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4-. Papelito / Nota.

Aquí el complemento del día anterior... como le dije, el Os anterior y este están conectados.

Solo Puzzles señores y señoras, ojala lo disfruten.

ALERTA- Burla a Tea, como varios de mis lectores saben, no me agrada y me burlo de ella o l hago quedar mal, quedan advertidos...

Disfruten su letura.

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Papelito / Nota

Se mordió los labios suavemente, tratando de disminuir su nerviosismo, miro en ambas direcciones antes de dejar la nota en su mismo casillero, ¿qué más hacia? no sabía cómo responderle a su admirador secreto, ya que no tenía ni idea de quien era, así que después de pensárselo un poco decidido que le escribiría una contestación la dejaría en su casillero, después de todo, si él iba a dejarle notas, quizás en una de esas y la veía, suspiro un poco esperanzado de que ojala si la viera, volvió a dar una mirada a su alrededor antes de alejarse caminando.

Si, Yugi tenía un admirador secreto desde hace varios meses, pero hasta ahora se había armado de valor para intentar contactar con él.

Ciertamente Yugi tenía la esperanza de que su admirador secreto viera su nota, y bueno cada vez creía más la curiosidad de saber sobre él, aunque el mismo se sentía un poco tonto, digo bien podía ser solo una broma de mal gusto de algún chico, quizás alguien que solo quería burlarse del, aunque sabía que de un tiempo hacia acá pocos se mentían con él, pero eso no significaba que estaba del todo salvando, aunque no creía que Joey y Tristán o Ushio (que era los que más le había molestado) tuvieran el tiempo o paciencia para hacerle esa clase de bromas... Menos la imaginación para ello.

Además que él según ya no se quería volver a enamorar, no había tenido un buena experiencia con ello, ya se había enamorado y tenido una pareja pero bueno, no había funcionado nada bien, suspiro pesadamente, pero no podía evitarlo ya que esas notas, poemas y regalos le encantaban de alguna manera, no podía evitar sonreír o sonrojarse ante ellas, tampoco podía evitar el hecho de que hacían que su corazón latiera con fuerza, incluso su abuelo estaba interesado por la persona que intentaba enamorar a su nieto, no había querido contarle, pero por accidente este le había enterado.

Flash Back.

—Yugi ¿Qué es esto? —pregunto el señor Salomón cuando tomo una cajita de chocolates que Yugi había dejado en la mesa por accidente, como venía con una pequeña nota, el abuelo la leyó antes de que el tricolor pudiera quitárselos de las manos.

—Bueno... es solo... —murmuró Yugi sonrojado, no había querido decir nada al respecto por pena y miedo a lo que fuera a opinar su abuelo, ya que bueno, su admirador secreto era un chico y no una chica, además de que, él había dicho que no se quería enamorar de nuevo.

— ¿Admirador secreto? —pregunto curioso el señor, este asintió —Oh me acorde de mi juventud... cuando yo tenía tu edad eso estaba muy de moda —comento el abuelo con nostalgia en su voz antes de entregarle la cajita de chocolates a su nieto.

— ¿Enserio...? —susurro apenado, antes de sentarse en un banco, el abuelo le sonrió.

— Claro que sí, yo alguna vez fui joven Yugi —dijo con una pequeña risa.

—Me han... llegado más regalitos y cartas —murmuro Yugi apenado, antes de comenzar a contarle a su abuelo lo que había estado pasando.

—Parece que a alguien le gusta y mucho Yugi —comento con una sonrisa tranquila una vez termino el menor su relato.

— ¿No te... molesta que... sea... un chico...? —pregunto en un susurro desviando la mirada —Y no... una chica —agrego, su abuelo negó un poco antes de poner una de sus manos en el hombro.

—No te preocupes por eso Yugi... Te quiero hijo y siempre voy a respetar tus elecciones... —dijo comprensiva, sonrió —Además, por todo lo que me estas contando, se nota el esmero que este misterioso joven está haciendo

—Lo se... Gracias abuelo.

—Siempre estará aquí para apoyarte Yugi.

Fin del Flash Back.

Suspiro mientras pensaba... ¿quién sería su admirador secreto? era la pregunta que siempre se hacía y por más que lo intentará, no lograba descifrarlo.

...

Un ligero suspiro salió de sus labios mientras caminaba sin un rumbo fijo, sin saber exactamente qué hacer o que pensar de su situación, esperando a ver si por fin despertaba de ese extraño sueño en el que creía que estaba... Aunque si lo pensaba mejor, tal vez no quería despertar, quizás no era tan malo después de todo. Observo con detenimiento la pequeña hoja de papel que traía en sus manos, suspiro apenado, ¿enserio era para él esa nota?

Se sentó en una banca lo más alejada de todo el bullicio que se hacía a la hora del almuerzo para volver a leerla con detenimiento y tranquilidad.

"Te vez precioso hoy... Y gracias, estaba delicioso."

Volvió a sonrojarse de nueva cuenta, desvió la mirada hacia varias direcciones tratando de bajar su sonrojo antes de mirar de nueva cuenta su nota, como de costumbre era un tipo de letra muy bien hecho, además de que tenía un toque elegante, sin duda muy bonita y fina, pero estaba seguro de que no era de una mujer, ya que era más firme y recta, aunque claro eso no le quitaba lo bonita y menos el texto que estas letras formaban, dejo una pequeña flor de color rojo a un lado y suspiro además de volver a sonrojarse como por 5ta o 6ta vez.

A pesar de que no era la primera vez que recibía una nota y una flor, como quiera seguía sintiendo vergüenza por ello, desde hacía meses que tenía un admirador secreto, que claro no tenía ni idea de quien era, solo sabía que era un chico y que desde el día de San Valentín le mandaba obsequios, cartas o notas pequeñas como esa, ya fuera en su casillero o en su asiento.

Y hacia poco que se había animado a él mandarle notas de igual forma, grata fue su sorpresa cuando su admirador se las respondía, y así habían terminado intercambiando en algunas ocasiones notas y regalitos, la última vez le había dejado un pastelillo que había hecho, especialmente para él, volvió a sonrojarse, sonrió dulcemente y se quedó mirando el cielo mientras recordaba cómo había comenzado todo.

Flash Back

Era 14 de febrero, un día especial entre parejas, aunque para él era un día amargo y común, ya que su novia había terminado con el hacía poco y bueno aún se encontraba triste debido a eso, sumándole que las personas que se habían enterado no hacían más que reírse sin disimular, y claro dos o tres personas acercarse a preguntarle ¿Por qué no se metían en sus propias vidas?

Así que ese día Yugi se encontraba decaído, lo que no espero, fue que a la hora del almuerzo cuando salió de su salón para comprarse algo de beber y regreso, encontró una rosa y una caja de chocolates sobre su lugar, no solo eso también había una tarjeta y un pequeño llavero de Kuriboh que tenía sujetado un corazón, miro las cosas extrañado.

—Seguro se equivocaron de asiento —comento antes de tomar la nota que estaba en la rosa para ver a quien iba dirigida, grande fue su sorpresa al ver su nombre en la nota, aun mas confundido miro la caja de chocolates y luego tomo la tarjeta.

"Hoy te vi muy triste... Aunque no sé a qué se debe tu tristeza, solo quiero decir, sonríe, jamás sabes aquí le puede gustar tu hermosa sonrisa... Por ejemplo, a mi...

Me Gustas Yugi, no, eso es poco, la verdad es que Te Amo.

Déjame Amarte... y que dure mucho más que los amores pasajeros que hemos tenido...

Yugi ¿Me permites amarte? ¿Me permites llenar de sonrisas tu vida? llenarte de flores, aunque estas no sean tan hermosas como tú, de pintarte caricias y que tu lindo rostro se tiña de rosa, haciéndolo ver más bello...

¿Me lo permites?

Atte.: Un Admirador Secreto, que está loco por ti.

P.D. Espero que te gusten los chocolates, la flor y el llavero"

Sus mejillas se teñían de color rojo una vez que termino de leer la tarjeta, con una pequeña sonrisa se sentó en su asiento y se quedó mirando los chocolates antes decidirse por comerse uno, hizo un sonido de gusto, no conocía esa marca, pero tenía un sabor delicioso, jugueteo con el llavero del monstruo de duelo un rato y gusto cuando sonó el timbre reacciono y guardo todo rápidamente, esperando que nadie lo notara.

