15 de Agosto
Ikki no podía despegar la vista de la imagen que sostenía en sus manos, lo que se podía notar es que Shun no se había dado cuenta de que había sido fotografiado ya que estaba seguro que de haberse dado cuenta no se hubiera mostrado tan tranquilo. Maldijo entre dientes a Esmeralda y guardó la imagen dentro de su saco, sentía que la sangre le hervía y solo quería estar frente a la rubia para reclamarle pero no debía de alterarse ya que podría ser peligroso; Aunque ya había encontrado una foto de su hermano sabía muy en el fondo que esa no podía ser la única, siguió rebuscando en la caja intentando encontrar alguna otra imagen.
Tan solo de pensar que Esmeralda poseía fotos de su hermano, más allá de sentir un profundo enojo se sentía preocupado, miles de pensamiento cursaban su mente mientras seguía sacando recibos y más recibos de la caja; no quería pensar demasiado en ello pero no podía evitarlo, su mente jugaba con él obligándolo a imaginar diversos escenarios donde su hermano y esa tipa estaban involucrados... Llegó a un punto donde no pudo seguir buscando, un sentimiento de opresión en su pecho le indicaba que se detuviera y que fuera inmediatamente a su casa, era imposible que Esmeralda estuviera ahí pero no quería correr riesgo.
Guardó todo tal como lo había encontrado y salió inmediatamente de la casa, estaba alterado y apresurado por querer llegar a su hogar que ni siquiera le importó si alguien lo veía salir, subió a su auto quitando la cámara para luego ponerse el cinturón de seguridad y conducir en tercera velocidad hasta su hogar ante el temor que se albergaba dentro de él por creer que algo le había pasado a Shun en su ausencia sin embargo al llegar encontró la casa en completa oscuridad.
Bajó del auto sin siquiera apagar las luces o cerrar la puerta, abrió la puerta de su casa y todo estaba oscuro, no había rastro de Shun en la casa... Sintió su corazón palpitar con fuerza y su respiración cortarse cuando su mente estaba procesando lo que sus ojos veían, su hermano no estaba en casa, corrió escaleras arriba exclamando el nombre de su hermano sin obtener algún tipo de respuesta, abrió de golpe las puertas de cada habitación pero no estaba él... No había nada.
Se quedó a mitad de pasillo del segundo piso con su respiración latiendo al mil por hora, llevó ambas manos a su cabeza y sujetó con fuerza su cabello, ni siquiera se daba cuenta de que sus piernas temblaban y de lo pálido que se encontraba, cerró sus ojos un momento intentando controlarse para poder pensar con claridad pero por más que intentaba no podía pensar nada. Se enojó consigo mismo al no poder actuar con claridad, empezó a maldecirse a modo de desahogo ante la impotencia y la angustia del momento, bajó las escaleras dispuesto a ir de nuevo a la policía a levantar un acta a pesar de que sabía que debían pasar por lo menos 48 hrs. Para reportar a alguien como desaparecido pero la ley no le importaba en ese momento, lo único que quería era tener a Shun a su lado.
No fue necesario asistir a la policía ya que al estar a mitad de escalera vió a Shun entrar a la casa, en el momento en que lo vió sintió su alma volver a su cuerpo a la vez que sentía una profunda tranquilidad al ver a su hermano frente a él; bajó inmediatamente las escaleras para acercarse a abrazarlo, había tenido un horrible susto al presentir que algo malo le había ocurrido, al sentir a su hermano al rededor de sus brazos volvió a sentir calma y un poco de paz, su respiración seguía agitada por el momento que le había hecho pasar pero agradecía que nada malo hubiera ocurrido.
—¿Todo bien?— preguntó Shun correspondiendo al abrazo al percatarse de lo alterado que Ikki se encontraba
—¿Dónde estabas?, ¿Por qué dejaste las luces apagadas?— cuestionó dejando el abrazo un momento pero dedicándose después a examinar solo con su vista a su hermano para determinar si estaba lastimado
—Estaba con Pandora y la psicóloga... Te lo dije por mensaje —respondió— Y tu siempre me dices que deje las luces apagadas.
Ikki sacó su celular de su saco para confirmar lo que su hermano contaba para encontrar que Shun tenía razón solo que su teléfono no le había notificado el mensaje al ponerlo en silencio. Él volvió a guardar su celular, prendió la luz de la sala e indico a Shun que permaneciera dentro de la casa en lo que él apagaba las luces del carro y cerraba la puerta del conductor que había dejado abierta, regresó en menos de lo esperado cerrando la puerta detrás de él con llave, seguía un poco paranoico ante todo lo que había pasado en tan poco tiempo.
No quiso decir nada a Shun sobre su estado, solo se limitó a decir que estaba alterado por algo que había visto en su trabajo y con esa mentira intentó evadir las posibles preguntas de su hermano pero aún así, para despejar su mente quiso ser él quien hiciera la cena... De algún modo, saber que su hermano estuviera en su cuarto o por lo menos en la sala le tranquilizaba solo un poco. Mientras cocinaba el sentimiento de angustia prevalecía a pesar de saber que Shun estaba con él, su intuición no debía de estar fallando, algo pasaba que desconocía pero ahora por las cosas que había visto con Esmeralda su preocupación se había disipado, mientras cortaba algunas verduras llegó a cortarse un poco con el filo del cuchillo, dejó un momento lo que estaba haciendo para tomar un curitas... Seguía impaciente y alterado, ya no era capaz de controlar este sentimiento ni siquiera porque observaba a su hermano en la sala, suspiró pensando en que hacer para controlar tanto sus pensamientos como sus impulsos al querer parar todo e ir a investigar el origen y porque de la foto de Esmeralda.
Suspiro volviendo en sí cuando su hermano lo menciono, Shun parecía preocupado por él pero no quería que su hermano se sintiera así, terminó de preparar la cena y a pesar de que Shun conversara con él simplemente no podía prestar la suficiente atención como para establecer una platica normal con su hermano.
Finalmente llegó la hora de dormir, Shun fue a su cuarto pero Ikki se mantuvo despierto un rato en el suyo, pensando y analizando todos los posibles panoramas para crear una relación entre Esmeralda y su hermano sin embargo sabía muy poco, según él, Shun había conocido a Esmeralda aquella vez que lo llevó a su trabajo durante la noche pero su comportamiento al verla parecía como si se hubieran conocido desde hace tiempo. Respiró hondo intentando relajarse, era tarde pero no tenía sueño, colocó la foto de su hermano en la pizarra y ahí mismo y con la poca iluminación que había contempló la imagen de la chica castaña... Eso le generaba intriga, tragó saliva y tomó la foto de la chica para compararla una vez más con Shun, no podía ser posible que ella fuera su hermano... Además de que había escuchado a Shun decirle que no era él pero que tango podía creerle, su hermano era buen chico pero también le mentía y ocultaba cosas.
Pasó toda la noche en vela revisando inclusive entre sus archivos e internet alguna señal o alguna pista siempre sintiendo su corazón palpitar queriendo salirse de su pecho, su investigación se interrumpió cuando su despertador sonó causando una reacción negativa en él; apagó el despertador y fue a bañarse y a vestirse, bajó a la sala a preparar el desayuno pensando en que era el mejor momento para hablar con Shaka ya que el maestro había querido hablar con él pero simplemente no había respondido a su petición.
Shun bajó las escaleras vistiendo su uniforme pero inmediatamente bajó al primer piso fue recibido por un abrazo de Ikki, no le incomodaba de momento pero le parecía raro su comportamiento desde la noche... Se mantuvo callado hasta que decidió por cuenta propia parar el abrazo argumentando que si continuaban llegarían tarde tanto al trabajo como a la escuela.
