La mente de Mandii estaba mucho más tranquila que el día anterior. Se había ido a dormir feliz después de haber cenado con todos y despertó con Mimi y Pon pegados a ella. La querían mucho, sin dudas.

Apenas Bria despertó, fue a buscarla, y salieron juntas a desayunar. Como creerían, Soraru y June no estaban en la mesa. Sou las saludó con una sonrisa, a pesar de lucir unas enormes ojeras. Resulta que llegó muy tarde de una reunión en otro reino y no durmió más que tres horas.

Cuando terminó el desayuno, el castaño se dispuso a resolver sus dudas.

—Mandii-san, ¿por qué estás aquí sin Itou-san y quién es esa señorita?

—Uh... Es una historia un poco larga, pero aprovecharé que todos están aquí para contarla —murmuró—. Ya saben que el papá de Kashi quería que él se casara con una princesa hace tiempo pero se negaba por que me tenía a mí... Cuando volvimos, le presentó a una candidata. Terminó siendo muy linda y prefirió negarse. Aun así, cuando se fue, apareció otra... Yo creo que ella hechizó a Kashi, porque estaba muy raro. —De repente, y sin que quisiera, las lágrimas amenazaron con salir.

—Vinimos aquí por ayuda —resumió Bria—. Ustedes tienen magia, ¿no? Pueden devolverlo a la normalidad.

—Hechizos de amor —suspiró Rin—. ¿Qué tan básico era? Si la hechicera no tiene tan alto nivel, es posible que pueda hacer algo.

— ¿En serio? —Los ojos de Mandii se iluminaron.

La castaña asintió—. Vamos a recuperar a Kashitaro-san~

— ¡Gracias, Rin-san! —exclamó, y sonrió.

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La novia de Mafu se dedicó a hacerle diversas preguntas a Mandii sobre el comportamiento de su amado, para así deducir qué clase de hechizo había sido usado en él. Llegó a una conclusión que le dio satisfacción.

—Es el más básico de todos —dijo, riendo—. El clásico hechizo del amor a primera vista... ¿Estuvieron a solas en algún momento antes de que sucediera el cambio?

¿Rin era adivina o algo?

—Sí —asintió, con lentitud.

—Si dices que ella no usa magia, entonces era de los hechizos preparados de contacto indirecto. Ese tipo de encantamiento es creado en forma de brebaje y, si no es bebido de esa forma, se transmite a otro tipo de sustancia para que sea consumida por el afectado —explicó, aunque Mandii no estaba entendiendo—. En resumen, Itou-san comió o bebió algo que le lavó el cerebro unos segundos y cuando vio a la princesa se enamoró de ella. Ese hechizo se llama "Amor a primera vista".

— ¿Y cómo se revierte?

—Con un beso —sonrió.

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