[Día 2]: Centro comercial.
Era un miércoles por la tarde, y June se encontraba viendo un programa de televisión. En realidad no tenía nada importante que hacer... o eso era lo que creía.
—Hija, ¿ya fuiste a comprar comida para el perro? —cuestionó su mamá, quien apareció de repente.
—Eh... Me olvidé —admitió en voz baja—. Iré ahora mismo...
Se marchó enseguida a su habitación, después de apagar la tele. Buscó un abrigo y se lo puso encima. Después, salió de casa. Sin tener que recorrer tanto, logró tomar un taxi, para poder dirigirse al centro comercial, lugar en el que solía comprar la comida de perro.
Entró a la tienda de mascotas que había junto a una boutique francesa, y buscó el apartado para los perros. Su todavía pequeña mezcla de golden retriever con beagle se llamaba Luz, y era muy juguetón.
En sus auriculares, la chica escuchaba uno de sus actuales covers favoritos: Chaldene, de Soraru.
Soraru...
Cayó en cuenta de ello cuando encontró la comida de Luz. Soraru, el chico que había conocido, no era nadie más que el cantante que apenas había debutado. El cantante que tanto le gustaba y cuyo rostro no se atrevía a revelar. Pero ella ya lo conocía.
Y, en ese momento, quizás por alguna casualidad, lo vio en la sección de comida para gato.
— ¿S-Soraru?
—Oh, June... Vaya coincidencia.
La de ojos celestes asintió con una sonrisa. Después de eso, fueron juntos a la caja y pagaron por sus respectivas compras. Él decidió acompañarla a su casa, porque se estaba haciendo tarde.
Ambos subieron al tren al mismo tiempo que un montón de personas, lo cual provocó que las distancia se cerrara entre ellos. La chica se puso nerviosa, pero se refugió en su música para no hacerle caso a los latidos de su corazón, a pesar de saber que él los sentía.
El azabache se fijó que detrás de June había un sujeto extraño, incluso sospechoso, cuyas intenciones eran también desconocidas. Con un rápido movimiento, Soraru atrajo a la chica un poco más hacia sí. El tipo lo miró con furia y, acto seguido, volteó la cabeza. Aliviado, el chico suspiró.
—Perdón, pero creo que él quería hacerte algo.
—N-No, está bien —murmuró ella.
Su rostro estaba pegado al pecho del chico y era capaz de escuchar su corazón palpitar. Pocos minutos después, el tren se detuvo en la parada que necesitaban, así que se vieron obligados a bajar.
June guió al azabache hasta su casa. El sol se estaba poniendo, en unos hermosos tonos anaranjados. Cuando ella estuvo a punto de abrir la puerta, Soraru la detuvo.
—June. —Tomó la manga de su abrigo—. Dame tu número de teléfono —le pidió.
Con las mejillas encendidas, ella asintió—. P-Préstame tu celular...
El chico sacó de su bolsillo el aparato y colocó la contraseña con velocidad. Se lo tendió a la muchacha y ella tecleó rápido su número. Después de devolver el móvil, entró por fin a su casa.
❁
Alv, aquí en esta parte aparece la versión macho-extraña de la perrita de Jaku (??????) *le pegan* No sé si June tiene perro xdxd asdfgfdsa
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