Eran las cuatro de la tarde, Erick y Coraline se encontraban camino a la casa de la nueva, quien se había adelantado para tener todo preparado, mientras que Bruce iba a llegar algo tarde con la excusa de acompañar a Peter a realizar una "encomienda" y así este no sospecharía por la ausencia de sus dos mejores amigos.

Tocaron el timbre e inmediatamente salió la pelirroja a darles la bienvenida a su hogar. Este era un sitio bastante amplio y acogedor; tras ingresar tomaron asiento en los sillones de la sala de estar, notando que efectivamente sus padres no estaban. La soledad perfecta para que los chicos logren observar sin interrupciones el mensaje que le ha dejado Jimin.

—Bueno, Scar. ¿Dónde están tus padres? Pensé que estarían aquí, como nos invitaste para ello y no veo a ningún adulto más allá de nosotros.

—Lo sé, Erick, pero tuvieron que salir de imprevisto, pero como ya venían no quise detenerles, estamos nosotros solos, hagamos algo divertido, ¿qué les parece?

—Me parece bien Scar, esperemos a Bruce y nos divertimos los cuatro.

—Claro que si mientras, ¿quieren algo de tomar?

—¿Tienes cerveza en esta casa? O ¿Tenemos que salir a comprar? Digo, estamos solos, por qué no disfrutamos en buenos tonos.

—Yo creo que deberíamos esperar a Bruce, porque si no se enojara al ver que empezamos una "fiesta" sin él.

—En eso si tienes razón mientras escuchemos algo de música, no vamos a estar aquí aburridos.

Scarlett se puso en pie con la intención de encender el equipo de sonido, pero en eso, el timbre sonó que al ir a abrir se encontró con un chico pelinegro que venía algo agitado.

—Vine lo más rápido que pude, espero no haber llegado tarde chicos.

—No te preocupes Bruce, mis padres se fueron antes que llegaran de forma imprevista, pero estabamos pensando en divertirnos un rato, así que podéis venir si gustas con nosotros a la sala.

—Scar, amiga, se me ocurrió una mejor idea que estar en la sala, vayamos a la habitación y vemos alguna película en Netflix, los cuatro estaríamos más cómodos.

El rostro de perversión se hizo presente en ambos chicos que apoyaban dicha idea de forma desesperada, se encontraban maquinando como sería realizar un posible cuarteto con ambas chicas, mientras que ellas solo sonreían por lo que ocurriría. Su misión estaba en enseñarles el disco, estos pobres no se imaginan lo que les pesara el recargo de conciencia o incluso un trauma; su cerebro era como un cacahuate, que no esperaban estar en la boca del lobo, pisar aquella habitación sería su fin.

—Si gustan pueden ir buscando, mientras nosotras iremos por pasabocas.

—Pero, pensamos que estaríamos aquí para algo más también... ¿O si decían en serio lo de las películas?

—Claro que sí, así que vayan sacándose esas ideas de la cabeza, no sean asquerosos.

Ambas chicas salieron soltando una risita cerrando la puerta, dejando a ambos chicos en la peculiar habitación de Scarlett. Esta era una mismísima cueva de una extremada fanática de rock, pero a la vez la presencia fría se lograba sentir a su alrededor y sin dar tantas miradas aquella caja de discos captó la atención de los dos chicos.

—Vaya, ¿qué clase de discos son estos? No tienen nombre ni pinta de ser de música.

—Yo creo que no deberías estar tocando sus cosas, ¿y si nos regaña por ello?

—No seas un miedoso Erick, mira, este tiene una nota adhesiva detrás.

“Erick y Bruce, sabía que su curiosidad les haría localizar la caja, este disco está diseñado para ustedes, por favor véanlo completo o tendrán serios problemas”

—No entiendo, ¿quién hizo esto?

—¿Serán los discos que dice Peter? Pero ahora nos toca a nosotros.

—Solo hay una forma de averiguarlo, hermano.

Sacan aquel disco verde de su estuche para colocarlo en el DVD que tenía Scarlett en su habitación, del azul normal pasa un verde chillón acompañado de una advertencia que va apareciendo letra por letra de forma rápida en un rojo neón que le daba un buen contraste al color base.

Reproduciendo video.

X ADVERTENCIA X

Bruce William y Erick Sanders, que bien que se atreven a ver este video, supongo que Peter les comento sobre esto, así que les recordaré levemente las reglas del juego...

1° Ver el video de forma total, o si no, problemas empezaran a tener y no creo que quieran tener un muerto que los vigile.

2° Deshacerse del CD al momento de que lo terminen, realmente no les quiero hacer daño físico de llevarlos a una prisión, pero si no cumplen... Videos de ustedes realizando actos indebidos se dispersarán por todas las redes.

3° No comentar esto con ningún adulto, sufran solos, siempre los vigilaré.

4° Y como último disfruten mis últimas palabras hacia ustedes.

Atte. Jimyn Turner...

Un sonido chillón comienza a salir por la pantalla, la cual se había puesto en negro de forma completa, simplemente ambos chicos veían sus reflejos aterrados. Un portazo les hizo espantar induciéndolos a que apagaran el televisor cuando justamente había salido ya a la vista el rostro de Jimyn. Scarlett y Coraline habían vuelto con palomitas, al igual que con vasos de refrescos que, viéndolos con una sonrisa, cerraron la puerta y tomaron asiento en un pequeño sillón.

—Reproduce el video Bruce, no creo que quieran tener una maldición alguno de los dos, ¿o sí?

—Ustedes sabían de esto, por ello fue la invitación, no era para conocer a ningún padre.

—¡Bingo! Que bueno que usaron el cerebro para darse cuenta, pero si tienes toda la jodida razón Erick, para eso fue la invitación y está claro que se están arrepintiendo de verlo.

—Nosotros no lo matamos, así que quédense en su puto juego, nosotros nos vamos.

Ambos chicos salieron de la habitación y de la casa disparados en temor, Scarlett, con la tranquilidad que siempre se le reflejaba, se posó en pie y guardo el disco en su estuche, lo devolvió a la caja ocultándola nuevamente en su armario.

—Ellos volverán, Jimyn dijo que todos los discos estaban malditos, por ende si no lo ves en la orden destinado, una buena era de mala suerte les llegará, los hará llorar y volverán a nosotras, ya lo verás Cora, ya lo verás.