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Helado

Era de mañana, las seis en punto cuando Shun bajaba las escaleras ya aseado y vestido con el uniforme pero aún dormido parcialmente; caminó y llegó a la cocina donde tomó asiento en la silla de la mesa mientras su hermano terminaba de hacer el desayuno.

— Buenos días, ¿Dormiste bien?. — preguntó checando que los hot cakes no se quemaran

— Se podría decir... — respondió desanimado, Ikki volteo a verlo cuando dijo su respuesta.

— Lamento lo de ayer en la noche... ¿Shiryu te hizo algo? — insistió en preguntar, retomando la plática que había dejado en la noche

— No me hizo nada, creí haberte dicho por qué me sentía mal. — contestó virando los ojos con disgusto

Ikki suspiro para sus adentros y dejó el plato con el desayuno en la mesa. — Sabes que cualquier cosa puedes decírmelo... ¿No?. —

— Ujum... — respondió sin prestarle atención y a la vez ignorando su comentario.

Ikki se resignó y así ambos terminaron de desayunar en silencio, dando la hora, salieron de su casa y subieron al auto donde tardaron 15 minutos en llegar al instituto. El policía estacionó su carro cerca de la banqueta a unos metros de la escuela, desde ese lugar se podía apreciar con claridad la escuela, el patio delantero y parte del trasero.

— Bien... ¿Traes tu celular verdad?. — pregunto sin despegar las manos del volante y el pie del freno

— ¿Esta porquería? — sacó un celular bastante sencillo comparados con los actuales, él suyo solo servía para llamadas y mensajes, aplicaciones y funciones como tomar fotos o vídeos, jugar juegos bajados de una aplicación o simplemente ocupar internet eran cosas que su teléfono era incapaz de hacer... En pocas palabras, era obsoleto.

— Vamos.... El celular es lindo. — susurró, él le había comprado el celular al no poder comprarle uno más caro. — Si pasa o necesitas algo llama a la recepción de mi trabajo, me parece que hace mucho te dí el número, por favor llama ahí, ellos luego me mandarán el mensaje y vendré de inmediato.

— ¿Por qué no puedo llamarte directamente? — preguntó con intriga volviendo a guardar el celular

— Por el momento no puedo responder mensajes o llamadas mientras trabajo... Ya sabes... Por seguridad. — aclaró y Shun suspiro

— Bien... — musitó abriendo la puerta derecha del auto y bajando luego de sacar su mochila.

Shun cerró la puerta y se colgó la maleta en la espalda, camino por el pasillo de concreto de la entrada, a veces se detenía cuando alguien se interfería en su camino para evitar chocar y tener problemas con estudiantes de años superiores.

Ikki ya no tenía nada que hacer ahí, encendió nuevamente el auto pero no pudo arrancar al notar a lo lejos a una muchacha demasiado alta, solo con la blusa blanca del uniforme, con su cabello rubio recogido en una coleta y un bolso simulando ser maleta acercarse a su hermano, no quería espiarlo pero la curiosidad lo mataba... ¿Será que su comportamiento se debía por esa chica?, Sonrió un poco creyendo que su hermano estaba experimentando "el amor" pero su sonrisa duro muy poco.

La chica se acercó a Shun y lo vió de pies a cabeza un momento, de manera brusca y al saber que el joven no le dirigía la mirada y apretaba ambos puños a sus lados le propició una fuerte cachetada que provocó que todos los estudiantes que estaban cerca voltearan a verlos... Ikki por otro lado estaba anonadado.

Shun respiro profundo pero continuo con la cabeza baja ignorando a la rubia a pesar de que su cuerpo demostraba el gran temor que le sentía al estar literalmente frío y con un evidente temblor, dió unos pasos adelante antes de que Katya lo tomará de su muñeca derecha lastimada y lo llevará a rastas al patio trasero, donde lejos de la vista de muchos lo soltó y empujó para que caminara por su cuenta.

Ikki aún seguía inmóvil por lo que acababa de presenciar, no podía ni quería creerlo, bajó del auto y siguió a escondidas a la chica y a su hermano, no iba a acercarse ni a interceder por él, solo quería ver.

Katya continuaba empujando al joven hasta que esté cayó de rodillas y con las palmas de sus manos al suelo, la señorita se acercó a él y tomándolo del mentón que seguía lastimado y con la gasa lo obligó a alzar la vista; al fin sonrió cuando sus miradas se cruzaron, ella se agachó y se sentó frente al joven sin quitarle la vista de encima.

El chico intentaba desviar la mirada pero si lo hacía muy seguramente recibiría un golpe por parte de ella, la rubia habló pero debido a la distancia Ikki no pudo escucharla, solo pudo ver cuándo su hermano negó y ella en reclamo se acercó más, invadiendo su espacio personal para sentarse sobre las piernas del muchacho, pasando aparte sus brazos por detrás de su cuello.

Shun vió con asco está acción, sentir la calidez del cuerpo de la chica juntarse con el suyo, impregnarse de su perfume dulce o solo sentir sobre sus piernas el peso de una persona un poco mayor que él le repugnaba... No midió sus actos y la empujó lejos de su cuerpo, se levantó y sacudió su uniforme, empezó a tener arcadas de solo imaginar lo que pudo haber ocurrido y esto no paso desapercibido para la chica que ahora yacía en el suelo totalmente enojada.

Katya se puso de pie y se acercó al joven, Shun volvió en sí solo cuando sintió el duro golpe en su abdomen que lo obligó a doblegarse ante ella, el detective por mucho que veía como su hermano estaba siendo brutalmente agredido por esa chica no pudo hacer nada, conocía demasiado bien a Shun como para saber que no se dejaría y que se defendería.

Cuando la joven logró hacer que su víctima se arrodillara ante ella lo tomó del cabello con la intención de azotar su rostro contra la tierra, Eso fue lo último que vio Ikki antes de darse media vuelta e irse nuevamente a su auto con la percepción alterada totalmente, no creía a su hermano tan débil como para dejarse golpear por alguien más, nunca lo diría pero estaba decepcionado.

Al estar a metros de su carro, escucho una voz familiar gritar que "parara", giro un momento para ver a un muchacho castaño que corría en dirección a Katya y Shun, sé mantuvo con eso más tranquilo pero solo eso, la imagen débil de su hermano seguía en su mente; cuando al fin abordó el carro solo lo entendió e inmediatamente fue a trabajar.

Cuando al fin llegó e ingreso en el edificio, Esmeralda anoto la hora de llegada como todos los días, Ikki la saludó muy amable cuando la señorita terminó de escribir, luego de una pequeña charla sobre el trabajo y lo duro que era estar ahí durante varias horas, el detective se fue.

Subió las escaleras que lo llevaban al segundo piso y justo al poner un pie en la segunda planta se encontró con Shiryu, él llevaba varias carpetas en sus manos, se ve que acababa de salir de la biblioteca donde se guardaban los expedientes y archivos, aunque todos los empleados podían entrar era difícil que Mu o Shion te dieran la llave para acceder... Pasaba lo mismo con el archivo muerto pero ahí era un poco más sencillo de entrar.

— Buenos días, estuviste de suerte por lo que veo. — Ikki mencionó al verlo, solo dos veces pudo entrar a dicha biblioteca y eso a base de sobornos hacía Shion

— Tuve que hacer un oficio para poder tener las llaves pero bueno, lo logré. — dijo orgulloso aunque luego su plática cambio. — Disculpa que pregunté pero... ¿Cómo está tu hermano?, Me quedé pensando en él toda la noche e inclusivo está mañana.

Ikki suspiro, creyó que trabajando olvidaría lo que había visto pero comprendió que eso no podía ser posible de olvidar tan fácil y tampoco podía simplemente evadir el problema. — Descubrí por qué está así.... No quiero hablar con él por el momento pero creo que tengo que hacerlo, ya encontraré el modo de acercarme para dialogar. — explicó — Aunque me preocupa, no me genera una extrema preocupación que deba ser atendida inmediatamente, por el momento solo quiero enfocarme en mi trabajo para terminar más rápido con el caso.

— Ya veo... — respondió con intriga ya que a pesar de que Ikki le había contestado, sentía que le estaba ocultando algo. — Te entiendo de cierta forma, dale mis saludos al muchacho, hasta luego.

— Hasta luego... —

Luego de la brevedad de la conversación, Ikki ingresó a la oficina donde sus compañeros ya estaban trabajando, él no quiso interrumpir su pequeño debate, solo se acercó a su mesa con su computadora, dejó sus cosas sobre el escritorio y se sentó en la silla. De su maleta sacó una USB que colocó en la computadora, abrió el bloc de notas y escribió un resumen de la información que hasta el momento había recaudado, los lugares más sospechos, los países donde cuerpos desmembrados de sus ciudadanos habían sido encontrados, algunas notas policiacas de los periódicos y sitios de internet, entre otros.

Esa información era única, solo él la tenía ya que se podría decir que era un proyecto más personal que aún no se atrevía a compartir, de ves en cuando le comentaba algo a Hyoga pero no llegaba a enseñarle todo su trabajo; luego de unos minutos anexando lo que había descubierto de June a su investigación y reporte, quitó la USB, suspendió la computadora y se acercó a su equipo.

— ¿De qué tanto hablan?, Apenas y pude trabajar. — dijo casi a forma de reclamo.

— Ikki... Parece ser que hubo otro menor desaparecido. — dijo Hyoga — Yo fuí el primero en llegar, Mu se acercó a mí y me dio el historial de una llamada al número de emergencia de ayer por la tarde.

— Aquí está, chécalo tu mismo. — dijo Ban entregando una carpeta amarilla donde dentro venía impresa la conversación.

Ikki la tomó, la leyó superficialmente para luego tallar el puente de su nariz. — En Minerva.... En ese kinder otra vez.... — susurro dejando un momento de lado la carpeta — ¿Por qué te menciono esto apenas?

— Ya sabes... Se necesitan 48 horas para considerar a una persona como desaparecida, solo que Mu no se sentía bien dejando pasar este hecho y entregó el reporte a escondidas de Shion. — Hyoga respondió antes de tomar asiento en una silla cercana a él.

— June esta muerta, compartieron conmigo información de ella donde la ponen como aliada de este grupo delictivo.... De acuerdo a lo que me contaron, Saori es inocente pero ahora que no está June, ¿Por qué desapareció otro niño?. — Ikki intentó reflexionar un poco pero no encontraba una respuesta que lo dejara satisfecho

— A ella no la hemos interrogado, ¿No crees que debemos citarla?, Por lo menos yo no me quedaré tranquilo hasta tenerla en la sala de interrogatorios. — dijo Nachi algo molesto pero sorprendentemente Ikki le dio la razón

— No solo a ella debemos citar, hay más personas que quisiera que pasarán por ese cuarto... — Ikki menciono pero luego de eso Geki lo contradijo.

— Hay que tener pruebas para poder inculparlos, si no, nos demandarán por difamación a nosotros. — alzó la voz logrando hacer que todos le prestarán atención — Las pruebas que tenemos no funcionarán, solo muy pobres en cuestión de contenido.

— En eso tienes razón, llevamos un buen rato investigando esto y no hemos logrado casi nada. — refutó Hyoga — Hay que decirle a Shion, quizás con su ayuda podamos contactar con policías de otras ciudades o incluso de otros países.

— No hay que llegar a tales extremos, piensenlo, si solo nosotros estamos trabajando en esto y fuera de Tokio nadie más mantiene una red de investigación es por qué a pesar de ser grave el asunto no le prestan atención a la severidad del caso. — Ikki contradijo logrando provocar un silencio en el cuarto. — Solo somos cinco hombres trabajando en esto por que los otros quince que estaban antes renunciaron, no tenemos pruebas pero las conseguiremos.

— ¿Vamos a salir a investigar? — preguntó Ban e Ikki asintió

— Exacto, a los lugares más y menos concurridos. Ahí estaremos, por lo menos dos semanas recolectando información en los sitios a dónde hemos ido, algo debemos encontrar. —

— ¿Desde cuando empezamos? — cuestionó Hyoga.

— Desde hoy. —

(...)

2:30 p.m.

Shun salió junto a Seiya del salón cuando la campana que daba terminada la jornada escolar retumbó en todos los salones y pasillos, ambos amigos se dirigieron a los casilleros, el chico de cabello verde al ingresar su código y abrir la puerta del casillero sacó una pequeña bolsa, dejó algunos libros y volvió a cerrar el locker.

No hizo falta que se dijeran nada, solo Shun entregó a Seiya la bolsa y fueron posteriormente al baño, ambos entraron revisando que nadie incluyendo las supuestas cámaras de seguridad que aseguraban había los captará, Shun suspiro y se hecho agua en la cara antes de ingresar a un cubículo en el baño, Seiya abrió la bolsa, entró al mismo cubículo que su amigo y no salieron hasta después de un rato.

Seiya salió primero, fue directo a lavarse las manos mientas su compañero seguía dentro del cubículo, el castaño estaba serio, solo mirando el agua caer sobre sus manos y quitando el resto de jabón que tenía, en el reflejo en el espejo delante de él, vio salir a Shun arreglándose la camisa, luego avanzó hasta el lavamanos para limpiarse un poco.

Los dos se fueron del baño, aún no tenían ganas de hablarse, estaban apenados uno con el otro, solo se hablaron para despedirse en la entrada de la escuela cuando ambos observaron los autos de su familia esperándolos, Shun suspiro y luego de que Ikki sonará el claxon subió al auto.

— ¿Por qué estás aquí?. — preguntó dejando su mochila en el suelo y poniéndose luego el cinturón de seguridad.

— También me alegro de verte. — contesto en sarcasmo logrando que Shun se ofendiera. — salí temprano del trabajo, pensé que podía pasar.

— Nunca lo haces, ¿Qué te motivó?, Debe haber una razón por qué no creo que solo estás aquí porque "te importé ". — reclamó cruzandose de brazos, girando su vista hacia la ventanilla a su derecha con tal de no ver a su hermano a los ojos.

— No digas esas estupideces, si no me hubieras importado, ahorita estarías en un orfanato sufriendo de los abusos que solo ahí te pueden dar. — exclamó encendiendo el carro y poniéndolo en marcha.

— Aún puedes hacerlo, te librarás de una carga si lo haces. — respondió

— Muy bien, entonces empezaré a checar orfanatos para abandonarte en uno. —

Con eso, Shun calló, solo era "un juego", pero el tono con el que lo había dicho Ikki le hizo pensar que de verdad lo haría... Aunque sabía que era incapaz de hacerlo.

Cuando llegaron a su hogar, bajaron del auto e ingresaron por la puerta, Shun fue a la cocina para ver qué podía hacer de comer ese día, luego de que Ikki terminará de dejar sus cosas en la entrada también fue a la cocina.

— No hagas nada, hoy yo cocino. — mencionó desde la entrada, a unos metros de su hermano

— ¿Desde cuando cocinas?. — preguntó cerrando el refrigerador, más Ikki solo se limitó a sonreír orgullosamente olvidando la breve pelea de hace unos momentos

— No tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer, vete a tu cuarto mientras, te llamaré cuando todo este listo. —

Shun dudó pero obedeció, inmediatamente salió de la cocina Ikki se apresuró a cocinar para luego tomar un descanso y buscar en internet información sobre que hacer con la situación de su hermano, no quería preguntarle abiertamente sobre esa chica que lo estaba golpeando pero no podía dejar pasar la situación... A parte, de que no notó ni un solo rasguño en las partes visibles que Shun mostraba por ejemplo el rostro, los brazos o el cuello, quizás no lo habían golpeado con tanta fuerza pero de cualquier forma, debía hablarlo.

Pasó un rato, Ikki llamó a Shun y el menor bajó vistiendo su usual pijama junto con dos suéteres más, el mayor sirvió la comida en la mesa y posteriormente tomó asiento frente a su hermano, antes de comer, agradecieron por la comida y  guardaron un poco de silencio.

— ¿Cómo te fue en la escuela? — preguntó tomando los palillos y revolviendo con ellos el soba caliente que había preparado

— Supongo que bien... — respondió sin ni siquiera tomar los palillos, solo observaba su plato sin mucho apetito

— ¿No pasó nada?. — cuestionó, aunque había llevado a cabo varios interrogatorios antes, tener que realizarle uno a su hermano era raro e incluso incómodo

— No. — fue tajante, no dudó en responder, omitiendo por completo el asunto de Katya.

— ¿No tienes hambre?, Creí que te gustaba el soba. — dijo al ver qué Shun ni siquiera había comido un poco

— No mucha... Tengo sueño solamente. —

Ikki se preocupó más de lo que ya estaba, ¿Ahora como lidiaba con esto?, Antes cuando su hermano era pequeño podía sobornarlo con algún dulce, postre o juego pero ahora era casi imposible sobornarlo ya que a Shun ya nada le parecía interesante.

— Come un poco aunque sea, unos bocados y ya. — sugirió pero el contrario negó sin decir nada más. — Vamos, lo preparé para ti, luego de la comida que te parece si vamos al parque, ¿No te gustaría?.... Creo que hace no mucho me dijiste que querías algo de una tienda de por ahí cerca.

— Ya no lo quiero gracias, puedes ir tu solo al parque, no hace falta que yo valla. — recriminó poniéndose de pie para marcharse de la cocina

— Siéntate. — ordenó sonando lo más serio posible, Shun sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y sin tener alternativa volvió a sentarse. — Medio plato y puedes irte.

— No puedes obligarme. — reclamó e Ikki río

— No querrás que yo te obligue a comer, vamos, medio plato. —

La mirada determinada del mayor lo hizo caer rendido ante sus peticiones por el temor que suponía desobedecer a la única "figura de autoridad" en esa miserable casa, comió el medio plato como se había estipulado, con cada bocado solo sentía náuseas que trataba de disimular ya que vomitar el soba y aún peor en la cocina, era como uno de los peores pecados que podía haber dentro de ese hogar.

El detective le permitió levantarse cuando vio el tazón a la mitad, Shun se puso de pie y corrió a encerrarse a su habitación con el único propósito de no volver a salir en todo el día pero lo que no esperaba es que su hermano lo obligara a cambiarse de ropa y salir de la casa, ya que según irían a caminar al parque un rato....

Aunque esa salida tenía un propósito oculto.

— ¿Por qué no vamos en carro?, Odio ir caminando. — exclamó a mitad de camino cuando sus pies empezaron a doler

— Dijimos que iríamos a caminar, no tendría chiste si fuéramos en carro... Además, es mentira que odias caminar, ¿Acaso no sales los fines de semana en la mañana a correr y a caminar?. — reprochó y Shun negó, en el menor se notaba lo inconforme que estaba con esa salida sorpresa.

— Antes era divertido.... Ahora ya no. — respondió sintiéndose abrumado no solo por las preguntas del policía, sino por toda la gente a su alrededor, algunas pasaban tan cerca de él que le daba asco, otras tenían la osadía de golpearlo accidente talmente en el brazo derecho cuando pasaban a su lado y aún peor, otras eran tan descaradas que se atrevían a cruzar miradas con él.

Shun estaba ocupado quejándose internamente de los demás, odiaba esa pequeña salida con cada átomo y celular de su ser, ante toda la ciudad se sentía visto, presentía que todos observaban ese maldito pantalón de mezclilla negro que se ajustaba a su cuerpo, un suéter negro que iba por debajo de su camiseta over size verde bandera y que cubría perfectamente sus brazos y cuello de las vendas que poseía a excepción de la gasa del mentón.

Se sintió aún más visto cuando Ikki lo jalo bruscamente hacía él, lo junto a su grande cuerpo obligándolo a ocultar su rostro en el pecho del mayor, sentía la delicadeza de las grandes manos del moreno posarse sobre su cabeza y espalda, desde esa posición escuchaba los latidos del corazón del contrario, oía su respiración y sentía lo agitado y estresado que se encontraba.

Un aroma conocido, un olor floral lo había mareado y sonrojado, estaba en shock, Ikki no dejaba de abrazarlo, sentía que en cualquier momento su hermano podría hacer cualquier cosa con él, se sentía su títere, su muñeca.... Su posesión.... Las lágrimas querían salir y ver luz pero el lo impedía, también empezaba a agitarse pero intentaba disimularlo, alzó la vista para ver al fin a Ikki, el tono rojo en su rostro solo se intensificó cuando lo vió.

Sus facciones masculinas que mostraban respeto ahora solo mostraban angustia y temor, su vista parecía no estarlo viendo a él... Ikki no lo estaba viendo, no estaba criticando su cuerpo, no lo juzgaba y al parecer tampoco quería hacerle nada... El sonrojo paró pero se alarmó cuando vio que el mayor no reaccionaba y lentamente empezaba a respirar por la boca, se alejó un poco de él para ver el motivo de su estado pero inmediatamente el moreno reaccionó cubriéndole la vista con sus manos.

Alguien había perdido el control de su auto y había chocado contra la pared a unos centímetros de dónde Ikki y su hermano estaban, un minuto tarde y el carro hubiera lastimado a Shun pero por suerte Ikki reaccionó por impulso logrando salvar a Shun de una muerte segura.

Ikki creía que su hermano no debía ver ese tipo de situaciones, no quería seguir causándole más problemas, tuvo que permanecer ahí hasta que la policía y la ambulancia aparecieron, una vez que lo hicieron, ambos hermanos siguieron su camino aunque el mayor le había prohibido al menor voltear atrás.

Quizás había sido coincidencia pero Ikki no podía mantenerse bien desde entonces, pensó por un momento que ese accidente tenía algo que ver con la carta de June, quería no pensar en ello pero le era imposible, estuvo a nada de ver a su hermano morir frente a el, a duras penas logró memorizar la placa del auto "AR1627" y solo con eso, pudo mantener la serenidad que quería transmitirle a Shun ya que aunque el se había asegurado de que no viera nada, lo sentía tenso y más distante de lo que ahora consideraba "normal"

No tardó mucho para que ambos llegarán al parque, Ikki necesitaba el mismo tranquilizarse y no dudaba en qué su hermano también lo necesitaba, no podían simplemente irse por qué Shun sospecharía, a medida de engaños, el mayor guiaba a una zona concurrida en el parque, llena de árboles y bancas para tomar el fresco.

— Espérame aquí. — pidió señalando la banca, Shun se sentó pero sin saber porque exactamente

— ¿A dónde vas?. — preguntó

— Ví a un señor vendiendo helado, ¿No quieres uno? — re-formuló la pregunta tallando su nuca con su mano derecha

— Hay en la casa, tu eres el único que se lo está comiendo... Si no quiero helado en casa, ¿Por qué quisiera comerlo aquí? — respondió muy a la defensiva poniendo más tenso a su hermano

— ¡Por ese mismo motivo! — exclamó — Yo soy el único que lo come y eso no debería ser así, ¿Qué sabor quieres?.

— No lo sé... Coco. — contesto, el coco fue la única respuesta que pudo pensar en ese momento

— Bien, en un momento vuelvo. No te muevas de aquí. —

Shun suspiro e Ikki se fue, el mayor guardo sus manos dentro de las bolsas de su chamarra y caminó hasta el señor con un carrito y una sombrilla de playa a mitad del parque, había varios niños reunidos alrededor, no había ningún adulto presente... Lo cual incomodaba a Ikki demasiado ya que se imaginaba y se veía así mismo ridículo rodeado de tanto niño.

— Buenas tardes, ¿Qué le ofrezco?. — el señor preguntó al ver al policía, sonrió aunque tuvo que desviar inmediatamente la mirada hacia dentro del carrito para atender el pedido de un niño que ordenaba

— Helado de coco, ¿Tiene?. — preguntó intentando ver dentro del vehículo

— Me queda un poco pero creo que sí. — respondió checando una hoja de papel con los sabores que tenía disponibles. — ¿Quiere uno?

— No, deme dos. —

— Perfecto, muchas gracias. — luego de servir el helado en los conos y recibir el dinero, entregó a Ikki lo que había pedido y de tal modo, el mayor regresó junto a su hermano.

En ese pequeño trayecto había bastado para poder relajarse, tenía los nervios de punta, aún no superaba lo de June y se presentaba lo del auto... Cuando regresó con Shun, le entregó el helado, se sentó a su lado y ambos lo comieron en absoluto silencio, observando a las personas pasar, las aves juntarse en el centro del lugar, algunos vendedores situandose en determinadas partes para vender más, etc.

Una señorita de cabello oscuro y vestido blanco pasó enfrente de los hermanos, venía hablando por teléfono a la par que buscaba algo dentro de su bolsa de tela blanca, accidentalmente dejó caer un pequeño peine gris de su bolsa que terminó en el suelo, a centímetros de los pies de Shun.

Este por amabilidad de agachó y recogió el peine, la chica se había agachado a recogerlo pero Shun había sido más rápido que ella; el muchacho tomó el peine y se lo entregó, la chica sonrió y extendió su mano para sostenerlo, al ser el vestido de tirantes dejaba ver todo su brazo... Shun observó un peculiar tatuaje en la muñeca de la joven, se estremeció al verlo, soltó el peine, le dio lo que restaba de su helado a su hermano y salió corriendo inmediatamente al baño más próximo ante unas profundas ganas de vomitar.

Ikki se disculpó con la joven antes de salir detrás de Shun, desde afuera de la puerta del baño solo escuchaba a su hermano lastimarse con cada arcada que daba, le estaba dando su espacio al no interrumpirlo y entrar pero si esto perduraba tendría que acceder dentro del baño, aunque no fue necesaria su intervención ya que luego de unos minutos el estudiante salió.

— ¿Estás bien?, ¿Qué te pasó, por qué actuaste así?. — preguntó llegando su mano hacia la frente de Shun para descartar fiebre o algo parecido

— Estoy bien... Vámonos de una vez a casa por favor... — respondió a duras penas luego del trabajo exhaustivo que tuvo que hacer para regresar la comida.

El mayor aceptó pero para evitar cualquier inconveniente pidió un taxi y en cuestión de minutos llegaron a su hogar, Shun fue directo a su habitación para, según él hacer tarea pero realmente solo quería dormirse, mientras ikki se preparaba un café en la cocina, intentando pensar en qué momento sería ideal para hablar con su hermano sobre la escuela.

Suspiro y bebió el café procesando todo lo que había pasado hasta el momento, juraría que sentía un enorme impulso de refugiarse en el alcohol y las drogas... Cómo hace años solía hacer... Pero lo único que lo detenía de hacerlo, ya fuera por bueno o por malo, era su mismo hermano.

Su padre se había suicidado tiempo después que su madre los abandonó, aquella mujer que juraba quererlo y que le brindaba la calidez que solo una madre podía darle se fue sin decir ni un mísero adiós y un padre que intentó hacer lo posible por acercarse a su hijo mayor murió en el intento.

Ikki se levantó, no quería ser el cliché de la chica rubia que desahogaba sus penas en helado pero para ese rumbo iba, dejó de lado su café solo para comer helado y recordar el como antes había despreciado tanto a su hermano solo por que había sido producto de un error, lo llegó a negar frente a todos y frente a los ojos del mismo Shun pero poco a poco el tiempo los fue uniendo.

Quizás el destino de sus padres había funcionado para acercarlos como hermanos.

O quizá no.

Sus pensamientos cambiaron drásticamente al sentir la frialdad dulce en su paladar y recordar el helado que había comprado en el parque, eran idénticos a pesar de ser  de diferente sabor, su textura y el brillo en su color era igual, podía jurar incluso que no tenían diferencias.

Era curioso que pasará eso porque a pesar de haber comido infinidad de helados, nunca había probado dos marcas que fueran tan similares, todas tenían sus diferencias, algunas variaban en el color, otras en la textura y por supuesto, muchas en el sabor y presentación....

(...)

Ikki no había querido despertar a Shun que hasta el momento, 7:00 p.m. de la noche, aún no despertaba de "su pequeño sueño", él había hecho todas las tareas domésticas con tal de no perturbar el descanso del menor, incluso prefirió no salir de su casa apesar de que su trabajo de investigar lo requería.

Preparó la cena, era algo bastante sencillo para que Shun pudiera comerlo sin tener malestar después luego de lo que ocurrió en el parque, por fuerza mayor tuvo que ir a su habitación a despertarlo, no entró al cuarto, solo tocó la puerta, después de 3 intentos fallidos, a la cuarta vez su hermano salió...

Solo con sus calcetas blancas, su enorme pijama, su cabello despeinado, sus ojos entrecerrados y.... ¿Con golpes y moretones?. El mayor no quería ser demasiado invasivo, a pesar de que no podía dejarlo de ver tenía que disimular, desvío la vista y se encaminó camino abajo hacia las escaleras.

— Ven a cenar. —

Habló sin verlo, solo escuchando lentas pisadas detrás de él, el joven llegó primero a la cocina solo porque él se había desviado de camino, en vez de ir a su destino había ido a la sala donde había puesto una crema para tratar moretones, arañazos, golpes, etc.

Shun suspiro al ver la sopa frente a él, no era su comida favorita y ni mucho menos su cena, tomó la cuchara y antes de que empezará a comer su hermano llegó y sin decir nada dejo la crema en el centro de la mesa, se sentó frente a él y se recargó del respaldo....
La mirada que había puesto... La conocía, la odiaba, esa misma mirada ponía su padre cuando se dirigía a él... Odiaba verla siempre, odiaba tener que saber porque la ponía, sonaría egoísta pero agradeció a sus cinco años enterarse de que su padre había muerto.

La mirada de lástima le repugnaba, odiaba ser visto así, odiaba sentirse o que los demás lo vieran como alguien "débil o inferior" solo con poner esa expresión.

— Hay que hablar... Y quiero que seas honesto. — hablo tranquilo para no alterar más a Shun que a simple vista se notaba que no estaba de buen humor.

— ¿Sobre qué?. — preguntó jugando con su cuchara, haciendo círculos dentro del plato de sopa

— Te vi en la mañana.... Vi que te golpeaban. —

Shun se quedó quieto un momento y luego prosiguió con sus movimientos circulares con la cuchara, algo que había aprendido Ikki sobre su hermano es que cada vez que el mentía o escondía algo, hacia pequeños movimientos con la cara, a veces juntaba las cejas, otras veces desviaba la vista, se mordía los labios o alzaba las cejas; en esta situación no había reaccionado de manera facial pero había parado de jugar con la comida.

Shun a lo mejor había descubierto su punto débil ante el detective.

— Eso es mentira — dijo más serio, casi sin importarle el asunto.

— Shun, te estoy viendo.... No te estaría diciendo nada si no tuvieras esos golpes en la cara. — recriminó y su hermano rápidamente llevó su mano derecha a su rostro, tocó su mejilla y vió sus dedos manchados con la base de maquillaje que se había corrido mientras dormía.

El joven suspiro, su mala actitud era pasajera y como si de bipolaridad se tratara, ahora estaba bastante sensible, sentía que en cualquier momento se descontrolaría frente a su hermano, sentía que perdía la poca cordura que le quedaba. Volvió a suspirar antes de hablar, dejó la cuchara y su comida a un lado y se sentó debidamente en la silla.

— No te preocupes por ella... Ella es así. — respondió

— Entonces tengo razón, ¿Cómo se llama?. — preguntó, quizás por trabajo no iría al día siguiente pero llegaría a hablar en la escuela para detener este asunto

— Katya, así se llama. — contestó. — Pero por favor no hagas nada imprudente, te conozco, yo puedo solucionarlo solo.... No te metas en esto, ¿Bien?.

Ikki se puso de pie, tomó la crema y quitó la tapa, cogió un poco del contenido con las yemas de sus dedos y esparció la crema por las heridas que eran visibles en el rostro de Shun principalmente. — Siempre has sido tan independiente que llega a preocuparme, tienes 15 años.... Deja que cuide de ti y si gustas a los 18 puedes irte, pero mientras, sigue dependiendo de mi. — susurro en un momento donde se sensibilizó y dejo mostrar sus emociones.

Su hermano desde la silla le quitó y apartó la crema, se acercó a él y lo abrazó, no hicieron falta las palabras para demostrar que a pesar de todo lo que estaba pasando que de cierta forma los afectaba, seguían siendo "ellos".

O eso era lo que Ikki quería creer.

A la mañana siguiente, por cuestiones de horario no pudo asistir a hablar con la directora de la escuela sobre el problema que había causado un cambio de actitud de 180° sobre su hermano menor, para mantenerse tranquilo, solo se mentalizo pensando en que Shun sabría defenderse en caso de cualquier cosa... Y con eso en mente fue al trabajo.

Se reunió con su equipo de trabajo sintiéndose culpable de ser el único en no haber conseguido información, Geki había hecho un gran trabajo en conseguir algo verdaderamente importante y que parecía chiste al no haber pasado ni siquiera 24 hrs. En ocurrir el accidente.

Geki entregó frente a todos una carpeta beige y una USB con una copia (otorgada por Mu) de una denuncia que habían hecho apenas el día anterior. Hyoga leyó primero el informe y luego lo compartió leyéndolo en voz alta, Ban por su parte puso el USB en la computadora y extrajo el vídeo que necesitaban revisar.

Se trataba de Saori, había llegado con Mu a poner una denuncia de robo a su vehículo luego de tres horas, en el vídeo afirmaba haber presenciado como se habían llevado su camioneta frente a sus ojos pero eso no correspondía con la hora en que había puesto la denuncia ya que el auto que se habían robado había sido el mismo que se había estrellado a un lado de Ikki, cerca de llegar al parque.

El auto con placa "AR1627" era propiedad de Saori.

— ¿Y que paso con el joven que manejaba?, Honestamente preferí irme del lugar, no supe cómo se encontraba. — preguntó Ikki haciendo una breve pausa en la investigación

— El muchacho se reportó como muerto, murió cuando chocó. — respondió Hyoga.

— ¿Recuerdan a Akira?, Ella tenía una marca en el abdomen y todas las víctimas que le siguieron también, ¿Ustedes no vieron la autopista de June?. — cuestionó Nachi llamando la atención de todos los presentes. — Si es que esa chica pertenecía a la mafia por así decirlo, debería haber tenido esa marca, y si el hombre que chocó pertenecía a la organización también debería tenerla.

Tan solo eso bastó para que todos ahora quisieran ir a la morgue a ver el cuerpo de aquel joven que había estrellado el carro pero sin un permiso de Shion les sería imposible salir del departamento y mucho más difícil sería poder entrar a la morgue, Ikki pensó que quizás podrían conseguir el permiso que buscaban con el hijo de Shion al ser mucho más comprensivo que el mismo jefe.

Todos bajaron rogando que Mu les diera lo que querían, luego de mucho batallar les entregó una pequeña hojita de color azul que contenía su firma para poder abandonar el lugar y entrar a donde querían, Ban prestó su auto para transportarse a aquel departamento y en cuestión de minutos habían llegado.

"Death mask" como se le conocía al que dirigía aquel sitio les permitió la entrada para que examinaran el cuerpo, Afrodita (otro empleado y amigo de Death) se encargó de manipular correctamente el cuerpo del muchacho; Dita quitó la sábana que lo recubría después de acostarlo sobre la plancha metálica, Hyoga se acercó para ver su abdomen y efectivamente, ahí estaba la marca que buscaban...

Ikki anotó lo que se había descubierto en una pequeña libreta que llevaba con él, luego de está investigación agradecieron y se fueron pero Nachi no se iría sin ver algo más...

— ¿Tienen imágenes de la autopsia de June?, La chica rubia desmembrada que apareció frente a la casa de un policía. — preguntó y Afrodita sonrió.

— Todos los cuerpos que llegan deben ser fotografiados, claro que tenemos fotos. — contesto Afrodita

— ¿Pueden mostrarnos las imágenes... Y de ser posible, pueden decirnos la causa de muerte de ambas personas?, ¿Del joven y de la rubia?. — volvió a interrogar causando un leve enojo en Ikki ya que pensaba que estaba siendo imprudente.

— Eso es demasiado, es peligroso tanto para ustedes cómo para nosotros dar esa información... Sin embargo, solo prometanme, que nada saldrá de aquí. — anuncio Death cruzado de brazos, dudaba en compartir la información pero suponía que serviría en un futuro

— Sí, sí... Lo prometemos. — respondió Hyoga bastante emocionado, incluso más que el mismo Nachi quien era el que había preguntado.

Death dirigió a todos a otro cuarto donde les presentaría las fotos y los informes de las autopsias de ambos casos.

Ikki observó primero las imágenes, no era morbo, sino que creía que volviendo a ver lo que hasta el momento más le atemorizaba podría superar su miedo pero claro que no fue así, tan solo con volver a ver la cara de June, todos esos malos e intrusivos pensamientos y recuerdos del "fatidico día" volvían a él, no podía dejarse dominar por algo tan sencillo por lo que continúo observando hasta que noto algo que quizá por nervios había pasado de largo.

— Tiene la marca en el abdomen.... — susurro pero la gran mayoría alcanzó a escucharlo, lo que provocó que su equipo se centrará en la foto que él estaba viendo.

— Tenía dos marcas, una en el abdomen y otra un poco abajo de la nuca. — dijo Afrodita — Fue curioso observarlas ya que la de la nuca era mucho más pequeña y menos forma tenía, por lo menos en la primera se apreciaban las líneas paralelas.

— ¿Una en la nuca?... — Geki pareció extrañarse al igual que los demás, intentó ver alguna fotografía donde apareciera dicha marca y al fin luego de varios intentos logró encontrarla, y sí, era tal cual había dicho ese médico.

— ¿Cuál fue la causa de muerte del muchacho? — preguntó Hyoga quitándole la imagen a Ikki y poniendola en otro lado, él veía que su amigo empezaba a ponerse mal y para no empeorar las cosas prefería ocultarle la foto.

— Venía drogado, lo habían drogado de tal manera que si no moría por el accidente iba a morir por sobredosis. — respondió Death mask — él no la consumió, lo obligaron a hacerlo, aparte de que su cuerpo estaba lastimado y su ano desgarrado.... Antes de morir había sido violado.

— ¿Tanto así...?... — un poco más impactado y sensible contesto Ban, llegando a sentir pena y lástima por el difunto.

— Tenía marcas de agresión en el cuello, muñecas y tobillos, había fragmentos de cera caliente fundida con su piel en algunas partes de su cuerpo... Y lo peor quizá era que su miembro había sido mutilado. — con todo el respeto que se merece había dicho Death, bastante serio al igual que Afrodita al hablar de la tortura que le habían aplicado al muchacho que se había robado el auto.

— Debido a la severidad del corte, suponemos que hubiera fallecido por alguna infección o por desangramiento, cuando se estrelló, algunos parásitos ya estaban habitando en él a causa de esa herida.... Estaba prácticamente muerto en vida. —

— Ya veo.... Lo torturaron y luego lo desecharon.... —

Dijo Ikki, todos siguieron hablando de lo mismo hasta que decidieron irse con las pruebas que habían conseguido.

Esa mañana y tarde habían sido productivas a más no poder ya que habían conseguido información que no hubieran conseguido nunca allá dentro del edificio de la policía.

A las ocho de la noche (más tarde de lo usual), salió Ikki de trabajar, fue a su casa para descansar y empezar un nuevo día en la mañana, no podía dejar solo a su equipo en estos momentos... Toda una semana entera se la pasó saliendo a las ocho de la noche y luego otra semana empezó a salir más tarde llegando a retirarse a las diez de la noche.

Pero había algo que seguía dejándolo intranquilo, aunque le estaba yendo bien en el trabajo, cada día que regresaba a casa veía a su hermano cada vez más lastimado, llegó a un punto donde estaba a nada de que le enyesaran un brazo, el límite fue un día encontrar a Shun con el rostro desfigurado por los golpes y con el abdomen tan lastimado que incluso respirar era un sacrilegio.

Un día miércoles por la mañana fue a dejar a su hermano en la escuela con el fin de parar esa situación, bajó del auto junto con el menor y ambos caminaron hacia la entrada. Shun se sentía pésimo al tener que ser acompañado por su hermano mayor hasta dentro del salón para evitar ser golpeado por una mujer (ya que él no conocía las verdaderas causas de la visita de Ikki hasta dentro de la escuela), el detective despidió a Shun justo en la entrada del salón, esperó a que entrara y cerrará la puerta para buscar a la directora y al tutor de grupo.

A ambos los encontró en la sala de maestros discutiendo sobre nuevas técnicas de aprendizaje, con total formalidad saludo a ambos, presentándose como el tutor legal de Shun y pidiendo hablar de un tema serio que involucraba a su hermano y a una señorita.

Artemisa y Shaka guiaron a Ikki hasta la dirección donde se llevaría a cabo dicho debate, Ikki presentó su queja y en cuestión de instantes mandaron a llamar al quien era la víctima para que mostrará los golpes que recibía diariamente de Katya. Cabe destacar que en ese momento Shun estaba tan molesto como aterrado por la situación que estaba ocurriendo y que jamás pensó que pasaría.

Con las pruebas listas y confiables mandaron a llamar a Katya y a su padre, la chica llegó al momento pero si progenitor tardó demasiado en asistir; cuando al fin entró vestido con un traje blanco a la dirección se disculpó, fijo su vista en los hermanos y su hija mientas avanzaba a la silla disponible frente a la directora y al maestro.

Shun agachó la mirada, no quería ser tan obvio frente a todos, no quería parecer débil pero en ese momento el nerviosismo le estaba jugando un mal rato, todo su cuerpo temblaba y parecía que lloraría en cualquier momento, sutilmente tomó la mano de su hermano y la sujeto fuertemente para calmarse así mismo.

— Buenos días señor, ¿Sabe la razón por la cual lo llamé?  — preguntó Artemisa viendo directamente a Saga, quien seguía confundido y preocupado por lo que estaba ocurriendo

— Claro que no, ¿No ve mi cara?... ¿Algo le pasó a Katya?... — cuestionó preocupado volteando a ver a su hija a su izquierda pero viéndola totalmente normal y sana.

— No, Katya está bien físicamente pero el motivo es más grave, su hija está golpeando a este joven. — Artemisa señaló a la chica para después señalar a Shun, Saga simplemente observó enojado a la joven

— ¿Desde cuándo?. — preguntó cambiando su tono de voz a uno más pasivo

— Por favor, como si usted no supiera. A mí no me interesa su cursilería barata, yo solo quiero que dejen en paz a mi hermano y que esa mocosa quedé expulsada de está escuela. — dijo señalando a Katya mientras su mano derecha seguía siendo consuelo para Shun que ahora estaba más que muerto del miedo.

— ¿Perdón, cuando le he faltado yo el respeto a usted?, creo que todo esto es un mal entendido y que la victima en todo esto es mi hija y no ese muchacho. — reclamó enojado ante las protestas que Ikki había hecho

— Basta por favor, silencio. — pidió Artemisa calmando la situación — La joven Katya será suspendida por dos semanas, pasado este tiempo será puesta bajó observación y si llega a repetirse su mala conducta ser totalmente suspendida de nuestra institución. 

— ¿Solo eso?, ¿eso es todo? — recriminó el policía al oír a la directora dictar el castigo. — Si no hacen algo verdaderamente tendré que aplicar el peso de la ley sobre ustedes. 

Shun chocó su palma de la mano contra su frente al escuchar a su hermano hablar, Saga siguió reclamando contra el detective hasta que la misma directora se hartó de escucharlos; Artemisa pidió orden y sugirió a los estudiantes volver a sus aulas, Katya tomaría la primera clase pero luego tendría que irse. Para evitar disputas, Shaka los acompaño a sus respectivos salones mientras que en la dirección se llevaría a cabo otra platica. 

Artemisa suspiro, batallaría un poco al estar viendo la actitud de ambos sujetos pero haría lo posible por no estresarse. — Parece, por lo que vi que los jóvenes llegan a mantenerse tranquilos cuando quieren, nunca vi a Katya golpear a alguien... o más bien, nunca vi a esa señorita antes. — 

— Es que la acabo de cambiar de escuela, hubo problemas en el otro instituto de bachilleres... es algo complicado, perdón. — murmuró pero llegando a ser entendible hacía los demás 

— Oh, hay muchas cosas que se me pasan de largo, quizá lo olvidé. — respondió — Quisiera que ambos jóvenes tomaran cursos juntos para erradicar las posibles diferencias y conflictos que pudieran tener. 

— Yo no encuentro ningún problema en eso. — anunció Saga pero Ikki no se encontraba tan convencido 

—  No quiero que mi hermano este solo con... ella. — 

— Habrá maestros y más estudiantes, no estarán solos. — respondió Artemisa ante la duda del detective — Y me gustaría también que ambos tomaran también una platica, si sus hijos ven que se llevan bien, habrá una posibilidad de que también se lleven bien. 

— No puedo, tengo trabajo. — refutó Saga y por fin Ikki le dio la razón poniéndose de su lado

— Yo tampoco puedo. — contesto. — Sin embargo supongo que podría hacerlo, solo por el bien de mi hermano...

Saga lo observó con curiosidad y sonrió ante la preocupación y dedicación que demostraba el hombre a su lado, suspiro y arqueó los hombros. — Bien, entonces podría tomarme un tiempo para esas charlas... — anunció sorprendiendo no solo a Artemisa sino a Ikki — Una disculpa de antemano, en nombre de mi hija y mío por el malestar que le causamos a ¿su hermano?

— Guárdese sus disculpas que no las... — 

A punto de terminar su oración su celular vibró, se disculpó y vio de que se trataba, había recibido un mensaje del trabajo, redactado por Hyoga que pedía su presencia urgente en las oficinas ya que tal parecía que se habían encontrado a los posibles culpables detrás de todo esto.  

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