14/07/2017 | 07:55

Luz se estaba preparando para el ensayo que tendría ese día. Estaba feliz en particular porque las cosas se habían solucionado con Jakurin. Ella era como su amor platónico que sí podía ser posible, o así lo sentía él.

Aunque su alegría no significaba lo mismo para cierta persona que estaba buscando impedir el surgimiento de ese todavía lejano amor. Leda miró con odio a Luz cuando apenas llegó. Si se hubiese dado cuenta, hubiera cuestionado hasta dar con la verdad.

De repente se le ocurrió un genial plan para elaborar un rumor que podría evitar ese amor. Sí, con rima y todo.

—Luz-kun, ¿quieres salir esta noche? Queremos rentar un local para armar una pequeña fiesta en tu honor, aunque todavía no sea tu cumpleaños. ¿Te parece?

El castaño dudó por un instante. Pero, era algo en su honor, así que...

— ¿Por qué no? Iré —suspiró, sonriendo ligeramente.

La mujer sonrió también, sabiendo que había caído en su trampa.

18:07

La fiesta empezaría dentro de dos horas, pero Leda estaba rentando el lugar. Le dijo al señor que pagaría después, porque la última persona que quedara dentro del local debería hacerlo. Todo estaba fríamente calculado, aunque él no tenía ni la menor idea de qué era lo que ella planeaba.

Luego de eso, la mujer marchó otra vez a su encuentro. Luz se sobresaltó cuando notó su presencia de vuelta.

Mientras tanto, Jakurin se dirigía a la universidad.

Como las cosas con Luz mejoraron, se sentía un tanto feliz. Además, se enteró que Mandii estaba a punto de culminar su curso de gastronomía.

Entonces, en plena distracción, se chocó con alguien por enésima vez.

—Perdón —susurró. Levantó la mirada por un instante para ver el rostro de aquel cuerpo que sintió masculino.

Reconoció entonces una mascarilla blanca cubriendo la mitad de su rostro. El retazo que se le veía contenía sus inconfundibles ojos de coreano, por lo cual no tardó en contener el fangirleo.

—Mafumafu-san —susurró.

—Shh... Disculpa —dijo él.

—No te preocupes.

El utaite no sabía que aquella chica era la "crush" que su amigo tanto le había mencionado.

21:12

Después de unas horas, el castaño ya se encontraba en el lugar de la fiesta. Había pasado ya casi una hora desde que comenzó, pero seguía sin hallar diversión. Leda se le acercó de repente.

— ¿Te estás divirtiendo? —Negó con la cabeza—. Entonces ven, hagamos algo emocionante.

Curioso, Luz decidió aceptar la propuesta, en un desesperado intento por aliviar el aburrimiento. Le dieron varias copas de alcohol que se tomó sin vacilar. Tras unos minutos, Leda trató de hacer contacto físico con él, aunque no se dejó. Ella supo que debía esperar un poco más.

22:14

Cuando el borracho Luz se tambaleaba, Leda volvió a aprovechar. Esta vez estaba indefenso, pero sus encantos siguieron sin ser suficientes.

Al final, él terminó desmayándose.

15/07/2017 | 06:01

—Señor, despierte. Tiene que pagarme.

El confundido muchacho miró con extraño a aquel hombre. Su expresión de enojo era exagerada.

— ¿Te estoy hablando en chino o qué? Desaloja y págame ahora. Son cincuenta dólares.

— ¿Eh?

A la final, tuvo que pagar. Se sentía un poco mareado, por lo cual pidió un taxi para llegar a casa a salvo. Leda ya no estaba; el montón de gente que había en la fiesta también había desaparecido.

Cuando llegó a su casa, se acostó en el suelo y se quedó dormido.

15:00

Mafu fue a visitar a Luz porque no le respondía los mensajes. Allí descubrió que estaba "dormido". Pero luego se dio cuenta que tenía fiebre.

Logró despertarlo, sin saber bien cómo, y le preguntó qué hacía ahí.

—Estoy bien, no te preocupes —murmuró—. Recuerda que tengo una alta tolerancia al alcohol.

—B-Bueno. ¿Pero, estás seguro de que puedes ir al concierto?

—Ah, sí, debo prepararme para el último ensayo.

—Luz-kun...

18:18

A Luz le seguía doliendo la cabeza, por lo cual cerró los ojos un instante. Leda se le acercó, mas él no quería saber nada de ella.

— ¿Qué te pasa?

—Eso debería preguntar yo —espetó—. ¿Por qué me dejaste solo en ese lugar? Tuve que pagar tus porquerías.

No la dejó responder, y sólo se fue a otra parte. su cuerpo y mente debían estar relajados para el concierto.

20:08

Ya casi era hora de que empezara la función. Luz estaba estresado todavía, pero ya había aliviado un poco el fuerte sentimiento que tenía.

Mafu había decidido asistir por si ocurría algo con su amigo, aunque éste terminó desempeñándose muy bien en el escenario. Sólo que estaba un poco apagado en comparación a otras noches.

— ¿Te sientes bien? —le preguntó, una vez finalizó el concierto.

—Sí —susurró.

— ¿Quieres que te acompañe a casa? —Hacía frío.

—Claro...

Mafumafu pidió un taxi. Al llegar a su dulce hogar, Luz se echó en la cama y se quedó dormido. El otro se fue cuando se aseguró de que estaba bien.

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