June se encontraba incómoda en su cama, porque Luz, que estaba entre sus brazos, no la dejaba dormir. Le inquietó porqué se estaba moviendo tanto, así que decidió soltarlo. El perro corrió hasta la puerta de su habitación y se paró en sus dos patas traseras.

— ¿Qué te pasa? —cuestionó la muchacha, abriendo la puerta.

Sucedió lo mismo otra vez, con la entrada principal. En ese instante, la de ojos celestes se dio cuenta que el animal quería salir de casa. ¿Por qué? Nadie lo sabía.

Lo siguió hasta donde pudo, llegando hasta un pequeño espacio del jardín al que tan pocas veces iba. Allí, entre un montón de cajas apiladas, se encontraba una un poco más grande, llena de... ¿perritos?

Se acercó para observar con más detenimiento a los cachorros, puesto que era de noche. Dentro de la caja estaban los animalitos acompañados de su madre. June no pudo evitar sonreír de ternura.

—Así que eras padre, huh —dijo, a la vez que le acariciaba la cabeza a su mascota.

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Al día siguiente, muy temprano en la mañana y en compañía de Soraru, decidió llevar a los pequeños con la veterinaria, para que ésta los revisara. El azabache cargó la caja por ella, quien se encargó de llevar a Luz.

Cuando arribaron al consultorio, dejaron a los cachorritos a un lado mientras esperaban para pasar con la doctora.

—Buenos días —saludó June, en el momento en que pudieron hacerlo.

— ¡June-chan! ¿Luz está bien? ¿Sucedió algo?

En ese instante, Soraru entró con la caja en las manos.

—Pues...

—Mmm... Ya veo. Quieres que los revise, ¿no?

—Sí, muchas gracias.

Esperaron un poco, en lo que la veterinaria revisaba a los animalitos. Afortunadamente, éstos parecían estar sanos, pero eran todavía muy pequeños como para ponerlos en adopción.

—Deberían permanecer con su madre por otro mes —comentó la doctora—. ¿Quieres que me los quede, o puedes cuidarlos tú?

—Eh... —June debía pensar bien aquello. Se acercaba su semana de evaluaciones, así que no tendría mucho tiempo.

Dudosa, estuvo a punto de decir que sí, hasta que Soraru habló.

—Yo los cuidaré —sonrió.

—Bien, te daré las instrucciones, eh...

—Soraru.

—Soraru-kun.

Y así fue como el azabache terminó tomando la responsabilidad de cuidar y proteger a esas pequeñas criaturitas.

La veterinaria le indicó que debían permanecer en casa de la chica, en un lugar accesible para la madre de éstos, puesto que June dijo que tenía dueño.

Así que, él tendría que ir a la casa de su novia todos los días para vigilar un rato a los perritos. La decisión final fue que ambos cuidarían de los pequeños, hasta que tuvieran la edad suficiente para ser puestos en adopción.

❁

Hola, hola :>

Esta cosita corta la escribí en la escuela y la pulí acá, así que perdón si tiene algún tipo de incoherencia ajsddha

Más tarde trataré de publicar el que toca hoy, porque mañana no tengo clases, soy feliz~

En fin~

Resumen del capítulo: Luz x favhar x'd