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Fantasmas

El desayuno se terminó, los hermanos subieron al auto y tal como el menor lo pidió, el mayor lo llevó hasta el colegio.
Llegaron e Ikki se estacionó, suspiro un poco sin quitar las manos del volante y el pie del freno, su hermano volteó a verlo un momento y aunque ambos querían hablar ninguno pronunció palabra.

Shun tomó su mochila y salió del auto, camino unos pasos hacía el portón pero no más, solo tres pasos se detuvo y ese fue el momento donde Ikki intervino. El mayor salió del auto y se acercó a su hermano, puso una mano sobre el hombro derecho de Shun sin quitar la vista del portón.

— ¿Estarás bien?... Aún estas a tiempo de faltar a clases, luego pides la tarea. — sugirió y Shun pareció pensarlo.

— ¿Me quedaré solo en la casa? — preguntó en un hilo de voz, apretando fuertemente sus puños a sus costados.

— No puedo llevarte a mi trabajo. —

— Entonces asistiré a clases... Ya estoy aquí de cualquier otro modo. — respondió

— Cualquier cosa llámame y estaré aquí. — dijo algo más animado para transmitir seguridad y confianza en su hermano cosa que quizás sí funcionó.

— Lo sé... — respondió algo desanimado desalentanto a Ikki quien hacía lo posible por subirle el ánimo debido a que desde la noche lo veía un poco más raro de lo usual. — ¿Crees que podrías venir por mi a la salida? No quisiera caminar.

— Déjame checar, si no tengo tanto trabajo puedo venir. —

— Perfecto, gracias... — habló para luego avanzar sin más, sin despedirse o siquiera voltear a ver a su hermano que se había quedado de pie donde mismo... Solamente avanzó como si nada ni nadie importará hasta que pasó a través de las grandes puertas de la institución.

Ikki suspiro, desconocía la causa del comportamiento inusual que estaba manejando su hermano menor pero considerando su edad y su personalidad no dudaba en qué fuera hora de entrar “en una etapa”, quizás Shun ahora quería fingir depresión como los demás “niños” de su edad que ha conocido, mientras su hermano no saliera lastimado o perjudicado en esta nueva transición de la cual probablemente se arrepentirá en algunos años, todo estaba bien.

Luego de un viaje en carretera, el detective llegó con la policía, al entrar saludo a Esmeralda como siempre y unos pasos más adelante dió los buenos días a otro de sus compañeros llamado Mu, siguió adentrándose en el edificio hasta que llegó a la sala de juntas donde Hyoga lo esperaba para dialogar, sus demás compañeros estaban en trabajo e investigación de campo en ese momento en relación al mismo caso, por tanto en ese cuarto solo se encontrarían Hyoga y él solos.

El día anterior, antes de notar la ausencia de su hermano en casa y preocuparse por ello quiso trabajar un poco más, al ser detective había conseguido información de utilidad, había hecho algunas entrevistas a gente “importante” y checar algunas áreas concurridas donde los jóvenes solían reunirse y los niños salir a divertirse como parques o campos.

Entro a la oficina cerrando la puerta detrás de él, cubrió las ventanas con las cortinas oscuras y se acercó a la pizarra blanca en la pared, tomó un plumón y de memoria escribió el nombre de las escuelas donde más habían ocurrido incidentes, Hyoga estaba viendo atento los movimientos de su compañero, ni siquiera pudo articular un saludo cuando lo vió entrar ya que comprendió que llegó para ir directo al grano con el trabajo y que por lo mismo venia apurado.

Ikki había separado el pizarrón en dos secciones, a la derecha las escuelas privadas y a la izquierda las públicas, ordenando las instituciones de mayor a menor número de alumnos desaparecidos, se guío de sus anotaciones para escribir entre paréntesis la cifra aproximada de cuántos estudiantes menores de edad habían desaparecido en casa escuela.

— ¿Notas algo aquí? — preguntó terminando por anotar las fechas en qué las escuelas fueron atacadas con un color diferente de marcador, siendo este el rojo, contrastando con el color negro del texto y el azul de lo que estaba dentro del paréntesis.

Hyoga se acercó a la pizarra, leyó dos veces lo que su compañero había escrito y se quedó en silencio un momento, ya conocía la respuesta.... Era demasiado obvio y eso le causaba una rabia inmensa al no poder darse cuenta antes de que muchos niños fueran secuestrados y violentados.

— Hay un patrón.... — dijo con desánimo, tirándose sobre la silla más cerca que encontró sin dejar de ver el pizarrón

— Exacto.... Cada quince días atacan una escuela diferente en orden alfabético, ahora van por las que llevan al inicio las “M” y “N” — respondió tomando asiento cerca del fiscal que por un momento se detuvo a verlo para tener contacto visual.  — Ellos no discriminan a nadie, no importa si la escuela es de bajos recursos o no.... Ellos atacan. Informándome descubrí que en cada estado es diferente, la semana pasada en Hiroshima fueron por las escuelas con “F” y “G”, y bueno, así con los demás.

— Aparte de Tokio.... ¿Qué más estados se ven afectados? — pregunto Hyoga e Ikki hizo un conteo mental antes de responder

— De hecho son pocos, pero los más afectados son Osaka, Hiroshima,  y Tokio como ya sabrás. —

— Ya veo, en tu tabla pusiste las fechas de los asaltos... Mañana sería el ataque a otra escuela pero ¿donde sería? —

— Van en orden, les gusta la organización por lo que veo.... Imaginó que ya que siguen el orden alfabético, se rigen estrictamente por “cazar” cada quince días, imagino que irían a una primaria o a un jardín de infantes. — respondió Ikki poniéndose de pie para ir en dirección a la cafetera y servirse algo de café en lo que su compañero buscaba en internet escuelas con las iniciales que seguían.

— “El jardín de niños Minerva” sería aquí en Tokio pero queda lejos para ir caminando, está a tres horas en auto... —  alzó la voz viendo el mapa en internet y las referencias — Y la primaria “Flor de cerezo” en Osaka

— Espera... — algo había visto que no le parecía normal en los resultados que la internet les mostraba, conocía el jardín de niños por el nombre y por qué algunos de los amigos de su hermano comentaban haber estudiado ahí antes, él al ser casi un padre para Shun, escuchaba los comentarios de los padres de los amigos de su hermano informando que el kinder Minerva era de los mejores que había. — Entra al sitio web oficial del jardín de niños

Pidió recargandose con su antebrazo derecho del asiento de Hyoga frente a la computadora mientras que con el otro brazo sostenía su café, su compañero obedeció y accedió a la página, tenía solo una estrella sobre cinco y los comentarios eran pésimos, las críticas eran demasiado duras y los insultos y amenazas de muerte hacia la directora y personal era lo primero que se veía al entrar.

— No parece que le valla bien. — dijo casi en burla el rubio, Ikki juntó sus cejas, dejó el café al lado de la computadora y corrió a la puerta de la oficina — ¿A dónde vas? — preguntó al ver a su amigo abrir la puerta

— No quites la página, en un momento vuelvo. —

Tal como había dicho Ikki salió de la oficina pasando por las demás áreas y secciones, bajó las escaleras hasta llegar a recursos humanos donde estaba Mu, él se encargaba de atender las denuncias por lo que ahora sus servicios le serían de utilidad.

— Buenos días Mu. — Saludó cuando estuvo al borde de la puerta, siempre estaba abierto el pequeño cubículo transparente en una esquina de todo el salón, el susodicho lo vió y lo dejo pasar.

— Buenos días, ¿Se te ofrece algo?. — pregunto sin prestar demasiada atención, estaba atendiendo un problema en su computadora

— Por favor Mu, necesito que me des acceso a las demandas de los padres de hace unos meses atrás.... Más exactamente de hace cinco o cuatro meses. — casi rogando lo pidió sabiendo que si Shion no autorizaba a Mu ceder tal acceso sería imposible que él ayudará

Mu suspiró, suspendió la computadora y observó al moreno a los ojos. — Sonará ilógico o absurdo pero... ¿Realmente las necesitas?, Hace tres semanas atrás te permití checar algunos documentos... ¿Otra vez necesitas verlos? — preguntó e Ikki muy apenado afirmó.

— Es urgente Mu, mi equipo y yo necesitamos tener el acceso para poder corroborar algo muy importante. — volvió a pedir, su compañero giró los ojos y de un cajón de su escritorio sacó una llave que dejó sobre la mesa — Es la llave, solo date prisa y antes de que te vallas regresala.

— Es la llave de la bodega.... De dónde está el archivo muerto. — dijo indignado tomando las llaves y guardándolas antes de que Mu se arrepintiera.

— Deberías sabes que últimamente son demasiadas las demandas... No nos damos a basto aquí y es poco probable que se lleguen a encontrar a esos niños, es una lastima pero así como surge una nueva demanda, inmediatamente pasa al archivo muerto a menos de que tengamos la certeza de que podemos ayudar. —  dijo notandose lo mal que se sentía al hablar del tema, como a Ikki solo le importaba recuperar los archivos que necesitaba ignoró las palabras de Mu y dando pequeños pasos retrocedió a la entrada

— Cuando terminé traeré tus llaves, lo prometo. —

Fue lo último que salió de su boca después de retirarse, camino hasta la puerta en paralelo a la oficina de Mu donde estaba el dichoso archivo muerto, con ayuda de las llaves abrió la puerta e ingresó encontrando una pila de hojas, algunas estaban almacenadas en cajas de cartón y otras en carpetas. El directamente buscó en las cajas, tardó unos cuantos minutos hasta que encontró lo que quería, las denuncias de todos los padres hacia el kinder Minerva, con la evidencia en mano regresó a su oficina con Hyoga para mostrarle lo encontrado.

Ikki entró a la oficina, Hyoga hablaba por teléfono con su prometida, el detective hizo un gesto de disgusto pero dejó pasar el asunto ya que él mismo comprendía que había tardado hablando con Mu y buscando lo que necesitaba. Dejó la caja de cartón con las denuncias apiladas horizontalmente una tras otra en una mesa y fue a la computadora encendida con la página de la escuela.

Hyoga colgó y guardo su teléfono, camino a la caja y sacó una carpeta a la suerte, leyó en silencio y cuando terminó giró a ver a su compañero — ¿Son denuncias al kinder y a la directora? — afirmó más que preguntar, él detective solo asintió poniendo unos comentarios de padres que había encontrado en la red.

— No he visto todas las denuncias pero todos atacan principalmente a la escuela y a la directora, ella sería una de nuestros principales sospechosos. —

— Hay que ir a investigar, analizar su comportamiento y las instalaciones... La vez pasada que investigamos a las escuelas primarias, jardín de niños e incluso secundarias tuvimos que avisar con anticipación, sería conveniente ir sin anunciar nuestra llegada... Sería más natural y orgánica su reacción. — sugirió Hyoga acomodando la carpeta nuevamente dentro de la caja solo que para posteriormente sacar otro documento

— Me gusta la idea, pero si lo tenemos que hacer sería pronto... Y cuando digo pronto es mañana. — aclaró antes que nada, él no tenía inconveniente en ir solo pero considerando el tiempo del viaje, no muchos hubieran accedido a acompañarlo.

— Lo sé, recuerda que sin un niño no podrás hacer mucho. Te acompañaré y llevaré a mi sobrino, él nos ayudará a crear una coartada perfecta para entrar. —

— Bien, entonces mañana te recogeré en tu casa en punto de las cinco de la mañana para llegar a tiempo. —

— Perfecto. —

Ambos habían ideado un plan para analizar de mejor forma aquella escuela, siguieron trabajando leyendo las denuncias y los comentarios de la página mientras anotaban en la pizarra lo que más consideraban importante, a las dos horas llegaron sus demás compañeros y ahora entre todos analizaba todo lo que hasta la fecha habían conseguido....

Eran tres y media de la tarde cuando Shun, hermano menor de aquel detective que estaba encargado de liderar el caso llegaba a su casa, sacó sus llaves de su mochila remendada y las introdujo en el cerrojo... Se extraño cuando la puerta se deslizó lentamente hacia dentro de la casa.

Quitó la llave y volvió a guardarla, limpió sus ojos con su antebrazo y entró lentamente dentro de la morada manteniendo sus puños frente a él en caso de cualquier cosa, no sabía nada de defensa personal a comparación de su hermano pero por lo menos lo intentaba.

Bajó la guardia inmediatamente usando vio a Ikki en la cocina, con un pantalón holgado gris y un hoodie azul marino, llevaba puesto un delantal para evitar que el aceite del sartén salpicara su ropa, estaba tan inmerso en su comida que no notó cuando él llegó.

Tiró su mochila al suelo, se deshizo de sus zapatos y subió a darse un largo baño en lo que estaba la comida, pasado unos minutos donde Ikki ya había notado que su hermano estaba en casa, lo llamó para que bajara a comer, le pareció raro estar escuchando constantemente el sonido del agua de la regadera caer sobre el suelo en todo el rato... Su hermano si tomaba baños largos pero ahora era demasiado el tiempo.

Limpio sus manos con una servilleta que luego botó, subió y se dirigió al baño, esperó unos segundos fuera del baño... Aún no salía Shun a pesar de que el agua ya no caía, tocó la puerta y habló. — Shun, ¿Todo en orden?. — pregunto sintiéndose sumamente incómodo y raro de estar preguntando pero no recibió contestación de ningún tipo, volvió a tocar la puerta y repetir su respuesta con un poco más de preocupación.

Cuando solo se escuchó un silencio tuvo forzosamente que abrir la puerta, estaba estaba atracada con algo por dentro, no quería invadir la privacidad de su hermano menor de quince años pero le inquietaba no recibir ningún tipo de contestación, abrió la puerta forzandola, entró al resbalarse pero no cayéndose, solo acabó recargado de la misma puerta pero ahora con una vista hacia todo el baño del cual salía vapor por el uso continuo del agua caliente.

— “Esto me va a doler” — dijo en su mente al literalmente sentir el calor del vapor rozar sus tobillos y su rostro, notar los vidrios húmedos por la condensación y pensar en el recibo de agua que futuramente tendría que pagar. — ¿Por qué no respondes?

Preguntó al fin, viendo a su hermano recargado del lavamanos, vestido con una pijama de tono rojo ladrillo de tela gruesa, un suéter con gorro de tono más suave y unas calcetas ligeramente grises, su hermano estaba viéndose fijamente al espejo, parecía tener rojizos sus ojos y sus mejillas, lo que se podía ver de sus dedos era que estaban lastimados y tener que ver su cuerpo era difícil ya que toda la ropa que usaba ocultaba perfectamente su figura.

— Estaba ocupado.... — susurro bajando la vista, ignorando todo el rato que pasó en el baño, suspiro y posterior peinó con sus manos su cabello, luego salió del cuarto — Perdón —

Ikki solo vió como su hermano caminó escaleras abajo, cerro la puerta del baño y giró los ojos, claramente algo le pasaba pero era tan orgulloso como para decirle que era, es cierto que es detective pero no mago, no podía saber siempre con exactitud que es lo que quería su hermanito....

Bajó también, la comida ya estaba lista y servida en la mesa, Shun solo cuchareaba el plato sin consumir nada, su mirada estaba perdida o vacía... Su piel estaba pálida, sus manos y su rostro lastimados... Algo malo le había pasado en la escuela como para venir así o por lo menos eso inquirió Ikki al sentarse frente a él.

— ¿A qué hora saliste de trabajar? — preguntó sin dejar de ver su plato de comida

— No recuerdo, aunque sí salí más temprano que ayer jajaja. — río un poco pero parecía que a Shun no le hacía gracia y más por el gesto de inconformidad que había puesto al escuchar la respuesta.

— Tuviste tiempo para pasar por mi. — reclamó de manera pasivo-agresiva sujetando con fuerza el mango de la cuchara, Ikki posó su vista en la presión de la mano que ejercía Shun en el cubierto con algo de intriga.

— Perdón, creo que me olvide ti jajaja. — volvió a reírse y ese fue su mayor error.

— ¡Pudiste ir y no lo hiciste! — gritó levantándose de la mesa, había arrojado la cuchara al suelo y mandado a volar el plato con comida, al levantarse golpeó con sus palmas la mesa del comedor provocando un ligero temblor en esta, sus ojos mostraban lo molesto que estaba pero sus lágrimas que de un momento a otro se hicieron presentes lo mal que se encontraba.

Poco a poco fue recapacitando, ahora sus manos dolían más por el golpe a la madera, sus ojos solo veían el plato de comida tirado en el suelo junto con el cubierto, se sentía culpable de haber desperdiciado comida, lloraba aunque no quisiera. Con un temblor recorrer su cuerpo volvió a sentarse y esconder su rostro en medio de sus antebrazos que se apoyaban en la misma mesa.

Ikki suspiró y se levantó de la mesa, avanzó solo unos pasos hacia delante para estar al lado de su hermano, con molestia acarició su cabello sin intenciones de hacer algo más por calmarlo, Shun por su parte solo lo ignoraba, permaneció un rato así hasta que finalmente pudo autocontrolarse.

— Perdón.... — dijo con dificultad al sentir que su voz no lograba salir, limpio sus ojos y se puso de pie.

— Es que no recordé que debía de ir por ti, de haber sabido que te pondrías mal por eso hubiera ido. — respondió, luego pensó que quizás había ocupado las palabras equivocadas al notar la tristeza que transmitía su hermano — Perdóname, juro no volverá a ocurrir.

Shun negó mientras intentaba poner una sonrisa que simplemente no podía dibujar en su rostro, las lágrimas seguían cayendo, sus labios y piernas temblaban y por culpa de apretar sus nudillos ahora se habían vuelto de un tono rojo. Su respirar era inestable, su voz seguía sin poder salir, su mirada jugaba llendo de un lado a otro y sus ojos tenían un tono tan rojo como el mismo fuego que estaba más que evidente que no se encontraba en su mejor momento.

Su hermano volvió a suspirar, se cruzó de brazos y retrocedió unos pasos siguiendo juzgandolo con solo su mirada y sin decir absolutamente nada por breves momentos en que veía como el menor mordía sus labios y bajaba la vista intentando reprimir un llanto — Hey... — habló cuando sintió las cosas menos tensas, pensaba que cuando su hermano dejara de apretar sus puños y su postura recta se relajara sería buen momento de alzar la voz. — ¿Todo bien?.

El joven de quince lo observó un momento, ni siquiera sabía cómo responder a esa respuesta por qué obviamente no estaba bien, al principio sentía desinterés por todo que se convirtió en furia, luego en tristeza y ahora nuevamente en un enojo por la pregunta tan aberrante hecha por su familiar.

— Sí, todo bien. — respondió poniendo la mejor de sus sonrisas fingiendo que nada había ocurrido, sabía que su hermano rechazaba con su alma ese tipo de comportamientos así que solo le quedaba mentir para poder disfrutar de la falsa paz que tenía con la intención de no alterar o perturbar más a Ikki con sus “caprichos”.

— Muy bien, entonces limpia tu desastre y si quieres comer puedes servirte tu mismo. — respondió con desinterés acercándose a la mesa por el plato con alimento que había dejado ahí, lo tomaría para llevárselo a su habitación donde encontraría más calma para comer que estar ahí abajo con Shun

El chico asintió, caminando unos pasos hacia la escoba en una esquina de la habitación y el recogedor para levantar los pedazos de la porcelana del plato y luego continuar con la comida que manchaba el sueño blanco.
Ikki con su plato de comida en la mano camino hasta la entrada/salida de la cocina, quería irse de ahí ya que aunque negara aceptarlo, necesitaba seguir trabajando.

