Han pasado veinticinco horas con treinta minutos desde el fallecimiento de Jimyn. A esta hora, exactamente a las nueve de la noche de ayer, este joven se encontraba dando los últimos suspiros mientras se desangraba en la bañera. Como era de esperarse de los involucrados, todos seguían con sus vidas. La muerte solo les duele a seres queridos, el resto después de ciertos días olvida.

Tras una muerte podríamos decir que las personas reflejan aquel lado empático que todos los seres humanos tienen, el compartir el dolor del otro como si fuera propio, pero claro está que no será por un largo lapso de tiempo, porque al final la vida sigue y el que se suicida solo privo de que su vida diera un giro en donde las tristezas junto a aquellas agonías podrían ser curadas.

La caja reposaba sobre la cama de un chico malcriado, Peter, no llego hasta las tres de la mañana, donde todos en su casa ya se podrían estar encontrando en su quinto sueño. Cómo nunca llego con aquel fatídico olor a marihuana, pero siendo consciente de sus actos; al entrar a su habitación realiza su rutina nocturna.

—Peter, primero te debes desvestir y tomar una ducha para recobrar la noción, segundo ir a la cocina por algo de comer, como tercero irte a dormir porque debes estar cansadito.

Pequeñas risitas salen de los labios del chico tras remediar las palabras que su madre le dice la mayoría de las veces que lo espera después de una fiesta como de la que llegaba, al girar a su cama mientras se descamisaba visualiza aquella caja de madera que lo esperaba con una nota en la cual estaba su nombre.

Peter, querido Peter, este pequeño regalo te lo envía tu querido amigo Jimyn, pero solo lo podrás abrir si decides cumplir las siguientes indicaciones:

1. Entre los estuches buscarás el de color azul, verificarás que su disco tenga el mismo color y lo introducirás en el DVD.

2. Verás todo el video, no puedes dejarlo a la mitad, es una orden, si lo quieres apagar antes que acabe tendrás una maldición, hablo en serio.

3. Tendrás que quemar el disco cuando finalice y entregárselo a la persona que salga al final.

4. Sin más que decir, disfruta la función.

Recuerda una cosa, las promesas de los muertos pesan más que la de los vivos, cumple las reglas si eres valiente, si no simplemente se exhibirán videos donde obligas a tener relaciones sexuales a distintas chicas, tú decidirás qué ver... Con cariño, tu queridísimo amigo, Jimyn.

—¿Qué? Esto debe ser una jodida broma.

Niega para ir a ducharse dejando la caja en la mesita de noche sin restarle importancia alguna, se termina de desvestir en el baño para hundirse en aquella agua fría de la madrugada, pero sus pensamientos fueron invadidos al cerrar sus ojos por el rostro de Jimyn; era algo inusual, abría sus ojos y lo podía sentir cerca de él, o como si fuese observado.

—Está bien, debe ser algún rezago de la marihuana, yo estoy solo, nadie está aquí, mucho menos Jimyn, puesto que él está muerto.

Suspira para al pasar quince minutos sale con la toalla a la cintura visualizando que la caja se encontraba en la misma posición anterior donde la empleada la había dejado, se sorprendió tanto que decidió abrirla viendo catorce discos con distintos colores, todos tenían un nombre, pero no se veía bien tras el estuche que lo ocultaba.

—Bien... En la nota dice el disco de color azul, debe ser este supongo, aunque Jimyn sé que estás muerto, pero la paleta de colores que has escogido no combinan en lo absoluto, tienes pésimos gustos en verdad.

Suspira para así sacar el disco del estuche viendo aquella particularidad con la que estaba escrito su nombre —PETER— con tinta negra chorretada como si su mano temblara al dejar caer el pincel en la superficie plana del disco. Se levantó de la cama poniendo el disco en el pequeño DVD que sobrevivía en su habitación, dejando presentar aquel mensaje, sin creer lo que vendría.

—¿Es en serio Jimyn? Pudiste usar una USB, solo para ver tu cara en una pantalla, qué pérdida de tiempo.

Reproduciendo video.

