[Día 22]: Flor.
En un día como ese,
te di mi corazón.
Con un beso como ese,
mantuve mi ilusión.
Hoy quiero que me quieras,
jamás tendré perdón.
Si rompes tú mis venas
serás mi perdición.
Saliéndose del pecho,
mi pobre corazón
hoy duda si entregarte
esta elegante flor.
Tus labios de cereza
ya saben a traición.
Pero, cual masoquista,
estoy contigo hoy.
No quiero que me juzgues,
amante del dolor.
Tus sueños sólo míos
has vuelto el día de hoy.
Los versos sin sentido
que escribo para ti,
los pierdo entre mi mente
hasta que digas sí.
¿Quisieras tu volverte
mi amante, corazón?
Escaparemos juntos
al mundo del amor.
Montado en un caballo
tus pasos seguiré.
No apartes de tu lado
la flor que te entregué.
♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗
—Junie. ¿Quieres ser mi novia? —susurré, con "voz sensual", sosteniendo a Momo frente a mí.
La gata se removió, puesto que quería ser soltada. Suspirando, me rendí y la dejé en el suelo otra vez. Corrió, huyendo del miserable ser llamado Naruse, y me volví a quedar solo en mi habitación, con las mejillas rojas.
Abracé mi almohada y luego oculté mi patético rostro bajo esta. Di vueltas en la cama por un indeterminado tiempo, hasta que decidí hacer algo productivo por primera vez.
Tomé mi portátil y la dejé sobre mi colchón. Busqué algún trapo que pudiera utilizar para poder limpiar mi escritorio. Con cuidado, saqué todo lo que había encima de éste y lo puse a un lado.
—Esto será largo —me dije a mí mismo.
♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗
Después de tres horas, por fin— Espera, no. Limpiar mi cuarto no era mi verdadero objetivo... Lo que en realidad quería era confesarme. Sí, dejarle todavía más claro a Junie que la quería. Para ello, fui hasta su casa. Mi corazón desbaratado no iba a resistir más tiempo. Era "ahora o nunca".
Fui recibido por ella, a pesar de haber pensado que me abriría su madre. Por lo tanto, me puse más nervioso.
—Junie —suspiré.
—Naru-chan... ¿Pasó algo?
—Eh... B-Bueno...
Bajé la cabeza, avergonzado. Todas mis prácticas desaparecieron de mi mente, y ésta se volvió un caos total. No supe con exactitud qué palabras debía decir... Así que dejé que mi corazón hablara.
—Junie, sé mi novia. Por favor.
—Qué directo —rió—. ¿Sabes? A decir verdad, todo este tiempo fuimos novios... Pero tú no lo sabías.
— ¿Eh?
¿De qué me perdí?
♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro