Escape (18) [FIN]
¿Eran esas las explosiones que se sentían? ¿Era esa la sensación de subidón que le explicó Nico? ¿Era ese su ritmo cardíaco? ¿Cómo no le había dado un paro todavía? ¿Cómo seguía con vida?
Diablos. ¿Por qué se sentía así?
Recuperó el equilibrio gracias a un milagro, logró recomponerse después de varios segundos agarrado al otro en busca de estabilidad. No sentía el aliento, ¿En qué momento había dejado de respirar? Su corazón iba rápido, estaba buscando aire, sentía un calor insoportable en ese preciso momento. No era capaz de sostenerse en pie todavía, estaba haciendo intentos erráticos. Tragó saliva, estaba atontado y desorientado. Ni siquiera sabía dónde estaba en ese momento. Todo le daba vueltas.
¿Seguía con vida?
- ¿Luis...?
Levantó su cabeza.
- ¿Estás bien?
Sonrió ampliamente.
- Hazlo de nuevo.
No iba a decir que no.
- Vale...
¿Aquella era la adicción que le contaron Emir y Nico?
¿La adicción de volver a besarse una y otra, y otra, y otra vez? Sin parar. Sin descansar.
¿Era esa la sensación de sentirse dormido?
¿La sensación de estar en un sueño?
¿La sensación de no querer despertar?
Dios, si, si lo era.
¿Y ahora qué?
Más.
Su cuerpo pedía más.
Quería más.
Aquello era demasiado bueno.
Quería que durase más tiempo.
No sabía donde se encontraba.
Tampoco quería saberlo.
Solo quería más.
Más besos.
Quería seguir besándolo.
No iba a soltarlo ni aunque ambos murieran por la falta de aire.
- A ver, chicos, está bien haberos confesado, haberos besado y sentir todo el subidón, pero follar en la pica del baño de hombres no es algo que aconsejo, lo digo por experiencia.
El chillido resonó en todo el instituto.
- ¿¡EMIR, QUE MIERDA TE PASA!?- exclamó totalmente rojo por ser descubierto y que ahora le hubiera venido todo el bajón.
Dios, ahora se sentía depresivo. Quería volver a besarlo.
- Que tenías una depresión de cojones y te estabas tardando mucho. Nico me envió a buscarte.- se encogió de hombros con lo último que dijo.- No ha sido culpa mía encontraros entrando en el baño a los dos.
- Gracias por el bajón, bleh.-le sacó la lengua y se bajó de la pica con un mini salto.
- De nada. En la cama es más higiénico, así que técnicamente os he salvado.
- Ahora mismo te daría una paliza si pudiera ganarte.
- Podéis iros a casa a seguir haciendo lo que sea que ibais a hacer aquí.
- Ahora ya no, ya me dió el bajón.- se cruzó de brazos casi como si estuviera ofendido, después salió del baño dejando a los dos allí.
Por dios, qué vergüenza.
¿En serio iba a hacer... esas cosas... con Paul?
Eso sí era ir un paso mucho más allá.
Bueno... Nico y Emir lo habían hecho, pero... ah...
No era lo mismo.
Ósea... Ellos llevaban tiempo juntos (un año, en realidad, pero para Luis había sido mucho tiempo), así que era normal que hicieran esas cosas.
Pero... Ellos... ah... ni siquiera se habían dado el te quiero o el quieres ser mi pareja y ya estaban a punto de hacer las cosas que hacen los adultos.
... ¿Para que ser fino?
Estuvo a punto de follar con Paul.
Descaradamente.
Ni siquiera eran novios y ya iban a hacerlo.
Solo porque Emir los pilló.
Se sentía culpable al mismo tiempo que inesperadamente maduro y adulto en ese momento. Se sentía responsable de algo. Su pecho latía de forma diferente, notaba sus latidos más cálidos. Sentía su pecho más tranquilo. Más relajado.
Se sentía libre.
Sentía una libertad inconmensurable.
Se sentía fuerte.
¿Era ese el sentimiento del orgullo del cual le había hablado Nico? ¿Sentirse orgulloso de tener a alguien que amaba y estar orgulloso de amarlo? Le gustaba esa sensación. Se sentía tan fuerte, libre y orgulloso que era capaz de besar a Paul delante de sus padres.
Por supuesto no lo haría.
Pero sentía que sería capaz de hacerlo.
Pero no lo haría.
Ósea, era una suposición, no iba a hacerlo.
Le haría ilusión.
Bueno, supongo que ha llegado el momento de mirar esta situación desde una perspectiva un poco más amplia; tengamos en cuenta que el año pasado fue la anécdota de Emir y Luis bailando al final del baile de fin de curso, lo cual causó mucho revuelo entre todo el colegio. Ese año fueron Luis y Paul a punto de hacer cosas de adultos en el baño masculino del instituto, lo cual ocasionó unas largas y ruidosas carcajadas en el rubio de ojos marrones al enterarse camino a casa. Por lo tanto, tengamos en cuenta que estando en el Mil novecientos noventa y seis y en el mil novecientos noventa y siete (1996 - 1997), fechas en las que estos sucesos ocurren, su historia ha sido muchísimo más feliz de lo que podría haber sido. Muchos acabaron suicidándose por la presión. Otros murieron a causa de las palizas. Otros simplemente se quedaron callados y vivieron una vida que no deseaban.
Algunas veces ocurren milagros.
Los milagros ocurren cuando suceden cosas que nadie espera que ocurran. Para Luis, sentir aquellas cosas fue un verdadero milagro. Despertó. Despertó del abismo y salió de él para encontrarse con un mundo hermoso y lleno de colores, se encontró con la vida que quería vivir. Una vida feliz. No iba a fingir ser lo que no era. Iba a vivir como a él le gustaba. Hizo despertar a Paul y tomó su mano para abrazarlo con fuerza.
Ambos iban a vivir el futuro que querían vivir.
Aunque sus padres los intentaran separar (Qué fue lo que pasó).
Aunque los padres quisieran convencerlo de no ser gay (Qué fue lo que le pasó a Luis).
Aunque sus padres les dieran una paliza por haber besado a un hombre (Qué fue lo que le pasó a ambos cuando los rumores llegaron a sus padres).
Que los padres de Luis intentaran cortarle el cabello pensando que así dejaría de ser homosexual y dejaría de amar al mexicano.
¿Por qué?
Porque los pillaron durmiendo juntos.
Besándose.
Soltando sonidos eróticos.
Amándose.
Entregándose mutuamente el amor que sentían.
Deseándose.
Diciendo lo mucho que se querían.
¿Por qué?
Porque con la homofobia de sus padres no era fácil de asimilar, no era fácil ayudarlos a entender que era amor lo que los unía.
El mismo amor que a ellos, o a los padres de Paul, o a cualquier persona del mundo los unía. ¿Por qué tendría que ser diferente con ellos? Solo porque eran dos varones. ¿Solo por eso ya no merecían amarse de la misma manera que una mujer y hombre? El mismo valor tenía un hombre que una mujer, el mismo valor tenían dos hombres y dos mujeres. Si había amor, tenían derecho de estar juntos.
Eso era lo que sus padres no comprendían.
Por ello recibieron palizas.
Terapias.
Fueron alejados el uno del otro.
Los llevaron a diferentes psicólogos.
Fueron obligados a tomar medicamentos para dejar de ser homosexuales.
Los padres de Luis se mudaron lejos.
Le quitaron el teléfono.
No tenía contacto de ninguna manera con Paul.
Ambos tuvieron una depresión al estar lejos del otro, por la situación, por el momento, por las palabras que daban, por los insultos que recibían.
¿Qué sucedió finalmente?
Se acabaron escapando de sus casas.
Para poder amarse juntos.
Para no volver a separarse y para poder vivir su vida.
Acabaron escapándose de la ciudad y se fueron a vivir a cualquier lugar, consiguieron meterse en la casa de Aleix unos días, más que nada porque este tenía un cuarto libre, aún desagradándole la idea de que ambos estuvieran juntos, seguían siendo amigos y ambos tenían muchos problemas, estaban sufriendo al no estar juntos, por eso, el mejor remedio que tenían era estar juntos. Les permitió estar juntos en aquella habitación hasta que consiguieron ahorrar lo suficiente para poder irse a vivir juntos, lo cual pasaron unos dos años apróximadamente, ninguno de los dos podía estudiar porque todo lo ahorraban para comer y para poder vivir en una casa los dos solos. En un lugar estable. Fueran o no aceptados en la ciudad en la que se escaparon para vivir tranquilos y sin miedo a que sus padres volvieran a hacerlos sufrir. No pararon hasta conseguirlo, y una vez lograron establecerse en otra ciudad, ambos se encargaron de seguir ahorrando con sus trabajos, todo para que pudieran estudiar y acabar de rematar los estudios que habían hecho, que uno u otro pudiera ir a la universidad y pudieran trabajar en un lugar digno. Fue Paul quien acabó consiguiendo ese trabajo digno que les dio un poco de estabilidad y soltura para poder hacer más cosas.
Luis también empezó a estudiar desde casa dado a que ya tenían un poco más de espacio y no estaban asfixiados por las deudas, por la hipoteca y por los problemas de comida, frío o calor. Cuando entraron en un nuevo siglo las cosas empezaron a ir mejor. Los padres de ambos no sabían donde estaban, tampoco tenían interés en que lo supieran, los únicos que sabían donde estaban eran Aleix, Emir y Nicolás; estos habían prometido que se quedarían en silencio y no le dirían nada a los padres, que sería un secreto entre los cinco, para que ellos pudieran vivir tranquilos y sin más sufrimiento.
Pasaron los años, cumplieron veintiún años.
Seguían viviendo en su hogar.
Paul trabajaba.
Luis estudiaba desde casa.
Ese verano de descanso se dieron un capricho.
Se fueron al extranjero.
Ambos aprendieron inglés y reforzaron el inglés en aquellos años, por lo tanto no tenían problemas con los idiomas. Estuvieron en Noruega admirando los fiordos noruegos, no llegaron a ver auroras boreales, pero sería uno de los deseos que tendrían para un futuro, verlas, poder verlas juntos en un futuro. Estuvieron admirando la fauna y la flora.
Una idea pícara surgió.
¿Qué idea?
Adoptar un pequeño o una pequeña.
¿Qué los llevó a tomar aquella decisión?
Pasar delante de un orfanato y que los niños estuvieran allí jugando los unos con los otros. Esto le encogió el corazón al pelinegro de flequillo verdoso y se vio a sí mismo de niño pequeño, cuando se le había negado todo, Paul sabía aquella sensación y también le sabía mal que los pequeños no tuvieran a alguien que los cuidase más que las señoras que se encargaban del orfanato.
Por lo tanto tomaron la decisión de adoptar.
Tardaron un año entero en poder adoptar al crío.
Era un niño.
Un niño albino.
Un pequeño que fue abandonado en la puerta con apenas unas semanas de vida con una nota de sus padres biológicos en la que ponían el nombre y los apellidos del niño, el teléfono de contacto para que les contactasen si alguna vez su hijo sería adoptado y una leve explicación de porqué tuvieron que dejar a su pequeño: estaban en crisis, el padre había sido despedido del trabajo y la mujer tenía un trabajo precario, además que tenía que cuidar de los dos hijos mellizos que tuvieron, por ende tuvieron que dar a uno de los dos, el que más problemas podría darles por haber nacido albino, pero que cuando creciera que le dejaran claro que no fue porque no lo quisieran, sino porque no podían cuidarlo.
Así que Paul y Luis decidieron adoptar al pequeño para darle un hogar digno.
Pudieron llevarlo a España cuando cumplieron veintidós años y cuando el niño tenía un año y medio de edad.
Pero por fin, por fin después de tantas trabas, tantos problemas, tantas excusas, tantos papeles que parecían papel mojado, tantos intentos de denegárselo, al final de toda aquella tortura y todos aquellos exámenes, y todos los problemas que les pusieron para no adoptarlo ya que según ellos no eran del todo dignos porque los trabajos que tenían y las ocupaciones y el lugar que vivían no podría garantizar una completa seguridad para el niño, cuando eran meras excusas; por fin pudieron adoptar a su pequeño Robert López McGreen.
FIN
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SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, estamos en el final de la historia :D
Ya se acabó uwuwuwuwuwu
Por dios, que felicidad...
Y que largo el capítulo....
Nah, después del beso del capítulo anterior no es como si fuese a pasar gran cosa más xD
De hecho la historia quería centrarme en como se enamoraron, no en su relación en sí.
En realidad hasta el 2009 en Noruega, las personas del mismo género no podían adoptar, casarse o tener hijos por inseminación artificial.
Por lo tanto tuve que variar un poco los datos en esta historia (bueno, en toda la historia de OCs) para que se pudiera dar este evento y el resto de cosas pudieran surgir.
Espero que este hecho no enfade a nadie o alguien puede llegar a molestarse por cuatro o cinco años de diferencia.
....
Anyway...
Es posible que escriba un epílogo...
Es decir, una parte final en la que veamos como Luis y Paul cuiden del pequeño Robert López McGreen.
Es algo que me quedé con todas las ganas de escribir en su momento, pero no lo llegué a escribir porque preferí dejar la historia aquí y no alargarlo más de lo necesario con un personaje extra que me sirva de excusa.
Así que...
Aquí los que SI quieran un epílogo --------------->
Aquí los que les de igual ----------------------------->
Aquí los que NO quieran un epílogo -------------->
Depende cual de las tres gane, escribiré el epílogo y lo publicaré posteriormente a esta parte uwu.
Pero por ahora ya se acabó la historia uwu
Ah, también me queda el Extra del baño si lo queréis, que todavía nadie me ha contestado (hoy día 20 de marzo).
Aquí las opiniones de la historia en general -------------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
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