「 Día 11 」
Objetivo
Pasaron unas cuantas semanas. Noviembre llegó, y con ello también el cumpleaños de Soraru.
Él, junto a Nisa y Mafumafu estaban en una pequeña fiesta que le organizó Amatsuki. En el lugar había otros utaites, por supuesto, como Kuroneko, Eve, Luz —cuyo conflicto ya había sido resuelto—, Sou, entre otros...
Todos estaban celebrando excepto el cumpleañero, quien hablaba con sus dos amigos. De repente, le pidió a la chica que lo acompañara a algún lugar apartado.
—Espérame, Mafun —sonrió ella, antes de irse—. ¿De qué quieres hablar, Soraru-san?
—Tengo algo importante que decirte y pedirte.
— ¿Qué es? —volvió a preguntar.
—Nisa, me gustas y quiero que salgas conmigo —dijo, colocando su mano en el rostro de ella.
Las mejillas de la chica se pusieron rojas al más no poder, y su expresión de sorpresa fue tal que se le abrió la boca sin querer. Miraba al otro con los ojos bien abiertos, sin poder creerse lo que acababa de decir.
—Y... ¿Qué dices?
—Soraru-san...
—Si necesitas pensarlo lo entenderé —suspiró y bajó su mano.
Nisa bajó la cabeza, un tanto desconcertada. No sabía qué hacer. Esa era quizás la oportunidad de su vida, pero su espíritu de bondad no podía permitirle aceptar la propuesta del mayor. No porque algo le decía que esos mismos sentimientos los tenía Mafumafu.
Se dio cuenta varios días atrás, de hecho, porque él se sonrojó mucho cuando estuvo en su casa para ayudarlo a trabajar con una canción.
—Yo...
Lo que diría era de verdad decisivo. Si le decía que sí, el mundo del frágil Mafu se vendría abajo, y jamás se lo perdonaría. Sin embargo, si decía que no, perdería la mejor de sus oportunidades.
En ese momento se dio cuenta de algo importante. Si le decía que sí a Soraru, sin tomar en cuenta los sentimientos del otro, estaría actuando de forma egoísta. A Nisa no le agradaba para nada eso. Debía pensar en los demás siempre que tomaba decisiones...
Sí, ya sabía qué iba a decir.
Pero justo cuando iba a hablar, Soraru acercó un poco más su rostro, sonrojándola. Sin dudas era irresistible, mas debía aguantar.
—Lo siento —susurró—, pero no puedo aceptarte. Si lo hago, le haré daño a Mafun...
— ¿A Mafu...?
Ella asintió.
—Haz como si no lo supieras, todavía no sabe que lo sé...
—Oh...
—Pues, si me disculpas, debo volver con él.
—Vamos —resopló Soraru.
Estaba casi seguro de que lo aceptaría, no supo cómo sucedió eso. Sin embargo, se alegraba porque su amigo sería feliz.
Lo raro fue que, cuando volvieron, él ya no estaba donde lo habían dejado.
Nisa, preocupada, le preguntó a Urata, que estaba muy cerca.
—Hace un rato lo vi irse en esa dirección —señaló al mismo punto donde habían ido ellos—. Pero no lo he vuelto a ver.
Las teorías se crearon en la cabeza de la chica de manera instantánea.
—Ughm.
Corrió a buscar a Amatsuki, quien estaba vigilando la entrada con Kuroneko.
— ¿Mafu se fue?
— ¿Eh? Ah, sí, hace poco.
Confirmada su teoría, salió del lugar. Soraru la siguió, lo cual fue raro porque era él el cumpleañero. Fueron juntos hasta la casa de Mafumafu.
Afortunadamente, lo encontraron ahí, pero tenía los ojos rojos, al igual que la punta de su nariz.
Nisa lo abrazó, para confortarlo. Enseguida volvió a llorar. Soraru sabía cuál fue el momento exacto que vio, y lo que estaba empezando a creer. Por ello, le contó lo que realmente pasó después de eso.
Su objetivo era Nisa, pero salió de su mira una vez se enteró de los sentimientos de su amigo.
—Gracias, Soraru-san... —le dijo, mucho más tarde, cuando la chica ya se había ido.
—Tuve un buen cumpleaños, huh —rió el otro.
˗ˏˋ next ↬ ˎˊ˗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro