[Día 4]: Compras.
Transcurrieron varios días. Mandii se acostumbró muy rápido al reino de Mafu, y compartió bellos momentos junto a todos. Kashitaro estaba muy feliz por eso, de hecho. Sin embargo, ya era hora de regresar.
Pero, como si leyera la mente de una Mandii que no quería marcharse todavía, el rey les comunicó algo en ese instante.
—Haré pronto un festival... ¿No prefieren quedarse?
Luego de unos segundos pensándolo, el príncipe llegó a una resolución:
—Está bien —sonrió.
Mandii se puso muy alegre, lo cual también le hizo feliz.
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— ¿Quieres ir de compras con nosotras, Mandii-san? —preguntó una sonriente Rin.
—Claro —respondió la de cabello lacio.
Durante el tiempo que estuvo ahí, había entablado una relación amistosa con la novia de Mafu y la esposa de Soraru. Las tres chicas se llevaban muy bien, y reían juntas todo el tiempo. Además, hacían bromas sobre sus parejas. June, de hecho, logró hacer que Itou se sonroje varias veces por Mandii.
Además, estuvieron junto a la hermana de Rin, quien hizo un retrato hermoso de la pareja que visitaba el reino.
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Al mismo tiempo, el príncipe Itou se encontraba ayudando a Mafu a preparar el festival que tan ansioso estaba por dar. Éste le dijo varias veces que no era necesario, pero aun así quiso hacerlo.
— ¿Dónde pongo esto? —preguntó.
—Por allí estaría bien. —El peliblanco señaló una de las esquinas.
— ¡Mafu-sama! —Un exhausto Amatsuki se acercaba a ellos.
— ¿Pasó algo?
—Mizuki-san envió un mensajero diciendo que vendrá pronto —explicó—. Pero Soraru-san se quedará.
— ¿Por qué?
—No lo sé... Creo que nos explicará mejor cuando esté aquí.
—Es cierto.
— ¡¡Mafu-kun!! —gritaba Sakata, mientras llegaba al sitio donde se encontraban.
— ¿Qué pasó? —rió el aludido.
—Gin-san llegó pero su habitación está siendo ocupada por los viajeros de hace días. ¿Qué hago?
—Puedes decirle que ocupe la mía mientras tanto; se irán mañana.
— ¡¡¡Mafu-sama!!! —Esta vez era Lon—. ¡Pídale a Matsu-san que deje de molestarme!
— ¿Eh?
— ¿Así es todos los días? —preguntó Itou en un susurro.
—Más o menos...
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En la tarde, mientras Mandii acomodaba los vestidos que Rin y June le compraron, Kashitaro entró a su habitación.
—Kashi —murmuró ella.
— ¿Cómo te fue? —inquirió él, dándole un beso en la cabeza.
—Muy bien —sonrió. Itou se sentó a su lado—. Todos son muy amables aquí... Ya entiendo porqué son tus amigos~ Son tan buenas personas como tú.
—Mandii, ¿sabes?
— ¿Sí?
—Te quiero mucho. —La abrazó, apretándola muy fuerte.
Los dos empezaron a reír casi enseguida.
— ¿Qué haremos después del festival? —preguntó la chica.
—Lo que tú quieras.
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