— ¿Vas a dejarme solo? —

Shun preguntó al ver las intenciones de ikki por dejarlo en ese cuarto, el mayor pareció quejarse, poco a poco se dio media vuelta para ver los ojos cristalizados de su hermano menor que no le quitaba de encima.

— No me voy a ir a ningún lado, estaré en mi habitación, tu continúa con eso. — 

Contestó y se fue, casi de inmediato luego de retirarse de la cocina escucho sollozos, frunció el ceño, cada día que pasaba entendía menos a su hermano, subió las escaleras y entro a su cuarto cuando estuvo cerca, por cualquier cosa cerro la puerta con seguro para evitar interrupciones, se sentó en su escritorio y prendió su computadora, por momentos iba comiendo mientras revisaba algo de información en relación al caso que estaba dando seguimiento.

Ni cuenta se dio cuando se había terminado la comida y ya habían pasado aproximadamente dos horas de haberse encerrado en su cuarto, se puso de pie escuchando tronar sus articulaciones de las rodillas por estar sentado durante un considerable periodo de tiempo, estiro sus brazos a lo alto y de pie entro a la página en su computadora de correo electrónico.

“Mañana nos vemos en el jardín de niños Minerva, solo avísale a los otros que esten pendientes de las cámaras ocultas y el audio.

—Ikki ”

Envío un mensaje a su compañero, cerró las ventanas y suspendió la computadora; bajaría unos momentos para dejar el plato en la cocina y quizás por qué no, ver algo en la televisión antes de continuar trabajando.

Destrabó la puerta cuando tomó en posesión la vajilla, salió del cuarto y bajó las escaleras, vió a su hermano recostado en el sillón de la sala parcialmente dormido, sus párpados parecían inflamados y su piel estaba ligeramente roja. Luego de dejar el plato en el lavadero se acercó a Shun, se arrodilló al lado de él y lo movió cuidadosamente para despertarlo sin ser tan agresivo, en pocos minutos estaba despierto.

— ¿Cómo estás?, ¿Si comiste algo? — preguntó creyendo que se debía a la falta de alimento, quizás su hermano por X o Y razón había preferido no comer ese día.

— ¿Eh?... Sí... Si lo hice... — estaba aturdido, no sabía la hora o el día luego de despertar de su sueño inesperado, lentamente se fue levantando del mueble hasta quedar sentado con Ikki a un lado suyo, talló sus ojos y prendió el televisor en el noticiero donde confirmo el día y la hora.

— ¿Vas a ver eso? — preguntó un poco confundió e incluso extrañado de la opción de canal que había escogido el joven a su lado, se puso de pie y se sentó junto a él, hasta donde tenía entendido ese día iban a transmitir un final de temporada de las series raras que le gustaban a Shun y que hasta donde sabía no podía perderselo.... — Creí que verías tu serie... De hecho por eso vine, quería verla contigo.

— Me aburrió... No me interesa. — respondió sin quitar la vista del televisor, Ikki no dejaba de verlo estupefacto

— pero hace apenas una semana atrás no dejabas de decirme sobre ello, todo el día, las 24 horas del bendito día me hablabas de como sería “épico”, me hablaste tanto de ello que incluso me animé a verla contigo. — intento hacerlo entrar en razón cosa que no funcionó

— Pues me aburrió y punto. — contesto de mala gana. — ¿No tienes trabajo que hacer?

— Estoy tomando un descanso. — dijo también enojado al notar el tono de voz de Shun.

— Comprendo. — respondió, tomó el control del televisor y sintonizo el canal donde pasarían la dichosa serie. — Voy a hacer tarea mejor, ¿Tienes post tics que me prestes?.

— ¿Qué?, Te acabo de comprar unos.... ¿Qué les hiciste? — reclamó

— ¿Se acabaron? — aclaró en sarcasmo, Ikki por otro lado no parecía creerlo

— ¿Cómo se van a acabar?, Te compre con forma rectangular, circular, transparentes, de flor, de osito, de frutas, de estrella y de colores.... ¿Cómo te acabaste todo eso en menos de un mes? — reclamó indignado pero Shun solo arqueo los hombros

— Pues pasó y ya, entonces, ¿Tienes o no que me prestes? —

Ikki suspiro y se dejó recargar por el respaldo del sillón mientras tallaba el puente de su nariz sin querer ver por el momento a su hermano. — Toma los que necesites de mi habitación, ya sabes dónde están, solo déjame algunos. — dijo rendido, luego Shun agradeció y subió al cuarto.

Valla que todo se complicaba hablando ahora no en un tono laboral, quizás la decisión de su madre por irse y el suicidio de su padre no eran tan malas ideas... Quizás los había juzgado mal, lidiar con un adolescente de quince años prepotente era de lo peor que pudiera haberle ocurrido pero bueno, tampoco es como si quisiera dejarlo en una casa hogar.

Vio un rato el televisor hasta que se aburrió, había pasado un tiempo considerable, apagó la tele y volvió a su cuarto para continuar investigando. Al entrar no notó mada fuera de lo común, los artículos de papelería estaban tal cual como los había ordenado en su escritorio, no parecía que Shun hubiera entrado y eso era lo mejor, no tenía que preocuparse por volver a acomodar.

A las ocho y media de la noche Shun tenía lista una cena que compartió con su hermano, al término de la misma ambos fueron a sus respectivas habitaciones; Ikki estaba guardando en una pequeña mochila negra todo lo necesario para la "emboscada" al jardín de infantes, tenía todo listo para poder interrogar discretamente a la directora y el personal para desenmascarar el oscuro secreto detrás de tantas quejas y malos recibimientos a la institución.

A determinada hora, las once de la noche para mayor exactitud, se fue a dormir para que luego de unas horas se despertara a las cinco de la mañana, él pasaría a recoger a Hyoga y al sobrino del mismo, luego conducirían hasta el dichoso kinder. 

Se vistió como civil, una camiseta azul marina de manga larga, unos jeans negros holgados, una chamarra de mezclilla negra y unos simples tenis, dentro de la mochila había puesto su equipo de espionaje que se pondría estando ya unas cuadras de la escuela para que sus compañeros pudieran sincronizar las frecuencias de mejor forma. Salió de su cuarto listo para el trabajo, respiró profundo antes de dar otro paso, por muy común que su trabajo le resultará luego de tiempo haciéndolo siempre le dejaba cierta angustia al principio y final de cada pedimento.... Quizás muy en el fondo creía que su muerte llegaría a causas de su mismo trabajo, por intentar averiguar de más.

Antes de irse, se acercó a la habitación de su hermano donde solo se quedó unos segundos inmóvil antes de abrir la puerta de madera, vio una inmensa oscuridad en el cuarto... Por mala planeación de sus padres y falta de experiencia del doctor que atendió a su madre, el cuarto tenía acabados “femeninos”, un papel tapiz rosa con pequeños dibujos de flores, poseía un armario de madera del mismo tono que las paredes, la cama parecía estar hecha para ser usada por alguna niña “creída” por la paleta de colores utilizada y los adornos florales hechos de metal que adornaban la cabecera. Todo esto que caracterizaba el cuarto de su hermano ya no estaban, el papel tapiz estaba rasguñado provocando que apenas y pudiera apreciarse los tonos rosados que alguna vez mostró, el armario estaba pintado de mala gana de tono blanco y a la cama parecían haberle arrancado a la fuerza las flores metálicas que tanta gracia le daba, esto jamás fue un inconveniente para ninguno de los hermanos, el padre de ambos había diseñado así la habitación y por memoria a él se había conservado a pesar de que a ambos en algún momento quisieron remodelar la habitación.

Ya no importa, era superficial ese detalle del diseño, eso es lo que el detective pensaba mientras volvía a cerrar la puerta, solo necesitaba asegurarse de que su hermano se encontraba bien antes de irse pero quizá vió de más, salió de su casa, subió a su auto y manejó hasta la casa de Hyoga, vio a través de su ventana como la prometida de su amigo lo despedía, luego de unos segundos, el rubio ingresó al auto con Jacob (sobrino de Hyoga) junto a él, aunque él niño estaba dormido cuando su tío subió al auto.

El auto arranco y los tres se pusieron en marcha, al cabo de un rato pudieron llegar a su destino y con tiempo de sobra suficiente como para descansar, los tres bajaron del auto y fueron a desayunar algo en una cafetería cercana en lo que el kinder abría.

A las ocho y media de la mañana al fin decidieron ir, luego de haber sincronizado los canales de video y audio, hacer una breve lista de todos los niños que empezaron a llegar junto con sus padres o familiares y analizar un poco la actitud de la directora y una asistente que estaban en la puerta. Al fin era su turno de intervenir, se acercaron a la entrada de la escuela, había un portón amarillo con una rendija en cuadrada en una de las puertas, Ikki tocó lo que parecía ser un timbre y la rendija se abrió.

Unos grandes y hermosos ojos azules se asomaron por la rendija, algunos mechones de cabello rubio llegaban a asomarse por la pequeña ventanita de la puerta.

— ¿Necesitan algo? —

preguntó la chica detrás de la puerta sin quitar la vista de los dos hombres ignorando totalmente al niño que Hyoga sostenía de la mano, su trabajo dentro del jardín de niños era sencillo, solo debía de cuidar la puerta principal para evitar algún incidente.

— Quisiéramos ver sus instalaciones, queremos anotar al niño a la escuela. — Habló Hyoga cargando brevemente a Jacob, se expresó con total naturalidad mostrando una pequeña sonrisa que intentaba generar confianza aunque contrastaba con la mirada sería de su compañero.

— En un momento. — volvió a cerrar la rendija y solo se escucharon el sonido de las puntas de sus tacones avanzar hacía dentro de la escuela.

Ikki y Hyoga se miraron, estaban preocupados pero no lo demostraban, desde la estación de policías les hablaban sus compañeros diciéndoles que no salieran de su papel, les motivaban a seguir y no abandonar. No pasó mucho para que el portón se abriera mostrando a las dos mujeres...

Las dos muy hermosas por decirlo poco, la directora vestía un vestido negro con un saco del mismo tono, unas medias oscuras con unas zapatillas, su largo y brillante cabello lila amarrado perfectamente en una coleta alta y su maquillaje nude que la hacía resaltar aún más, mientras la otra señorita era rubia, un poco más alta que la directora, vestía un pantalón entallado negro y la camiseta de la escuela con el emblema, su cabello estaba también recogido, ella no usaba maquillaje simplemente por qué no lo necesitaba, ya era hermosa así.

— Buenos días caballeros, ¿Qué se les ofrece?. — preguntó la directora viendo principalmente a Hyoga ya que este tenía de la mano al niño

— Como se lo dijimos a la señorita, queremos ver las instalaciones por qué quisiéramos inscribir al niño aquí. — respondió Ikki y Saori desvío su mirada hacía el.

— Solo el padre puede entrar, ¿Quién es el papá?. — preguntó Saori por protocolo y seguridad debido a la situación que estaba en vuelta la escuela

— Yo soy. —

Dijeron Hyoga e Ikki al unísono, todos los presentes se quedaron callados, los policías solo escuchaban las risas de sus compañeros por el micrófono, el detective miró disimuladamente a Hyoga lanzándole una mirada que el contrario jamás había visto, el fiscal solo sonrió ante los nervios, June (la encargada de la puerta) aclaro su garganta y miró a Saori quien estaba estupefacta.

— Oh, una disculpa. — mencionó sonrojada ante la pena. — Adelante por favor.

Los policías en cubierto entraron junto con Jacob, apenas dieron un paso dentro de la escuela el portón se cerró con múltiples candados y seguros, June no los iba a acompañar, su deber era estar en la puerta así que el recorrido lo dio Saori, visitaron todos los salones, las áreas de juego, el jardín, el comedor, etc. Hyoga iba deteniendose donde veía conveniente mientras ikki lo hacía donde se lo ordenaban desde la oficina sus compañeros... Pero claro, todo de lo más sutil.

El recorrido termino en la dirección, cerca de la entrada, donde la directora los invitó a tomar asiento para platicar un rato. — ¿Por qué están interesados en esta escuela? — fue lo primero que alcanzó a preguntar teniendo en cuenta las reseñas de su página web.

— Tengo conocidos que mandaron a sus hijos aquí, tengo buenas referencias por parte de ellos. — Dijo ikki poniendo su primera visita desde que ingresó al lugar.

— Comprendo... Me imagino deben de estar familiarizados con todo el alboroto en redes sociales.... — argumento algo deprimida y Hyoga asintió.

— Eso es lo que queríamos preguntar, a simple vista le escuela se ve bien pero.... ¿Por qué esos comentarios? — preguntó Hyoga y Saori suspiro

— No me gusta mentir, varios de mis niños han desaparecido de está escuela... Han sido secuestrados a la hora de la salida, los padres están furiosos y como no, incluso yo lo estoy conmigo misma. Intentó siempre poner seguridad para evitar esto pero no puedo y no entiendo por qué.... — ella hacía un gran esfuerzo al decir lo que sentía, era difícil hablarlo sin miedo a ser juzgada o maldecida por los demás, estaba a nada de llorar cuando Ikki interrumpió.

— ¿Por qué nos dice eso?.... ¿Aún sigue ocurriendo? — fingió preocupación por Jacob a quien sutilmente abrazo sin llegar a ser tan intrusivo por el simple hecho de que no conocía del todo al menor.

— Si solo me importará el dinero que pudieran ofrecerme les diría que no pero me importa más la seguridad de cada niño y niña que no puedo negarlo, aún siguen robándose a los niños y eso me preocupa demasiado. — respondió sintiendo un nudo en la garganta — Ha hablado personalmente con los padres de familia que aún restan, pidiendo que si quieren a sus hijos los envíen a otra escuela en lo que se soluciona todo esto....

— ¿Ya hizo una denuncia al respecto?, Digo, tampoco hay que llegar a esos extremos. — informó Hyoga y Saori con pena asintió

— Lo hice pero la policía no ayuda... No sirve para esto, fui a denunciar como tres veces y la demanda aún no procede.... Supongo se olvidaron de nosotros. —

Siguieron hablando pero ahora con relación a la policía y no al tema que querían tocar por lo que ambos hombres no prestaron demasiada importancia, la plática se interrumpió cuando June se acercó a la dirección para hablar con Saori, la directora pidió disculpas y se levantó para atender a su empleada fuera de la habitación.

Ambas parecían molestas, estaban discutiendo sin gritar por los niños que estaban estudiando pero se veía que ganas les sobraban para eso, al final, Saori suspiro, pareció haber querido golpear a June pero solo le extendió las llaves de otra puerta. La rubia se fue y Saori regresó al cuarto.

— Una disculpa, es que a veces June me saca de quicio.... ¿Dónde estábamos?... —

Siguieron hablando solo por unos minutos más antes de que se retiraran sin concretar nada más, Saori los escoltó a la salida, al abandonar la escuela Ikki desvío solo un poco la mirada nuevamente hacia dentro antes de que el portón fuera nuevamente cerrado pero lo único que vio fue a varios niños pequeños salir y empezar a jugar, otros corrían, algunos compraban helado del señor que llegaba ahí a repartir y la gran mayoría se acercaban a Saori para charlar un poco...

Se veía a simple vista que ella tenía buena confianza con todos o por lo menos con la mayoría de niños ahí.

— ¿Todo bien? — preguntó Hyoga al ver a su compañero distraído, deteniéndose solo un momento

— Sí.... Vamos de una vez allá, hay que hablar de algunas cosas. — informó y siguieron su camino, no tenía aún motivos para preocuparse, toda la conversación había quedado grabada y en caso de algo tenía pruebas para inculpar a Saori. Luego de acompañar a Hyoga a dejar a Jacob, fueron a la estación de policías a discutir lo mismo.

Llegaron y en la pizarra ya había un montón de frases anotadas que ponían a Saori en mal, Nachi era quien debía escuchar todo el audio con gran atención para de ahí sacar sus teorías, Ban revisaba el vídeo intentando ver algo raro y Geki anotaba todo en el pizarrón. Cuando Ikki y Hyoga llegaron se unieron a la reunión ayudando a Geki con su tarea.

Saori era una principal sospechosa, ya que solo había denunciado una vez y eso debido a la presión de los padres de familia por hacerlo, no se podía cuestionar su amor por la enseñanza pero ¿Por qué los niños tenían tanta confianza en ella?, Ella es consciente del problema en el jardín de niños pero continúa laborando a pesar de que otras instituciones educativas prefirieron educar por medio de internet desde la seguridad de sus casas.

Realmente no se llegó a nada, la directora solo era posible sospechosa, a las seis de la tarde Ikki salió del trabajo y aproximadamente a las seis y media ya estaba en su casa, abrió la puerta y entro, se quitó los zapatos y dejó todo lo que le estorbaba como su corbata y su maleta a un lado.

No se escuchaba ni un ruido en la casa, seguramente su hermano estaba en su cuarto. Fue a la cocina a buscar algo de comer, calentó un poco de comida en el microondas y en silencio y soledad comió, luego de lavar el plato que había ocupado fue a la sala a ver televisión.

La película que veía lo había atrapado, no creyó que algo tan absurdo como crepúsculo le había gustado... Quizás ese sería su gusto culposo, checó la hora en un comercial y se asombro y preocupó al ver que eran las ocho por qué ¿Cómo pudo ser posible que perdiera la noción del tiempo?. Ahora que era tarde le preocupaba su hermano, se levantó del sillón y apagó el televisor a pesar de que aún continuaba la película.

Avanzó escaleras arriba y justo cuando subió el último escalón, su hermano salió de ducharse en el baño, los dos se quedaron viendo, uno más asustado que el otro.

— ¿Por qué te apareces así? — preguntó enojado el de cabellos verdes cubriendo su cuerpo ya vestido con su pijama con la toalla para secar su cabello

— Por qué es mi casa, ¿Tu porqué no habías bajado?. — interrogó pareciéndole absurda la reacción de su hermano al verlo

— No quería interrumpir, ví que estabas viendo esas películas románticas que me dio pena ajena. — respondió, Ikki solo sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

— Que gracioso, mejor vamos a cenar. — cambio la conversación mientras volvia a bajar las escaleras

— No quiero cocinar. — fue tajante en su respuesta mientras seguía por detrás al mayor

— No importa, ¿Qué quieres?. — pregunto volviendo a checar la hora en el reloj de pared arriba del televisor

— Lo que sea, no soy exigente. — respondió con cierto tono de molestia, Ikki pensó en varias opciones hasta que al final se decidió por una.

— Ahora vuelvo entonces, se que te gustará. — habló acercandose a la entrada principal, ya llevaba consigo las llaves y su cartera, estimaba que no tardaría mucho así que no había necesidad de ir los dos al establecimiento de comida

— ¡No puedes irte!. — gritó desde el último escalón de las escaleras, su hermano volteo a verlo confundido

— ¿Entonces como compro la cena? — puso una sonrisa solo para ser sarcástico pero la desvaneció al ver a su hermano que comenzaba a sentirse mal.

— No lo sé, que la traigan a domicilio pero no me dejes solo... No otra vez. — pidió con su voz acuosa y ahogada, con sus ojos hechos cristal y en tono bajo a manera de súplica.

Ikki pasó saliva, se sentía incómodo y solo avanzó unos pasos antes de salir — ¿Otra vez? — preguntó con curiosidad, Shun bajó la mirada y su desagrado se hizo presente en su rostro a pesar de haber derramado una lágrima

— Hoy en la mañana te fuiste.... — dijo casi susurrando, apretando los puños a sus costados pero relajandolos conforme los segundos continuaban. — No te vallas, me da miedo seguir aquí...

— ¿Miedo por qué? — interrogó acercandose hasta él, de forma que ahora solo estaba a centímetros de su hermano

Shun mordió su labio inferior hasta sangrar, sus uñas se incrustaron en sus antebrazos contrarios cuando puso sus brazos en forma de cruz delante de su pecho, bajó un poco la mirada sintiéndose derrotado ante todos — Fantasmas.... Esos entes que usan largas telas blancas y cadenas, me dan miedo, contrario a lo que creen, es raro que salgan de noche pero lo hacen.

Ikki notaba la seriedad en su hermano al hablar, no sabía si reírse, seguirle el juego o solo escucharlo, era tan absurdo e incoherente lo que Shun le comentaba a manera de excusa para evitar que saliera que no atinó a hacer nada más que a cruzarse de brazos y verlo con gran curiosidad.

— ¿Vas a dejarme solo....? — preguntó Shun, dejando en evidencia su mal estado al empezar a salir las lágrimas de sus ojos y mojar con ellas su ropa, solo dio un paso adelante mientras realizaba la pregunta para tomar las muñecas de Ikki y generarle presión en esa parte del cuerpo.

El mayor miró sus muñecas, siendo aprisionadas por las débiles y pequeñas manos de su hermano en comparación suya, quizás a veces era algo fuerte con él, se llevaban diez años al fin de cuentas y puede que ese detalle... Detalle pequeñito de que su hermano tenía 15 años se le olvidaba, a su edad también tenía sus propios miedos y preocupaciones, a parte de los tenía los veía ya que en su adolescencia fue de esos abusadores que les gustaba agredir al más débil solo para conseguir dinero o comida. No quería intuir que aquel día que su hermano llegó de noche en mal estado, la causa de su comportamiento repentino y de sus lágrimas era por alguien que lo molestaba en su escuela.

Suspiro y solo lo abrazó un momento creyendo que había logrado encontrar el motivo de su sufrimiento — Encargaré comida, no te preocupes. — susurro a modo de consuelo y de manera sutil para informarle que no se apartaría de su lado, luego de unos pocos minutos pidió pizza a domicilio para que ambos pudieran cenar.

Llegó la pizza y ambos cenaron olvidando lo que instantes atrás acababa de ocurrir, luego de una hora después de cenar fueron a dormir; las luces estaban totalmente apagadas, las ventanas estaban cerradas y cubiertas con las cortinas, tenían aire acondicionado en sus respectivos cuartos para dormir mejor pero aún así Ikki no podía conciliar el sueño gracias a sus recurrentes pensamientos ahora relacionados con su hermano y con lo que aún no podía asegurar, estaba pasando en la escuela.

Su hermano tenía poco de haber ingresado a la preparatoria, sabía que el cambio de secundaria a preparatoria iba a ser drástico pero no quería aceptarlo por miedo ya que a pesar de todo y de como él se pudiera ver, siempre estaba preocupado por Shun aunque el contrario le demostrará que era capaz de cuidarse solo, sentía que aún debía de cuidarlo y dentro de esos “cuidados” venían la prohibición de muchas cosas y a lo mejor, gracias a esas prohibicioniones no quería estar tan al pendiente a su vez de él, sentía que podía privarlo de varias cosas y de su juventud, si lo ponía en práctica quizá podría perjudicarle en su vida.

Él se levantó de la cama y salió de su cuarto, iría a la cocina por algo de agua y un somnífero del antiguo cuarto de sus padres en la planta baja, no hizo falta que bajara para ver a su hermano dirigirse a la puerta principal, desde el barandal de las escaleras podía verlo.

— ¿A dónde vas?. — preguntó bajando cada escalón con cuidado al estar todo en penumbra, su hermano al percatarse de su presencia se dio media vuelta y quedó inmóvil ante su mirada

— Olvide algo afuera... — respondió quitando lentamente su mano de la perilla y escondiendola detrás de su cuerpo

— ¿Qué olvidaste?, Yo voy por ello. — respondió al estar ya en la planta baja, para no causar una molestía visual en ambos no prendió las luces, solo encendió la lámpara más cercana.

— Emmm... Un plumón, estuve haciendo tarea en el patio antes de que llegarás, pero se me olvidó guardar ese plumón. — respondió bajando la cabeza al ver a Ikki negar lentamente y girar los ojos.

— Es tarde para que salgas... O para que estés despierto. — dijo mientras continuamente seguía acercándose hasta la puerta. — Yo voy por tu plumón y ya.

Shun intento detenerlo sin conseguir el éxito por qué cuando tuvo la oportunidad de frenar a su hermano, la puerta ya se había abierto frente a ambos.

Los dos se quedaron en total silencio por cuestión de segundos antes de que el pánico los invadiera; la mirada de Ikki había pasado de indiferencia a horror al ver lo que estaba enfrente suyo en el pasillo de su casa.
Ninguno sabía cómo reaccionar, Shun solo llevó ambas manos a rostro para cubrir su boca mientras las lágrimas bajaban y un temblor acompañado de un escalofrío subía por su cuerpo y lo inmobilizaban mientras que por su parte Ikki estaba en Shock, con su mano aún posicionada en la perilla, con sus pupilas más que dilatadas y su vista a un solo punto.

El detective había perdido el color de su piel, estaba pálido, boquiabierto y al igual que su hermano se encontraba temblando al presenciar a June, aquella bella chica que había conocido ese mismo día en el kinder y que por alguna razón ahora estaba frente a él, a solo unos metros, sentada en una silla plástica de color blanco, carente de ropa, con un corte limpio que iba desde su garganta hasta el ombligo por el que sobresalían sus órganos vitales, tenía aún la mirada de dolor y agonía de sus últimos momentos pareciendo que la habían hecho sufrir esa tortura conciente; sus tobillos estaban amarrados a las patas de la silla y sus muñecas de los brazos del asiento pero en su frente yacía una nota pegada a penas con cinta adhesiva.

Tragó saliva, volviendo por momentos en sí al escuchar el llanto ahogado de su hermano a sus espaldas y del cual se había olvidado por momentos, giró a verlo, ganas no le faltaban de llorar junto a él sentado en las escaleras pero no podía darse ese lujo; sentía todo su estómago revuelto presintiendo que el vómito vendría muy pronto, un dolor de cabeza se había hecho presente y el olor a putrefacción apenas empezaba a sentirlo.

Por impulso cerró la puerta y permaneció quieto dándole la espalda a la puerta y a aquella mujer fuera de su hogar, respiró profundo sintiendo arcadas al hacerlo, caminó con poca inestabilidad en sus piernas hacia donde estaba su hermano y a como pudo lo guío hasta su habitación en el segundo piso, se lamentaba que él hubiera visto eso pero ahora no podía hacer mucho.

Pensaba hablarle a la policía y los forenses de una vez pero le intrigaba la carta, no quería ver de nuevo la imagen de aquella mujer nuevamente pero por algo estaba fuera de su casa, respiró y se mentalizo preparado para lo que estaría a punto de ver, tenía miedo a pesar de saber que no tenía que pasarle nada malo, sus piernas temblaban con cada paso que daba y sus manos no se estaban quietas, su respiración era irregular y el tono blanco en su piel solo demostraba que aunque fuera detective, tenía nula experiencia en esos casos. 

Abrió la puerta muy a su pesar, la calle oscura, ausente de vecinos y apenas un farol iluminando la acera no mejoraba nada, salió de su casa volviendo a cerrar por si su hermano bajaba no tendría que volver a ver eso, conforme avanzaba sentía sus pantunflas humedecerse, se negaba a ver el suelo teniendo la clara suposición de a qué se debía la humedad.

Intentaba desviar la vista pero era imposible, la curiosidad lo mataba y el olor le gritaba que observará a lo que se estaba acercando, pudo jurar sentir la calidez de una lágrima bajar por su mejilla al estar a centímetros de ella, ver con detalle cada parte que conformaba el cuerpo humano como los pulmones, corazón, hígado, intestino delgado y grueso, estómago, etc. Aunque era natural, el y su cuerpo lo rechazaban, tuvo que verla muy a su pesar para conseguir la nota en su frente, sus ojos no se despegaban de los ojos totalmente negros de June, de sus labios morados y agrietados que junto a su nariz seguían sangrando, de su cabello rapado de mala gana cuando anteriormente lo tenia de un envidiable largo.

Tan rápido como tomó la nota regresó a su casa, tirando a mitad de patio las pantunflas llenas de sangre para no tener que ensuciar y ver lo oscuro de aquel líquido dentro de su hogar, entro y volvió a cerrar la puerta, se recargó de la misma y junto la nota en su pecho, estaba entrando en pánico, sentía el aire faltarle, la vista fallarle y su voz no lograba salir ni siquiera para emitir un ligero sonido de dolor.

Sacó su celular y marcó al número de emergencia cuando pudo sostener cosas más pesadas que jna hoja con sus manos, aunque su voz se escuchaba mal pido describir la situación y en el menor tiempo posible ya estaba toda la policía y los forenses en su casa.

Hyoga y sus compañeros habían llegado, antes de que todos llegan guardo la carta que leería cuando pudiera tranquilizarse más, mientras Shion y los forenses analizaban todo afuera, Ikki se mantenía con sus compañeros en la cocina, él estaba de pie a pesar de que le recomendaban que tomara asiento.

Nachi le preparaba un té de tila para calmar su nerviosismo y ansiedad mientras Geki, Ban y Hyoga intentaban interrogarlo pero siendo cuidadosos con sus comentarios al solo ver que tan mal estaba su compañero.

A determinada hora de aquella pesada noche, recordó que había dejado a su hermano en la habitación y que en todo ese tiempo no había subido a verlo, se disculpó con todos y subió inmediatamente y casi corriendo al segundo piso, entró a la habitación con bastante calma solo para no alterar a su hermano que estaba sentado en un sillón en una esquina, con sus piernas pegadas a su pecho y sus manos cubriendo sus orejas de todo el ruido que se hacia abajo, cerró lentamente la puerta y encendió una luz de noche que había en el buró al lado de la cama pero de lado contrario a dónde se encontraba el joven.

Se acercó con calma a él, sentandose a su lado pero en la cama, Shun lo observó aún con miedo sin despegar sus manos de sus orejas, continuaba llorando y su cuerpo temblando y agitado pero se notaba cansado, el chico de quince bajó del sillón y se acercó a Ikki quien esté recibió al menor en un abrazo para calmarlo y darle confort por lo que acababa de ocurrir.

Ambos se tranquilizaron sin tener que esforzarse por hablar o hacer cualquier otra cosa, solo con el abrazo bastó para calmarse mutuamente. Al ser tarde, Shun ni siquiera notó cuando sus lágrimas lo habían agotado demasiado como para haberse dormido sin querer junto a su hermano y el mayor seguía en shock sin saber que el menor se había quedado dormido sobre él, aprovechando la luz de noche, Shun sin prestarle atención y toda la policía debajo, sacó la nota que había llevado June en la frente, estaba totalmente limpia y eso fue lo único que agradeció.

Al leerla, un temor enorme se apoderó de él, abrazo inconcientemente a su hermano con un poco más de fuerza para juntarlo mas a su cuerpo en busca de él aliviar su miedo e incertidumbre que estaba presenciado en esos momentos por aquella nota que descontroló toda su noche.

"Solo tenías un trabajo y lo hiciste mal. Que esto te sirva como advertencia que el siguiente puede que seas tú o tu hermano"

¿La nota iba dirigida a él? Probablemente, ¿Quién lo había descubierto o que había hecho mal como para que lo hubieran visto?, Por el momento nada de eso le importaba a pesar de tener gran peso en el problema, lo único que le interesaba y que velaría por la seguridad día y noche, todos los días del año y a cada hora, era por la seguridad de la persona que tenía en brazos en ese momento, de ahí en fuera, mataría a quien se atreviera dañarlo por qué él podría estar mal no solo física sino mentalmente pero no dejaría que nadie se atreviera a hacerle daño a lo último que le quedaba de familia.

Y eso significaba que no a muchos o más bien a nadie podría mostrarle esa carta a pesar de ser evidencia para el caso que estaba llevando al tener una estrecha relación entre ambas situaciones...

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Notas del autor:

Bueno si se preguntan el por que publique está parte si había dicho que dentro de 15 días lo haría... Bueno... Ayer por la noche publique accidentalmente un capítulo y lo borré inmediatamente y para disculparme quise actualizar hoy 😅

Aclaro en esta parte (se que debí de hacerlo al principio pero se me olvidó xD) que está historia no tiene nada de yaoi, el "chiste" que puse al principio fue solo humor y realmente no tiene relevancia para el desarrollo de la historia.

Aparte de que esté relato puede contener temas fuertes como el asesinato, la violación y el secuestro y bueno ... Perdón por no decirlo antes 😅

Gracias por leer 💙

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