Hola Peter Macoi, espero hayas disfrutado de la estúpida fiesta que has organizado un día después que hubiera acabado con mi vida, tan despreciable eres que no pudiste cancelarla por mi muerte, aunque claro, que le va a importar un becado como yo a un idiota ricachón como tú.

Te preguntarás que es todo esto, bueno, es mi "carta suicida" para cada uno de los implicados que hicieron parte de mi muerte... Tú, Macoi, fuiste parte de ellos. Antes que nada, me gustaría decirte por qué tienes el color azul y no otro, en la psicólogia del color en aspectos negativos, el azul significa frialdad, distanciamiento o falta emocional; cualidades que ayudaste a crear en mí con tu estúpida droga... Ante esa situación este es tu color.

Por otro lado, ¿recuerdas esto Peter? —muestra un filoso elemento en la pantalla—. Es el cuchillo con el que mi padre te espanto ese día, tan gil fui al pensar que me ayudarías a detenerlo, pero no, preferiste correr antes que hacerlo; lo irónico es que este mismo cuchillo será mi arma suicida, ¿no es fabuloso?

Desde que comenzó el año tuvimos una relación extraña, primero me hacías bullying en el colegio con tus amigos, después me rogabas que te ayudara en la escuela para salvar tu pedazo de trasero de ser expulsado del equipo de futbol, y por último, odiarme tras haber quitado de tus manos a Romina antes que abusaras de ella, eres una caja de sorpresa, "hermano".

Repito, te menciono en este disco no por el daño que me hiciste con tus obscenas palabras, sino el cómo me volviste un dependiente al vicio en su momento, al igual que al licor; eso de llegar a tus fiestas y lo primero que hacía era meterme dos pepas a la boca para perder la cordura, puedo decir que para que tener enemigos si tus dizques amigos les gusta conducir por el mal camino... No sabes cuantos regaños sufrí al llegar a mi casa en tal estado, necesitaba consumir cualquier sustancia alucinógena que pudiera resistir mi cuerpo, por poco y caigo en coma si no fuera sido por Cora.

Me dijiste que la mejor manera de resolver los problemas y poder olvidarlos era desviarlos a un objetivo placentero, irme a otros mundos a través de esa porquería que me dabas... Un mes completo consumiendo marihuana, cocaína, morfina y el éxtasis, ¿te suenan, no? Eran las drogas que me inyectabas o me hacías inhalar haciéndome dudar de quién era.

Para no hacer más largo todo este video solo quiero que sepas querido amigo que eres una de las quince razones por las que decidí suicidarme. Joder me volviste un drogadicto y alcohólico desde la primera vez, siempre lo hacía a escondidas como hoy mientras grabo tengo a mi lado dos kilogramos de morfina el cual es acompañado de una buena botella de Old Par; qué gran combinación. Aunque claro, no soy tan idiota de necesitar consumir todo para suicidarme, el teatro que crearé solo será parte del show, siempre te veré a ti y a todos.

Fallecí por su culpa, espero disfruten mi partida... Los detesto tanto... En tu nombre me daré un último trago de todo.

Fin de la reproducción.

—Joder... Yo no lo induje mucho que digamos... Le propuse, pero nunca lo obligue, yo no tengo velas en su entierro.

Niega rápidamente para levantarse y sacar aquel disco viendo antes en la pantalla azul que había quedado el cómo aparecía un mensaje letra por letra. "Has llegado hasta aquí Peter, estoy seguro de que debes estar negando todo, pero realmente tuviste una gran culpa en este asunto, recuérdalo siempre... Ahora darle la caja a Scarlett, la chica nueva y recuerda quemar el disco antes que alguien lo vea o tus secretos saldrán a flote".

—Qué clase de broma es esta Jimyn, seas un maldito tanto en vida como muerto.

Sale rápidamente con el disco para colocarlo en un sartén con aceite y encenderlo en fuego alto haciendo que la pintura y el disco se malograran, su mente quedo invadida de pensamientos, pero no se daría por vencido al saber más sobre la dichosa broma del idiota de Jimyn, y la nueva le tendría que dar muchas respuestas. El sueño que agarro Peter después de deshacerse del disco fue inmediato, aquella caja estaba en el suelo, fuera de la vista o alcance de cualquier empleado, bien escondida para emprender viaje el día siguiente a su próximo dueño.