[Día 28]: Entre las sábanas.
No me malpiensen el título, alv
Entre las sábanas, Soraru pensaba.
Su piel de porcelana podría confundirse fácilmente con la tela blanca. Sus labios conservaban aquel molesto sabor a alcohol, y su garganta seguía ardiendo. Su mente seguía conservando los recuerdos del día anterior, y todavía podía sentir el olor de su amada impregnado en el abrigo que había dejado a un lado de la cama. Su abdomen desnudo estaba cubierto suavemente por las sábanas blancas.
Entre las sábanas, Soraru pensaba.
Con los ojos entrecerrados y la boca cerrada.
Con dolor, a cada instante suspiraba.
Sin saber porqué así de mal se encontraba.
No tenía nada que hacer, así que se quedó entre las sábanas.
- . . . -
Pocas horas después, cuando se despertó de nuevo, las dudas existenciales comenzaron a atormentarlo. En "¿qué pasaría si...?" ahondó en su mente, introduciéndole extraños pensamientos capaces de darle escalofríos.
¿Qué pasaría si y dejara de ser suficiente para June?
¿Qué pasaría si encontrara a alguien mejor?
¿Qué pasaría si dejase de quererme?
¿Qué pasaría si nuestros sueños no se volvieran realidades?
¿Qué pasaría si todo se derrumbara de repente?
Esas y más preguntas lo hicieron empequeñecer. Su corazón comenzó a quebrarse ante tales posibilidades. Él no quería eso; el esfuerzo que hizo estaba valiendo la pena, así que no quería que se perdiera.
De repente, sin saber cómo, empezó a llorar. El problema con sus sentimientos llegó a tal punto de derramar un par de lágrimas, lo cual era increíble. Las limpió con su antebrazo, en un intento de dejar de lado su debilidad.
En ese momento, recibió una llamada.
Se incorporó de forma torpe, sintiéndose mareado por un instante en la transición de acostado a levantado. Tomó su celular y se apresuró a contestar, no sin antes revisar el contacto del que se trataba.
— ¡Soraru-san, despertaste! ¿Estás bien? —Era June, y sonaba preocupada.
—Sí, sí —suspiró él, con la mano en la sien—. ¿Qué pasó anoche?
—Terminé llamando a Mafumafu-san porque te quedaste dormido y te llevamos a casa —explicó la chica—. Estabas muy mal anoche... Me preocupé mucho.
—Hmm... ¿Y tú estás bien?
—Sí...
—June, tengo algo que pedirte.
— ¿Qué es?
—No... No me dejes —susurró el azabache—. Tengo miedo de arruinarlo todo algún día y perderte...
— ¿Eh? ¿Por qué dices eso? —inquirió—. Yo no tengo intenciones de dejarte... No soy capaz de hacerlo. Te quiero mucho, Sorarun.
El aludido sonrió, a pesar de que ella no podía verlo en ese momento. Aquellas palabras le hicieron sentirse considerablemente más feliz.
—Gracias —soltó, sin saber qué más agregar—. Eh... ¿Estás ocupada? Te dejo tranquila.
—Oh, no te preocupes. Tenía ganas de escuchar tu voz —rió—. Además, no tengo mucho que hacer...
—Recuerda: no seas como Mafu —dijo Soraru.
—Claro que no.
Luego de unos minutos más de conversación, cortaron por fin la llamada. June fue a terminar su tarea, y Soraru se envolvió una vez más con sus sábanas blancas. Hasta que tuvo ganas de ir al baño, claro.
❁
¿Alguien malpensó la primera parte de este capítulo? x'D
Nisa x favhor -le pegan-
El principio es un intento barato de poema extraño x'd
aaaaaaaaa
Quedan dos días y lo que se viene es muy intenso jsjsjs
En fin, disfruten de su noche :>
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