haber agarrado desde un principio siendo este el de Paradox.
El resto del viaje fue silencioso, aunque Ikki y Shiryu compartían pocas en común algo que en ese momento compartían era el sentimiento de preguntar sobre Katya, cada quien tenía sus propios motivos por los cuales preguntar sobre está joven de pocas palabras y aura misteriosa que la envolvía y que sabían que perfectamente que tanto Paradox como Esmeralda les otorgarían las respuestas que buscaban ya que ambos tenían opiniones distintas sobre ella.
Al llegar al cabo de unas horas Ikki le entregó a Shiryu un micrófono pequeño que podía ocultarse dentro de su saco además de una pequeña grabadora, tenían el tiempo limitado por lo que sus preguntas debían de ser concisas y precisas para ahorrar el mayor tiempo posible; Ikki recalcó que aunque estaban en un lugar lleno de policías, estos realmente no tenían mucha autoridad dentro cosa que podía ser tanto beneficiosa como peligrosa.
Después de pasar por un filtro de seguridad en la entrada donde mostraron sus identificaciones, el documento firmado por Shion autorizando su ingreso, sus placas y demás lograron acceder al gran edificio de concreto donde un largo pasillo estrecho era lo primero que los recibía al entrar, ambos caminaron guiados por un guardia que les indicaba donde estaban las celdas de cada una. Ikki avanzó a la derecha mientras que Shiryu fue a la izquierda en donde Paradox se encontraba reclusa en una celda amueblada con una cama, una mesa de madera, un sillón y un televisor; el guardia indicó su camino para que una vez llegando a dónde la mujer se encontraba sacó la llave perteneciente a la puerta metálica blanca, antes de abrirla por completo informó a Shiryu que se mantendría ahí en caso de que fuera necesario, Shiryu agradeció, sería su primera vez hablando con esta mujer lider junto a su difunta hermana de Gomorra, lugar donde el canibalismo era algo tan normal como cualquier actividad.
La puerta se abrió luego de que Shiryu confirmara que estaba listo para entrar, la habitación se mostró ante él, tan limpia y pulcra que era increíble que una criminal estuviera viviendo ahí, perfectamente un civil podía rentar ese cuarto y viviría sin ningún problema. Su atención dejó de ser enfocada a la decoración del cuarto para centrarse en la mujer sentada en la cama observando lo que parecía ser un programa de comida, tragó saliva disimulando sus emociones al recordar de lo que Paradox podía ser capaz, inmediatamente ingresó dentro, la puerta se cerró logrando escuchar un “clic” por fuera que le indicaba que el guardia había vuelto a asegurar la puerta con llave cosa que solo pudo generarle más inseguridad sin embargo no podía verse inseguro.
Con una postura erguida, una mirada inexpresiva y sin dejar que su caminar lo delatara avanzó en medio del cuarto para tomar asiento en el sillón de la esquina derecha justo en frente de la mesa de madera con una urna que resguardaba las cenizas de Integra. Paradox lo observó, un poco confundida pero consciente del motivo de su presencia, sin bajar de la cama tomó el control del televisor para bajarle el volumen a su programa.
—¿Cuánto tiempo te dieron?— preguntó ella observándolo, sabiendo que tenían como máximo treinta minutos
—No puedo revelarte esa información —respondió desconociendo la respuesta sin embargo no pensaba decirle que no sabía cuánto tiempo podía permanecer ahí— Necesito que hables con la verdad en todo este rato que estaremos conviviendo juntos, por seguridad omitiré mencionar mi nombre y mi rango, cualquier cosa que hagas o intentes hacer será ocupado para añadir más tiempo en tu condena
—Tentativamente me dieron cadena perpetúa, ¿Crees que quiero que el maldito del juez me condene a muerte?— Dijo molesta cruzandosé de brazos mientras se recargaba de la pared
—Si ese es el caso entonces cooperara con lo que te pido —dijo y aunque mostraba una imagen de seguridad al hablar por dentro su nerviosismo aumentaba ya que a juzgar por las palabras de Ikki, si algo llegará a ocurrir dentro nadie lo ayudaría realmente— Por favor y para dar inicio con todo esto necesito que me des información sobre tus compañeras de trabajo, sé a qué te dedicabas y qué rol cumplías sin embargo me llama la atención tu relación con las demás empleadas
—¿Y qué quieres que te diga?, ¿Qué había buen ambiente laboral?— dijo en sarcasmo sin despegar la vista del detective
—Hablame de June, ¿Llegaste a conocerla?— preguntó
—Claro que la conocí, no había persona que no lo hiciera —respondió con indiferencia como si ese tema ya la tuviera cansada de tanto que lo repetía— Conviví poco con ella a pesar de todo, no estuvo conmigo mucho tiempo, llegó un poco antes que Akira... Luego fue ascendida de puesto dejando de ser “comercial” pero esa no fue mi decisión
—¿De quién fue?— cuestionó acercándose solo un poco hacía la cama aún permaneciendo sentado en el borde del sillón
—¿Por qué tendría que decirte?— refutó dedicándole una mirada fría a Shiryu, colocó ambas manos detrás de su espalda dando a entender que escondía algo detrás de ella y que si la situación no le favorecía ocuparía este recurso para defenderse
Shiryu notó la acción, indiferente pero asustado por dentro guardo la calma y compostura y siguió alegando pidiendo que contestara su pregunta, no quería llegar a tales extremos como tener que sostener la urna con las cenizas de Integra a modo de amenaza para que ella respondiera pero lo único que lo detenía era saber lo inestable que la mujer podía ser. Paradox no parecía querer responder a lo que Shiryu decía y cuando lo hacía mentía en sus respuestas, el detective suspiró tallando el puente de su nariz y mientras le hacía énfasis en qué si cooperaba con lo que pedía su sentencia podía reducirse o por lo menos cambiar.
Un ligero cambio se notó en la expresión de Paradox al ver qué Shiryu hablaba en serio sobre su sentencia, se levantó de la cama, quitó la urna con cuidado de la mesa para dejarla en una esquina donde sabía que nada malo podía pasarle, arrimó la mesa hasta la puerta impidiendo el paso de afuera hacía dentro de la habitación, tomó el control remoto del televisor para incrementar el volumen del programa y volvió a sentarse en la cama pero esta vez más cerca de Shiryu a modo que ambos tuvieran que hacer el menor esfuerzo posible para comunicarse a pesar del fuerte volumen de la tele.
—Promete que mi sentencia se reducirá— reclamó mirando fijamente a Shiryu a unos centímetros delante de ella
—Haré lo que pueda— aclaró ahora notando el interés de Paradox por hablar
Paradox tomó aire mientras giraba sus ojos en un sentimiento de cierta angustia al revelar lo que quizá era el mayor secreto de su antiguo trabajo sin embargo sus ganas de salir eran mayores, a pesar de todo no deseaba nada malo para su antiguo equipo de trabajo sin embargo ella siempre se había interesado únicamente en las cosas o situaciones que mejor le convenían, realmente no estaba del lado de nadie, si algo le favorecía iba allí y sí no lo hacía simplemente se retiraba. —La organización no nació aquí sino que se mudó, era originaria de Grecia donde ahí se replicaban en menor grado los actos que se llevan aquí a cabo —Dijo viendo el interés genuino en Shiryu aunque a su vez no notaba ninguna reacción en él dándole a entender que probablemente esta información ya la sabía— Los actos cometidos en Grecia no se comparan con los que se hacen aquí, allá solo era una red de prostitución común pero con la particularidad de que podías pagar extra si querías cumplir algún tipo de fantasía, fetiche o parafilia. La policía los intentó seguir pero nunca lograron encontrarlo debido a que estando a punto de hacerlo ellos se mudaron iniciando aquí en Tokio prácticamente desde cero pero sin embargo bajó la influencia de alguien más
—¿Quién es ese alguien o mejor aún, quiénes son estas personas que llevan a cabo todo esté lío de Sodoma y Gomorra?— cuestionó sin dejar de ver a la mujer ahora que de verdad estaba cooperando brindando la información que querían
—Es algo curioso de relatar porque yo no estuve presente sin embargo llegué a enterarme gracias a qué me gané su confianza... Ellos me estimaban, bueno no solo a mí sino también a Integra, por eso nos brindaron nuestra propia “casa” —informó haciendo una breve pausa después— Como te dije, todo fue llevado a cabo en Grecia, estas personas siempre han estado llenas de dinero por lo que se les hizo fácil conseguir en ambos países una casa que sirviera en un principio de burdel sin embargo “el líder” tenía sus propias fantasías, los juegos de roles donde él era el dominante le fascinan mientras que ”su mano derecha” prefiere aún la tortura pero no la física sino la psicológica, ambos cumplían ahí mismo sus deseos al ser los dueños del burdel pero según dicen a Grecia llegó una joven rusa, pasaba desapercibida la mayoría del tiempo pero luego se le vió conviviendo sobre todo en las noches con un extraño hombre.
—¿El líder de la organización?—
Paradox asintió —Él la conoció porqué según rumores ella misma llegó preguntando sobre el burdel al conocer sobre la noticia de una nueva red de prostitución azotar la paz de Grecia, el líder la dejó entrar de inmediato, poco a poco después de conocerse al parecer se gustaron, se comprendieron tan bien que terminaron por casarse sin embargo la chica en ese tiempo tenía aproximadamente veinte años, y al ser más joven que su pareja le propuso experimentar nuevas cosas saliendo de su círculo de confort que solamente abarcaba el juego de la sumisión para llevarla más allá; ahí fue el momento donde influenciado por su ya esposa mudaron todo para venir a Japón, como te dije, empezaron de cero con un pequeño bar donde las camareras podían ser alquiladas en lo que ellos buscaban un mejor lugar tanto para vivir como para poner su nuevo burdel. —explicó incrementando aún más el volumen del televisor al saber que el resto de su conversación podría ser peligrosa para ella en caso de que alguien ajeno a ellos la escuchara— A los dos líderes y a la rusa les llamó la atención pero a su vez les intrigó los gustos excéntricos de los japoneses, su modo de vestir, de actuar, de comportarse y sobre todo, lo que pedían en sus cuartos cuando alquilaban a una camarera. Teniendo todo esto en cuenta se vestían y ordenaba a las camareras a cumplir con ciertos comportamientos y actitudes, para dentro de un año estas personas habían conseguido comparar su primera casa para resguardar toda la mercancía que conseguían pero todo era prácticamente normal, no había mucho cambio de cuando estaban en Grecia a ahora que estaban en Japón, todo cambio al ver el fuerte interés en las niñas y jóvenes adolescentes, era un mercado más que rentable pero las ganancias eran incluso mayores cuando a estás niñas se les vestía de cierto modo... Parecía que los clientes enloquecían con esta nueva modalidad.
— ...La nueva modalidad, cuando hablas de eso te refieres al asunto de Akira, ¿No es cierto? Tengo entendido que fue por ella este nuevo interés sobre todo en la estética tipo “Lolita”— inquirió él viendo a Paradox asentir cosa que le indicaba tenía razón.
—Algo así, Akira no fue la única responsable sino que hubieron más chicas involucradas y entre ellas y como predecesora de Akira fue June quien impulsó este nuevo estilo —respondió— El líder y su esposa pero sobre todo ella quedaron también fascinados por esta estética nueva que habían conocido, mandaron a crear escenarios en su burdel llamado Sodoma por las personas que lo recurrían, en estos escenarios y con el fin de ampliar su comercio se empezó con la idea de películas o imágenes que pudieran saciar a cierto tipo de personas en internet a cambio de un gran precio, se hicieron los álbumes donde en la mayoría Akira era la principal protagonista debido a su alta demanda pero el fin de esta chica estaba cerca cuando un hombre de excéntrico la compró, se quedó conmigo en Gomorra solo unos días hasta que pasaron por ella, cuando la encontraron sin vida generó una alarma en los líderes para ser más precavidos sobre a quién vender y a quien no pero nada más.
—Hay algo que ocultas, ¿Qué hay de Esmeralda?, Hace unas semanas la trajeron también acá al ser una compañera tuya. ¿Cómo entró a la organización?— cuestiono notando en Paradox un ligero cambio en su expresión facial que le indicaba que no se sentía cómoda con esa pregunta por el hecho de que a lo mejor y suponiendo, ambas no se llevaban tan bien.
—La esposa del lider la buscó y contrató, nadie se lo esperó, solo un día apareció y se quedó para trabajar ahí; tenía el puesto de escolta, trasladaba de la entrada de Sodoma a los cuartos a las víctimas que llegaban, “los productos” o “las presas” no pueden ver el interior del burdel a menos de que se “domestiquen” pero al llegar ninguno está educado por lo que se les cubre los ojos para evitar que en caso de que se escapen digan algo —hizo una breve explicación antes de seguir— Fue ascendida de puesto cuando June llegó, ella se encargó de educarla pero luego fue removida de su cargo tiempo después cuando se tenía la sospecha de que el burdel empezaba a ser conocido por gente ajena a los clientes usuales, se falsificaron papeles para que Esmeralda pudiera entrar a trabajar en la policía, para despistar aún más la situación los líderes y la esposa de uno de ellos también consiguieron un empleo delegando el cargo de Sodoma a otros trabajadores mientras estaban ausentes.
—¿Qué trabajos consiguieron?—
Paradox suspiró mientras ponía su cabello detrás de su oreja derecha sintiendo que ya había hablado demasiado —El lider principal consiguió poner un local de joyería en la feria para que su esposa trabajará ahí pero también compró un puesto en el centro comercial donde poner él mismo otra joyería bajó el mismo nombre... En esa joyería del centro comercial, Saga citó a Akira, atrás del negocio y del otro también hay una pequeña habitación que mandaron a fabricar, está insonorizada, no se puede escuchar nada tanto por dentro como por fuera, ahí dejaron a Akira oculta; el hermano y mano derecha de Saga juntó con la esposa de su hermano asesinaron a un hombre en carretera durante la noche para robarle la mercancía que llevaba en el camión, Kanon con los productos robados empezó a vender helado en los parques y calles ocupando la melodía que le ponía a sus víctimas cuando jugaba con ellas para ver sus reacciones, esa era su diversión pero hasta donde sé se metió en problemas legales con los empleados de Antares por vender su helado lo que lo orilló a buscar ayuda legal con una abogada pero no sé la resolución de su caso—
Shiryu se quedó un momento en silencio en lo que recapitulaba toda la información que Paradox le había dado llegando incluso a cuestionar su audición al oír sobre todo el nombre de Saga, ¿Había oído bien o su paranoia había regresado al ver esa mañana en el auto de Ikki un archivo con la imagen de Katya dónde decía que Saga era su padre?, ¿Sería que en todo ese tiempo tuvo razón en sus sospechas?. —Mencionaste a Saga... ¿Y Katya?— preguntó sintiendo un nudo en la garganta al finalizar su pregunta, estaba tan pálido pero a la vez tan ansioso que un leve dolor de cabeza se había presentado al recordar su acusación contra la chica debido al crimen contra June
—Es esposa de Saga —respondió con normalidad— Ella trabaja en la joyería ubicada en la feria pero de ves en cuando se encarga de supervisar a los demás incluyendo tanto como empleados como presas sino ¿quien crees que le avisó a Kanon que estaban a punto de encontrar a Palas en la bodega de helado que ese hombre había alquilado para jugar con la niña?, Katya se encargó de informar a Saga de la traición de June, ella avisó que Akira había aparecido muerta... Cualquier cosa que ocurra en Tokio, Katya lo documenta.
Mientras a Shiryu le había tocado por disposición de Ikki hablar con Paradox, él susodicho había optado por ir con Esmeralda sin embargo está decisión la había tomado en un momento irracional, desde un principio sabía que no podía revolver familia con trabajo pero teniendo en mente lo que había ocurrido con su hermano menor solo podía pensar en una única cosa... Arreglar asuntos con una de las causantes del sufrimiento de Shun.
Cegado por la irá que disimulaba ocultando sus puños detrás de su espalda, con su expresión seria y su postura erguida avanzó según lo que el guardia en su momento le indicó para llegar a dónde Esmeralda se encontraba, tomó aire cuando estaba a punto de llegar, la voz del hombre que había guiado su camino se dejó de escuchar en su mente cuando estuve frente a la puerta donde detrás de esa placa metálica se encontraba aquella maldita mujer. Si mirada bajó de momento al ver cómo el hombre abría la puerta lentamente permitiendolé el acceso, una pequeña sonrisa se formó en él al ver la puerta entre abierta pero que sin embargo ocultó para no levantar sospechas algunas porque aunque no pensaba golpearla o agredirla, se encargaría de hacer que la rubia nunca olvidará su nombre.
Caminó dentro del cuarto viendo a la chica sentada en una silla plástica en una esquina, en el momento en que entró la puerta se cerró dejándolos a ambos completamente solos a partir de ese momento, a falta de muebles a comparación con la habitación de Paradox a Ikki le tocó de estar de pie, recargado de la puerta metálica pero sin alejar su vista de Esmeralda quien se recomponía en su asiento.
—Creí que no volvería a verte —dijo con una leve sonrisa— Creo que sé a qué vienes
—Entonces no hace falta explicación —dijo serio sacando de dentro de un bolsillo de su saco el broche de catarina que su hermano había ocupado la última vez que lo vió— Habla sobre esto, ¿Cómo lo obtuviste?
—Se lo quité— fue tajante en su respuesta —¿Otra pregunta?— respondió sarcástica notando cierto enfado en Ikki
—Vi el vídeo, a pesar de la máscara se que eras tú... —dijo bajando un poco la voz— Sabías que era mi hermano, tu maldita desgraciada sabías que era mi hermano ¡y aún si no te importó!
—Tenía un trabajo y lo cumplí, conocía a tu hermano por fotos que tú mismo mostrabas a veces —contestó haciendo una breve pausa— Pero ahora que viste el vídeo... ¿No te emociona saber que es popular?
Ikki caminó a paso veloz hasta donde Esmeralda se encontraba sin embargo ella se puso de pie inmediatamente frente a él y antes de que el detective pudiera hacerle alegó exclamó sin despegar su vista de la del contrario —Recuerda dónde y con quién te encuentras —dijo sin mover ni un solo músculo, estaba demasiado confiada— No puedes tocarme, lo sabías, ¿No?.... No puedes ni siquiera rozarme porque también te meterían preso
Ikki se detuvo, miró con odio a la mujer apretando sus puños a sus costados mientras intentaba recuperar la cordura, —¿Y tú si pudiste tocar a mi hermano?— cuestionó en un susurro que volvió algo tensa la conversación ya que aunque jamás pensó en agredirla, la tomó del cuello del blusón gris llevaba puesto para atraerla hacía su cuerpo.
Esmeralda lo vió, dentro de ella un sentimiento de ligera preocupación creció al creer que Ikki de verdad se atrevería a golpearla sin embargo a pesar de su angustia intentó persuadir la situación para lograr por lo menos que la soltara.
—¿Me quieres matar ahora...?, ¿No quieres escuchar algo más antes?— cuestionó notando el interés de Ikki por el modo en que el agarre de su blusón disminuía, encontrando de tal forma cierto tipo de alivio
Ikki la soltó con delicadeza para evitar problemas, Esmeralda regresó a su silla pero él se quedó cerca en esta ocasión por si acaso algo ocurría.
Esmeralda lo vió, creyó que iba a preguntar algo pero Ikki solo se cruzó de brazos sin pronunciar nada más por lo que intuyó que ella debía de comenzar aunque no era lo más usual. Aclaró su garganta e hizo rápidamente un resumen de todo para poder explicárselo a su manera y omitiendo algunas cosas por su propio bien.
—Se convenció a June de contactarlo, se tenía pensado poner “espías” en las ciudades donde había más riesgo de ser descubiertos pero el problema era que no se conocían policías, personal o familiares que se pudieran infiltrar tan fácilmente así que propuse a tu hermano, June poco a poco se fue ganando su confianza hasta que finalmente llegó el día en que debía de ser recogido —explicó de manera sencilla evadiendo el cómo se había espiado día, tarde y noche al menor estando tanto en su casa como en la escuela todo con tal de conocer sus movimientos y actitudes— Cuándo llegó a Sodoma tenía miedo, lo hubieras visto, estaba desorientado... Parecía un conejo a punto de ser cazado, intentó escapar pero el líder lo logró agarrar antes de que lo hiciera.
Ikki se contuvo al escuchar hablar a Esmeralda, mientras la rubia hablaba él solo enterraba sus uñas en sus brazos sintiendo nuevamente una impotencia al no haber podido estar presente en ese momento, se imaginaba por momentos donde su mente le permitía desconectarse de la situación para visualizarse a si mismo frente de esas personas las cuales aún no conocía del todo mientras sostenía su pistola y cegado por el enojo y la frustración arremetía contra ellos...
Esmeralda siguió hablando siendo de vez en cuando algo cortante con sus respuestas, explicó que ella efectivamente había aparecido en el vídeo que se había grabado a Shun además de participar en la elaboración del álbum donde el muchacho aparecía. A ella se le vió emocionada al relatar que Shun había quedado bajo su supervisión bajo la ayuda de Katya (quien a diferencia de Paradox que durante toda su declaración dudo en mencionar el nombre de la chica, ella mencionó como si nada), Katya lo vigilaba en la escuela y se encargaba de hacerle recordar su posición de presa con tal de que Shun recordara las reglas impuestas por los otros mientras que ella lo vigilaba en las tardes, en los momentos que tenía libre en el trabajo de la policía para poder visitarlo ya fuera sola o acompañada.
A pesar de que en el vídeo se había mostrado solo al señor de rojo y a ella, mencionó la rubia que la idea de la música y los juguetes habían sido idea de unos de los líderes logrando causar el impacto que deseaban en el joven debido a su temperamento rebelde y un poco agresivo, comentó que uno de sus principales propósitos fue hacer que ese sentimiento de valentía que podría dejara de tenerlo para poder controlarlo como querían pero sin embargo y a pesar de todo, Shun mostraba resistencia, el primer intentó fue amenazarlo con el cuerpo de June al ver qué ambos se llevaban bien pero este acto a pesar de ser traumarlo no resultó tan bien, el segundo intentó fue un intentó de asesinato que ella mismo ordenó drogando a una de las presas y obligándolo a conducir un auto sin frenos pero al igual que la vez pasada, no resultó.
Katya intervino según lo que Esmeralda decía con una ligera sonrisa, propuso hacer la primera visita al domicilio del chico, entraron a la casa y obligándolo a guardar silencio lo sodomizaron en su habitación mientras la canción sonaba de fondo como en la grabación solo que esta vez se había llevado más allá al ocupar una navaja como otro medio de tortura, mientras se abusaba de él con las luces apagadas y con la canción sonando en bucle, la navaja se introdujo en sus antebrazos haciendo un corte hasta sus muñecas replicando la acción en el otro brazo, el mentón y el estómago, para hacer más divertida según sus palabras ese encuentro se apagaron las luces de toda la casa y se le obligó a esconderse, en caso de ser encontrado en ese momento lo llevarían a Sodoma sin embargo solo era un truco para causarle miedo, el chico se escondió en la cocina tan rápido como el líder dió la indicación pero no hicieron nada más que avivar su miedo arrojando una que otra olla o traste al suelo, luego se marcharon.
A pesar de todo la resiliencia del muchacho era fuerte hasta que ocurrió finalmente el día... —Lo llevaste a la policía, él no me conocía por la máscara que siempre usaba pero reconocía mi voz, al oírme hablar inmediatamente supo quién era y empezó a alterarse, no te lo voy a negar, me emocionó ver qué poco a poco conforme el tiempo pasaba su psicosis llegaba a tal grado de hacerlo ver cosas —mencionó olvidando por momentos a qué persona se lo estaba diciendo— Llegó al grado de olvidar donde estaba y con quién gracias a la canción y a mi voz, pasé el reporte y los otros se emocionaron al igual que yo, poco a poco nos iría teniendo respeto y bueno, finalmente lo logramos
—¿Cómo?— dijo entre dientes controlando sus impulsos pero sobre todo su enojo, con cada palabra que Esmeralda decía, pensamientos intrusivos venían a él que debía si o sí de controlar
—Humillación —comentó con una sonrisa orgullosa de su respuesta al ser ella quien propusiera a Saga y Kanon tal acción— Se envió ropa a tu hermano para que empezará a usarla en ciertos momentos del día y específicamente cuando debía salir pero la ropa que en un principio se le dió no causó ningún efecto... Pero la segunda... Se obligó a tu hermanito a ponerse una peluca marrón y un vestido blanco, salía vestido así en compañía de mi líder y de mí, esas salidas en la tarde a lo largo de la ciudad solo funcionaban si antes de eso se “jugaba” con tu hermano aunque después ya no fue tan necesario, ya había aprendido sobre el respeto...
Inmediatamente a Ikki se le vino a su recuerdo aquella vez del centro comercial donde había visto a la chica castaña que ahora sabía que era su hermano convivir con un hombre de rojo y una mujer vestida de blanco, recordaba haber visto como entraban a la fuerza a un baño y después de un momento salir pero había una diferencia en como entraban en primer lugar al baño y luego como salían de él. Su sangre hirvió y descomponiendo su postura caminó solo unos pasos para tomar fuertemente del brazo a Esmeralda, sin despegar su mirada de los ojos azules de la chica y sintiendo su cólera aumentar cuestionó ante lo último que ella había mencionado.
—Tu eras quien estaba en el centro comercial, Shun te golpeó y luego fueron al baño.... —dijo entre dientes apretando cada vez más fuerte el brazo de la mujer conforme hablaba siendo su única manera de desquitarse y liberar un poco del resentimiento y odio dentro de él— ¡Tú maldita hija de perra!, ¡Tu fuiste!
Esmeralda se quejó cuando la presión en su brazo incrementó tanto que llegaba a ser de verdad doloroso, intentó levantarse pero solo empeoró su situación al sentir que Ikki la tomaba ahora del otro brazo —Si era yo, no había lugar a dónde tu hermano fuera donde yo no lo siguiera... Si no pude ir a la cena con tu novia y con tu hermanito aquella noche fue por un compromiso pero logré hacerme notar con el paquete con ropa que le envié a Shun— dijo e inmediatamente su antiguo amigo la soltó empujándola hacía la silla.
Ikki se acercó no siendo consciente de si mismo al levantar la mano contra ella sin embargo un sentimiento lo hizo parar cuando estaba a nada de golpearla, se recompuso, a pesar de que aún faltaban cosas que preguntar sentía que había escuchado suficiente. Le dedicó una última mirada de odio antes de darse media vuelta y dirigirse a la puerta para salir de ese lugar lo antes antes posible antes de que perdiera compostura, acercó su mano a la puerta para golpearla indicándole al guardia que se suponía debía de estar fuera que ya quería salir pero la irritante voz de Esmeralda lo hizo detenerse cuando su puño se encontraba a milímetros de la puerta.
—Si crees que me arrepiento estás equivocado, disfruté tanto convivir con ese niño como no tienes idea... Me encantó escuchar sus suspiros, sollozos y pedidas de auxilio —dijo caminando lentamente hasta el detective solo con el objetivo de tentar su paciencia— Lo hubieras visto, su rostro lleno de temor, su temperamento vacilante, su mirada temblorosa y su piel pálida; fue un deleite poder ver su expresión siempre al finalizar.
Ikki no cedió ante las provocaciones, golpeó la puerta tres veces y en un instante está se abrió dejándolo irse. El guardia volvió a cerrar la puerta con llave una vez que el detective salió sin embargo notó que esté en lugar de irse se mantuvo cerca, cuando la puerta estuvo finalmente cerrada Ikki se acercó al guardia manteniendo sus manos ocultas en los bolsillos de su pantalón, él le susurro algo al oído del guardia cuando estuvo finalmente cerca y sin esperar algún tipo de contestación sacó su mano derecha de su pantalón sosteniendo una buena cantidad de dinero que le entregó disimuladamente a el policía del reclusorio.
Ikki sonrió después de alejarse del hombre, asintió solo una vez y avanzó caminando por el pasillo hasta la salida donde tenía la esperanza de que Shiryu ya estuviera esperándolo.
Ese día, 9 de septiembre al medio día mientras las reclusas se encontraban en la cafetería, el cuerpo sin vida de Esmeralda fue encontrado en el baño del comedor... Presentaba signos de agresión tanto física como sexual en todo su cuerpo pero lo que llamó más la atención fue él como fue encontrada.
Permanecía sentada en el suelo del baño cerca del último cubículo, manteniendo sus piernas abiertas en paralelo, sus brazos atados con fuerza detrás de su espalda, su cabello había sido rapado, su ropa rasgada, sus ojos habían sido removidos de su rostro y su boca estaba cocida con hilo quirúrgico en un patrón de “X” pero quizá lo que más causó impresión fue ver su cráneo roto manchando con sangre la pared blanca donde se encontraba recargada dejando a su vez hilos de este mismo líquido carmesí que bajaban hasta el suelo formándose luego en pequeños charcos viscosos que se revolvía con mechones rubios del cabello cortado de la joven. No se supo quién fue la o él responsable ya que al parecer las grabaciones de esa hora no lograron guardarse correctamente.
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Nota:
Debido a las nuevas políticas de Wattpad está historia está en riesgo de ser eliminada por la temática que estoy abordando, en dado caso que se llegará a eliminar mi cuenta quiero informar que en AO3 está un respaldo de está misma historia, actualizo ambas plataformas el mismo día por lo que no hay diferencia. Mi usuario es karomela1288, gracias por leer ❤️
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