Handicap

Durante las aventuras en la nieve, sucedió algo que ni Mafumafu ni Soraru se esperaban. Ese algo llevó al mayor al hospital y creó una enorme preocupación en el menor, aunque no haya sido en verdad algo muy grave.

En uno de los saltos, Soraru se tropezó y de alguna manera logró fracturarse la pierna. Tardaron un poco en darle el alta del hospital por eso.

Cuando salió, le dijeron que debía usar muletas, lo cual se le hizo muy incómodo. Mafumafu lo ayudó a volver a casa, y después de eso fue obligado a trabajar como esclavo mientras el otro se sanaba y permanecía en cama.

La mayor parte del día, el azabache se la pasó viendo anime o jugando desde su cama; por otro lado, Mafu estuvo limpiando y cocinando.

— ¿De verdad no puedes hacer nada, Soraru-san?

—Nope, me dijeron que me quedara en cama.

—Pero...

—Sigue barriendo.

˗ˏˋ a little bit of sunshine later... ˎˊ˗

Nisa fue a casa de Soraru porque se sentía preocupada. Se encontró a Mafu haciendo papel de Cenicienta, lo cual se le hizo gracioso.

— ¿Podrías cuidar a Soraru-san un rato? —le preguntó el muchacho, de repente.

—Claro —sonrió ella. Estaba dispuesta a ayudarlo, puesto que sentía que necesitaba apoyo.

—Volveré más tarde... Creo que dormiré un poco y luego compraré la cena. P-Pero no le digas nada...

—Got it. No te preocupes~

—Cuento contigo.

Antes de irse, le dio un corto beso en los labios, sorprendiéndola y haciendo que esbozara una pequeña sonrisa.

˗ˏˋ a little bit of sunshine later... ˎˊ˗

Mafu ya estaba tardándose un poco, aunque Nisa lo entendía porque debía estar muy cansado. Sin embargo, ese no era el problema. Soraru ya había despertado y estaba preguntando dónde estaba quien debía estarlo cuidando.

—Fue a comprar hace un rato —dijo la chica—. Ya mismo vuelve.

—Uhm. Nisa-san, acércate un momento.

Cual perrito, obedeció y se colocó justo al frente del mayor. Se arrodilló para quedar a su altura, porque estaba en la cama, y se quedó allí por unos instantes esperando.

— ¿Que pasa si... se me ocurre besarte? —El azabache había pegado su rostro mucho al de ella, dejando una inexistente brecha de dos milímetros. Se escuchó un ligero clic.

—Soraru-san, no —dijo ella, levantándose—. Jamás pensé que tendría que decir esto. Ya olvídame...

En ese instante, oyeron algo caer en dirección a la puerta. Ambos voltearon la cabeza al mismo tiempo, encontrándose con la vacía mirada de Mafu apuntando al suelo.

Nisa se acercó y lo abrazó.

—No pasó nada —susurró—. Lo siento...

—No es tu culpa —murmuró el otro, mirando a Soraru.

Cada vez que caía sólo aumentaba esta debilidad, decorando a este vacío yo.

˗ˏˋ next ↬ ˎˊ˗