Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Día 18]: Órdenes.

Pasaron dos días, durante los cuales no pudo ser ejecutado el plan debido a diversos factores. El colmo de todo eso era que la boda ya había sido programada, para dentro de dos semanas. Mandii estaba muy deprimida, y Rin casi no lograba animarla.

—Vamos, todavía hay tiempo —dijo—. Y si no quiere entrar en razón enseguida, usaré la fuerza...

—No es necesario —murmuró—. Kashi no me va a querer otra vez...

—Lo hará, deja de ser pesimista. —Rin tomó el rostro de la otra entre sus manos—. Verás que te va a querer de nuevo y se va a arrepentir de todo esto~

—Pero no fue su culpa.

—Quizás no lo fue, pero tampoco hizo nada por evitar esto.

—Tienes un punto...

•.•.•.•.•

—Oye, Zakuro, ¿tú conoces a una tal Rin?

—Rin... Me suena —dijo, aún concentrada en la poción que estaba haciendo.

—Cuando los magos del reino la vieron, se alejaron —soltó—. Dudo que sea una simple hechicera.

—Rin —repitió la azabache.

Cuando recordó, se quedó quieta unos segundos.

—Sí que la conozco. R-Rin es la hija de una de las brujas más fuertes del reino suroeste —titubeó.

— ¿Y?

—Su nivel mágico es muy fuerte —explicó—. Sería una hechicera nivel dos o tres.

— ¿Qué nivel eres tú?

—Ocho...

•.•.•.•.•

Rin se encontraba en su práctica diaria de magia, y además aprovechaba para enseñarle algunos trucos a Mandii. En ese momento, Hashiyan entró a interrumpirlas.

—Rin-san, el rey quiere verte.

—Espérame aquí —le dijo a Mandii, no muy confiada.

Avanzó junto al príncipe hasta llegar a donde estaba su padre, preguntándose para qué estaría solicitando su presencia. Ni siquiera se conocían, de hecho, y no habían intercambiado más que dos palabras.

—Con permiso —susurró, al entrar a la habitación.

— ¡Rin-san! Itou quiere hablar contigo —dijo el rey.

—Oh...

—Los dejo solos.

— ¿De qué quieres hablar? —preguntó la muchacha.

—Ichizu no confía en ti... Dijo que quería que te marcharas enseguida —respondió, sin mirarla a los ojos.

— ¿No es tu padre el que da las órdenes? Ella no puede decidir si me quedo o no.

—Es mi futura reina, así que puede decidirlo.

—Ja. Eso sólo te lo crees tú —espetó—. Itou, te está engañando.

— ¿Desde cuándo somos tan cercanos?

— ¿Por qué lo dices?

—No te he dado el derecho de llamarme por mi nombre.

—No me gusta que seas tan arrogante —protestó.

—Quiero que te vayas de mi reino.

—No te haré caso porque no eres el rey —dijo—, y por cobarde.

—Incluso te atreves a insultarme...

—Claro —sonrió, volviendo violetas sus ojos; enseguida, él la miró—. Así me gusta. Odio que me den órdenes, en especial si no me miran a los ojos. También odio que se aprovechen de los más débiles, y por eso no me iré hasta que se revierta el hechizo —declaró, y se marchó de ahí.

•.•.•.•.•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro