June

Soraru-senpai me había dicho que lo buscara a la salida; tenía algo importante que decirme. Como buena kouhai, decidí acudir a la cita.

—Senpai~ ¿Necesitas algo?

—June —dijo—, tengo algo importante que decirte.

—Sí, sí, ya lo sé... ¿Qué es? —inquirí.

—Yo... —suspiró—. June, me gustas. ¿Quieres ser mi novia?

Fue demasiado directo, así que no supe cómo reaccionar. Me quedé quieta, procesando lo que acababa de decirme. Soraru-senpai gustaba de mí... ¿Cómo podía ser eso algo malo? Y, si me pidió que fuera su novia... ¿Era mi deber aceptar como buena kouhai?

Siguiendo la respuesta positiva de esta pregunta, asentí levemente con la cabeza.

—Sí.

No me lo esperaba, pero fue entonces cuando me tomó de la cintura y acercó sus labios a los míos. Ese fue mi primer beso oficial. Me sentí extraña un instante, aunque correspondí poco después. Sus labios tenían un ligero sabor a fresa, producto del caramelo que había estado en su boca hace poco.

Sentí algo muy bonito dentro de mi pecho. Si tenía sentimientos por él, de seguro estaban dormidos. Sin embargo, fue en ese momento cuando despertaron.

Naruse

Me dije a mí mismo que estaba bien tantas veces, que terminé faltando a clases por dos semanas enteras. Sabiendo que nadie me extrañaría, simplemente decidí quedarme en mi cama al día siguiente de lo sucedido, y así fue durante el transcurso de los demás días.

En realidad me sentí tan mal que las ganas de hacer cualquier cosa se esfumaron. No quise escribir, o comer, o dormir, o vivir siquiera. Mi cuerpo sólo me permitió dar vueltas de un lado a otro de la cama, y pasar mis dedos por el suave pelaje de mis gatos. Sí, eramos sólo nosotros tres en un cuarto oscuro en el que ellos sí podían ver algo y yo no.

Durante esas semanas, perdí los pocos kilos que quizás gané en el verano, y algunos más. Sólo me digné a tomar agua; si no lo hacía, moriría de verdad. Y, aunque no me diera cuenta, eso no era lo que quería.

Cuando por fin me armé de valor para enfrentar mi cruel destino, poniéndome el uniforme, me di cuenta que me quedaba un poco más grande que antes. Le quité importancia a eso. Me equipé también con mi abrigo y salí de casa. Los vientos otoñales ya estaban haciéndose presentes, así que me dio frío de inmediato.

Puse una lista de reproducción aleatoria en mi teléfono y me coloqué los audífonos. También me enteré que mi cabello había crecido, porque el flequillo podía cubrir mis ojos. Volví a considerar la idea de teñirlo.

Fue entonces cuando me topé con quienes menos quería. Los miré por un segundo y luego volví mi vista al frente. Bueno, al suelo. Caminé como si no me hubiera dado cuenta que estaban ahí. Lo poco que vi fue que estaban felices, y eso era suficiente. Si Junie era feliz, no iba a interponerme en su felicidad.

— ¡Naru-chan! —exclamó, colocando su mano en mi hombro—. ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Por qué tus ojeras son tan grandes?

No quería ignorarla, pero si le hablaba, me rompería de nuevo. Al final, decidí hacerlo, porque no estaba dispuesto a ser más un cobarde. Me paré en seco y volteé para encararla.

—Naru-chan...

—Junie.

—Te ves...

— ¿Fatal? —Asintió—. Lo siento.

— ¿Qué te... pasó?

Me encogí de hombros.

—Dijiste que cuidarías de ti —inclinó las cejas.

En realidad, me sentí mal al verla así. Se preocupó mucho por mí, y como fui demasiado egoísta y no tomé en cuenta sus sentimientos, tuve que pagar las consecuencias.

—Perdón —murmuré, marchándome al salón.

♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗

— ¡Naru-chan! —June logró alcanzarme a la hora de salida. Esta vez no estaba con Soraru, así que me sentí más tranquilo—. ¿Puedo... hablar contigo?

Asentí, así que nos dirigimos a alguna banca en la que pudiéramos sentarnos a charlar. Ella comenzó la conversación con una pregunta.

—Estás así por el beso, ¿cierto?

No tuve más remedio que aclarar la verdad, asintiendo. Agaché la cabeza después de ello.

—Lo siento —susurró.

—No es tu culpa.

—Lo es.

—No.

—Sí.

—No.

—Sí...

—No.

—Sí~

—No.

— ¡Naru-chan!

—Junie.

Ella rió. Y, de repente, yo también reí. Hace dos semanas no lo hacía, me sentí un "hombre" nuevo.

—Lo lamento, Naru-chan... Debí considerar tus sentimientos...

— ¿Qué sentimientos?

June se mantuvo en silencio al oír esa pregunta. Sólo lo dije para ver cuál era su reacción, mas no me esperaba que se quedara quieta.

—Perdón —volví a decir.

Mis acciones no tenían sentido. Yo estaba enamorado de ella, y ella lo sabía. Pero ambos pretendíamos que no había nada allí. Esa fue la principal razón por la que Junie decidió corresponderle a Soraru-san.

♪ ˗ˏˋ ♡ ˎˊ˗

-le pegan por el salseo y la wea cuántica-

¿se dan cuenta que siempre hay un beso que arruina todo? :v 

-recuerda el beso de mafu y june-

-huye-