—Tyler, hace mucho que no te veía, bienvenido.

—Señor Ronnie, que gusto también verlo después de tanto tiempo, mi sentido pésame por lo Jimyn.

—Gracias, realmente me sorprendió lo ocurrido con mi sobrino, pero bueno, pasen, no se quedarán allí, veo que vienes bien acompañado.

—Eran amigas de Jimyn, me están acompañando. Por cierto, ¿están los señores Turner en casa?

—Nada, mis padres, están en el médico, mi hermana los vino a buscar.

Comenta mientras se hace a un lado de la puerta permitiendo que ingresen a la casa. Al tomar asiento, las chicas obstruyeron las salidas de la casa, mientras que Tyler encendía el televisor junto al DVD. El hombre, estaba profundamente desconcertado o eso demostraba su semblante. En la pantalla tras el disco empezar a reproducirse, en reiteradas ocasiones salían las palabras: «violador», «abusador», «asesino».

—¿Qué clase de broma es esta Tyler? ¿Señoritas?

—Deje de fingir, sabemos de su identidad, Dylan Turner.

—¿Qué estupideces dicen? Dylan murió en un accidente automovilístico hace años.

—Nos enteramos de que usted mató a su hermano para robarse su identidad, es mejor que nos colabore si no quiere que las cosas que compliquen, señor Dylan.

—No... No podrán hacerlo si ustedes están muertos, no podrán contar la verdad.

El hombre sacó un arma calibre 38 de uno de los cajones apuntándolos mientras caminaba a la salida principal, los más jóvenes abrieron ligeramente los ojos ante aquella situación, no se esperaban que esto pasara así que estaban inmóviles, este sujeto estaba loco y de un disparo podría herirlos. Al final Dylan salió corriendo de la casa, pero un estallido se escuchó y luego un bullicio de parte de los autos, al igual que de personas gritando. Un automóvil había atropellado a quien intentó huir, Tyler tomo el disco para salir corriendo junto a las chicas de la casa viendo al violador y asesino que se reflejó en el pequeño intro tirado en el suelo.

—Maldición, si no estaba muerto ahora creo que sí...

—Dios, qué intenso fue esto.

—¿Consideran que fue Jimyn el que envió el auto para detenerlo?

—Si fue él se le pasó la mano chicos.

—Jimyn enojado era una bestia, aunque no lo parecía...

—En vez de estar allí parados, muévanse, debemos ir con él al hospital, al menos no nos podrá apuntar.

Los jóvenes salieron corriendo al ver que llego la ambulancia, Cora tomo el arma a escondidas guardándola en su bolso para ir al auto de Tyler con los demás que se habían adelantado, esta era de color dorado y tenía el nombre de Jimyn en ella.

—Esto cada vez es más raro, chicos...

—¡No me jodas en serio la tomaste Cora!

—Deja el nervio Tyler, vamos, sigue a esa ambulancia que de esto averiguamos después.

Scarlett tomó el arma guardándola en la guantera del auto para mirar por la ventana el camino al hospital, esta chica era la más fuerte o sensata frente a las situaciones difíciles, su vida no ha sido fácil en su corta edad, por lo que ha tenido aquella destreza de no tenerle miedo a nada. En cuanto al arma con el nombre del difunto, les dejaba un poco de desconcierto sin saber que era falsa, una traumática sin balas.

Diez años atrás, fiesta de cumpleaños número 8 de Jimyn. 5:30 pm del sábado 31 de mayo.

—Pequeño Jimyn, te quiero dar tu regalo de cumpleaños con anticipación.

El hombre tenía en sus manos una caja que parecía tener en su interior un juguete, el niño de solo ocho años se bajó de su cama para acercarse a su tío, este era Dylan quien le miraba las piernas de más a su sobrino como si de todo un viejo verde se tratara.

—¿Qué clase de juguete es esto? A papá no le gustará...

—Tu padre es un aburrido, es real el arma sobrino, no como la que venden como juguetes de niños.

Suelta una risita al ver que el menor iba a tomar aquel elemento dorado quitándole el seguro, pero al ser apuntado simplemente río a carcajadas cerrando la puerta de la habitación, nadie escucharía nada de lo que pase arriba al estar preparando la fiesta. El menor le apuntaba a la altura de la cabeza con sus manos temblorosas, pero más rápido fue el movimiento de Dylan que le quito el arma y lo aventó contra la cama.

—¿No te enseñaron a respetar a los mayores Jimyn? Es malo apuntar con un arma, yo no te la di para ello.

—Usted se merece morir... Le diré a mi mamá lo que hace... Como me mira.

—¿En serio pedazo de aborto crees que tu madre te creerá? Paf soy comandante policial, tu un simple niño que inventa juegos si no le dan sus dulces, aunque tranquilo este no es el único regalo, el verdadero apenas comienza.

El hombre le dio una fuerte bofetada recibiendo como respuestas el llanto del menor, le tapo la boca y a punto con el arma objetando que si no se callaba le iría peor, bajo el nerviosismo del menor le quito la ropa mientras le besaba sin dejarle marca alguna, era un cerdo asqueroso.

El toque que tenía en las piernas a Jimyn le causaba repulsión, y ver su virilidad en erección ni hablar. Era el peor ser humano que podía tener cerca. Desde los cuatro años el menor estaba lidiando con tal violador, pero nadie creía en su palabra o le daba atención a como se comportaba con Dylan. En cambio, sus padres objetaban, era que este "mocoso desaplicado" solo no quería convivir con su familia, pero he aquí, ¿quién va a querer estar cerca de un violador?

De ahí salió el nombre en el arma traumática de color dorado, un simple regalo de cumpleaños que se volvió el objeto intimidante para este joven que sufrió, inclusive después de que lo alejaran de su tío, las llegadas tarde en muchas ocasiones no era más que pequeños encuentros forzados que este hombre lo obligaba a someterse manipulándolo con acabar con su vida si se negaba.

Actualidad, en el hospital.

Dylan, o más bien Ronnie porque fue así que lo internaron, había quedado inconsciente tras las fuertes contusiones que recibió en la zona de la cabeza. Horas más tarde, cuando al fin pudo abrir los ojos, lo primero que visualizo fue a un enfermero a su lado, se veía muy joven, que pensó que a lo mejor estaba en su época de práctica. Al llamarlo con tal grosería por poco se desmayaba al ver quién era.

—¿¡Qué cojones!? Tú estás muerto, ya estoy alucinando.

—No lo estás haciendo, claro que estoy muerto y vengo por usted, querido tío, para llevarlo conmigo al mismo infierno.

—Por favor Jimyn perdóname todo lo que te hice, estoy sumamente arrepentido, ya yo cambié... Perdón...

—¿Quieres que te perdone? Dile a Tyler que te muestre el video que te iban a enseñar antes que los amenazara y trataré de tener piedad, o en estos mismos momentos en caso contrario que te niegues me tocará traerte conmigo.

El chico bajo el tapabocas con una pequeña sonrisa para tomarlo del cuello, apretándolo ligeramente manteniendo aquella burlita al escuchar el jadeo de dolor que desbordo del más viejo.

—Nos vemos en el maldito infierno, tío Dylan.

Jimyn lo suelta para retroceder a la puerta desapareciendo de la habitación dejando a un Dylan bastante agitado y temeroso, al momento que permitieron las visitas al estar este hombre más "tranquilo" le dieron paso a Tyler junto a las chicas, su sorpresa fue ver la mirada perdida del hombre que estaba todo golpeado por el accidente en aquella camilla.

—Quiero ver el video de Jimyn ahora mismo.

—¿Qué? ¿Habla en serio?

—Muy en serio Tyler, necesito ver ese jodido video ahora mismo.

—Bien, Scar acompáñame al auto, tengo una laptop vieja en la cual se le pueden poner CD.

—Está bien, vamos. Cora vigila que nadie entre en esta habitación.

—Bueno, pero no se demoren.