Yakubyougami

¿Hay algún sentido para proteger la continuación de ese sueño sin importancia?

Mafumafu se sentía muy mal por lo del día anterior. No quería hablarle a nadie, así que apagó su celular y se mantuvo encerrado en casa. Estuvo grabando varios covers y componiendo algunas canciones, como siempre.

Escribió cosas tristes, quizá más de lo normal. Su inspiración incrementó a tal punto que la cabeza le empezó a doler. Decidió dormirse debido a eso, pero no pensó que tendría un sueño muy extraño.

Mafumafu's POV in Present.

No sé si Nisa-san quiera verme después de lo que le hice. Fui muy egoísta con ella, y merezco este castigo... Ella es demasiado buena conmigo y yo fui capaz de hacerle daño. No puedo perdonarme esto, no creo que ella me perdone esto. Aunque, pensándolo bien, ella es del tipo que lo perdonaría.

Acaba de sonar el timbre, y voy a abrir la puerta. Estoy casi seguro de que no es Soraru, porque asumo que todavía no puede moverse por sí solo, así que abro con toda confianza.

Grave error.

— ¡¿Qué haces aquí?! —exclamo, desconcertado—. Creí que descansarías por... ¿dos meses?

—Iba a hacerlo, pero vine por tu complejo de emo. ¿Qué te pasó ahora? Nisa me dijo que te encerraste por algo que sucedió ayer.

—Ah... —murmuro, bajando la cabeza—. Es que, siento que la traté mal.

— ¿Por?

Empiezo a explicarle toda la situación a Soraru-san. Él parece entenderme, así que le cuento todos los detalles y mientras lo hago comienzo a llorar de nuevo. Las cosas saldrán mal por mi culpa...

Nisa's POV in Present.

Espero que Mafu esté bien. Quizás sienta que no lo quiero ahora, pero no es cierto, sólo espero a que me hable... Y no puedo seguir esperando. Tengo tantas ganas de ir a verlo... Tengo miedo de que se incomode o algo.

Luego de unos minutos de incertidumbre, decido que iré a verlo. Pongo en mi rostro la expresión más neutral posible, para esconder mi preocupación mientras camino a mi casa. Observo con curiosidad todo lo que se me cruza, se me hace inevitable porque estoy nerviosa.

Cuando por fin llego, toco el timbre sólo una vez. Tengo la vana esperanza de que me abra, pero como no confío mucho en eso, me mantengo con la cabeza agachada. El clic se escucha y me introduzco automáticamente en el sitio.

Quien me abrió no fue Mafu, sino Soraru.

—Has venido —dice.

Se encuentra apoyado de sus muletas, a pesar de que dijo que no le gustaban. Creo que fue muy grave lo que pasó...

— ¿Mafu está bien? —pregunto, con un poco de miedo.

—Sí.

—Y, entonces, ¿por qué...?

—Pero está emo.

—Ow...

— ¿Soraru-san, quién...? —detiene sus palabras al ver que soy yo la que está parada frente al mayor.

Lo miro con los ojos bien abiertos y después bajo la cabeza, con miedo. No quiero que reaccione mal, así que me limito a quedarme quieta ahí.

—Nisa-san —susurra él de repente, y pronto empieza a llorar.

Culpable, me acerco y lo envuelvo entre mis brazos rápido. No ha hecho nada malo en realidad, y no merece estar llorando debido a mis caprichos de niña estúpida. Sólo sentía miedo de perderme y actuó de esa manera. Se lo reproché, pero no pensé que lo tomara tan mal...

—Escúchame, no hiciste nada malo, y en realidad lamento lo que dije ayer. Fui muy poco considerada contigo. Debí saber que te sentías mal y prevenirlo... Lo siento mucho.

Él se aferra a mí. No parece querer soltarme, así como su llanto no parece querer parar. Yo tampoco quiero soltarlo, por lo que nos quedamos quietos mucho tiempo en esa misma posición.

Cuando me suelta y se seca las lágrimas, antes de que suelte un "es mi culpa", acerco mis labios de forma atrevida a los suyos para callarlo. No hace falta decir más, estamos perdonados ambos el uno del otro y podemos ser libres de cualquier clase de culpa. Aunque, en un principio, fui yo la que hizo mal.

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