Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⭐️ 1 ⭐️

╔──────¤◎¤──────╗

129cm De Maldad

"El destino nuevamente lo hizo"

╚──────¤◎¤──────╝

Myoui Mina tenía la mirada perdida en aquél cartel de promociones del comercio. Estaba parada frente a el con el carrito de compras aferrado en sus manos. En realidad, aunque esté viendo las promociones, en realidad su mente solo pensaba en alguien.

Son Chae-Young

Hace dos días habría vuelto a Seúl, junto a Margare; su nona. La mayor ya tendría noventa años, y Mina tenía que cuidarla. Era su prioridad, al igual que encontrar a su amor que tuvo cuando era joven.

La señora Myoui había fallecido. Si bien estuvo en terapia por años, lamentablemente no se pudo hacer más. Cómo era de esperarse, a Mina no le afecto demasiado. Ni siquiera largó una lagrima. Solo pensó en que fue una idiota por no pasar más tiempo con ella.

Su madre al ser homófoba, y saber que su hija en su momento salía con una chica, le era devastador. Por ello, si bien se fue de la ciudad para estar con ella, la señora Myoui tenía demasiada distancia con la pobre Mina. Ni hablar del padre, que no la podía  mirar a los ojos. Aun así, la joven estuvo hasta el día de su muerte. Ahora, quién solo quedaba el padre, no le interesaba estar en aquella ciudad. Ella se había prometido que luego de unos años, iría a buscar a Son Chae-Young.

Mina creció, ya tenía veintitrés años, pero su conducta de chica ambiciosa; egocéntrica; malicia; manipuladora; e insensible, seguía allí. Su cuerpo y edad eran distintos hace unos años, pero su mente seguía siendo igual. Además, cuando estuvo junto a sus padres, también habría dejado la terapia. No buscó otro profesional porque para ella estaba bien de salud, y no necesitaría a nadie para contarle sus problemas mientras esté su nona con ella.

— ¿Qué vas a comprar? — Le dijo Margare, sacándola de sus pensamientos, mientras se acercaba lentamente con su bastón. — Mina, tenemos que irnos. Hace frío, y me duelen mis huesos.

— Ve al coche, nona. — Ordenó. — ¿Puedes ir sola?

— Sí.

— Ve. Yo pagaré esto y nos iremos.

La señora le echó un vistazo al carrito de compras, negando con la cabeza. — Minarinrin, ¿Acaso estás tan perdida? 

— ¿Eh?

— No hay nada en tu carrito. ¿En qué piensas? — Carcajeó. — Déjame adivinar, estamos en Seúl así qué... ¿En esa muchacha? — Dedujo, acertando.

— Sí, nona. Pienso en ella cada segundo de mi vida... Nunca dejé de pensar en Chae-Young.

— ¿La estás esperando?

— Su familia venía a este comercio a esta hora, todos los días sin excepción. 

— Mina... Eso fue hace años.

Viró los ojos. — Nona, ve al auto.

— Nunca cambias, Mina. — Le dio un leve golpe con el bastón. — Quiero ese carrito lleno de comida, ¿Sino que te cocinaré? Deja de pensar, y ve a llenarlo.

La señora se iba caminando lentamente, mientras Mina la miraba con el ceño fruncido. Se tocó la zona afectada, cómo si fuera que le habría perforado la piel. — Maldita sea, tiene que dejarme de pegar con eso. La próxima se lo escondo. — Gruñía al caminar por las góndolas. 

Si bien iba agarrando alimentos, nunca dejaba de ver la entrada de aquél local e iba observando a cada persona. La última vez que vio a Chae-Young ésta tenía catorce años, ¿Cómo luciría exactamente ahora?, ¿Habría cambiado demasiado?, ¿Y si la pasó y no se dio cuenta? 

Tantas preguntas se le hacían en la cabeza, que nuevamente quedaba parada mirando para cualquier lado sin agarrar nada.

"¿Por qué llevas eso?" 

La mujer miró a sus costados al oír una voz chillona, pero no se encontró con nadie. Se le dio por mirar por debajo suyo y se encontró con una pequeña niña, mirando su carrito de compras.

— Qué demonios te importa. — Le dijo. — Vete, antes de que te coma. — La pequeñita abrió bien sus ojitos y salió corriendo antes aquellas palabras tan crudas. — Mocosos, se creen la gran cosa. — Musitó con rabia al nuevamente retomar el camino.

"Ella Eonnie, ¡Ella dijo que me iba a comer!" Se escuchó nuevamente esa voz irritante.

Mina carcajeó y siguió con lo suyo. 

"Disculpa, pero creo que debería disculparse con mi hermana" Se oyó más de cerca ahora una voz de mujer, cómo si fuera que estaba detrás suyo.

— Mire, su hermana se puede ir al dem...- — Se giró, realmente no tendría miedo en absoluto. Pero había algo que la hizo frenar y quedar boquiabierta.

Esos lunares...

— Mire, acabo de venir y no quiero problemas, pero no debería ser irrespetuosa. Ni conmigo, ni con nadie.

— ¿Cómo te llamas? — Le dijo, sin importar lo que habría dicho la contraria.

— ¿Disculpe?

— ¿Cómo te llamas?

Rió. — Vamos, Sun. — La pequeña demonio agarró la mano de aquella mujer y se fueron caminando para las góndolas de golosinas.

Mina no lo pensó dos veces y empezó a perseguirlos con rapidez. Haciendo que la niña se asustara.

"Eonnie, ¿Por qué nos sigue?"

"¿De qué hablas?" La mujer se dio vuelta, encontrándose con Myoui. — Déjenos en paz, o llamaré al guardia.

— ¿Cuantos años tienes?

— ¿Qué le interesa a usted? No me haga llamar al guardia.

— Soy Mina. Myoui Mina. ¿Te recuerda a algo?

— No. No me recuerda a nada. Se debe estar equivocando de persona.

— ¿Cómo se llama? — Insistió.

— Seol, ¿Contenta?

Gruñó. — Bah. — La mujer la miró con confusión. — Tú y la mocosa pueden irse al infierno.

— ¡Guardia!, ¡Guardia!

Mina se fue lentamente de aquél lugar, yéndose lejos de ellos para que el guardia no la encuentre rápidamente. Tenía pensado agarrar tres cosas más y pagar. Su nona la esperaba hace ya bastante tiempo en el coche.

Pero su vista y concentración fueron directos hacía el guardia, que estaba a unos metros de ella, quién se ve que estaba regañando a otra mujer de cabellera rubia.

— Pues, así nunca me van a agarrar. — Soltó con risas de por medio. — Este comercio tiene muchos problemas en solo unos minutos.

"Dígame su nombre" 

"¡No se lo daré!"

"Llamaré a la policía" 

"No he robado nada" 

Myoui iba a seguir con su camino, pero esa voz de aquella mujer le hizo dudar. Aunque a los segundos zamarreó su cabeza. ¿Se estaba volviendo loca? Tenía razón Margare. Fue hace años, no la encontraría en aquél lugar.

Se iba a dar por vencido, pero...

"Sino me dices tu nombre, llamaré a la policía"

"N-no diré na-nada"

La japonesa fulminó con la mirada a aquella joven que estaba siendo detenida por el guardia del lugar. Ese tartamudeo era característico de Chae-Young.

La japonesa iba acercándose con rapidez con su carro hacía las dos personas. Cuando llegó, el guardia miró a la japonesa.

— Yo pagaré lo que robó. — Le dijo al señor.

— Tenía una manzana en su bolso. — Le dijo con indignación encima.

— ¿Y por una manzana iba a llamar a la policía?

— ¿Usted quién se cree que es para cuestionarme?

— Vamos a la caja y pagaré lo que tengo que pagar.

La de cabellos dorados agarró de la manga de Myoui. — Señorita... Gracias.

 — Dime algo, ¿Eres Chae-Young?, ¿Cierto?

La contraria la miró fijamente con confusión. Pero al ver aquél rostro su corazón empezó a latir más rápido. — ¿Usted quién es? — Preguntó, para sacarse la duda encima.

— Mina.

Sonrió. — ¿Mina?, ¿Myoui Mina?

El guardia bufó. — ¿Va a pagar la manzana o qué? — Se dirigió a la japonesa.

— Sí. — Myoui, con una gran sonrisa encima, empezó a encaminar con el guardia, pero se dio cuenta que Chae-Young se habría quedado en el molde, mirando hacía un costado. Mina frenó la caminata, observándola. 

Chae-Young, quién ya tendría felicidad encima, de repente se agachó al suelo y extendió sus manos. De la nada, un niño fue hacía sus brazos para abrazarla. 

"¿Mamá?, ¿Puedo llevarme esto?" 

— ¿Ma...má?


Mina (23)

Chae-Young (21)

Niño ??? (4)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro