Capítulo único
¿Acaso era la primera vez que estaba en aquel antro gay acompañando a un amigo que estaba intentado vivir las leyendas urbanas que rodeaban aquel lugar y que estás decían que un tipo cualquiera aparecía, te escogía, tenía relaciones sexuales contigo en el baño y el placer era tal que casi quedabas a punto de morir o tenían que llevarte al hospital porque estaba tan en shock que necesitaba respirador y a veces incluso reanimación?
Definitivamente no. Creo que era evidente por la largaría y lo específica que era la pregunta... ¿No?
En fin... Sí, la pregunta fue específica, pero tal vez vosotros necesiteis algo de contexto para entender verdaderamente qué es lo que estaba pasando y porque estaban en ese antro gay escuchando música reggaeton de mierda y siendo acosados por miradas de tipos que solo iban allí a lo que iban, pero que ninguno de los dos estaban interesados en acostarse con nadie más que el dueño de las leyendas de ese lugar, más concretamente... Su acompañante era el que quería acostarse, él no, él estaba allí porque prefería estar fuera de casa antes que en su habitación o en el sofá de la casa de sus padres, teniendo que aguantar a sus padres por vestir como un "macarra" todo el día o simplemente irse a casa con su pareja y estar durmiendo, así que sí, prefería estar allí, solo que lo preferiría más si hubiera música más aceptable como... yo que sé, falling in reverse... por ejemplo... Eso estaría muchísimo mejor que mierda de música que estaba sonando, porque, la verdad, una canción que dice que quiere tener sexo contigo de todas las maneras posibles y sin respetar que pueda hacerte daño o no, no pensaba él que fuese lo más sexual del mundo, más bien, era repulsivo; en realidad, odiaba tanto esa música que simplemente ese ritmo latino le producía náuseas.
Quería ir al baño a evadirse de la música, era insonorizado, la peña que entraba a esos baños sabía que iba a follar, por lo tanto, la gente que creó ese sitio si tenía buen criterio y dos dedos de frente, o tal vez simplemente era alguien homosexual y quería silencio cuando tenía relaciones, que así fuese íntimo... e insonorizaron los baños.
- ¿Te acompaño?- le preguntó su compañero.- Con un poco de suerte el tipo de las leyendas nos seguirá y...- no continuó hablando, solo dejó escapar una risilla traviesa y morbosa entre dientes.
- Larry... Tienes problemas verdaderamente graves con ese tío.- mencionó la otra persona mientras los dos entraban en el baño escuchando nada más entrar a dos realizando un delicioso bastante sucio y sonoro, los dos amigos se miraron de reojo, uno se rió, el otro puso cara de asco por la exageración de los gemidos... Se metieron en un cubículo y uno bajó la tapa para sentarse en la parte de arriba, no sin antes limpiar, porque podía apostarse la polla a que alguno hubiera tenido sexo encima del cubículo, era lo más normal después de todo.
- Tal vez tenga problemas, pero quiero que ese tío me folle.- comentó de forma desinteresada mientras sonreía con inocencia.
Rodó los ojos y se vió tentado de sacar un cigarro de su riñonera, no lo hizo porque a Larry le molestaba el humo del tabaco, y estaban en un espacio ridículamente pequeño en el que a su izquierda tenían a dos apasionados en medio del acto, no sabían quienes eran, pero a juzgar por los gemidos, parecía que llevaban dándole a la acción por más de media hora, y no exageraba, la verdad... Los deliciosos del tío de las leyendas, según fuentes oficiales de cuentas de instagram para nada oficiales o confiables (irónicamente) decían que los afortunados gozaban de más de veinte minutos de pasión desenfrenada, con más de dos rondas en su mayoría, normalmente en los baños de la discoteca...
- Sigo pensando que tener una pareja estable y no un polvo por capricho es lo mejor...- comentó de forma desinteresada mientras miraba el teléfono.
- Tendría una pareja estable si no me la hubieras robado.
- No te robé a Mike, vampirito patético, Mike me robó a mí.- comentó con una sonrisa llena de ácido y sorna que provocó que el otro frunciera el ceño e hiciera un berrinche.
- No sé cómo somos amigos.
- Francamente, yo también me lo pregunto a veces... Cuando te canses de esperar a tu milagro inalcanzable, nos vamos, ¿Vale?
- Hmph... Quiero ir a por tinto de verano antes de irnos.
- De acuerdo. Vamos.
Los dos salieron del baño cuando los dos apasionados llegaban al clímax casi consecutivamente, no le dieron importancia porque ellos no estaban allí para cotillear quien duraba más en el baño teniendo relaciones sexuales o quien tenía más en una noche, más bien, ellos solo estaban allí porque uno no quería estar en casa y el otro quería que el tipo de las leyendas tuviera relaciones sexuales con él. De todas maneras, ambos sabían que no lo iban a ver, porque ese tipo era bastante selectivo...
Se acercaron a la barra y el castaño pidió la bebida que quería, estuvieron allí mientras él daba sorbos lentos pero degustando bien la mezcla de vino de mala calidad, porque lo era, y fanta de limón. Cuando acabó, los dos salieron del pub y el pelinegro acompañó al castaño más bajo hacia su casa, después se fue hacia la suya. Suspiró el humo del cigarro y después lo tiró al suelo y lo pisó para apagarlo, entró en la casa y suspiró el poco humo que le quedaba en el cuerpo.
- Ya he llegado.- informó caminando por el salón hacia la habitación en la que vió a la otra persona en la cama moviéndose de forma perezosa.
- Hmph...- sonrió mientras se quitaba la camiseta y la dejaba en la silla, hizo lo mismo con el pantalón, se puso el pijama de dos piezas y se sentó en el borde de la cama.- Hola, cariño...- sonrió.
- Hola, Mike...- besó su mejilla.- Lo siento por despertarte...
- Literalmente pegaste un mini grito al llegar...- soltó una risilla.- Ven aquí...- lo abrazó y lo tumbó a su lado en la cama.
- No me arrepiento de eso...- soltó una risilla.- Te quiero.
- Yo también. ¿Larry tuvo suerte hoy?- negó con la cabeza y suspiró profundamente acurrucándose contra su pecho.- Vaya lástima, pobrecito...
- Nah, se cree que va a tener la suerte de que le toque entre millones de personas que pudiera escoger... Es bastante inocente en ese aspecto- rodó los ojos y lo besó.- Buenas noches.
- Sabes a cigarro.
- Me fumé uno antes de llegar.- susurró ahogado contra su pecho.- ¿Algún problema?- se hizo el ofendido- Pensé que me aceptabas como era.
Los dos soltaron una risilla.
- Lo hago...- besó su sien.- Descansa amorcito.
Pete sonrió y se acurrucó contra el otro, después cayó en los brazos de Morfeo.
Le gustaba tener la confianza suficiente con Mike como pareja romántica estable como para poder irse de fiesta con Larry y que este no se quedase preocupado y despierto hasta que él regresara y luego escanearlo de arriba a abajo para asegurarse de que no se había besado con nadie más o no había hecho cosas indebidas con nadie más. Le gustaba que fuesen una relación... no era abierta, pero si liberal, no es que permitiesen infidelidad, al contrario, la relación estaba cerrada y se amaban demasiado los dos como para permitir que alguien pudiera meterse entre ellos, se lo contaban prácticamente todo, y, diablos, llevaban desde los dieciséis años saliendo, había suficiente confianza como para que uno no se sobre preocupara pensando en si le habían puesto o no los cuernos.
Tenían veinticinco años, vivían solos, trabajaban entre semana y descansaban los fines de semana, momento en el que ambos o se pasaban todo el día siendo empalagosos y tirados en la cama o uno de los dos se iba de fiesta a la discoteca con los amigos, a veces los dos, y regresaba a las tantas de las madrugada. Como aquel día, Pete se fue con Larry a la discoteca como acostumbraban hacer desde los veinte años, momento en el que empezaron a llevarse más o menos bien.
Mike se quedó en casa, viendo la televisión y... bueno, durmiendo, tal y como se lo encontró Pete al llegar.
La semana pasó estrepitosamente rápido, ese fin de semana Pete convenció a Mike de ir al pub con los dos, sabiendo de sobras que los tres se llevaban bien y, ¿Por qué no? Una noche de diversión los tres juntos nunca hacía mal aunque la obligación estaba en que uno se mantuviera sobrio para que los demás no hicieran locuras y no acabasen durmiendo en un banco a merced de cualquier idiota que quisiera hacerles daño. Era viernes por la noche, al día siguiente era sábado, ¿Acaso tenían que preocuparse por no haber dormido nada? No.
No lo harían.
Brindaron por cualquier tontería cuando ya llevaban exceso de copas, al menos el castaño y el gótico. Mike soltó varias carcajadas mientras tomaba con sorbos lentos su bebida baja en alcohol, no es que fuese un cobarde, es que quería mantenerse sobrio para llevar a los dos a casa sanos y salvos. Larry empezó a reírse por cualquier cosa que pudiera hacerle tanta gracia, y Pete solo se puso empalagoso.
Adoraba cuando Pete se ponía empalagoso, no iba a negarlo.
- ¿Sabías que eres lindo?
- No lo sé, mi novio me lo dice mucho, tendré que serlo.- bromeó sonriendo de lado.
- ¿Quién es ese tonto que te lo dice?- se hizo el ofendido.- Lo voy a cargar a piñas.- arrastró las palabras, aquello se le hizo adorablemente tierno.
- Tú, tú eres mi tonto.
- Ahhh... Graciaaaaaas...- perdió el equilibrio y se quedó tumbado en su pecho.- Te quieroooo.
- Yo también mi vida...- acarició sus cabellos.
- Yo también te quieroooooo- apareció un espontáneo Larry abrazando a Mike, este abrió los ojos pensando que había derramado toda su bebida encima suyo, menos mal que no, logró quitarle el vaso y dejarlo en la mesa antes de que se lo derramase todo encima.
- Tú no, tonto, este es mi novio.- Pete puso una mano en su cara para empujarlo.- Búscate el tuyooooo...
Ninguno de los dos tenía la consciencia suficiente para aplicar la fuerza necesaria para alejarse mutuamente o hacerse daño, esto hizo reír a carcajadas al más alto de los tres.
- Chicos, no se peleen por mí.- musitó, los dos lo miraron desorientados, Pete volvió a acurrucarse contra su hombro, lo abrazó posesivo.
- Eres mi novioooo
- Eres el amor de mi vidaaaaaa- dijo el otro.
- No. No lo es.- dijo Pete contraatacando las palabras de Larry.- El tipo leyendaaaaa siiii....
- ¿Y si me compartís?
- ¡Noooooooooo!- dijeron los dos a la vez de forma infantil.
Diablos, cualquier día lo iban a matar de ternura.
Sería una muerte feliz al menos.
- ¿Os mataréis si os dejo unos cinco minutos para ir al baño?- los dos lo abrazaron más fuerte para que no se fuera, acabó con el castaño a su lado derecho y Pete en el izquierdo, los dos envolviendolo como un burrito con sus brazos.
Definitivamente no iba a poder ir al baño.
- Chicos, necesito ir al baño.
- ¿Y si el tipo de la leyenda te sigue?- dijo Pete arrastrando las palabras, Larry corroboró esto asintiendo a punto de quedarse dormido, se le estaban cerrando los ojos.- Te violarááááááá... No quiero que violen a mi noviooooo- lo abrazó fuerte.
- Awww...- sonrió enternecido.- De acuerdo... De acuerdo... ¿Vamos a casa? Allí estaré a salvo y tú podrás dormir tranquilo... ¿Te parece bien?- sintió peso en su hombro derecho, giró la cabeza, Larry se había quedado K.O.
Pete iba por el mismo camino.
- Valeeeee...- le sonrió cansado.
El más alto cargó al castaño como una novia y lo llevó acurrucado contra su pecho, el pelinegro iba a su lado, aguantándose con un brazo alrededor de sus hombros porque no dejaba de tropezar con sus propios pies y había hecho amago de caerse dos o tres veces, por lo tanto, el más alto le aconsejó que fuese apoyado contra él. Llegando a casa de Larry, la familia de este lo dejaron pasar para dejarlo en la cama y se despidió amablemente disculpándose por permitir que su hijo bebiera tanto que se quedó dormido. La familia no tuvo más remedio que sonreírle y calmarlo, pero estaban molestos con su hijo y le echarían la bronca al día siguiente, una bronca que tenía garantizada.
Mike, entonces, cargó a su novio en brazos de la misma manera que había estado llevado a Larry hasta ese momento, este sonrió como un niño pequeño y tocó su mejilla con el dedo índice, haciendo un suave poke, deslizó su dedo hasta la mandíbula del mismo y después movió suavemente su labio para formar una sonrisa. Esto ocasionó una risilla en los dos por la mueca y por lo tierno que fue.
- Pete, cariño, deberías dormirte... Estas actuando como un niño pequeño.- el pelinegro hizo un puchero.
- No me quiereeees?
- Claro que te quiero, mi vida...- besó su mejilla.
Al llegar a casa lo dejó en el suelo, abrió la puerta y lo acompañó hasta la cama, se fue al baño y después regresó cuando él ya estaba en la cama tirado.
- Descansa...- los arropó a los dos sin cambiarse de ropa, solo quitándose los zapatos, besó su frente.- Te quiero, Pete.
Escuchó un ronquido como respuesta, soltó una risilla.
Al día siguiente el pelinegro se despertó con pereza y se frotó los ojos todavía algo desorientado, recordaba perfectamente haber llegado a casa gracias a Mike, pero no recordaba absolutamente nada de lo que hablaron o donde acabó Larry... Giró los ojos hacia la mesita, había un vaso con agua y una pastilla. Sonrió enternecido por lo atento que era su novio. Se levantó de la cama con dolor de cabeza y el cuerpo entumecido, apenas lo sentía, es como si le hubieran dado la paliza de su vida cuando solo se había pasado de copas, arrastró los pies hacia la cocina donde estaba su pareja preparando un delicioso desayuno de tortitas con miel, se giró hacia él sonriéndole y besó su mejilla entregándole el plato.
- Después vete a la ducha, tienes una cara horrible.
- Gracias...- sonrió amargo y con sarcasmo.
- Ah, y la próxima vez no me folles tan fuerte, cariño.
Abrió los ojos en shock. ¿¡Cuándo había pasado eso!? Mike se rió a carcajadas y todavía ente risas dejó escapar un: "era broma" mientras seguía mirando su cara de haber visto un fantasma o su intento de recordar esas imágenes que ahora, quieras que no, quería tener en su mente simplemente por el placer de poder ver su cara rogando... Lástima que no vaya a ser posible, Mike tenía más fuerza que él, y aunque bromease con esas cosas, Mike siempre ganaba... Ugh... Maldito niñato graciosito.
- Te odio a veces.
- Gracias, cariño...- sonrió.
A la semana siguiente, era una noche de un sábado que en su totalidad había sido cálido, la noche era fresca por el contrario. Dentro del local se estaba bien, después de una o dos copas se estaba mejor. Larry y Pete estaban solos en aquella ocasión, vigilando a la gente que entraba o salía del baño. La música aquel día era bastante más aceptable, seguían siendo ritmos latinos, pero al menos no eran puro reggaeton machista y sexista del que solían poner en aquel lugar. Era irónico, estaban en un pub gay pero ponían pura música para hetero-básicos.
- Pete... Ese tipo...- musitó el castaño mirando una persona entre el público- El que está bailando bachata con el otro...- Pete asintió.- Ese tipo es sospechoso... Está tapando su rostro con la capucha... no se... lo veo sospechoso...
- No creo que sea nada, algún típico cani de barrio o un "hetero-básico".
- Eso también tendría sentido...- musitó con una mano en el mentón.- Lo voy a entrar...
- ¿En serio? Larry, no seas un putón.
- ¿Que? ¿No puedo divertirme?- comentó contoneando un poco la cintura mientras le entregaba la bebida.- Chaitoooo....- se coló entre la gente la pareja que recién había sido rechazado por quien estaba bailando.
Pete negó lentamente y observó a su mejor amigo cómo se acercaba a esa persona. No lo perdió de vista en ningún momento, solo cuando entraron en el baño, y era obvio lo que pasaría, por lo tanto miró su reloj y esperó el tiempo estimado que las cuentas no oficiales decían en Instagram, después subió los ojos hacia la puerta. Esperó...
Esperó...
Esperó...
Entrecerró los ojos cuando el chico de la capucha salió del baño, pero Larry no lo hizo, esperó unos cinco minutos más y después dejó la bebida de su compañero en la barra igual que su vaso, el barman preguntó si quería otra, negó y caminó directo hacia el baño, entró de sopetón y buscó en los cinco cubículos que había, hasta llegar al final y sus ojos se abrieron en shock.
- ¿¡Larry!?- lo sacudió un poco por los hombros.- ¿Larry?- este no respondió.
Siguió sacudiéndolo un poco, negó lentamente con la cabeza, empezó a desesperarse, prefirió llevarlo al hospital, si no reaccionaba con gritos, con movimientos o con tanto agitarlo, es que algo grave le estaba pasando. Al llegar al hospital informó que estaban en un pub, que él se fue con un chico y que posiblemente lo hubiera drogado. Le hicieron algunos exámenes, estaba en la sala de espera desesperado... tragó saliva...
Le llegó una llamada de Mike. Contestó:
- Pete, cariño... ¿Ha pasado algo? Son las cinco de la mañana, es raro, aún no llegaste a casa...
- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Lo siento!- exclamó.- Si, ha pasado algo... Larry está en el hospital.
- ¿¡Cómo!? Voy para allá... tranquilo... ahora me lo cuentas todo, ¿Vale?
- S-Si... vale...- susurró.
Colgaron y unos diez o quince minutos Mike apareció en la sala de espera y se sentó a su lado.
- ¿Qué le ha pasado a Larry?
- Creo que lo drogaron en el pub y abusaron sexualmente de él...- Mike abrió los ojos en shock.
- ¿Disculpa?- musitó sin poder créerselo.- Imposible... No es posible...- negó con la cabeza.
- Estábamos en el pub, Larry se fue a perrearle a alguien, se fueron al baño y tardaron mucho tiempo en salir, después salió el tipo al que le estaba perreando y como Larry no sabía del baño fue a verle y estaba inconsciente y babeando en el retrete, con la ropa mal puesta... no respondía a nada, estaba como... muerto... estaba pálido, y su cuerpo apenas reaccionaba a nada...- Mike tomó sus manos intentando calmarlo cuando estás se llegaron a su cara, se estaba desesperando.
- Calma...
- ¿Acompañantes de Larry?- escucharon una tercera voz en el asunto.
Pete se levantó de forma automática, Mike se levantó detrás de él y se acercaron al médico.
- ¿Que le pasa? ¿Lo drogaron?
- Definitivamente no... Tiene los efectos de haber sido drogado, pero no tiene ninguna substancia de ningún tipo de estupefaciente en el organismo...- los acompañó a través de los pasillos hasta llegar a la habitación.- El chico estaba en un shock inducido, o como si le hubieran hipnotizado, estaba como dormido...- habló mientras miraban al chico que en ese momento se encontraba postrado sobre una cama blanca, dormido.- Ahora está dormido por causa nuestra...
- ¿Entonces no fue drogado?
- No, no lo drogaron y tampoco abusaron sexualmente de él, no hay evidencias ni ADN en el cuerpo...
- ¿Entonces que le ha sucedido?- ahora pregunto Mike alzando una ceja.
- Los niveles de sangre estaban bajos, y creemos que esto causó en parte la inconsciencia, la falta de circulación... O es posible que lo hipnotizaran y la falta de sangre impidiera que despertase...
Los dos se quedaron en silencio, esperando a que el doctor siguiera hablando.
- Aún así no hemos encontrado nada más que un patrón idéntico y que últimamente se repite mucho en muchas personas que llegan de urgencia cada dos o tres semanas y todas en el turno de noche...
- ¿Qué quiere decir? ¿Esto ha pasado antes?
- ¿Pacientes con falta de sangre o hipnotizadas y que no reaccionan a nada?- asintieron con la cabeza.- Si... La estadística es escalofriante y cada vez hay más... lo peor es que no entendemos la razón... y todos comparten algo...
- ¿El que?
- Todos son del mismo tipo de sangre 0, y, todos tienen dos marcas en el cuello como si hubieran sido mordidos...
Los dos se quedaron mudos.
- M-Me está diciendo...- Pete inspiró profundamente.- doctor, corríjame si me equivoco, pero... ¿Me está diciendo que todas las personas que estás sufriendo esto son atacadas por un vampiro?- el médico no dijo nada.- ¡Los vampiros no existen! ¿Verdad? ¿¡Por qué sus palabras me están diciendo lo contrario!?- Mike tomó su mano para intentar calmarlo.- Los jodidos vampiros no existen, ¿Me puede explicar que cojones le ha pasado a Larry de forma argumentada y lógica? ¿No pretenderá que me crea ese cuento chino de mierda para niños pequeños? ¿No?- el médico tragó saliva.
- Pete, cálmate, por favor...- pidió Mike.
- No entendemos nada, ni siquiera nosotros como expertos le damos otra explicación lógica que no sea esa... Aunque algunos ofrecieron la posibilidad del tráfico de sangre, eso sería totalmente ilógico... más bien, lo más lógico sería el tráfico de órganos, no de sangre...- el médico parecía confundido, extrañado, y al mismo tiempo totalmente consternado por el caso.- No entendemos que otra explicación podría haber...
- ¿Y entonces qué hago yo ahora? Si en cualquier momento me pueden robar la sangre, ¿Que hago? ¿No salir de casa?
Pete estaba enfadado.
- Si tienes el tipo de sangre 0, lo más recomendable es que no salgas.
- Soy AB, no se preocupe por eso, preocupese porque Larry se ponga bien o denunciaré al hospital.
- Pete, cálmate, maldita sea...- el más alto apoyó sus manos en sus hombros y lo alejó un poco.
- No seas estúpido, Mike, los médicos, que se supone que son lo más fiable del mundo me están diciendo que un vampiro mordió a Larry, ¿Que será lo siguiente? ¿Que haya hombres lobo? ¿Que la magia de las películas es real? ¿Qué hay tritones en el mar? ¿Tan iluso te crees que soy?- Mike apretó los labios.
- Entiendo tu punto... pero no puedes exigir explicaciones cuando ni siquiera los médicos todavía no han explorado lo suficiente para dar una explicación razonable...- tomó sus manos.- Cálmate y dejemos a Larry aquí está noche... avisaremos a sus padres y nosotros vendremos de visita mañana a ver cómo se encuentra... ¿De acuerdo...?
Asintió con la cabeza lentamente. Mike sonrió un poco.
- Gracias por la poca información que pudo darnos, fue verdaderamente valiosa y tranquilizante en cierta parte...- dijo Mike hacia el hombre, este asintió con la cabeza- Vendremos mañana... Si son tan amables... ¿Podrían avisar a los padres del chico? Podemos facilitar el número...
Cuando llegaron a casa, Mike pasó todo el rato acompañando a Pete hasta que esté cayó rendido por no haber dormido absolutamente nada en toda la noche. Mike lo acompañó aunque no durmiera, acarició sus cabellos para que él estuviera más tranquilo e intentó quitarle todos los nervios y toda la ansiedad del cuerpo...
Le preocupaba mucho el estado de Pete.
Tanto como el de Larry.
Suspiró pesado y acarició los cabellos del pelinegro, apartó los ojos hacia la ventana, cuando Pete despertase irían al hospital otra vez para ver cómo se encontraba Larry, y, con un poco de suerte, no estarían el mismo médico que les dio aquella expresión tan poco lógica y razonable como decir que los vampiros eran reales y que uno había intentando matar a Larry...
Al llegar al hospital, los gritos y los regaños de la madre de Larry podían escucharse desde la entrada del hospital con mucho eco, los dos se miraron y decidieron hacer tiempo, esperar a que la familia del castaño se fuera y después entrar ellos a la habitación a ver cómo estaba el chico. Al hacerlo, pudieron verlo con cara de trauma por la bronca de su madre, sus ojos se iluminaron y una sonrisa creció en sus pómulos al verlos llegar. Al menos Larry se encontraba mejor...
Aunque... cuando le preguntaron si recordaba algo de lo que había pasado, este musitó que no, que solo recordaba hasta que entraron en el cubículo, recordaba unos ojos... como... verdosos y después perdió la consciencia de sus actos... Finalmente lo último que recordaba era despertar en el hospital. Lo cual era un calco de todas las víctimas que se encontraban en su estado.
- Todos pasan por lo mismo... El tipo de leyenda es un jodido hipnotista que roba la sangre de sus víctimas...- apretó los labios el pelinegro, Larry lo miró confundido, Mike apoyó una mano en su hombro
- Tenemos que pararlo...- dijo Larry.- Nosotros ya sabemos lo que hace, tenemos que informar a todo el pub, que vigilen las entradas y salidas y que todo el mundo sea visible en todo momento... Para poder ser reconocido... ¿No?
- Exacto...- corroboró Pete.- Hay que atrapar a ese hijo de puta.
Los dos asintieron y miraron a Mike, parecía desconcertado.
- ¿Aún después de lo que te pasó... volverás a ir al pub?
Larry asintió con la cabeza. Mike no dijo nada, solo asintió con la cabeza y les pidió que no se metieran en problemas... Los dos sonrieron y lo abrazaron por preocuparse por ellos... también le ofrecieron la posibilidad de ir los tres y así sería más fácil encontrar a esa persona, mejor que dos pares de ojos... Mike dejó escapar una risilla.
- Para que acabemos igual que la última vez que fui con vosotros...
Los otros dos soltaron un par de risillas y prometieron comportarse.
Estuvieron yendo varias veces al pub, pero en ninguna encontraron a nadie sospechoso. Iban los tres. Todas las semanas iban los tres, pero no encontraron a nadie en ningún momento que pudiera ser sospechoso.
Hasta que pasaron dos meses aproximadamente, y entonces vieron a un tipo sospechoso con capucha que se paseaba por el local y seducía a algunos, pero no llevaba a ninguno al baño. "Diablos, justamente cuando Mike estaba en el baño", arrugó la nariz el pelinegro al decir aquello, tomó la mano de Larry para seguir al chico encapuchado hasta el baño cuando sedució a alguien y lo convenció para ir allí. El pelinegro buscó en todos los retretes agachándose, de los cinco que había, solo había uno ocupado... lo cual era contradictorio...
Supuestamente... Mike tendría que estar en ese baño, pero en realidad estaba el tipo de la capucha con su presa. Larry y Pete se miraron de reojo y se metieron en el baño que había al lado, pues se metieron en la esquina del fondo, por lo tanto solo podían verlo desde un solo lado, bajaron la tapa y uno se subió sobre el retrete, el otro sobre la cisterna, Larry en la segunda al ser más bajo, Pete en el retrete, poniéndose de puntillas y se asomaron ligeramente hacia el baño contiguo.
Así podrían saber si los hipnotizaba, violaba, mordía, o... a saber que les hacía. El chico llevaba una capucha que impedía ver su rostro. Su víctima sonreía traviesa y susurró: "Eres ese chico que da el mejor sexo de la discoteca, no?" A lo que él contrario solo dejó escapar un sonido afirmativo junto con una sonrisa, dejando en el aire el misticismo de su voz para no ser identificado. El chico le ordenó que se quitase la capucha, que no diría nada a nadie, a lo que el otro se negó.
Hubo un ligero forcejeo.
El de la capucha chasqueó la lengua frustrado y después apoyó su mano en la cara del chico, la palma extendida, el corazón en la frente, el índice y anular a los lados de sus ojos, el pulgar y el meñique tensos; justo cuando se le cayó la capucha y su víctima cayó inconsciente.
Suspiró con pesadez y alivio y después se acomodó los cabellos, entreabrió sus labios y sus colmillos crecieron, después se acercó al cuerpo contrario y simplemente mordió en el cuello.
Pete y Larry se quedaron pálidos y con los ojos abiertos en shock.
...
- ¿M-Mike?
El chico de la capucha se estremeció, se separó del cuerpo inconsciente y giró los ojos hacia ellos limpiándose los labios.
...
Pete negó lentamente con la cabeza, su expresión se crispó, sus ojos se cristalizaron y después salió del baño corriendo, Larry se bajó de la cisterna y corrió detrás del pelinegro, asustado, no iba a negarlo, estaba totalmente asustado por lo que sus ojos vieron. Mike se quedó estático, selló la herida del cuello, chasqueó los dedos, después corrió tras ellos.
- ¡Pete!- llamó al llegar al hogar de ambos, los vio entrar y cerrar la puerta, escuchó como pusieron el cerrojo.- ¡Puedo explicarlo!
No hubo respuesta.
Chasqueó la lengua contra el paladar, golpeó la puerta varias veces más, pero seguía sin haber respuesta. Gruñó entre dientes y giró la vista alrededor, entonces se fundió en la noche, desapareciendo por completo y solo dejando cenizas atrás, para después colarse en la casa detrás de ellos, estos dos se pusieron pálidos al verlo aparecer de la nada.
- Puedo explicarlo...- le dio una bofetada.- Vale, eso me lo merecía...- se sobó la mejilla.
- ¡Mordiste a Larry y casi lo matas!
- No había peligro de muerte, nunca lo hay.- musitó intentando sonar tranquilo.- No iba a matarlo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? ¿No se supone que nos amamos? ¿Que íbamos a ser una familia juntos? ¿Qué ha sido de eso, eh?- Pete sonaba impotente, tragó saliva tembloroso.- No puedo confiar en ti...
- Si puedes, Pete... Si puedes confiar en mí...- musitó acercándose un poco.
- No te acerques...- retrocedió un par de pasos hasta tocar con la espalda en la puerta.
- Pete, cálmate, por favor...
- Cuando Larry estaba en el hospital... Dios... Eres un hipócrita. Causaste eso en Larry. ¿Tú sabes lo mal que lo pasé en el tiempo que lo encontré hasta que lo llevé al hospital? ¿Sabes lo mal que lo pasé sin dormir toda la noche porque pensé que lo violaron?
- Lo sé. No pido que me perdones... solo que te calmes un momento y me dejes explic. . .
- Eres un jodido vampiro. ¿Qué tienes que explicarme?
- Necesito sangre para sobrevivir... No puedo procesar la vitamina C del sol... Tengo que consumir sangre humana para conseguirla...
- Eso no explica porque no me lo dijiste.
- Porque no puedo...
- ¿Y por qué no?- Larry miraba de lado a lado como si fuese un partido de tenis, con las manos en el pecho, encogidas y ligeramente.
- ¿Cómo querías que te dijera que soy un vampiro?
- ¡Literalmente cuando tenías diez años fingidas ser un jodido vampiro y estuviste siéndolo hasta los trece años! ¿¡Cómo crees que me lo iba a tomar!? ¿¡Eres imbécil!? ¡Hubiera pensado que era una broma! ¿¡Qué otra cosa iba a pensar!?
- Deja de gritar un momento, por favor...
- ¡No! ¡No voy a d. . .!- con los dedos índice y el corazón tocó su frente con un pequeño toque y el pelinegro cayó inconsciente en los brazos del más alto.
Larry se quedó pálido.
- Ve a casa.
El castaño tembló un poco, asintió con la cabeza y salió de la casa a paso veloz, casi huyendo de la situación. Mike miró a Pete y lo recostó en el sofá, después suspiró profundamente y volvió a dar un suave toque en su frente con los dos mismos dedos, despertó como si fuese una pesadilla y miró alrededor.
- ¿Me acabas de. . .?
- No dejabas de gritar...
- ¿Cuántas veces lo has hecho antes?- preguntó con el ceño fruncido de forma acusatoria.
- Nunca lo hice antes. Jamás de los jamases lo hice...- negó con la cabeza.- Escúchame...
Espero unos segundos a que el más alto se sentase a su lado en el sofá y retomase sus palabras.
- De acuerdo, si, los vampiros existen, y soy uno de ellos... Cuando éramos niños éramos dos vampiros reales escondidos entre un grupo de personas que les gustaba nuestro estilo...- musitó apretando los labios al ver que lo miraba fijamente, casi amenazante.- ¿Recuerdas a la chica de cabello blanco?- asintió.- Ella y yo somos vampiros reales...- hizo silencio.- Nos hemos estado escondiendo fingiendo que éramos un par de niños amantes de Crepúsculo... terrible película, debo mencionar.
Pete soltó una carcajada silenciosa, esto sorprendió al más alto y le hizo aguantar una sonrisa.
- ¡Por fin lo admites!
- Disculpa, cariño, tenía que mantener mi orgullo de Vamp Kid...- hizo una postura diva.- El caso... Que conforme fue avanzando el tiempo, yo dejé de fingir ser un "Vamp Kid" Y simplemente me escondía por las noches para beber sangre para varias semanas y así no llamar la atención, además, empezamos a salir...- musitó con una ligera sonrisa- Después empezamos a vivir juntos y se me hacía mucho más complicado salir de noche sin que tú te dieras cuenta... Hasta que empezaste a salir de fiesta con Larry al pub y vi ahí la oportunidad de poder ir a beber sangre algunas noches...
- Osea... ¿Aceptaste a que fuese para librarte de mi?
- Si y no. Si por mis instintos de vampiro y la necesidad de beber sangre; y no porque me daba algo de miedo que salieras, te ligasen y me dejases...
- Imbécil...- rodó los ojos.
- Lo sé...
- ¿Nunca bebiste de mi?
Negó con la cabeza.
- ¿Solo bebes tipo de sangre 0?
- Es más dulce, es una carga de dulzor al ser tan básica y tan compartible, pero que nadie le pueda compartir; y me permite aguantar más tiempo sin beber. Así poder disimular mejor al no tener que salir tan habitualmente.
- Hmph...- asintió con la cabeza.- De acuerdo...
- Tampoco quería tomar tu sangre porque sospecharía de dos "picaduras de mosquito" tan similares y juntas... Obviamente al ser tú te haría un chupón después solo por el capricho.
Pete se sonrojó violentamente y apartó los ojos. Esto ocasionó una risilla por parte del más alto.
- Si, bien, de acuerdo, como sea...- carraspeó incómodo.- Supongo que puedo aguantar vivir con un vampiro siempre que no veamos Crepúsculo.
- Tranquilo, cariño, no lo haremos...
Pete sonrió.
- Entonces acepto la convivencia contigo.- Mike rodó los ojos y después dejó escapar una risilla.- Te quiero, chupasangre idiota.
- Y yo, mortal adorable.
- Vuelve a llamarse así y te daré de hostias hasta quedarme a gusto.
Mike soltó una carcajada y lo abrazó con fuerza, para después besar su mejilla y susurrarle un: "te quiero".
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¡Hola! :3
Se me hizo mucho tiempo el que estuve sin escribir/ publicar nada...
Y ahora aparezco con un Pike...
Otro...
Ahora estoy inspirada con esta pareja o que pedo? XD
Pues si, ahora me inspiré con estos dos y seguramente no será el último que escriba xD
Osea...
A parte de las historias de la cuenta secundaria, también estoy escribiendo estas historias y por culpa de las historias de la cuenta secundaria, también se me ocurren historias para la de Fanfics xD
Vamos...
Que a partir de una historia entre dos de mis OCs, se me ocurrió esta wea...
Así que fue como:
✨Felicidad✨
Porque me inspiré.en base a mis OCs
Para que luego digan que tener 18.392.847.294.718 millones de OCs no sirve para nada xD
Nah, en realidad actualmente tengo 106 OCs
Todos ahora mismo: QUE!? ._.
Yo: <:
Vale, ya paro UwU
Anyway...
Aquí las opiniones ------------>
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo One-short
Bye~
By Ecchisforlife / Silvia Line
[5944 Palabras]
P.d.: Me tenté a escribir una escena de Mike mordiendo a Pete <: lástima que al final no lo hice
P.d.2.: La mención a Falling in reverse es por la canción de "I'm not a vampire" la cual... No mames, queda de lujo para la historia xD
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