[Día 4]: Trabajo.
Como los días normales solían ser aburridos para June, decidió aceptar cuando Soraru le preguntó si podía acompañarlo al trabajo. Cerca de las diez de la mañana, se lo encontró en la puerta de su casa, y salieron juntos rumbo al estudio de grabación.
Estaba ubicado en un enorme edificio repleto de oficinas. Tuvieron que saludar a varios guardias antes de llegar a su destino. En la sala de grabaciones no había más que tres personas, y una de ellas era el muchacho que la chica había conocido días atrás.
— ¡Mafumafu-san! —exclamó.
—Oh, June-chan~ ¿Qué haces por aquí?
—Acompañaba a Soraru-san —contestó—. A decir verdad, estoy un poco nerviosa...
—No te sientas así —sonrió, y colocó la mano en el hombro de ella—. Si conoces a Soraru-san, dudo que esta sea la única vez que lo escuches cantar en vivo.
Es cierto. Conocer a un cantante implicaba cercanía, y existía una enorme posibilidad de poder ir a conciertos y eventos. De tan sólo pensar en eso, June se sentía desconcertada. ¿Cómo alguien como ella logró volverse amiga de aquel azabache?
Soraru se colocó frente al micrófono y comenzó a cantar.*
- . . . -
Luego de unas tres horas de grabación, a Mafu se le ocurrió pedir un descanso. Compró tres latas de soda en la máquina expendedora, y se sentó junto a Soraru y June, tendiéndoles sus respectivas latas.
— ¿Qué tal te pareció mi voz?
—Suena mejor en persona —admitió la chica—. Y sin autotune.
— ¿Ves? Te lo dije —exclamó el rubio.
El azabache, por su parte, prefirió no decir nada. Se mantuvieron en silencio un rato, hasta que los tres acabaron sus latas. Después de eso, volvieron al salón.
Lo que seguía era guardar bien todos los archivos de audio para que Soraru pudiera llevárselos y mezclar la canción en casa, como siempre solía hacer.
Ser un cantante sin el apoyo de empresas grandes sería difícil... Si no fuera por Mafumafu.
Él era el tipo de persona con demasiados conocidos y contactos de gente importante que podía ayudarles en algún momento. Además, tenía mucho conocimiento sobre la música y era muy útil a la hora de componer y grabar canciones. Juntos, eran el dúo perfecto, de alguna forma.
Sin saber como, y de repente, June y Soraru terminaron presenciando un concierto de guitarra en vivo. El rubio había tomado su instrumento y había empezado a practicar algunos acordes, los cuales se convirtieron en arpegio y, eventualmente, en canciones.
—Tienes mucho talento, Mafumafu-san~
—No es para tanto —murmuró—. Hay mejores...
— ¿Podemos ir a casa? —inquirió Soraru—. Tengo sueño.
❁
hasta aquí lo dejo asd
*El canto de Sorarun fue censurado porque era mucha belleza para este escrito tan miertero. (-:
Éste capítulo fue una mierda. Sé que no conozco lo suficiente de la personalidad de June como para escribir sobre ella, por lo que me queda muy ok, y eso no me gusta.
tres días después: acabo de borrar la mierdinota larga xDxdXd
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