[Día 30]: Flores azules.
Después de que Mafumafu le abriera los ojos, Soraru volvió a prestarle más atención a su chica. Motivado por las palabras de su amigo, dejó el trabajo de lado por unos días, e incluso llegó a pedirle algo extraño a la madre de ella.
—Señora, ¿me dejaría vivir por una semana con su hija?
— ¿Eh? —exclamó la aludida.
— ¡Por supuesto, Soraru-kun! —Ella tomó aquello como una práctica por si algún día llegaban a casarse. No perdonaría al azabache en caso de que no se casaran.
Por esa razón, estuvieron viviendo juntos por una semana, durante la cual Soraru decidió dormir en el suelo para que la chica tuviera todas las comodidades posibles. No obstante, ella siempre le dijo que no le importaba si dormían juntos.
Una vez terminó esta semana, la vida del azabache volvió a la monotonía de siempre, exceptuando el hecho de que se sentía mucho más feliz ahora.
- . . . -
Luego de unos cuatro años, cuando June ya se había graduado —al igual que Mafu— y Soraru era uno de los cantantes más famosos de Japón, pudieron darse cuenta de las cosas que esto conllevaba.
A menudo, las que se hacían llamar fans del azabache, lo acosaban hasta el punto de seguirlo a donde fuera. Él odiaba ese tipo de cosas, razón por la que decidió mudarse.
Quizás ya estuviera a punto de cumplir treinta años, pero todas las mujeres seguían creyéndolo el hombre más guapo de la Tierra. En realidad seguía viéndose muy joven, así que no tenía porqué preguntarse la razón de sus acciones.
Sin embargo, le molestó tanto aquello que incluso llegó a publicar un mensaje en Twitter al respecto. Cuando lo hizo, el acoso se detuvo por unos cuantos días, mas no terminó hasta que tomó la siguiente decisión drástica.
Tal vez no había hecho pública su relación con June, pero se notaba a leguas de distancia que se querían mucho. Cerca de nueve años habían transcurrido desde que comenzaron su relación, por lo cual creyó que era hora de dar el siguiente paso.
Fue hasta la joyería, con la tarjeta de crédito en el bolsillo. Tantos años de noviazgo merecían la pena, por lo cual se fijó en el anillo que más llamara su atención. Se decantó por uno plateado con pequeños detalles de oro, que lograban resaltar de alguna forma, y unos cuantos puntitos azules. Era perfecto.
Tal vez ese anillo fue lo más caro que llegó a comprar en su vida.
— ¿Quieres casarte conmigo? —pronunció, cuando estuvo por fin arrodillado frente a la chica.
June, quien no podía creérselo, sintió cómo sus mejillas se calentaban. Esperaba que eso sucediera algún día, y cuando ocurrió no pudo hacer más que creer que era un sueño. Sin poder decir palabras, lo único que hizo fue asentir levemente con la cabeza.
"Voy a casarme", publicó el azabache en Twitter esa noche.
Las fans se lo tomaron a broma, para evitar pensar en la cruda realidad que se acercaba. Si su "ídolo" se casaba, ya no podían tomarlo por suyo.
El acoso empeoró durante esos días. Soraru comenzó a tener miedo de salir de su propia casa, incluso. Estaba frustrado consigo mismo por no poder lograr su objetivo, sino todo lo contrario. Aun así, se encontraba feliz porque logró pedirle la mano a la chica. Sonrió como un tonto al recordar los días en los que se decía a sí mismo que no lo lograría.
Cada viernes salía de casa cubierto de negro para comprar provisiones para toda una semana. Así, podría quedarse en casa con tranquilidad sin tener que preocuparse de qué comería o qué haría durante el día. Las cosas parecieron marchar con normalidad, hasta que un día las fans se decidieron a buscar también a la prometida del cantante.
Ocurrió lo que él menos quería: involucrar a June en ese tipo de cosas.
Por esa razón, la llamó por teléfono pidiéndole que no se acercara a su casa en un par de semanas, durante las cuales trataría de solucionar el problema.
Como pensó, fue afortunado de que las fanáticas entendieran con palabras. Les insistió, repitiéndoles una y otra vez que era cierto lo del compromiso. Ellas todavía no lo digerían del todo, pero al menos ya le creían.
Una vez el acoso terminó, pudieron comenzar con los preparativos para la boda... Aunque, el día en el que la madre de la chica se enteró de aquello, mandó a confeccionar un vestido a la medida de su hija.
Sentía que el tiempo estaba pasando muy rápido. Recordaba cuando ella y Soraru apenas eran "niños" que decían quererse el uno al otro. Haciéndolo, no pudo evitar que se le escaparan un par de lágrimas.
Unos dos días antes de la boda, mientras June se disponía a recoger el correo de la semana, vio afuera de su casa algo que le llamó mucho la atención. Era un ramo de... rosas azules. El mismo tipo de flores azules que ella vio en manos de Soraru el día del funeral, cuando se conocieron.
Dentro del ramo había una pequeña —bueno, no tanto— carta del mismo azabache.
Querida June;
Vaya que el tiempo pasa rápido. Digo, todavía recuerdo el funeral. Yo en verdad estaba roto por dentro, pero llegaste tú. Ahora, te confesaré algo que pensaba decirte hace mucho tiempo... Yo estaba enamorado de ella. Y murió. Me puse muy mal, en serio. No sé de dónde saqué fuerzas para ir al funeral, y gracias a ello fue que te conocí. Dicen que cuando se cierra una puerta, se abre otra, ¿verdad? Ahora soy muy feliz, a pesar de que sigo recordando lo triste que estuve durante esos días. Si quieres, pregúntaselo a Mafu... Siento que ese yo era mucho más oscuro que el real, ¿sabes? En fin. No vengo a hacer un monólogo sobre mis sentimientos.
Quiero que el día que pronto viene sea el mejor para ambos. Quiero que tú seas feliz, así como yo lo soy. No tienes ni idea de cuán feliz estoy... Te amo. No te cambiaría por nada, y jamás me cansaré de darte las gracias. Si no fuera por ti, no sé dónde estaría ahora. Te amo. Sé que tú también me amas, pero no me amarás tanto como yo te amo. Te amo, te amo, te amo... No me canso de decírtelo, y tampoco de escribirlo. Gracias por estar ahí para mí; gracias por hacerme feliz.
Tal vez esta carta se quede en la basura como uno de los tantos borradores que hice, y sea un malgaste de tiempo... O tal vez sea el bosquejo definitivo de lo que hay dentro de mi corazón. Quién sabe.
Creo que ya expresé todo lo que debía, así que es hora de que me vaya despidiendo. Te espero el día de la boda, y espero que lleves este bello ramo de rosas azules que compré para ti.
Y, de nuevo. Te amo.
-Atentamente, tu único y sexy Sorarun.
Leyendo eso, la chica no pudo evitar llorar. Le llegó al corazón, sin dudas, lo que su amado quiso transmitirle. Al final del escrito, esbozó una sonrisa. Con las manos temblorosas, agarró cuidadosamente el ramo de flores, y se apresuró a volver al interior de la casa. Le mostró ambas cosas a su madre, quien se quedó maravillada con lo encantador que podía llegar a ser su yerno.
A la noche del día siguiente, Mafumafu, Amatsuki y algunos más llegaron de repente a casa de Soraru. ¿Por qué? Para celebrar una especie de pequeña y discreta despedida de soltero.
—Y, ¿qué opinas sobre esto? Esta es tu última noche como un hombre libre —comentó Amatsuki.
—Estoy feliz por ello... Además, ¿a qué te refieres con hombre libre?
Los chicos hicieron típicas cosas de otaku durante esa noche. Karaoke, videojuegos... No eran la clase de cosas que alguien normal haría. Aun así, todos se divirtieron mucho.
Al final de la noche, cuando casi todos se fueron, Mafu propuso un juego en el que cada uno debería hacer una confesión.
— ¡Uh, yo primero! —exclamó Amatsuki—. Confieso que vi a Mafu en ropa interior.
— ¡¿Eh?!
