Amistad (12)
- ¿Por qué te abrace ya significa que esté dejando a Emir o que ya no me guste?- preguntó dejando escapar una risilla entre dientes mientras se separaba de él. No movió ni un músculo, se sentía tan pequeño aunque irónicamente era tan alto. Negó con la cabeza.- Abrazarte ha sido para consolarte porque lo necesitabas, Emir lo entenderá.- tomó sus manos a partir de sus muñecas.- Realmente lo necesitabas.
No dijo nada.
- Un cambio de aires te iría bien.- apretó los labios sin decir nada y después suspiró pesado.- ¿No lo crees?- ladeó la cabeza hacia un lado.- ¿Con qué querías que te ayudara si no? Un cambio de aire te despejará de tu situación actual y podría ayudarte a desestresarte un poco.- Le sonrió un poco.- ¿Qué te parece el plan?
- Haría mal tercio.
- Para nada.- negó con la cabeza.- Vente con nosotros una tarde, casi siempre estamos en el mismo lugar, solemos pasar los viernes por la tarde en las recreativas.
¿Ellos también iban a ese lugar y no les decían nada? Pensaba que ellos no podían entrar allí, era como una regla no escrita, no jugar con chicas y/o maricas en las recreativas, y si juegas, machacarlos y humillarlos; eso era lo que siempre había visto, de hecho, no solía ver chicas en aquel lugar, y, viendo a ellos dos, no los veía jugando a matar marcianitos, de hecho, pensaba que ese tipo de personas no se entretenían con esas cosas, sino que paraban el rato haciendo tonterías, peinados, manicuras, fiestas de pijamas, hablar de chicos... bueno, cosas de chicas. Realmente tenía una idea muy distorsionada de lo que podría ser realmente una persona... homosexual.
- Bueno...
- ¿Eso es un sí?
Asintió con la cabeza y él soltó una expresión en un idioma que no logró comprender, se lo quedó mirando fijamente como si intentara descifrar su expresión. No quería preguntarle directamente en qué idioma dijo aquello, su orgullo se lo impedía. Acabó siendo débil a sus impulsos y se lo preguntó, viendo aquello como una derrota personal, otra más, no era la primera que sentía que había perdido, tal vez sería la primera que había perdido contra él.
- Japonés.- musitó con una sonrisa ladeada.
- Hmph...
- Mi madre es japonesa aunque yo no lo parezca...- dejó escapar una risilla.
- Guay.
¿Por qué el silencio no se sentía tan incómodo en ese preciso instante?
Que curioso.
Realmente pensaba que salir con homosexuales sería aburrido y asqueroso porque ellos estarían empalagosos y, bueno, siendo gay todo el rato.
Al contrario de todo lo que había imaginado, ambos eran extremadamente atentos el uno por el otro, y ya que él estaba allí, también lo eran ambos con él. No era desagradable, solo le resultaba curioso que fuesen tan atentos. ¿No les importaba que nadie los mirase extraño por estar hablando libremente de temas tan controversiales para la sociedad del momento? ¿O por darse besos rápidos con público presente? ¿O por tomar sus manos sobre la mesa sin la vergüenza de que alguien los viera y los rechazara? ¿Les daba igual?
Si.
Porque se amaban.
Se... amaban...
Hmph...
Aquel viernes cuando salieron de las clases, Nicolás esperó a que todos salieran de la clase, lo tomó del brazo y le preguntó si aquel día saldría con ellos, se sintió un tanto cohibido, miró a todos lados, el techo incluído, pensando que ahí tendría la respuesta que buscaba, al final acabó asintiendo con la cabeza. Una sonrisa surgió de sus labios, no pudo evitar ser contagiado por ella. No fue una sonrisa falsa, sin duda le había contagiado aquella radiante sonrisa. Salir con ellos no resultaba incómodo, ellos eran personas muy atentas y dedicadas a que todos estuvieran en un estado lleno de comodidad y que nadie se sintiera excluido, eran la primera vez que salían con alguien más, estuvieron en un pequeño restaurante de comida rápida que había justo al lado de las recreativas, donde solía ir con sus amigos antes de meterse en las recreativas la tarde entera de los sábados y los domingos por la tarde y después entraron allí.
Cuando llegó a casa sus padres se sorprendieron al ver aquella sonrisa radiante que no era capaz de borrarse de sus pómulos. Se miraron escépticos mientras este tonteaba con pasos erráticos y juguetones con sus pies mientras se quitaba los zapatos y los dejaba en su habitación bien puestos. Se estiró para crujir su espalda apoyó un pie en la cama y se puso bien el calcetín, imitó el gesto con el otro, después suspiró con tranquilidad y se quitó la chaqueta que se llevó aquel día para la quedada, sus padres lo miraban sin parpadear desde el marco de la puerta, compartían miradas y después volvían a mirarlo, no podían creer lo que veían, su hijo últimamente se veía entristecido y dolido, casi como si su vida no tuviera sentido, como si algo malo le estuviera pasando, había perdido la sonrisa y aquella risa tonta y contagiosa que tenía apenas se escuchaba, pero aquella sonrisa que tenía en ese momento mientras se quitaba la chaqueta y la colgaba en el perchero les dejaba claro que había pasado una muy buena tarde con sus amigos, tal vez hubiera ganado todas las partidas en esas maquinitas a las que iban.
Se cambió para ponerse el pijama y después envió un correo electrónico a través de hotmail con su teléfono de tapa: "Ya he llegado, gracias por lo de hoy". No pasó mucho para que le llegase un: "De nada. me alegra que te lo hayas pasado bien :D, nos vemos el luneeees :P"
No pudo evitar dejar escapar una risilla tonta.
"No está tan mal salir con ellos"
No sería la última vez que saldría con Emir y Nicolás.
"No está tan más salir con un par de chicos que si me comprenden y no le dejan más tirado que una colilla a la mínima que me siento mal"
Suspiró aliviado y dejó el teléfono a un lado.
Aquella tarde había sido la mejor en toda su vida, al menos por ese momento, había pasado una tarde realmente increíble, jamás pensó que aquello pudiera ser posible. Realmente necesitaba ese cambio de aires.
"Lo siento Paul, las tardes que he pasado contigo no se comparan a esto".
No estaba menospreciando a Paul, solo quería asegurarse de que a su mente le quedase claro que Paul era un chico heterosexual que odiaba la homosexualidad y por lo tanto era inalcanzable para él; lo que mejor podría hacer era olvidarlo y buscar a alguien más con quién estar, alguien que si lo aceptase como era aunque tuviera que esperar a los treinta años para poder tenerlo, más que nada porque si seguía aferrado a Paul, acabaría sufriendo más de lo que ya sufría ahora que se había alejado de él aunque físicamente estuvieran a uno metro de distancia física. Alejarse de él durante un día, más una tarde no había sido doloroso, de hecho, casi había disfrutado más con Emir y Nico que con sus amigos.
Claramente, aquellos viernes volvieron a repetirse hasta casi ser todos los viernes los que se acababa presentado con ellos en las recreativas, ellos pasaban todos y cada uno de los viernes allí, ahorraban durante la semana con las tareas que hacían en sus casas y el viernes iban y disfrutaban la tarde entera allí. No era un mal plan, la verdad.
Era divertido. Mucho más divertido con ellos que con sus amigos.
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Ahora tenemos dos mundos diferentes.
Sus amigos: "la masculinidad hegemónica"
Sus nuevos amigos: "la felicidad"
Obviamente podemos ver es mucho más feliz con Emir y Nico que con Jara, Bull, Aleix y Paul.
Aunque todavía Paul lo ancle a ellos.
Sigue siendo muchísimo más feliz con las nuevas amistades.
Siempre es difícil elegir.
Más aun en esa época en la que los jóvenes tenían muy complicado auto-investigarse e intentar explorar su sexualidad.
Siempre eran mal vistos por cualquier cosa "mal hecha" que hicieran.
Es lo que tiene...
Siempre habrá homofobia aunque se reduzca todo lo posible.
Esperemos que en nuestros días consigamos ser más visibles y estar protegidos <:
Y no tirándonos mierda entre nosotros <:
SIGH...
Aquí las opiniones-------------------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
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