9:30 pm hora del suicidio.

—¡Hijo ya llegamos! ¿Estará despierto?

Los padres de Jimyn llegaban a la casa después de un arduo día de trabajo. La atención y terror que se mostró en el rostro de su padre no se la hubiese imaginado ni el propio difunto.

—Mujer... ¿Esto es sangre?

—¡Por dios Jimyn!

El agua que recorría por las escaleras manchada de aquella viscosidad roja puso en alerta a la pareja, los cuales subieron rápidamente al baño principal del segundo piso donde intentaban abrir la puerta, pero como era de esperarse tenía seguro.

—¡Jimyn! ¡Rompe esa puerta ahora Turner!

—¡Ves llamando a emergencias!

Mientras la desesperada mujer marcaba al 911, el hombre empezó a patear con fuerza aquella seguridad de madera hasta el punto de desprender la manigueta, pudiendo abrir por fin encontrando la llave de agua abierta, el líquido desbordándose y el cuerpo de Jimyn dando los últimos suspiros.

La escena debió ser demasiado chóqueante, que su padre lo cargo sosteniéndole la herida con la camisa que tenía puesta, el intento de salvarlo fue en vano que al bajar llego la policía junto a una ambulancia, pero era demasiado tarde Jimyn ya no tenía signos vitales, fue llevado a la morgue mientras investigaban lo que había ocurrido.

—Señor y señora Turner, mi nombre es Frank, el encargado del caso de su hijo, lamentamos su perdida, pero me gustaría hacerle un par de preguntas y enseñarle algunas pistas sobre el proceso que hizo su hijo.

—Sí, señor, le colaboraremos en lo que desee...

—Bien, síganme por favor.

El hombre empezó a caminar en dirección a la sala donde sobre un manto blanco estaba el arma suicida, uno de los filosos cuchillos que tenían sus padres para cortar carne, y al lado un dibujo de la casa a mano alzada para explicar lo que estaban las autoridades especulando.

—Su hijo hizo un suicidio sin muchas marcas, se puede decir que fue casi perfecto. Por lo que tenemos el atrevimiento de especular sobre que él primero puso a llenar la bañera, como si de un baño se tratase dejando la llave abierta; bajo las escaleras, rumbo a la cocina y sin pudor alguno tomo el cuchillo rajando su vena yugular lo cual le produjo un sangrado excesivo, pero allí no le causó la muerte, lo cual es raro.

Toma el cuchillo manchado de sangre para hacer la mímica del corte cerca de su cuello, volviéndolo a colocar en la manta blanca para suspirar y conducir al baño a la pareja.

—Como pueden notar en ambas perillas hay sangre, él después de deshacerse del cuchillo en el bote de basura subió en plena convulsión y dejo caer su cuerpo en el agua que le sirvió como cama mientras se desangraba, ya que es más fácil que el fluido del agua le empeore que estar en una cama o bueno eso han dicho muchos psicópatas que le han frustrado sus intentos de ir a la otra vida.

—¿Cómo pudo ser capaz de hacer eso...?

—Esa es la pregunta que todos tenemos, señora, porque nuestros oficiales han estado requisando toda la casa, el chico no dejo nota suicida, ¿ustedes saben de algo?

—Jimyn no nos tenía confianza y nunca nos contaba nada a nosotros, ni a nadie en su alrededor, porque le hemos informado a su mejor amiga y la joven está devastada.

—Jimyn varias veces se cortó oficial, aun en su piel estaban esas marcas, pero siempre llegábamos a hablar frente a eso, nunca pensé que haría esto, creo que nadie...

—Bueno, señores, igual están revisando su cuerpo y lo entregaremos en su respectivo cajón para el funeral y entierro, no podemos hacer nada más que seguir revisando, pero no se ha encontrado ninguna nota suicida.

—Entendemos oficial, muchas gracias de todas formas...

—Si necesitan ayuda psicológica no duden en pedirla.

—Está bien... Lo tendremos en cuenta.

Se hizo la despedida y después de minutos la casa quedo en total soledad, no había nada más que hacer frente a eso, sin carta suicida, era muy complicado saber que sentía o eso era lo que pensaban en su casa. Por otro lado, Scarlett Lauren estaba viendo la gran novedad en las noticias cuando su puerta sonó, era un repartidor con una caja de madera cubierta por una bolsa negra en sus manos para hacerle entrega, no tenía firma, solo una nota que decía que viera el disco de color plateado para saber qué pasaba.

—Hija, ya nos iremos, no duermas tarde.

—¡Bien madre!

—No me tienes que gritar, estoy en tu puerta Scarlett.

—Oh, lo siento mamá, pensé que lo decías desde las escaleras.

Le mira ocultando levemente la caja con la almohada tirándole seguidamente un beso a su madre para ver como cerraba la puerta, entre las cosas de la mudanza rebusco un pequeño DVD bastante curiosa por aquel extraño paquete que le había llegado, al colocarlo se sorprendió al ver quien salía en su pantalla, era el chico de las noticias.

—Pero... Qué locura es esta.

Reproduciendo video.

Hola Scarlett, mi nombre es Jimyn Turner, estudiante de Bervely High. Qué mal conocernos por este medio y que yo tome el atrevimiento de hacerte llegar mis notas suicidas, pero no podía hacerlo con más nadie de la escuela, sé que tú y yo no nos conocemos y dirás "este tipo está loco", quizás lo estoy un poco, pero conozco tu historial por lo que sé que eres capaz de cumplir esta misión.

Te explicaré la temática y es que debes ayudarme a que cada disco llegue a su dueño, nos estaremos comunicando por medio de un número en donde cuando pueda te llamaré, estoy muerto para la sociedad, por eso este mensaje llega a ti, espero me ayudes... Próximamente, te daré más indicaciones e información valiosa, ahora destruye este disco cuando se apague, porque no sé si alguno de los implicados quiera saber algo, es nuestro secreto, esto y nuestra comunicación. Con esta tarea debe ser fuerte señorita Lauren.

Lo más seguro es que mañana comience la función en el panteón donde reposará mi cuerpo, te mostraré una foto de cada uno de los implicados y su nombre, el orden de los discos no porque al final de cada uno saldrá que toca, es algo secuencial, así que espero me colabores con esto —enseña la foto de todos los que participan en los discos— ellos son los que deberán escuchar de forma individual mientras que dos discos son en multitud, los diferenciarás porque están por medio de USB.

Confió en usted señorita Lauren, por eso la escogí, espero no me falle.

Fin de la reproducción.

—Valla, y yo pensando que mi estadía en Miami sería aburrida, no sé quién eres chico, pero te ayudaré.

El disco fue expulsado sin antes mencionar que el primer disco sería el de color rojo para los señores Turner. Scarlett bajo con aquel elemento a la cocina para ponerlo en una sartén junto con aceite para ver como se iba destruyendo por sí mismo.

—Algo me dice que esto será extraño y divertido. ¡Ay Scarlett Lauren! A ti te pasan unas cosas.