Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Día 3]: Rojo.

Semanas después de lo sucedido, yo seguía preguntándome de dónde sacaba tanta fuerza de voluntad para seguir yendo a clases. Cada vez mi rendimiento era peor, lo cual desencadenó sospechas por parte de los profesores. No tuve más remedio que asegurarles que no había nada fuera de lo normal, pero aun así querían cerciorarse de que yo estuviera bien.

Y eso, en parte, no era algo bueno para mí. Me hacía sentir más inútil que querido, puesto que no me prestaban atención en los días normales y sí lo hacían en los nublados. Me hacían sentir una de esas personas que hacen lo posible por obtener atención... y lo logran.

Frustrado, volví a enterrar mi cabeza entre mis brazos. Odiaba sentirme así.

Además de eso, unos pocos días atrás había terminado de desahogarme con las letras, así que mi inspiración se tomó un largo descanso. Entre suspiros, volteé desanimado las páginas del libro de geografía. Tenía que dar una lección para la cual —por supuesto— no estudié.

Cuando sonó la campana, vi pasar mi vida frente a mí. Fueron horribles momentos.

Cerré los ojos con fuerza unos instantes, preparándome para el saludo de la profesora. Cuando entrara con su particular "buenos días", tendría que levantarme en gesto de educación, sabiendo que estaba acabado.

—Buenos días. —Estaba acabado—. Tomen asiento y saquen una hoja —dijo, a la vez que se sentaba y acomodaba su bolso a un lado.

Tomé con las manos temblorosas el primer cuaderno que encontré y arranqué una hoja en blanco. Era de cuadros. Coloqué mi nombre, aunque las letras quedaron un tanto deformes por culpa de mi extraño nerviosismo.

—Pregunta uno... —No tenía nadie a quién dejarle mis cosas en caso de hacer un testamento, así que recé mentalmente para poder recordar al menos algo de lo que había leído.

Sentí que Junie me estaba mirando, pero no le devolví la mirada.

♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗

Tal y como esperaba, me fue terriblemente en la prueba. Con suerte llegué a sacar un mísero cuatro sobre diez. Y eso porque la profesora fue compasiva y decidió redondear el tres cincuenta.

Esta fue la razón por la cual, durante el descanso, me fui a sentar a la esquina más oscura que encontré. Me sentía demasiado mal conmigo mismo. Incluso June fue capaz de sacar un ocho... El idiota de Shin sacó nueve, y aun si no hubiera copiado, hubiera sacado un seis o algo así.

Básicamente, esta es la historia de cómo mi vida fue bajando en picada. Primero mi novia, luego mi autoestima y después mis notas. ¿Qué seguía? ¿Mi —ya de por sí escasa— altura?

Con los brazos apoyados en las rodillas y la cabeza encima de éstos, lágrimas empezaron a caer de mis ojos. No hice nada por reprimirlas; no tenía ganas. Mi rostro se mantuvo sin expresión alguna durante cerca de cinco minutos de sufrimiento. Pronto dejé de llorar, pero seguía sintiendo una enorme presión en el pecho.

En ese momento fue cuando vi a Junie llegar. Estaba acompañada de un pelirrojo al cual yo no conocía y de Soraru-san. Acercó su rostro al mío, para examinarlo. Rápidamente me incorporé y volví a pegarme a la pared.

— ¿Estabas llorando? —inquirió.

Yo me encogí de hombros, ya que no tenía ganas de hablar y mis ojos rojos ya lo expresaban todo por sí solos.

— ¿No te sientes bien? —cuestionó el de cabello rojo—. Ten, una manzana de Aomori alegrará tu día~

Repetí en mi cabeza lo que el tipo había dicho. Tras unos segundos, decidí tomar la roja manzana. En realidad no alegraría mi día, pero tenía hambre porque no había desayunado.

—Mi nombre es Araki —dijo—, mucho gusto. —Me tendió una mano.

Pasé la manzana a la mano izquierda para poder aceptar la de él con la derecha.

—Naru-chan, ¿cierto? De camino aquí, ella me habló un poco de ti —señaló con la cabeza  a June.

—Para los desconocidos me llamo Naruse —espeté.

— ¡Ah! L-Lo siento —titubeó—. N-Naruse-kun, entonces.

Después de un rato hablando, me di cuenta que Araki era un buen sujeto. Estaba en el mismo curso que Soraru, lo que significaba que terminaría el instituto ese año.

No tardó en llegar el momento en el que nos despedimos para volver a nuestras respectivas clases. Al menos, luego de aquella conversación, logré dejar de sentirme tan miserable.

♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗

Ok, por ahora como tengo ideas se me hace fácil escribir muy rápido antes de irme a dormir- Ah, pero cuando se me acaben...

noséquéhagoconmivida,ayuda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro