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Shangri-la

Era ya demasiado, llevaba más de 10 años conociendo a Taek Woon y ya me había dado cuenta muy bien. Cada año desaparecía durante un par de días justo a finales del mes de Junio, no importaba si estábamos de gira, de vacaciones o lo que fuera que hiciéramos él se iba en esos días.

Cuando le pregunté directamente dijo que no sabía a qué me refería y desvió el tema... pero Leo siempre ha sido un mal mentiroso, así que había algo más que estaba pasando. No podía contener más mi curiosidad, pues aun cuando estábamos en las presentaciones de VIXX LR él se escabullía,

Así que aquel día que me dijo que saldría un rato solo, aparenté indiferencia y solamente le dije que tuviera cuidado... pero en cuanto salió de la habitación del hotel me apresuré a seguirlo.

La tarea no fue tan difícil gracias a que ahora podíamos manejar nuestros propios vehículos, a pesar de que él tomó varios taxis pude seguirlo con relativa facilidad en mi motoneta hasta que llegamos a las afueras de la ciudad y él se adentró al enorme bosque que la rodeaba en gran parte. Todo esto era cada vez más intrigante pues nuestro buen Leo incluso había ignorado el aviso de "prohibido el paso, propiedad privada".

Lo perdí de vista mientras buscaba algún lugar para estacionar la motoneta. Luego de entrar por el mismo lugar que él había ocupado, esperando que no termináramos los dos en problemas, seguí el sendero casi imperceptible que cruzaba la tupida maleza, no estaba muy seguro si él había tomado algún otro camino pero esa parecía la única opción.

Estaba a punto de darme por vencido y preguntarme cómo diablos iba a salir de aquel embrollo cuando llegué por fin a un claro en el cual pude ver la silueta de Leo entre las sombras de los árboles más altos.

Me quedé inmóvil entre las hojas del sendero, en realidad no tenía manera de justificar mi presencia allí así que me mantuve oculto. Desde aquella posición vi como él se quitaba parte de la ropa para ponerse una larga yukata color azul oscuro, la dejó abierta por el frente.

Una vez así vestido se movió hasta el centro del claro donde había una gran roca a la que cuidadosamente se subió.

Me quedé impactado entonces, pues el aire había movido las hojas altas y varios rayos de luz se estaban filtrando, pero al chocar con la piel de mi amigo estos reflejaban son verdes tonalidades.

—¿Qué diablos? —Susurré

Esta vez ya no pude contenerme y con cuidado me acerqué a él, quien ni siquiera se dio cuenta pues había cerrado los ojos, alzando los brazos a los lados.

Comenzó entonces a entonar una canción que me sonaba familiar pero que no podía identificar del todo, tampoco podía entender la letra aunque alcanzaba a captar algunas palabras en chino.

Lo más impactante era sin embargo la tonada de la canción, conocía muy bien el poder vocal de mi amigo pero esto era distinto, era como si las notas que emitían fueran completamente tangibles y entraran en mi cuerpo para recorrerlo con suaves y deliciosas caricias.

Me acerqué aún más, completamente sobrecogido por aquellas sensaciones; de la roca donde él estaba de pie comenzó a brotar un agua cristalina y fresca que alcanzó a humedecer mis zapatos antes de fluir hacia dentro del bosque.

Su voz no dejaba de sonar, manteniéndome así completamente cautivado. Al acortar la distancia pude notar que su piel seguía refulgiendo con aquellos tonos verdosos, se debía a pequeñas escamas transparentes que cubrían su piel y que se volvían de un verde tornasolado con la luz. Alrededor de sus ojos y su boca tenía más escamas, estas eran verdes como si se tratara de pequeñas cuentas de jade.

Suspiré mientras veía aquel maravilloso milagro, no había explicación racional así que no me esforcé ni en buscarla, lo único que importaba en ese momento era disfrutar de la bella música que él creaba. El agua no dejaba de fluir y ahora chapoteaba dentro de mis zapatos, sentí como si gracias a ella estuviera conectado directamente con Leo.

Me es imposible decir cuánto tiempo estuvimos así aunque sospecho que fueron varias horas, su canción seguía y seguía, creciendo y cambiando como si diera círculos sobre el cuerpo de Leo antes de expandirse hasta los confines del mundo, sentía como si mi propia esencia, la esencia de Kim Wonsik se uniera a la de Jung TaekWoon y se expandiera junto a la misma música.

La luz ya tenía el tinte anaranjado del atardecer cuando la canción se detuvo, regresé en mí justo a tiempo para ver a Leo desvanecerse y poder atraparlo antes de que se golpeara contra el suelo aunque ambos terminamos derribados.

Me preocupó bastante, a pesar de las escamas parecía sumamente pálido y cansado, no tenía la menor idea de qué diablos había hecho pero parecía haberlo agotado demasiado.

—Hyung, oye Taek-hyung ¿estás bien? —Le pregunté con suavidad.

Leo frunció el ceño un par de veces antes de entreabrir los ojos y clavarlos en mí, estos eran de un amarillo brillante como los de un gato.

"O los de un dragón" pensé mientras veía el contraste con las pequeñas escamas alrededor.

—¿Wonsikkie? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías...? —interrumpió su pregunta con un suspiro de puro agotamiento.

—Eso no importa ahora hyung, dime cómo puedo ayudarte.

Sonrió cansinamente antes de clavar sus ojos amarillentos en los míos.

—¿Quieres ayudarme?

—¡Es obvio que sí! ¿Qué clase de pregunta es esa? Pero no sé cómo... ¿Quieres que vaya a buscar ayuda? No... eso no es buena idea... ¿Y si te traigo algo de comer? —Mi mente funcionaba a mil por hora, ya después intentaría comprender la extraña fantasía que acababa de contemplar, lo primordial era ayudar a mi amigo.

—Ravi... ¿No te parezco un monstruo? —Su voz era aún más baja que en las entrevistas donde se ponía nervioso.

—¿De qué estás hablando hyung? Eres lo más hermoso que he visto nunca... —desvié la mirada, consciente de lo comprometedor de mis palabras que, aunque ciertas, me ocasionaron bastante vergüenza—. Eso no es importante ahora Jung TaekWoon, lo importante es que me digas cómo ayudarte, pareces muy agotado.

—Tranquilo, estaré bien. Mis fuerzas no tardarán en regresar, solo... quédate aquí... así... —Se arrellanó un poco más contra mi pecho.

Hice lo que me pedía y solamente lo rodeé con mis brazos, creo que incluso lo mecí inconscientemente. Ahora que estaba un poco más tranquilo y que no tenía que preocuparme por su bienestar (al menos no tanto), mi mente comenzó a intentar encontrar una razón lógica a lo que había pasado pero lo único que podía pensar era que me había caído cuando entré en la zona boscosa, me había golpeado la cabeza y ahora estaba inconsciente en algún lugar soñando aquellos sueños fantásticos.

Pero todo parecía demasiado real, incluido el frío que me estaba dando por estar empapado o que el brazo izquierdo se me estaba durmiendo gracias al peso de Leo.

—Supongo que ahora querrás algunas respuestas... —dijo de pronto, sin casi moverse ni abrir los ojos.

—Pensé que estabas dormido, —él solo negó con la cabeza—. ¿Puedes explicarme lo que ocurrió? —pregunté, pues si nunca le había contado de eso a nadie debía de haber alguna razón.

—Sí puedo... aunque no sé muy bien cómo hacerlo... temo que te alejes de mí por esto...

—No te preocupes TaekWoonie, no me alejaré de ti, te lo prometo. Es cierto que no comprendo pero no me da miedo, me pareció muy hermoso todo.

Lo sentí suspirar y pegarse más a mí, no abrió los ojos ni cuando me comenzó a explicar:

—Mi verdadero nombre es Ao TaekWoon... mi padre, mi verdadero padre es Ao Guang... —por fin abrió los ojos y me miró, supongo que esperando mi reacción pero ese nombre no me decía nada más allá de que sonaba chino.

—No lo entiendo, —confesé, ocasionando que él riera.

—Ao Guang es un Rey Dragón, es el Rey Dragón del Mar del Este en China.

—¿Eres... hijo de un dragón? —De nuevo él solo asintió, ocultándose en mi pecho—. Bueno, en realidad eso explica tu apariencia.

Me moví un poco para poder acariciar las escamas de su rostro, tenía demasiada curiosidad por su tacto. Aunque mi brazo hormigueo un poco cuando la sangre volvió a fluir por él, pude notar que se sentían frías y lisas, como si hubiera pegado pequeñas gemas a su piel. Por unos momentos él volvió a cerrar los ojos, disfrutando quizá de mi caricia.

—¿Y puedes transformarte en un dragón como en las películas? ¿Puedes volar y lanzar fuego? —pregunté.

Comenzó a temblar y tardé un poco de tiempo en darme cuenta que en verdad estaba intentando contener la risa.

—Eres demasiado infantil Wonsikkie. No, no puedo hacer nada de eso pues solo la mitad de mi herencia es divina, esta es mi apariencia completa. Además, mi padre es un dios del mar, nuestro poder está en el agua pero, como todos, tenemos responsabilidades con la naturaleza.

—¿Responsabilidades?

—El solsticio de verano es mi día más fuerte, así que ese día debo venir y atraer el agua del reino de mi padre, para que riegue estas tierras y las vuelva fértiles.

—¿Por eso te escapas cada año? —asintió tímidamente, apretando los labios como usualmente hacía—. Ya veo, pues suena a algo muy importante que debes hacer. Pero ya no es algo que debas hacer solo Hyung, yo te acompañaré y te apoyaré en todo lo que pueda. Incluso podemos traer al resto, estoy seguro que Ken se volverá loco de la emoción.

—Wonsik... aun no les comentemos nada a los otros ¿sí? No sé si lo tomarán tan bien como tú.

—Creo que lo entenderán, todos te quieren mucho TaekWoonie, pero es tu decisión, yo no diré nada hasta que tú lo hagas... pero a cambio...

—¿A cambio?

—Tendrás que invitar la cena, y con café muy caliente. —Leo me miró unos instantes antes de ponerse de pie.

—¡Estás empapado! Y debes tener mucho frío.

—Las consecuencias de salvar a un amigo de morir por un golpe en la cabeza, —bromeé—, pero estoy bien, un buen baño y ese café caliente y estaré como nuevo.

Me dio la mano para ayudar a levantarme pero con un tirón extra terminé entre sus brazos, me abrazó recargando su barbilla en mi hombro como había hecho varias veces antes; para cuando lo abracé a mi vez lo escuché susurrar la misma canción de antes, la sensación de placidez volvió a inundarme.

Tardé un poco en volver en mí, para cuando lo hice Leo me sujetaba de los hombros, ahora con su apariencia normal, ambos estábamos completamente secos.

—Vamos por ese café dounsaeg.

****

Pequeña nota: estos últimos capítulos se han alargado bastante, y es que me es difícil explicarse en capítulos cortos, pero espero que aún así los estén disfrutando. Además, creo que ya se pudieron dar cuenta de que hay muchas historias bizarras en mi mente XD

Al igual que con Error, ya está la continuación de esta historia en mi perfil, y ya está terminada por si gustan ir a leerla.

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