—¡Sí! —rió—. ¿Recuerdas cuando tuve que dormir en tu casa? Iba a entrar al baño, estaba la puerta abierta y...— ¡No sigas! —exclamó el castaño, con las mejillas rojas de vergüenza.
— ¿No tienes baño de invitados? —cuestionó Soraru.
—Mi trabajo no resultó tan bien como el tuyo, qué decirte —dijo el chico, recordando que sus libros no se vendieron bien—. Mmm... Yo diré mi confesión. Confieso que me enamoré de June-chan.
—Ya me lo esperaba —suspiró el azabache—. Eh... Yo confieso que leía tus libros cuando estaba deprimido por... eso.
— ¿Qué es "eso"? —inquirió Amatsuki.
—Ah, es que Soraru-san estaba enamorado de otr— Fue interrumpido cuando la mano del aludido se colocó encima de su boca.
—Es una larga historia que algún día te contaré...
En un abrir y cerrar de ojos, llegó el día de la boda. Soraru no había visto a June desde hace dos días, así que no tenía bien claro qué sucedería. Por una parte, tenía miedo de ser dejado solo en el altar. Pero, por otra, sabía que su amada no lo defraudaría.
—Ánimo, Soraru-san —murmuró Mafu, antes de marcharse a su asiento.
Las campanas que indicaban las doce del día comenzaron a sonar, al mismo tiempo que el piano con la clásica marcha nupcial. (o cualquier otra canción que June quiera :p -le pegan por interrumpir en un momento tan crucial-)
La chica apareció de repente, y comenzó a avanzar por la alfombra roja, con lentitud, acompañada de su padre. Llevaba el cabello suelto y, ¡oh, sorpresa! Sus lentes decidieron tomarse un día de descanso.
Un leve rubor cubría sus mejillas, las cuales, a su vez, estaban tapadas por un velo blanco. Entre sus manos llevaba con cuidado el ramo de rosas azules que el azabache le había enviado. Levantó la cabeza y miró a su prometido, quien la esperaba con una sonrisa.
La ceremonia dio inicio, y se volvió la típica boda que siempre proyectan en películas o describen en libros. Hasta el momento en que ambos se dieron el sí.
—Puede besar a la novia.*
Soraru la tomó de la cintura y apegó sus labios suavemente a los de ella. Fue un pequeño beso corto y muy dulce. Ya por fin estaban juntos de verdad, y nada podría separarlos. Su sueño se volvió una realidad.
- . . . -
Extra.
[Día 30]: Haciendo algo caliente.
— ¡S-Sorarun, eso no va ahí!
— ¿Eh?
— ¡Q-Quítalo, no está bien!
—P-Perdón...
— ¡Au!
— ¡Ahhh! ¡Lo siento! —exclamó—. ¿E-Esta es la sal?
—Sí, esa es la sal...
— ¡¿POR QUÉ HACER CHOCOLATE CALIENTE ES TAN DIFÍCIL?!
—No es difícil, sólo tienes que poner el azúcar donde va...
FIN.
❁
*La flojera de Nisa es tan ancestral que ni siquiera se tomó la molestia de describir los votos :V
Ok, han pasado 30 días desde que comencé esto, y jamás pensé que lo terminaría-- Okno, eso lo debo decir el día 150 x''DDDDDD
Na pos, sinceramente me gustó mucho escribir esta historia~ Como que al principio no tenía muchas ideas, pero con el paso de los días fui armando una historia con sentido :D -creo-
Espero que les haya gustado tanto como a mí este final. No tiene 2000 palabras, pero está muy cerca ww ¿Cuál fue su parte favorita? La mía fue la carta de Soraru~
¿Y su día favorito? qwq
Creo que el mío fue el 20-21 ajsdhfghdkssdjsa
En fin~ Faltan nueve minutos para las 12 de la noche -alv todo, me desvelé por acabar esto- y tengo dolor de espalda por alguna razón, así que iré a dormir x'D
Tengan buenas noches, sueñen con Mafucitos, y nos vemos en el NaruJune! :D
-Nisa
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