El detective parecía afligido solo que negaba ese sentimiento, por dentro parecía estar Inclusive como de luto, no podía ver a Shun por mucho tiempo sin sentir como su pecho se oprimía y su cuerpo se erizaba... Mismo sentimiento que tenía al recordar a su padre; comieron el desayuno en silencio hasta que dió la hora de partir, subieron al auto y fueron directamente a la escuela pero al llegar Ikki apagó el motor y subió las ventanillas que estaban abajo, bajó del auto junto a su hermano y caminó junto a Shun hasta la entrada.
—¿Qué haces?— cuestionó Shun al observar a Ikki avanzar de su lado
—Tengo que resolver algo, tu solo concéntrate en llegar a tu salón.— respondió con mayor seriedad pensando en lo que posiblemente Shaka podría decirle yendo desde simplemente una llamada de atención por alguna nota baja o a algo peor...
Shun se notó preocupado pero por mucho que intento convencer a Ikki de que no era necesario hablar no pudo conseguir que esté se fuera, resignado tuvo que entrar a su salón mientras observaba desde el marco de la puerta como su hermano avanzaba hasta la sala de maestros sin embargo no pudo ver más allá debido al toque de inicio de clases.
El detective entro al salón cuando se le fue permitido, al ingresar algunos maestros dentro empezaban a levantarse para comenzar a impartir clases sin embargo Shaka se encontraba libre a esa hora, solo sentado en una esquina frente a su computadora con una taza de té y un envase con ensalada; Ikki llegó a sentirse algo mal de tener que interrumpir su desayuno sin embargo no podía irse ahora que estaba ahí y menos por una cosa sin sentido como esa, se acercó hasta el escritorio solicitando hablar con él un momento, Shaka levantó la mirada un momento de su computador y al ver a Ikki alzó solo una ceja.
—Algo que apreció es la puntualidad y usted viene retrasado dos semanas...— mencionó mientras suspendía su computadora un momento
—Estaba trabajando, no tengo porque darle explicaciones de hecho —Dijo con algo de molestía mientras tomaba asiento en la silla al lado de él— Solo quiero aclarar unas dudas, usted es el maestro titular del salón de mi hermano
—Entiendo lo que quiere decir no hace falta que explique de más —respondió— El asunto son solo suposiciones, he intentado dialogar con él, aplicar algunas pruebas, eh estado observandolo e incluso hablé tanto con la psicóloga como con la directora sin embargo sin la cooperación tanto de su hermano, como de usted y el resto de maestros no puedo dar una afirmación total aún.
—¿Y qué es lo que supone entonces?— Dijo Ikki algo estresado
—El tema es serio y aunque Shun no ha dicho nada directamente intuyó por mi experiencia como maestro que pasó por cierto evento que lo dejó “marcado” —respondió tomando ciertas limitaciones para no decirlo tan bruscamente— No quiero comentarlo tal cual pero espero que entienda mi mensaje
Ikki se recargó del respaldo de la silla, su malestar e incomodidad se reflejaba en su mirada y su expresión, permaneció un momento sin decir algo pareciendo que estaba todavía procesando la información intentado “unir puntos” en su mente intentando crear una conexión entre eventos pasados como para determinar si darle la razón o no a Shaka, sin embargo se rehusaba totalmente a creer en ello, no podía ni siquiera imaginarlo y aunque había ido ahí precisamente buscando respuestas a esa interrogante no esperaba encontrar una respuesta afirmativa.
—Lo que está diciendo es serio, ¿Tiene pruebas de lo que dice?—
Cuestionó molesto cambiando el tono de su voz a uno un tanto más agresivo, Shaka ni siquiera se inmutó por el como ahora Ikki se dirigía a él y solo se empeñó a volver a encender la computadora para dirigirse a documentos donde se guardaban las grabaciones de las cámaras de seguridad de la escuela, cuando encontró la carpeta con los videos que él mismo había guardado giró la pantalla de la computadora para que Ikki observara.
El detective vió aproximadamente diez clips de video almacenados en la carpeta en el computador donde él protagonista era su hermano, sus pupilas se dilataron con tan solo ver las miniaturas de los vídeo, aunque la imagen se veía algo borrosa a causa de quizá la mala calidad de las cámaras era más que claro el contexto que el maestro le quería hacer ver... Con tan solo ver la primera imagen del primer video tenía suficiente como para confirmar sus dudas pero en vez de aceptar el hecho de que a lo mejor su hermano había sido una víctima de abuso no solo escolar sino de algo más grave seguía negándolo.
Se levantó de inmediato de su asiento rechazando ver tan siquiera unos cuantos minutos de video pero en el fondo él mismo se hacía la pregunta ¿Por qué simplemente seguía negándolo?, Sus sospechas habían empezado desde antes pero siempre intentó evadirlas... A lo mejor el acto se había dado frente a sus ojos y ni siquiera se había percatado, ¿Qué le molestaba más?, ¿Su orgullo al no poder saber que su hermano había sido violentado aún siendo él un detective que laboraba para la policía o que el problema parecía más grave de lo que pudo haber imaginado?.
Suspiro para poder controlarse a sí mismo, por más que el maestro le hablaba intentando hacer que viera un fragmento de las grabaciones, él simplemente no quería saber nada de eso, miles de sentimientos y pensamientos se reunían en su mente que le era imposible pensar en algo con claridad. Ni siquiera se percató de su cuerpo temblando cuando se dirigió hacía la puerta de salida ignorando nuevamente la evidencia y volviendo a evadir el problema pero no lo hacía porque no quisiera ayudar o empatizar sino porque le costaba comprender y asimilar toda la información que se le había presentado de golpe y la que ya conocía pero que no había tomado con la importancia suficiente.
Al salir del salón se tomó un pequeño momento para respirar y tranquilizarse, se recargo de la pared y llevó ambas manos a su cabello aunque terminara despeinado por esta acción, cerró un momento sus ojos y se centró en sus pensamientos un momento a pesar de costarle un poco tener algo de cordura; respiró profundamente llegando solo a escuchar en su momento de meditación su corazón latir en conjunto de su respiración pausada, tenía que pensar seriamente el problema y comprenderlo antes de actuar... ¿Qué comportamientos anormales había tenido su hermano y cuándo habían iniciado?, Pensaba recordando días más no fechas concisas sin embargo continúo intentando hacer un conteo regresivo pasando día tras día, uniendo eventos y momentos donde él había estado presente... Hasta que llegó a la fecha donde él intuía que pudo haber ocurrido algo, el día 16 de Abril.
¿Pero que había ocurrido precisamente ese día que lo hacía diferente al resto?... O ¿Por qué debería de creerle a un simple maestro con grabaciones deficientes que podrían mostrar a algún estudiante parecido físicamente a su hermano?
Obstinado dejó todo de lado, era imposible que su pequeño hermano estuviera siendo víctima de algo tan horrible, era improbable... Shun le hubiera dicho... Shun se lo hubiera contado. Recuperó solo un poco de su ánimo y se dirigió de inmediato a la salida al ya ir tarde al trabajo sin embargo lo que no recordaba era eso mismo, el trabajo, tenía que rendir cuentas sobre que había entrado a la casa de Esmeralda sin autorización ya que no planeaba dejar impune el evidente delito de ella solo que se encontraría atenido a la penalización que le darían por haber entrado a propiedad privada sin autorización.
Entró a su auto y encendió el motor, condujo hasta la oficina sintiendo un vacío dentro de él probablemente causado por tema de Shun que en esos momentos prefería ignorar pero que ahora le parecía imposible hacerlo, por momentos tenía que limpiar su rostro húmedo o detener el auto ya que de otra forma y por ir pensando de más podría accidentarse, se estacionó un momento en una esquina recargando su espalda en el respaldo mientras sujetaba con fuerza el volante con sus manos y su vista permanecía centrada en el suelo pero a diferencia de su expresión de tristeza y miedo hace un momento ahora tenía una que solo reflejaba lo molesto que estaba, ni siquiera quería limpiar ya sus lágrimas solo pensaba en su mente un panorama donde los posibles atacantes que aún no conocía pasaban por una situación igual o peor a la de su hermano y pensar en eso le generaba cierta tranquilidad pero para poder recobrar su paz necesitaba ver con sus propios ojos al o los atacantes agonizar en el suelo y suplicar piedad...
Volvió en sí al oír la alarma en su reloj de mano, apagó la alarma y retomo su camino agradeciendo infinitamente el no ver a Esmeralda al entrar ya que de haberlo hecho no le importaría el que fuera su amiga, él dejaría caer todo el peso de la ley contra ella (y quizá pagaría a Aldebaran para cobrar un poco de justicia por la imagen de su hermano que había encontrado ya que sabía que Esmeralda tenía que ver con lo que le ocurría a Shun) sin embargo todo eran solo pensamientos de Ikki, Esmeralda no estaba ahí.
Avanzó hasta su oficina donde seguramente ya estaban todos y efectivamente no se equivocó solo que se sorprendió al ver a Docko dentro de la oficina también, no esperaba verlo tan rápido en la oficina y menos en ese día cuando tendría que revelar lo que había hecho (aún tenía la opción de no comentar nada pero eso lo perjudicaría tanto a la investigación y a su hermano), entró y dejo sus cosas en la mesa para luego sacar las fotos que había conseguido (sin contar la de su hermano) y las puso sobre la mesa para que todos pudieran verlas, todos parecieron sorprendidos al verlas, miraron con atención cada imagen y como era de esperarse cuestionaron el como las obtuvo e Ikki tuvo que responder.
—¿Y quién te dió la autorización para entrar a la casa de esa chica?— Reclamó Docko notandose de cierto modo molesto por la imprudencia que el empleado de Shion había hecho
—No podíamos esperar demasiado para entrar a su casa, comparado con sus crimenes, el entrar a su hogar no es nada... —Refutó no queriendo alterarse también— Con las imágenes y con lo que documenté es más que suficiente como para actuar según la ley
—Podrían no estar relacionados los casos— Dijo Shiryu mientras veía las imágenes
—¿Qué estás diciendo?— contestó Ikki un poco ofendido ante el comentario de Shiryu
—Te adelantaste en el plan... Sin embargo gracias a eso podemos continuar con la segunda fase— Sugirió Hyoga
—¿Continuar con la segunda fase del plan?, No hay razón como para continuar con ello— respondió Ikki pero Docko lo calló
—Hay que continuar —dijo Docko girando a ver a Ikki para luego volver a centrar su vista en Hyoga— ¿Sabes si Shion ya tiene a la actriz?
—No lo sé pero lo más probable es que ya la halla conseguido—
Docko planifico en compañía de los demás el próximo plan a realizar a pesar de que Ikki no quería llevarlo a cabo, sentía que era innecesario al tener prueba más que suficiente en las imágenes, las hojas arrancadas del álbum, los recibos de pago y demás cosas encontradas en la casa pero los demás seguían insistiendo en que se debía de realizar para poder captarla en video.
El plan se elaboró para realizarlo el sábado, Hilda debía de hablar con Esmeralda para quedar en agendar ese día para que la rubia cuidara de su “pequeña hermana”, se contrataría a la actriz para que sirviera de señuelo, todo estaba listo para llevarse a cabo solo hacía falta hablar de cosas de menor importancia pero la base de todo el plan estaba lista; al momento de dar la hora de la comida cada quien salió a comer sin embargo Ikki tuvo que quedarse a “dialogar” con Docko sobre su imprudencia aunque todos sabían que terminarían insultandose mutuamente.
Hilda salió del edificio, checó su billetera viendo que su hermana le había quitado su tarjeta del banco, suspiro un poco no queriendo decir una mala palabra, se relajó y simplemente intentó visitar un lugar donde aceptarán dinero en efectivo y para su suerte no tardó tanto en poder encontrarlo; era una pequeña cafetería con un lindo aspecto, había pocas personas y el servicio se veía que era bueno, tomó asiento en una mesa al fondo y esperó a que le trajeran la carta.
Leyó con detenimiento cada opción que había pensando si sería mejor toma algo frío o caliente sin embargo no pudo concentrarse como quería cuando escuchó el sonido de la pequeña campanita sobre la puerta sonar, alguien había entrado, levantó la vista por encima del menú viendo a una chica quizá aún menor de edad, vestía totalmente de blanco, desde sus zapatos hasta su pequeño moño detrás de su cabello castaño; le llamó la atención verla ya que incluso su piel parecía de porcelana sin embargo a pesar de las apariencias podía notar que estaba algo preocupada por el semblante afligido que expresaba.
Su desayuno de vió interrumpido, simplemente ordenó un simple café con un trozo de pastel de zanahoria para poder permanecer un rato en ese lugar, siguió con la mirada a la chica quien tomó asiento afortunadamente solo unas mesas delante de ella en la esquina paralela y para su grata sorpresa vió en cuestión de minutos llegar a Titán también al local. No pudo evitar sonreir en forma de logró personal, algo pasaba y quería saber de que trataba, deslumbro el momento exacto donde el hombre se sentó frente a la chica en aquella mesa esquinada para después saludarse.
La chica sacó de su bolsa un celular que dejó en la mesa, por la distancia Hilda desconocía de que estaban hablando sin embargo aún así podía escuchar un poco de la conversación aunque le parecía raro que la chica no pronunciaba palabra alguna y no mostraba ninguna otra emoción.
—¿Esta ahí?—
Preguntó Titán mirando el celular a mitad de la mesa, la chica asintió una única vez y el hombre solo acercó su mano hacía el teléfono pero aún con duda, mientras más se acercaba su mano más temblaba, no pudo terminar por sostener el celular al acabar arrepintiendose.
—Es difícil... Más si sigues así, ¿Qué pasó con el anillo?, ¿Lo entregaste a la policía?—
La chica negó viendo cierto enojo en Titán que inclusive Hilda llegó a percibir al notar como se había enterado un poco en su asiento; Titán soltó una pequeña risa, por medio del anillo se podía determinar el posible culpable y esa chica no lo había entregado tal como le había dicho... Se relajó solo porque sabía que estaba tratando con un menor de edad.
—¿Por qué sigues así?, Creí que todo había quedado claro la última vez... —argumentó refiriéndose a qué la joven no quería hablar directamente con él sino que prefería seguir escribiendo en servilletas— De igual forma no es un problema tan grave... Solo que sigo algo intrigado...
La chica suspiro sin comer nada por el momento sin embargo luego acercó nuevamente el celular hacía Titán con la intensión de que lo tomara, el hombre vió la acción dudando bastante si debía hacerlo o no pero se armó del poco valor que le quedaba y respiró profundamente antes de tomar el celular y revisar el contenido. La joven le dio unos audífonos que él conectó al teléfono y posteriormente utilizó para ver los vídeos, vió unos pocos minutos notandose su desagrado, repudio y rechazo desde el primer minuto: Titán talló el puente de su nariz y mordió sus labios sin poder despegar su vista de la pantalla pero todo tenía un límite y él lo había alcanzado con solo tres minutos de estar viendo el vídeo.
Se quitó los audífonos, pauso el vídeo y puso el celular boca abajo mientras tallaba su cien con ambas manos en un gesto de intentar encontrar paz ante lo que acababa de presenciar; La chica por otro lado permanecía viéndolo directamente pareciendo que esperaba una respuesta por parte del hombre sin embargo sus pupilas estaban dilatadas y su respiración era agitada pareciendo que estos rasgos en ella formará la impresión que estaba asustada. El empresario la observó después de un rato e inmediatamente negó volviendo a entregarle el celular al no querer ver más.
—Es suficiente, te creo, no hace falta que vea más para que pueda confiar en ti... —respondió sintiendo náuseas y totalmente arrepentido de haber pedido a la joven que le mostrará el vídeo donde ella era “maltratada” ya que antes no creía que ella estuviera dispuesta a ayudarlo— ....¿Qué tantos videos tienes?
La joven agachó un momento su mirada apreciandose su tristeza en ese mismo instante, tomó una servilleta y un lapicero y escribió:
“Solo tengo los más importantes”
—Y el de Palas... ¿Lo tienes?— cuestionó con duda implorando que la respuesta fuera negativa pero sus esperanzas se fueron y su corazón dolió cuando vió asentir a la joven
“Te mostré lo que querías... ¿Vas a ayudarme o no?”
Preguntó escribiendo en la servilleta, Titán al leerla solo suspiró pensando únicamente y sobre todas las cosas en su hija, estaba a punto de negarse al creer que se estaría poniendo en un eminente riesgo al aceptar ayudar a la joven pero la chica notó de inmediato que no tenía intenciones de ayudarlo por lo que de una vez optó por mostrarle las carpetas que llevaba con ella en su mochila.
La joven colocó sobre la mesa tres carpetas y una USB, abrió la primera carpeta mostrando la información esquematizada de una joven de 13 años donde aparecían todos sus datos personales, una foto de la joven en cuestión y la fecha de ese día.
“Ella será recogida después de su entrenamiento de tenis a las siete de la tarde”
Escribió la castaña y Titán no pudo articular palabra cuando no solo leyó sino vio a su vez el informe de la chica, su piel se erizo y pareció temblar cuando se enteró de la situación que estaba próximo a ocurrir; rápidamente posó su mirada sobre la de la joven castaña frente a él.
—¿Qué significa esto?—
“Ella será enviada a ‘Sodoma’ hasta esperar que alguien la compré... Sino es que ya fue comprara”
Escribió la castaña causando que Titán se quedara en shock por lo que había leído, el hombre negó inmediatamente ante los hechos que se presentaban y en lo que ahora él estaba involucrado; con miedo quitó la hoja de esa chica para ver la siguiente pero inmediatamente tomó el informe en sus manos y leyó de quién se trataba sus pupilas se dilataron sintiendo un espantoso escalofrío que recorrió todo su cuerpo, miró inmediatamente a la chica con su mirada temblorosa.
—¿Eres el siguiente?—
Susurró alarmado y aunque la joven no respondió al momento se pudo notar con simplicidad que la respuesta era un simple sí ya que aunque intentará verse fuerte ante la situación la verdad es que como a cualquier persona eso le aterraba ya que ella ya tenía un comprador esperándola.
“Voy a irme el 15 de Agosto”
Escribió y Titán volvió a negar dejando la hoja boca abajo para no mostrar lo que decía para que la joven no se sintiera mal de verse a si misma en la imagen en donde se encontraba recostada y dormida a causa de la droga suministrada antes, con el mismo vestido blanco que en ese momento estaba usando en la cama donde fue abusada.
—Eso es la próxima semana, no puedes irte... —dijo— ...Tu sabes sobre esto, ¿No puedes simplemente esconderte?
La muchacha negó reflejándose el dolor en su mirada al momento de hacerlo, “No puedo hacerlo, hay gente por todo Tokio que me buscaría y sería peor”, escribió para después volver a tomar una servilleta y volver a escribir otra cosa sin embargo antes de eso tomó el siguiente informe sobre la próxima víctima.
Titán inmediatamente ardió en furia y preocupación aunque en verdad no sabía cómo reaccionar o que hacer cuando vio a su hija en la foto del informe anunciando que irían por ella el día “15 de Octubre”, el hombre tomó el informe e intentó ponerse de pie pero la castaña lo tomó fuertemente de la muñeca para impedir que se fuera con esa información, Titán quería evitar que algo malo le ocurriera a Palas pero la chica ya tenía un plan estructurado e invitando a volver a tomar asiento a Titán le explicó de que trataba pero sobre todo de cada una de las carpetas.
Cada carpeta tenia un aproximado de treinta hojas dentro donde cada hoja venían datos detallados de las víctimas que serían “recogidas”, la primera carpeta mostraba los informes de aquellos que se irían del mes de Agosto-Octubre, la segunda del periodo de Noviembre-Diciembre y la tercera del periodo de Enero-Febrero pero la cuestión importante venía en la primera carpeta ya que se omitía por completo el mes de Septiembre y esto tenía una razón; Los altos mandos tenían planeado “traicionar” a uno de sus empleados obligándolo indirectamente a delatarse al incitarlo a cometer el secuestro que se llevaría a cabo el día 15 de Agosto, una vez agarrado el criminal y al paso de un mes donde no se presentará algún reporte de personas desaparecidas los cargos recaerían en él empleado en cuestión lo que les brindaría la oportunidad a los Altos mandos de continuar su trabajo pero cambiando el modus operandi a uno más discreto del que ya tenían.
Sin embargo la que se encargaba de compartir la información filtrada con los policías, contactar a las víctimas, reunir información para almacenarla en la USB (misma que se encontraba en el centro de la mesa a un lado de las carpetas) era ella pero tendría que irse el día 15 de ese mes ocasionando que él trabajo por el que estaba luchando se detuviera y eventualmente fuera cancelado pero la joven tenía todo resuelto, había podido contactar con algunas víctimas que trabajaban fuera de Sodoma y que vivían ahora en Tokio para distribuirles ahora a ellos el trabajo, cada quien tenía un poco de información que sería compartida en determinadas fechas puestas por ella misma con anticipación con la policía.
El objetivo era sencillo pero a la vez complicado, la idea era poder actuar a partir del día 16 de Agosto hasta el último día de Septiembre para capturar a los responsables y presentarlos ante la justifica priorizando la vida de la víctima del primero de Octubre (que se trataba de Palas) y poniendo como objetivo ponerla a salvo a toda costa. Se estaría trabajando y dispersando información a lo largo de septiembre pero sin dar todo de golpe ya que ambas partes (los policías y las víctimas o aliados) correrían un grave peligro en caso de hacerlo... La castaña una vez que entre a Sodoma quedaría incomunicada ya que el lugar donde se ubica no cuenta con señal y el único sitio donde a veces suele haber es directamente en la oficina de los altos mandos por lo que ahora el cargo sería cedido a Titán al ser él único adulto que podía de verdad empatizar con la situación ya que sería su hija la próxima en ser llevada en caso de fallar.
La joven explicó limpiando sus lágrimas por momentos y teniendo que escribir el mismo mensaje incontables veces ya que si no estaba mojando la servilleta con sus lágrimas, su pulso tembloroso le impedía continuar escribiendo; Titán notaba lo asustada que se encontraba aunque su expresión seguía neutra, podía verla batallar por bajar su tensión y ansiedad a la vez que notaba como sus lágrimas brotaban de sus ojos, imaginando un por un momento y de manera inconciente que la castaña podría tratarse incluso de su hija intentó consolarla y mostrarle su apoyo tomándola de la mano impidiendo que siguiera escribiendo pero no pensó en lo que hacía, solo quería ayudarla y demostrarle que estaba ahí para apoyarla pero la joven ya no era consiente de si en ese momento.
La chica retiró inmediatamente su mano y abofeteó a Titán mientras observaba con sus ojos rencorosos pero húmedos, su cuerpo temblando y frío, su corazón agitado y su respiración rápida; todos en la cafetería observaron el momento (incluida Hilda), Titán no se quejó... No podía, simplemente suspiro pidiendo a la joven que respirara profundamente con él pero la castaña negó aún alterada. El empresario tomó las carpetas y la USB para guardarlas en su mochila, como solo habían pedido agua no tuvieron que pagar demasiado, el hombre ayudo a la chica a levantarse del asiento y como si nada hubiera ocurrido la llevó fuera de la cafetería.
Hilda al ver esto y con una mala impresión dejó el efectivo en la mesa y salió detrás de ellos, al salir los observó caminar a un callejón cercano, avanzó con cautela deteniendose en una esquina del callejón y ocupando una botella vacía de alcohol que había afortunadamente en el suelo como espejo para reflejar la situación que pasaba dentro. Con la poca visión que le daba la botella observó a la chica llorar y a Titán intentando consolarla, la joven se abrazaba a sí misma mientras permanecía con la mirada baja pero luego cambio la postura de sus brazos al llevar ambas manos a su boca para cubrirla, Hilda intuía que no quería dejar salir algún sollozo o algún sonido, el hombre parecía decirle algo pero no era capaz de escuchar que sin embargo observó como la abrazo; Permanecieron así un momento hasta que Titán la estaba llevando fuera del callejón, Hilda retrocedió para ir a su camioneta pero gracias a los espejos de los negocios podía observar a la pareja caminar metros detrás de ella.
Subió a su camioneta para disimular pero notó como ellos siguieron de largo, pensaba bajarse para poder seguirlos pero no hizo falta, a unos cuantos metros detrás de su camioneta ambos se detuvieron, intercambiaron palabras hasta que un taxi de aplicación llegó y la muchacha subió. Hilda vió la acción desde su espejo retrovisor, puso el auto en marcha cuando el taxi arranco ya que pensaba seguirlo para ver quién era la misteriosa chica ya que a pesar de no saber de que estaba hablando con Titán aún así pudo escuchar pequeños fragmentos de la conversación.
Siguió al taxi tomando ciertas distancias para no verse tan obvia pero después de un rato notaba que el camino era algo un poco alejado, finalmente y después de varios minutos llegaron a una casa de dos plantas, la chica bajó pero no sé dirigía a la casa como Hilda en un momento imaginó sino que la chica iba a la pequeña tienda a un lado. Aprovechó está oportunidad para bajarse de su camioneta y entrar también a la tienda pero cuando cruzó la puerta vio a la chica entrar a los baños del establecimiento.
Se acercó al baño ya que por dentro estaba dividido, a su derecha estaban los baños de mujeres y a la izquierda los baños de hombres; entró de inmediato al de mujeres donde solo había tres cubículos, tocó la primera puerta pero no recibió respuesta lo que indicaba que nadie estaba ocupandolo, tocó la segunda y nadie respondió... Finalmente llegó a la tercera y tocó la puerta más no recibió respuesta, sus cejas se levantaron un momento, se agachó un poco para ver debajo de la de los cubículos viendo si había alguien dentro o no pero para su sorpresa no había nada, todos estaban vacíos.
No pudo haberse equivocado, la chica había entrado al baño, ella misma la había visto entrar... Hilda estaba a punto de entrar en paranoia cuando una pregunta curso a su mente mientras permanecía dando vueltas por el baño... ¿Y si la chica castaña no era mujer?.
Salió de inmediato del baño de las mujeres pero justamente cuando salió vio a un muchacho salir del baño de los hombres, sus miradas se cruzaron cuando ambos se vieron frente a frente, el joven permaneció quiero un momento, su mirada solo estaba centrada en sus ojos reflejándose su miedo y su posible pánico, la respiración del chico incremento de sobre manera mientras cerraba sus puños a sus costados con fuerza. Hilda conocía al joven, dentro de ella se preocupó y aunque tenía la intención de ayudarlo parecía que el otro no estaba bien mentalmente en ese momento como para dialogar sin embargo quiso intentarlo, dió un simple paso adelante sin poder quitar también su vista del joven, el muchacho negó lentamente para luego retirar su vista de inmediato y salir fuera del baño, la psicóloga sintió su corazón latir con fuerza al verlo marcharse...
Él era esa joven castaña que estaba siguiendo pero no podía dejarse llevar por su intuición a pesar de que era obvio, entró al baño de hombre y sin ningún pudor o pensamiento de que alguien pudiera estar dentro abrió de una patada cada cubículo y como sospecho, los tres estaban vacíos; corrió entonces fuera del baño viendo ahora al joven salir de la tienda, lo siguió por detrás pero él ya sabía que lo estaba siguiendo por lo que empezó a correr... Hilda solo vió marcharse pero sin pensarlo mucho lo siguió por detrás de igual modo corriendo para que por lo menos él explicará algo sobre su relación misteriosa con Titán sin embargo tuvo que descartar su plan cuando su celular sonó, el rington era el que tenía para su trabajo por lo que tuvo que responder a pesar de esta viendo como el chico se seguía alejando perdiéndose entre la multitud.
—¿Qué pasó?— respondió Hilda con cierto tono molesto
—¿Dónde estás?— Dijo Hyoga al otro lado de la línea
—No puedo decirte, no conozco la calle... ¿Qué necesitas?, Aún estoy en mi descanso— reclamó molesta regresando a dónde había estacionado la camioneta
—¿Tu descanso?, Tu descanso terminó hace una hora, te necesitamos aquí.— respondió Hyoga sonando un tanto serio al responder.
Hilda revisó la hora y efectivamente Hyoga tenía razón, su descanso había terminado hacía ya un buen rato, ella misma se maldijo después de colgar pero en cambio había conseguido un poco de información que podría ser de utilidad ya que ocupando su rango en la policía podía pedir a la cafetería el acceso a las cámaras de seguridad...
La psicóloga había descartado por completo la oportunidad de seguir al joven pero no contaba con que el destino le dijera indirectamente que continuará con su trabajo al ver metros más adelante al chico caminando aún escondiéndose entre la gente; Hilda sonrió levemente al verlo desde dentro de su carro, pensaba seguirlo a pesar de que debía de irse de inmediato al trabajo.
Hilda condujo lentamente siguiendo con cautela al chico, avanzó más allá de lo que creyó hasta que llegó a una antigua calle privada pero que ahora era solo una calle normal, las casas se veían un tanto antiguas y las más actuales estaban al fondo. Al no pasar autos por ahí, ella tuvo que bajarse de su carro y permanecer en una esquina mientras veía al chico avanzar con una actitud más tranquila hasta la casa de dos plantas que estaba a dos cuadras de una tienda de conveniencia, la psicóloga tomó una foto para recordar la casa ya que pensaba visitarla al salir del trabajo.
Después de esa pequeña aventura regresó al trabajo esperando miles de regaños por parte de sus compañeros y superiores por haber faltado más de una hora a trabajar, al llegar todos conversaban sobre lo que Ikki había encontrado en la casa de Esmeralda mientras se comparaban las páginas encontradas con las del álbum que ellos poseían notando que las páginas que tenía Esmeralda eran de un color distinto al álbum que ellos tenían.
Se sabía que había tres álbumes y en el que tenía bajo resguardo la policía le hacían faltas páginas que habían sido arrancadas, nada decía que las hojas que Esmeralda tenia pertenecían a ese libro pero era una suposición ya que algunas páginas coincidían con el color del álbum. Hilda se reincorporó de inmediato al trabajo aprovechando que de momento nadie había mencionado nada sobre su ausencia sin embargo Ikki la miraba por momentos, como si quisiera decirle algo pero no sé atreviera a hacerlo, ella continúo hasta que tuvo que ir al lado del detective para mostrar el posible informe psicológico que había realizado en base en lo que hasta el momento sabía.
—¿No te percataste de la hora?— preguntó en un murmuró Ikki cuando tuvo la oportunidad de hacerlo en un pequeño espacio donde Docko discutía con los demás
—Mi reloj no sonó, perdí noción del tiempo —respondió al pensar que no era el momento como para comentar sobre la “chica castaña”— Además mi hermana se encontró con un problema, tenía que ayudarla
Hilda mintió arrepintiendose después al creer que Ikki no sería capaz de creer su mentira pero se sorprendió cuando el otro pareció comprender.
—No es usual en ti que llegues tarde... —Respondió centrando su vista en las carpetas sobre la mesa— ...La mayoría se preocupó.
—No tenían porque preocuparse—
Ikki soltó una ligera risa al escuchar la respuesta de Hilda —Tienes razón, no debíamos de.—
La conversación había finalizado para ambos, los dos en conjunto con los demás siguieron trabajando hasta que a las seis de la tarde tuvieron que retirarse al ser su horario de salida; todos se fueron luego de despedirse pero Docko no se marchó sino que fue a la oficina de Shion mientras que Hilda seguía en la oficina sin intenciones aún de ir a descansar.
La joven busco en los archivos físicos como digitales de la oficina algo que hablara sobre el muchacho que había visto salir del baño y que al parecer hacía cosplay (según ella) pero no encontró nada de información. Suspiro mientras se recargaba dejando caer todo su peso en el respaldo de la silla frente al computador, estiró tanto sus brazos como sus piernas a lo largo del asiento intentando pensar en algo que hacer ya que antes de ir a visitar al chico necesitaba información, necesitaba algo sobre que hablar o decir pero era como si la chica o el chico no existiera en los archivos.
Se levantó y tomó sus cosas, no quería apresurarse a ir de inmediato con el joven pero tampoco quería retrasar ese proceso por lo que no le quedó de otra más que ir; salió de la oficina para luego bajar las escaleras y encontrar a Esmeralda quien apenas estaba llegando, no quiso hablar con ella por la prisa que llevaba, solo se limitó para desearle buenas tardes pero aprovechando a su vez para observarla, llevaba un suéter blanco y un pantalón de mezclilla negro, además de llevar al rededor de su cuello un collar de perlas. Cuando salió del edificio y subió a su camioneta intentó recordar el recorrido a la casa del muchacho, tardó en memorizar las calles por las que había pasado hasta que finalmente pudo hallar ese recuerdo en lo más profundo de su mente que le indicaban las avenidas y rutas que debía seguir.
Después de un cierto tiempo finalmente había llegado a la privada, para que su auto no fuera reconocido por el muchacho lo estacionó lejos y dispuso a caminar hasta la casa pensando en todos los posibles panoramas, el muchacho no se veía como mayor de edad por lo cual era bastante probable que aún viviera con sus padres. Cuando llegó a la casa suspiró un poco antes de tocar el timbre, estaba nerviosa pero su curiosidad era mayor, pasó solo unos segundos para que la puerta fuera abierta, a las 7 de la noche de ese día la puerta se abrió en respuesta a su llamado.
Hilda dilató sus pupilas y entre abrió sus labios al ver qué la persona que había abierto la puerta era su compañero de trabajo... Se trataba de Ikki, vestido ahora de manera informal, permaneciendo dentro de su hogar con una mano sobre el picaporte y con la otra sosteniendo su celular. La psicóloga sacó inmediatamente su celular para ver la imagen que en la mañana había tomado sobre el chico creyendo que se había equivocado de lugar pero no pudo verla con claridad cuando la voz grave de su compañero sonó.
—¿Necesitas algo?—
Ikki preguntó con duda sin dejar de observar a su compañera, Hilda estaba un poco desconcertada por lo que acababa de ocurrir que incluso el color de su piel había disminuido a tal punto de volverse pálida con sus labios ligeramente morados, estaba perdiendo no solo el aire sino la cordura también. El detective se preocupó por ella al verla en tan mal estado, abrió por completo la puerta permitiéndole entrar para que fuera a la cocina por algo de agua, Hilda agradeció pero argumentó que debía irse al equivocarse de lugar pero mientras era introducida dentro de la casa aprovechó para ver hasta el más mínimo detalle pero no podía hallar nada malo; pinturas adornando la pared, posiblemente la esposa de Ikki en la sala viendo una serie en la televisión, cuadros de la pareja en ciertos lugares de la casa... Todo lucía normal...
Ikki acompaño a Hilda a la cocina donde le ayudó para que tomara asiento en una de las sillas de la mesa en lo que él le servía un poco de agua; Hilda se relajo un momento después de beber el primer trago, aclaró su vista y su pensamiento creyendo que contándole a Ikki lo que ocurría podía servir como ayuda para localizar a la joven ya que al parecer Ikki era su vecino.
—Lamento haber venido sin invitación e interrumpirte a tu esposa y a ti— menciono cabizbaja mientras veía sus manos alrededor del vaso con agua
—¿Mi esposa? Es mi prometida —corrigió con una sonrisa mientras tomaba asiento— Muy pronto nos casaremos... Pero entiendo tu punto, no te preocupes pero ¿Qué necesitabas como para venir a buscarme?
El detective volvió a preguntar notando a Hilda un poco dudosa cuando volvió a cuestionar su pregunta inicial.
—Estaba buscando a alguien pero me equivoqué de casa —respondió sujetando con algo de fuerza el vaso— No se si confiar en ti pero creo que esto es importante
—¿De qué hablas?— dijo con cierta curiosidad ahora al notar la preocupación de Hilda
—Cuando estaba en mi descanso fuí a una cafetería... Ahí vi llegar a Titán— empezó a relatar esperando no estar cometiendo una imprudencia
—¿Titán?, ¿El padre de Palas?—
—Él... —dijo en voz baja— ...Me sorprendió que llegara pero lo que más llamó mi atención es que iba a verse con alguien más ahí mismo, alguien estaba esperándolo.
—¿Alguien de su trabajo?—
—No, no era nada referente a su empleo... De hecho creó que esta involucrado con nosotros ya que escuché un poco de su conversación donde mencionaban algo sobre un anillo... O unas carpetas, algo así solo que la persona con la que estaba hablando era...—
Hilda no pudo terminar su oración al ver bajar de las escaleras al hermano menor de su compañero, se quedó callada de inmediato al verlo, sin darse cuenta sus ojos se habían agrandado de gran manera al ver al muchacho bajar pero todo empeoró cuando el joven se percató de su presencia y también la observó.
Shun no pudo dar el último paso para bajar de las escaleras, seguía el primer escalón solo intercambiando miradas con Hilda, ninguno hacía ningún movimiento e inclusive parecía que ni siquiera estaban respirando. Este comportamiento no paso desapercibido ni para Pandora como para Ikki quienes observaron la manera en que ambos permanecían intercambiando miradas, el detective se puso de pie y avanzó hasta su hermano indicando a Pandora que se mantuviera relajada, cuando Ikki llegó con Shun con su mano derecha abrazó por detrás a su hermano para sostener su brazo derecho mientras que ocupando su mano izquierda tomó la mano de su hermano para acercarlo a Hilda apesar de que el cuerpo de Shun estaba demasiado tenso y rígido como para siquiera moverlo.
Hilda tragó saliva cuando Shun se acercó a ella, por cortesía se puso de pie pero sus nervios debilitaron su mano provocando que soltara el vaso de agua ocasionando que terminara no solo por derramarse el líquido sino también rompiéndose el vaso al estar hecho de cristal; el sonido del cristal rompiéndose contra el suelo trajo a ambos de vuelta del transe en el qué se encontraban.
Tanto Hilda como Shun se agacharon para recoger los fragmentos del vaso pero Ikki interrumpió al tomar delicadamente a su hermano de su mano para hacer que se levantará. —Puedes rasguñarte si los manipulas mal, yo lo limpio, no te preocupes— Dijo para luego ayudar a Hilda también a ponerse de pie.
La psicóloga no sabía que decir o como actuar, su mente había quedado en blanco al ver al joven frente a ella pero aún así intentó disimular poniendo una leve sonrisa —¿Es tu hijo?— preguntó con su voz temblorosa y aunque intentara disimularlo, sus manos no dejaban de temblar
Ikki soltó una risa ante la pregunta —Claro que no, es mi hermano— respondió sin soltar por ningún motivo a Shun, algo le indicaba que no debía hacerlo pero no sabía porque.
—Tu hermano... —susurro sin apartar la vista ni un segundo de los ojos del muchacho (esta acción era mutua por parte del contrario también)— No... No sabía que él era tu hermano, solo una vez lo ví pero no pude distinguirlo dado la lejanía...
—¿En serio?, ¿Cuándo fue eso?— preguntó con duda preocupandose de que Hilda no podía ni siquiera voltear un minuto a verlo para decir su pregunta
—Cuando fuimos a visitar... Al griego... — contestó no queriendo decir el nombre de Docko
Shun negó un poco pareciendo que después de estar en un transe había podido volver y recapacitar la información, dió un pequeño paso hacia atrás pero no pudo avanzar más allá debido al abrazo de su hermano, se vió forzado a sonreír y a extender su mano helada hacía la joven frente a él.
—Es un gusto conocerla— habló Shun en un leve hilo de voz apenas siendo audible para ellos
—El gusto es mío...— correspondió al saludo sin dejar de verlo hasta que finalmente desvío la mirada para centrarla ahora en otro punto distinto
—Shun, ¿Todo bien?... Estás algo pálido —Menciono Ikki con preocupación al ver a su hermano, llevó sus manos hacia el rostro del menor— Estás helado, ¿Te sientes mal?
Shun negó nuevamente permaneciendo en silencio pero con la diferencia que ahora miraba a su hermano. Ikki no podía creerle debido al aspecto que tenía, pidió disculpas a Hilda mientras él se retiraba al segundo piso junto a Shun pero Hilda no pensaba quedarse ni un momento en esa casa, recogió a como pudo los fragmentos del vaso del suelo a pesar de escuchar a Pandora decir que no era necesario que lo hiciera, se puso de pie y técnicamente corrió a la salida.
—¿Va a irse?, Pensé que quería hablar con Ikki— Dijo Pandora acercándose a Hilda
—¿Cuántos años tiene el chico?— cuestionó de manera rápida ignorando la pregunta inicial.
—Tiene quince años, ¿A qué se debe la pregunta?— preguntó ahora más sería al notar que Hilda había llevado ambas manos a su cara para cubrirla cuando escuchó la respuesta.
La psicóloga ya no dijo nada más, ¿Cómo podía decirle a Ikki que su hermano era la chica castaña que hablaba con Titán?, Subió de inmediato a su camioneta cuando por fin pudo llegar a ella después de literalmente correr al no querer permanecer ahí, su rostro pálido, su mirada perdida y su pulso acelerado solo demostraba lo mal que se sentía y las ganas que tenía por saber que tip de relación tenía ese chico con Titán.
Condujo hasta su hogar luego de un momento donde solo permaneció recostada en el asiento de su auto asimilando la situación y creyendo que lo correcto sería contarle a Ikki lo que ocurría pero antes de hacerlo debía de fundamentar sus argumentos ya que realmente no tenía una prueba que él pudiera ver para demostrarle que su hermano era esa joven, solo tenía una foto pero ahí no demostraba nada.
Hilda permaneció ocupada al día siguiente que ni siquiera recordó llevar a cabo el plan que se tenía pensado con Esmeralda, solo tenía cabeza para indagar sobre el misterio que escondían Titán y el hermano de Ikki ya que ella consideraba que “su amistad” era un motivo por el cual él hombre no quería llevar a Palas a declarar.
Al medio día una familia se acercó a Mu para reportar la desaparición de su hija, al parecer había ido a su clase de tenis y ya no había regresado, Mu trato de decirles que debían de pasar 48 horas para reportar a alguien como desaparecido pero los padres se negaron a escuchar y aceptar esa regla al decir que su hija sabía que no podía irse sin autorización, sabían y creían firmemente en que algo peor había ocurrido. Mu suspiró dispuesto a emitir entonces la alerta, solicitó a ambos padres que describieran los rasgos físicos de la chica y eso hicieron; ella era una joven de tez morena, alta y delgada, tenía un lunar cerca del labio, su cabello era lacio y castaño... Iba vestida con su uniforme, unos shorts y una camiseta polo blanca además de llevar un colgante con un dije de una pelota de tenis.
(...)
La situación con Ikki había empeorado, necesitaba hablar con Shun pero simplemente no podía encontrar el momento adecuado para hacerlo aparte de que cada día veía a Esmeralda llegar tan feliz y tranquila que le hacía arder en cólera al intuir que ella le había hecho algo a su hermano pero no podía actuar como quería ya que si lo hacía lo más probable es que él de viera afectado al actuar por impulso y herir a “una persona inocente”
Él desde aquel día en que Hilda se había acercado a su hogar intentó dialogar con ella para saber sobre Titán y lo que había descubierto pero la chica negaba contarle, desviaba la conversación o simplemente la omitía no solo ocasionando que se quedara con la duda sino que ahora ella retrasaba la investigación al no ceder al querer hablar con Esmeralda argumentando que debía hacer antes primero.
Todos estaban impacientes con respecto a ese tema, Docko era él principal molesto (sin contar a Ikki) por no poder solicitar ese problema pero Hilda decía que lo que hacía ayudaría mucho a la investigación pero la mayoría no parecía creerle.
La semana siguiente, cercana al cumpleaños del detective, Ikki solo veía a su hermano impaciente, llamaba la atención lo desconcentrado que se encontraba, el día 12 de Agosto cuando Ikki regresó de trabajar notó a Shun limpiar detalladamente toda la casa para después seguir por ordenar la alacena y la cocina en general, tenía una prisa que a Ikki le llamaba la atención ya que eso era incluso demasiado para el mismo Shun.
El día 13 de Agosto Shun no salió de su habitación en ningún momento, por más que Ikki intentó convencerlo de salir y casi de obligarlo para que asistiera a clases él no quiso ni siquiera dejar su cama, parecía cansado y demacrado, sus ojeras demostraban lo poco que había estado durmiendo, la debilidad en su cuerpo a causa de su posible anemia por no comer lo suficiente y lo debilitado de sus ojos a causa del llanto nocturno que a ese punto ya era recurrente.
Ikki suspiro aceptando que se quedara en casa mientras él salía a trabajar encontrándose con la maravillosa sorpresa de que Hilda había hablado por mensaje con Esmeralda el día 12 durante la noche para informarle a la rubia que requería sus servicios como niñera para el día 15 de Agosto; todos se vieron sorprendidos cuando la psicóloga informó su azaña y como esta trampa había sido aceptada por Esmeralda confirmando que asistiría a la casa de Hilda para cuidar de “la niña”.
Hilda había pedido a la cafetería que le mostrarán las grabaciones de aquel día y aunque el gerente le permitió acceder a ellas, La castaña y Titán conocían a la perfección el lugar como para ubicarse en la única mesa que las cámaras de seguridad no podían grabar, Hilda no vió esto como una derrota sino como un obstáculo, siguió indagando sin tanto éxito ya que aunque ahora no salía de la cafetería no podía localizar ni a uno ni a otro.
Solo quedaba esperar...
El día catorce de Agosto Shun acepto a ir a la escuela, Seiya lo esperaba dentro del salón con una mirada sería y un tanto molesta pero que cambio de inmediato al no poder seguir así, inmediatamente vió a Shun acercarse lo abrazó fuertemente negándose a soltarlo, Seiya conocía al joven desde jardín de niños, le parecía imposible tener que dejarlo, ambos habían creado un vínculo de amistad demasiado fuerte que ahora ambos sin querer se negaban a alejarse sin embargo nada podía durar para siempre y quizá ese sería su último abrazo.
El día 15 de Agosto durante la mañana Ikki se despertó a primera hora para preparar el desayuno, él dejó de festejar sus cumpleaños cuando su padre falleció ya que se había enfocado en criar y educar a su hermano que fechas importantes había pasado por alto (en este caso su cumpleaños), preparó el desayuno para ambos, Shun bajo minutos después vestido con su uniforme.
El joven de 15 años al momento de bajar corrió a abrazar a Ikki, el detective lo abrazó con duda permaneciendo en él la incertidumbre e incomodidad por lo que sabía y vagamente conocía acerca de su hermano, no quería mal entenderse, Ikki seguía queriendo y amando a su hermano pero ahora no sabía que tan bueno era tan siquiera verlo por temor a incomodarlo a pesar de que en el fondo el detective continuaba negándose a creer que su hermano estaba pasando por algo malo.
—Feliz cumpleaños... — susurró Shun sin querer alejarse en ese momento de su hermano, estaba tan aferrado a su cuerpo que parecía que podía permanecer así todo el día.
Ikki soltó una pequeña risa mientras acariciaba el cabello de Shun pidiéndole que lo soltara para que ambos pudieran desayunar pero entre sollozos Shun se negaba, el menor había estado llorando todas las noches para que ese día no tuviera que hacerlo pero sus sentimientos eran mayores, por mucho que se había mentalizado a no llorar ahora estaba fallando a su palabra al emitir sollozos que salían involuntariamente.
No pudieron permanecer así como Shun hubiera querido, desayunaron en profundo silencio, Shun comió un total de tres platos como desayuno sorprendiendo a su hermano quien creía que no iba a poder terminar tan siquiera el primero. Ambos marcharon respectivamente a su trabajo y escuela para encontraste a las seis de la tarde de ese mismo día en la casa que compartían.
Tal y como se había planeado días antes, ese mismo día a las ocho de la noche irían todos a la casa de Hilda para llevar a cabo el plan en contra de Esmeralda sin embargo antes de realizarlo Ikki se mantuvo unas cuantas horas en su hogar arreglando en una mochila todo lo que necesitaba para trabajar, estaba en la sala revisando sus anotaciones, grabadoras, libretas, y demás cuando nota la presencia de su hermano acercase a la sala.
Elevó su vista un momento llevándose la sorpresa de que Shun vestía con el traje blanco que anteriormente le había comprado aunque el broche de catarina que siempre llevaba puesto le desentonaba un poco solamente, se había puesto un perfume con olor a dulce e inclusive se había maquillado un poco ruborizado sus mejillas y aplicando un poco de brillo en sus labios. La imagen que daba Shun era diferente a la que Ikki estaba acostumbrado de observar, se puso un momento de pie y se acercó a él manteniendose a centímetros de su hermano pero sin dejar de verlo teniendo sentimientos encontrados al verlo vestido de tal forma.
Un nudo en su garganta se formó y sus manos empezaron a temblar un momento cuando quiso acercarlas para arreglarle la corbata, sonrió un poco aunque le costaba hacerlo. —Creciste más rápido de lo que esperé— dijo con su mirada centrada en la corbata ya que sabía que si alzaba un poco la vista lo más probable era que sus lágrimas terminarán por salir a la luz.
—Lo dice el señor de 26 años— dijo en tono de broma pero notandose cierta tristeza en sus palabras
—¿Tenías que recalcar mi edad? —replicó soltando una risa— Me arrepiento de haberte pedido crecer hace años, verte así no... No me es posible de aceptar
—¿A qué quieres llegar?— preguntó sosteniendo las manos de Ikki con cierta delicadeza
—Ya no eres mi niño —Dijo queriendo hacer que Shun se molestará para verlo reír un poco sin embargo lo único que vio fueron los ojos de su hermano cristalizarse, quizá había dicho las palabras incorrectas pero ahora estaba arrepentido, se acercó y lo abrazó sin importarle si arrugaba el traje o no— No era para tanto
—Perdona por hacerte esto en tu cumpleaños... Te mereces todo lo bueno de esta vida y más, no es justo que tengas un hermano como yo— dijo demostrando gran tristeza en sus palabras llegando a soltar una que otra lágrima
—No tienes porque decir eso, eres un buen hermano... —comentó con gran dificultad, no porque no fuera verdad sino porque no tan comúnmente lo expresaba— ... Honey, tu sabes que sería capaz de dar mi vida por ti...
—No tienes que —interrumpió parando el abrazo— Ya has hecho suficiente con tener que cuidarme...
Ikki se mantuvo serio mientras limpiaba las últimas lágrimas de su hermano —No dudes lo que puedo llegar a hacer por ti —respondió para luego sonreír mientras arreglaba el traje de su hermano— Papá estaría orgulloso de ti... A mí me odiaba pero a ti te hubiera amado.
Ikki dijo desde el fondo de su corazón llamando la atención de Shun al nunca esperar que su hermano le dijera algo de tal magnitud al saber un poco del tipo de relación que Ikki y su padre habían llevado y como este después de la muerte de su progenitor había sufrido mucho llegando a resentir su perdida durante años. Shun sonrió un poco para volver a abrazar a Ikki reconsiderando todo llegando a ver por un breve momento todo lo que su hermano y él habían hecho juntos, pensando en como él de niño veía con amor a su hermano y ese pensamiento había prevalecido hasta ese mismo día pero que ahora recordar y pensar en eso se volvía angustiante.
Con su mirada reflejando dolor siguió abrazándolo pidiendo que el tiempo se detuviera para permanecer un solo segundo más sintiendo la calidez y protección de los brazos de su hermano envolverlo de manera Inclusive paternal cubriendo esa falta que él no recordaba antes haber experimentado, con un nudo en la garganta y sus ojos llorosos se alejó del abrazo permaneciendo breves instantes viendo a Ikki frente a él con una pequeña sonrisa agradeciendo tanto a la vida como a los mismos dioses por haber tenido la oportunidad de tener a un hermano como él.
Shun suspiro para sus adentros, dió un solo paso adelante y besó la mejilla de Ikki permaneciendo por cuestión de segundos apoyando sus manos sobre los hombros de este mientras se tomaba su tiempo para darle el beso, una lágrima bajó por su mejilla al hacerlo pero no pudo tan siquiera controlarse cuando el detective correspondió con un gesto dulce su afecto al ser ahora él quien lo había besado en la frente.
Sintiendo como mil cuchillas se enterraban en su corazón mientras un vacío se alojaba en su interior y un tembló en su cuerpo aparecía sonrió para despedirse ahora formalmente de su hermano antes de irse al baile de la escuela... Ikki lo vió salir de la casa, dejó pasar un momento y siguió trabajando en su mochila pero sin dejar de pensar en su hermano, él había dicho que lo iba a ir a llevar a la casa de Xiaoling pero Shun se negó ante eso quedandole a Ikki solo confiar en él, de todos modos, no creía que la escuela realizará un baile tan tarde.
Tomó sus cosas cuando dió la hora indicada y salió de su casa, subió todo al auto y luego condujo primero a la estación de policías donde se encargaría de recojer ahí a Hyoga y a Geki pero llegó algo tarde debido a que a una camioneta se le había ponchado una llanta justo en el camino dónde él debía de transitar; no pasó mucho para llegar a su destino, se repasó el plan por última ves y se fue finalmente a la casa de Hilda donde la actriz ya estaba en papel dentro del hogar.
Todos llegaron al rededor de las ocho de la noche, ocho y media debía llegar Esmeralda pero al transcurrir el tiempo ella no llegaba... Dieron inclusive las nueve y Esmeralda no aparecía en la casa, todos estaban de verdad peocupados y curiosos del porqué de su retrasó pero quién de verdad se encontraba no solo preocupada sinó molesta era la misma Xiaoling ya que desde las seis y media esperaba a que Shun fuera a su casa por ella para ir juntos al baile y siendo ahora casi las nueve de la noche seguía sin aparecer.
Pero con lo que no esperaba que una de sus amigas le mandara un mensaje después de revisar la escuela entera para informarle que Shun tampoco estaba en la institución...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro