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142cm De Dulzura

"El niño que se alimentaba de las pesadillas es Myoui Mina"

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Erase una historia de un joven niño que tenía pesadillas todos los días.

Harto de sus pesadillas, él fue en busca de una bruja para que lo ayude a deshacerse de las pesadillas. El niño le prometió a la bruja que haría todo lo que quisiera a cambio.

En un abrir y cerrar de ojos, la bruja hizo desaparecer sus malos recuerdos y el niño estaba curado de las pesadillas. A medida que pasaron los años y se convirtió en un adulto, él empezó a darse cuenta que aunque ya no tenía pesadillas, no era ni un poco feliz.

La bruja llegó a él una noche, cuando la luna brillaba de lleno, y él le preguntó qué era lo que le estaba sucediendo. La bruja le dijo que, sólo teniendo malas experiencias en la vida, uno se hace más fuerte, se adapta más rápido y se es más apasionado. Ella le aconsejó que gane esas batallas interiores y experiencias negativas, en vez de solo olvidarse de ellas.

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Despertó de aquella pesadilla, con su corazón latiendo fuertemente y sudor presente en la frente. La joven trató de secar aquellas gotas y rápidamente agarró su móvil para buscar el contacto de Margare. Antes de marcar, vio el horario que le marcaba en la esquina de su pantalla; eran más de las cinco de la mañana, y no querría ser una molestia.

Bloqueó el móvil y se levantó de la cama en busca de un vaso de leche. Caminaba por aquél departamento con los pies desnudos y temblando de frío. 

Desde que su padre le echó de la casa; a los quince años, se sentía libre, pero la soledad la invadía. También dejó la terapia porque sentía que estaba bien, y ya que no vivía bajo el techo de sus padres, tomaría sus propias decisiones.

Pero si bien la joven trataba de demostrar por redes sociales que era 'cool' vivir cómo una adulta, había cosas que le atormentaban.

Sabía que su madre estaba enferma. Qué le diagnosticaron Trastorno Antisocial de Personalidad a sus nueve años. Qué la oscuridad y las escaleras seguían siendo un temor. 

Pero ella trataba de disfrazar aquellos problemas diciendo que estaba bien; qué ella no tenía nada malo, tratando de disfrazar la preocupación con arrogancia. En vez de llamar y preguntar: "¿Madre, cómo te encuentras?" Soltaba un: "No me interesa si no llama", mientras le dolía el corazón y su preocupación aumentaba. En vez de tratar su problema y de ir con la psicóloga Bae, decidió dejarla porque para ella era una 'perdida de tiempo', viviendo con su trastorno y sufriendo cada día más por aquél lío que manejaba. Y claro, al vivir sola, tenía las luces de su departamento siempre prendidas y se tomaba el tiempo de las escaleras bajarlas sentada, en vez de pedir ayuda, porque para ella eso de necesitar ayuda era para cobardes. Y claro, no se sentía de esa manera.

Myoui Mina parecía astuta, pero no lo era. Simplemente disfrazaba sus luchas de día a día con un 'No me importa', cuando por dentro, le importaba demasiado.

[Si no puedes ganar tus propias batallas, nunca crecerás. Si optas en olvidar lo negativo, puedes permanecer en el olvido, pero a veces, la ignorancia no es la felicidad.]

El niño que se alimentaba de las pesadillas es un cuento de la serie original de Netflix: It's Okay Not To Be Okay