[Día 29]: Historia.
Durante la cena, Luz no paró de hacer preguntas estúpidas a los visitantes y a Soraru, quien se hartó de su comportamiento y empezó a ignorarlo. Hizo lo posible por apresurarse comiendo para volver con su hijo, ya que lo habían dejado solo.
—Buen provecho —dijo, retirándose de la mesa.
—Está más amargado que de costumbre —susurró Sou—. Creo que está en sus días...
—Probablemente —rió June—. Bueno, no. Aprecio mucho lo que hace por mí, ¿no es un amor?
—Deberías ayudarlo —propuso Mafu.
—Lo he intentado, pero siempre encuentra una excusa...
— ¡¡Naruse!! —De repente escucharon un grito por parte de Soraru—. ¡¿Por qué dejaste que esta loca entrara?!
— ¡Sorarun!
—No la he visto por aquí —se sorprendió el de cabello rosado—. Usó técnicas secretas de infiltración, al parecer.
—Entonces haz una barrera en el castillo, o yo qué sé.
—Qué cruel eres —chilló Mizuki—. Sólo quería ayudarte con mi pequeño sobrino~
—Tú no eres nada de mi hijo —espetó.
—Junie me lo autorizó, así que puedo cuidar de él también —mumuró.
— ¿Por qué tanto alboroto? —preguntó Mafu, un poco asustado.
—Esta loca se coló en el cuarto, hizo llorar a mi hijo y no quiere aceptar las consecuencias —explicó el mayor, de forma exagerada.
—Tú lo hiciste llorar —replicó ella—. Está bien, no volveré de visita nunca más.
—Quieres que me dé pena, no funcionará.
—Sorarun, no seas grosero —intervino June—. Mizuki-chan sólo quería ayudarte, te ves muy cansado.
—No me importa, quiero cuidar bien a mi hijo.
—Te recuerdo que también es mío —dijo ella, tomándolo con cuidado para detener su llanto.
Mientras tanto, Itou y Mandii se habían quedado en la mesa comiendo con Isubokuro y Sou.
—Y, bien, ¿cómo les va? —preguntó el castaño.
—Bien —sonrió Mandii—. Kashi es buen rey~
—Mandiu es buena reina~
—Claro que no, no sé cómo ser reina —rió.
— ¿Saben? Recordé una historia parecida que sucedió en este reino —intervino Isubokuro—. ¿Quieren que se las cuente?
—Vaya, es un milagro que si quiera hables. Procede, súbdito —dijo Sou, con aires de grandeza.
El otro frunció el ceño—. Sou-kun.
—Sou-sama, para ti.
El azabache rodó los ojos y rió—. Bien.
«¿Recuerdan la historia del abuelo de Mafu-sama? Sí, esa de la maldición. Pues, un tiempo antes de eso, cuando todavía era el príncipe, conoció a una intrigante chica. Ella no se abrió mucho al principio, pero fue tomando confianza poco a poco.
Ambos se fueron enamorando, aunque cada uno tenía sus inseguridades, más que todo la chica. Ella solía trabajar de florista, ya que conocía muchas de las plantas que hay en los bosques cercanos y le gustaba cuidar de ellas. Por lo tanto, no era alguien que perteneciera a la realeza.
Un par de años después, él le habló a su padre sobre la relación con la doncella, y le comentó que quería casarse con ella. Por supuesto, el rey se negó.
El príncipe no se rindió, y le contrató unos cuantos educadores que le enseñaron "cómo ser una princesa". Al final, logró su objetivo y pudieron casarse.»
—Vaya, qué interesante —susurró Mandii—. La diferencia es que yo lavaba, planchaba y doblaba la ropa de la familia real —rió.
—Pero ahora eres mi reina —sonrió el otro, y le dio un pequeño beso en los labios.
•.•.•.•.•
Escribiré luego el final porque se me fue la inspiración y tengo sueño(?) ashdjekss
oyasumiiiiiiiii *inserte voz de Mafu* baibaaai
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