Solo suspiro mientras observaba el llavero con una sonrisa, decidiéndose por colgarlo en su mochila, después de todo ¿Quién se resiste aun Kuriboh? Si eran tan tiernos, pero las cosas no se quedaron así, ya que después de eso, siguieron apareciendo notas en su asiento o casillero ciertos días. Cada nota que recibía le hacían sonrojarse y en ocasiones aceleraban su corazón, también recibía de vez en cuando regalitos, como una flor, un dulce, un globo, un peluche, eran cosas pequeñas que podías ocultar a simple vista en la mochila.

Fin del Flash Back

Pasaron los meses y el tricolor de ojos amatistas aun no sabía quién era esa persona, pero se moría de la curiosidad.

¿Quién podría estar enamorado de él?

Al menos él no se sentía merecedor de ese sentimiento, su último noviazgo lo había dejado muy dolido y triste, además de dejarlo odiándose por cómo era y algo inseguro de sí mismo, miserable quizás era la mejor palabra, su antigua pareja lo había engañado con otro, y todo porque según ese sujeto era mejor que él y por alguna extraña razón después su ex novia había estado diciendo en la escuela que había sido cumpa suya porque no le prestaba atención y que jamás estaba para ella, así que se le había hecho fácil el engañarlo, ya que ella buscaba el amor que él no le daba, pero Yugi sabía que eso era una mentira, aunque bueno, ella tenía muchos amigos que le creía... Y él era el malo de la historia.

Yugi suspiro tristemente al recodar la situación, pero al observar la flor que había venido con la nota, no pudo más que sonreír y acercarla a su nariz para aspirar su aroma, la observo bien, si mal no recordaba era una amapola, sonrió, su admirador secreto lo sorprendía en muchas ocasiones, rio suavemente antes de ponerse de pie para regresar a su salón de clases.

¿Qué sería la próxima vez?

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..

...

Muy bien, quizás las cosas se estaban saliendo un poco de control, ya varios de sus compañeros habían notado algunos detalles y ya se habían comenzado a esparcir rumores, solo que no lo había notado hasta hacia poco, o mas bien no la había dado tanta importancia al asunto. Aunque algunos se sus compañeros se estaban comportando algo extraño, Joey y Tristán ya no lo molestaban como antes, de hecho, lo había dejado en paz y cambiado un poco su forma de trátalo ¿eso es bueno o malo? El sabio que no eran amigos, pero al menos ya eran como simples compañeros de clases y ese era un avance, aún seguía sin hablar con Tea, pero estaba bien, después de un tiempo ya no dolía como en un principio, ya podía escuchar su nombre sin sentirse mal incluso sonreírle cuando debía ser cortes, después de todo, estaban en el mismo salón.

Además, se había resignado, Tea estaba loca por el mejor amigo de Joey, un chico de nombre Yami, con el que había conversado un poco, y por casualidad, pero que de vez en cuando se topaban, ese chico era amable, algo serio a su manera, pero también genial, tenia un porte que Yugi envidiaba, tan firme, tan confiado, tan seguro de si mismo... A diferencia de él, entendía porque Tea lo prefería, al principio pensó que la castaña lo había dejado por él, que lo había engañado con él y bueno, detesto a ese chico un tiempo, pero en una ocasión en que pudo conversar con Yami, supo que no.

— ¿Salir con Tea? —cuestiono Yami extrañado, ambos se habían topado en un almuerzo en una maquina expendedora.

—Si... me lo preguntaba...

—Claro que no, ella es solo una buena amiga... No tiene ese interés en mi y menos yo en ella

— ¿No lo dirás solo porque soy su ex novio? —se arrepintió una vez lo dijo, esperado que el mas alto no lo tomara a mal, pero por su expresión seria se preocupó.

—No tendría por qué negarlo ¿O sí? —comento Yami algo serio —Estoy siendo sincero Yugi, no salgo con Tea y No tengo ningún interés en ella, más que algo amistoso —aseguro antes de tomar su bebida.

—Entiendo.

—Eso espero, si ella quiere conmigo, simplemente la rechazare, no la veo como nada mas que una amiga —Yugi le miro un poco sorprendido, pero el mas alto solo le sonrió.

—Está bien ya entendí, no tenias que ser tan directo —dijo Yugi con una sonrisa, Yami asintió.

—Si eso es todo... Nos vemos —se despidió Yami

—Si, gracias y adiós —se despidió Yugi, mientras lo miraba alejarse, por algún motivo a Yugi le dio un poco de gracia, ese chico podía ser muy directo cuando quería.

Fue cuando supo que en realidad era Tea la enamorada y que Yami no tenia culpas de nada, es más, ni siquiera estaba consiente de que la de ojos azules se hacia toda una historia de amor entre ellos, aunque le extrañaba que sí, se supone que había amor entre ambos, porque no se le declaraba las castaña, después de todo pasaban mucho tiempo juntos y muchas veces los miraba conversar a solas, enserio quería detestar a Yami, pero ese chico no tenia culpa de nada, ni siquiera de que trajera loca a media escuela incluyendo a su ex novia.

Las entendía, Yami no era para nada feo, y hasta donde sabia era todo un caballero, no podía detestar a un buen chico.

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..

...

Vi esto... pensé en ti...

Yugi guardo la nota antes de mirar la cajita de regalo, la tomo con cuidado para abrirla, era una pulsera de cuero negro, que asemejaba ser varios, algunas tenían unos detalles en metal y unos dijes en forma de pirámides, en dije del centro tenia dibujada una Y que imaginaba que era por su nombre, sonrió antes de sacarla de la caja para ponérsela con un poco de pena, pero le había gustado mucho como para no ponérsela en ese momento, la una vez más antes de dejar una nota en agradecimiento e irse a su salón.

Procuro no ponerle tanta importancia a la pulsera, pero no podía evitarlo, su admirado secreto había pensado en el cuándo la compro y eso le hacia sentir especial, de vez en cuando la miraba, aunque esta fuera cubierta por la manga del uniforme, no pudo evitar suspirar antes de poner atención cuando entro el maestro.

Un bostezo salió de sus labios después del primer bloque de clases, la última había sido muy aburrida y les había dejado mucha tarea por hacer, se estiro un poco para alejar un poco la pereza de su cuerpo, dejando al descubierto la pulse que traía en su muñeca, uno de sus compañeros la noto y le pregunto por ella, claro que Yugi se sonrojo un poco antes de decir que había sido un regalo, sin notar como su compañero Duke se le había quedado mirando un poco extrañado.

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...

—Oh, lo siento mucho Motou —se disculpó un pelinegro que había chocado con él por accidente, Yugi solo negó antes de agacharse a recoger sus cosas.

—No, está bien, fue un accidente —dijo Yugi amablemente mientras Duke se inclinaba a ayudarlo a levantar sus cosas.

—Aun así, discúlpame —pidió el de ojos verdes.

—Está bien, no hay nada que disculpar, fue un accidente, yo también tenía la mente en otro lado —dijo el tricolor antes de abrir su casillero, trato de no cerrarlo rápidamente cuando recordó que Duke podría verlo, pero ¿a el que le importaba no? Además, como si el conociera a su admirador secreto —Gracias.

—De nada —dijo Duke entregándole sus cosas, Yugi solo le sonrió antes de cerrar el casillero —Otra vez lo siento y adiós.

—Si, adiós —se despidieron y Duke simplemente se fue, aunque Yugi no presto mayor importancia al asunto después de eso.

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..

...

Un día antes del 14 de febrero se sorprendió al ver solo una nota, la tomo un poco extrañado, y claro con mucha curiosidad.

"Por fin me he decidido... ¿Te gustaría ser mi Valentín?

No solo eso ¿quieres salir conmigo Yugi?"

Sonrió un poco antes de llevársela a los labios para ocultar su sonrisa tonta y emocionada, en verdad que no podía estar mas feliz ¡Por fin lo conocería! Después de meses, de casi un año de estar recibiendo regalos y jugar con ese misterio, no dudo en escribir una respuesta y dejarla allí antes de irse a sus clases con prisa. Hoy estaba siendo un buen día, todos notaron esa alegría que desprendía el menor, incluso unos se habían contagiado.

Durante el receso le había escuchado tararear mientras comía y miraba por la ventana, perdido en sus pensamientos, pero nadie había podido sacarlos de esa burbuja de felicidad, ni siquiera Tea que a un a veces le hablaba para hacerlo sentir mal, claro que ya a esas alturas no le dolía, solo era un poco incomodo, pero en ese momento estaba tan feliz que ni siquiera el mal genio de la castaña podía con él, algunas de sus compañeras se habían acercado a preguntarle y este solo respondí.

—Me llego una buena noticia, es todo —respondió con una dulce sonrisa.

Al llegar a su casa corrió a su cuarto para poder gritar contra sus almohadas, aunque le daba un poco de vergüenza no podía con su emoción, ya quería que fuera mañana, una vez se calmo bajo para comer con su abuelo y contarle un poco, su abuelo rio.

—Así que mañana por fin sabre quien es —opino alegre por ver a su nieto tan feliz.

—Si, la verdad si... Estoy muy emocionado —dijo Yugi con una sonrisa boba.

—Creo que ya hablamos de que te puedes llevar una decepción —comento el abuelo con una expresión preocupada.

—Bueno, sé que quiero darle una oportunidad a esa persona, sea quien sea —dijo Yugi antes de cambiar su expresión —Pero si es una broma de mal gusto...

—Creo que duro mucho para una broma —dijo el abuelo —Pero si lo llega a ser, estoy aquí para ti siempre Yugi.

—Lo se abuelo y gracias por eso.

—Pero no hay que desanimarse, mañana por fin sabremos quien está detrás de todo esto —Yugi sonrió de nueva cuenta, era verdad, mañana era el día en que todo saldría a la luz.

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...

El día había pasado normal, como un 14 de febrero medianamente normal, lleno de flores, dulces, globos y peluches, como la escuela no había organizado festival ese año, a los alumnos se les había permitido traer algo para tener música, regalos, y cosas para pasar el rato, también por ese día se les había permitido entrar a repartidores, ya fuera de arreglos de flores, regalos o comida, por los alumnos que apenas se ponían de acuerdo, como siempre fue excluido de los grupos que se armaron, suspiro un poco, ya era hora del almuerzo y aún no había señales de nada y en su casillero ese día no hubo regalos ni nada, volvió a suspirar.

—Quizás si fue todo, una broma —comento antes de recostarse en su pupitre y cerrar los ojos, la verdad anoche no había dormido por estar pensando y ahora, como no quería que nadie viera su cara de decepción o tristeza, mejor se dormiría un rato, quizás después de una siesta se sintiera mejor.

— Motou ¡Motou! ¡¡Motou!!... —escucho que lo llamaban, este comenzó a despertarse.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunto volteando a ver al compañero que lo había despertado, este sonrió pícaro.

—Te hablan en la puerta —respondió mientras le apuntaba con una risita hacia la puerta, confundido sacudió un poco la cabeza para despabilarse, miro a varios de sus compañeros verlo con picardía y otros con envidia.

— ¿A mí...? —Murmuro ladeando la cabeza.

— Si a ti Yugi —respondió Tea ligeramente molesta — ¿Por qué no vas de una vez? —pregunto con desinterés, este se limitó a cerrar los ojos y sonreírle un poco incómodo.

—Bien... voy —respondió, pero antes de poner de pie para caminar hacia la puerta, noto con extrañes que muchos estaban murmurando.

—Wow yo quiero uno así... /Que lindo... / Owww... /Desde que lo vi me encanto. /Que suerte tiene Motou la verdad / ¿Por qué el y no a mí? / ¿Se supone que está bien que se le regale flores a un chico? /Vamos ¿Importa? Esta bien lindo el arreglo.

— ¿Si esta Motou Yugi? —pregunto una voz que el tricolor no reconoció.

—Si, si... ahora viene —dijo la delegada del salón con una sonrisa — ¡Motou ven! —le apuraron, se acercó a la puerta.

— ¿Qué sucede? —pregunto extrañado, cuando miro un gran ramo de flores junto con un peluche de un Kuriboh agarrando el ramo, se ruborizo un poco — ¿Eh?

— ¿Es usted Motou Yugi? —pregunto el repartido.

—Si... soy yo —respondió extrañado.

—Es para usted, firme aquí por favor —pidió amablemente antes de entregarle un papel, Yugi algo avergonzado lo firmo, después de unos segundos Yugi regreso a su lugar con un gran ramo de flores y un peluche de Kuriboh que media quizás medio metro de alto, se sentó con sus mejillas completamente rojas, mientras buscaba la nota que venia con las flores, que fue arrebatada de sus manos.

—Yugi —dijo Tea molesta, volteando a ver al mencionado después de leer la nota.

—Tea —volteo Yugi, mirándola aun sonrojado —Lo siento Tea, pero ¿me regresar mi tarjeta? —dijo antes de extenderle su mano, pero esta abrió la nota y la leyó, Yugi sintió un poco de rabia, se suponía que era suya.

—Oye Tea, la nota es para el —intervino la delegada antes de quitarle la nota a la castaña —Toma Motou, pero a cambio dime que dice... —pido entregándosela, Yugi rio apenado.

—Dejen la leo —comento, las chicas se acercaron para escuchar, mientras que Tea se cruzaba de brazos... pero cuando la leyó se sonrojo violentamente.

— ¡Dinos! —pidieron sus compañeras a su alrededor.

—Bueno... "Para ti mi chico de ojos color amatistas, espero que esto exprese mis sentimientos de forma adecuada, pero como quiera pienso decírtelo de frente... Te adoro completamente..." —leyó Yugi mientras se sonrojaba aún más.

— ¡Qué lindo! Y ¿De quien es? —pregunto otra chica, Yugi volvió a mirar el ramo, viendo otra nota, así que la tomo, pero antes de leerla.

— ¡No lo acepto! —reclamo Tea molesta.

— ¿Por qué? —pregunto Yugi extrañado.

— ¡debe ser un error! ¡el no puede estar enamorado de ti! —exclamo la castaña furiosa, Yugi ladeo la cabeza, espera ¿Tea sabía quién era?

— ¿Tú sabes quién es? —pregunto Yugi extrañado.

— ¡Claro que sí! ¡Conozco esa letra la perfección! ¡Pero es imposible! Alguien tan genial como el, no podría estar interesado en alguien como tu —recrimino Tea antes de acercarse al arreglo de Yugi, seguro con intenciones que destrozarlo, Yugi rápidamente se abrazó a su arreglo para protegerlo.

— ¡No me importa! —reclamo Yugi — ¡Es mío! ¡Así que déjame! —reclamo Yugi protegiendo su arreglo.

— ¡No puede ser tuyo!

— ¡Claro que sí! No es la primera vez que recibo regalos de su parte —dijo Yugi dejando su arreglo en otra mesa y volteándose para enfrentar a Tea —Estoy bien seguro que es mío. Además, son el único del salón con ese color de ojos.

— ¿Acaso se te crees mas lindo que yo?

— ¿Eso importa? No dejare que arruines mi regalo —aclaro Yugi un poco serio.

— ¡Él no puede estar enamorado de ti! ¡No puede estarlo!

— ¿Cuál es el problema Tea? —pregunto Yugi confundido —Tu y yo terminamos hace mas de un año, si alguien me corteja no es tu problema.

— ¡¿Acaso no lo entiendes Yugi?! No eres tu el que me importa ¡Yo iba a confesármele a Yami hoy!

— ¿Y eso a mí...? Espera... ¿...Qué...?

—Así es, esa letra es de Yami ¡De Yami! ¿Lo comprendes? —Yugi se quedó en silencio mientras sus mejillas volvían a sonrojarse.

— ¿Yami? —cuestiono aún muy sorprendido.

—Así es —dijo otra voz haciendo voltear a ambos —Yo soy quien te ha mando todo Yugi —dijo Yami acercándose al tricolor más bajo.

— ¿Por qué? —pregunto con un hilo de voz, el tricolor de ojos rojos sonrió un poco apenado.

—Creo que eso ya lo respondí hace mucho tiempo ¿no? —explico Yami —Pensaba hablar contigo después de clases, pero veo que no se puede. —Yugi desvió la mirada avergonzado.

— ¿Ibas a ver como recibía tu regalo y no decirme nada? —hizo un puchero, Yami rio suavemente antes de tomar una de sus manos.

—Lo siento, no quería arruinar la sorpresa y el secretismo... además, pensé que no querías que tu salón supiera de golpe... —explico, Yugi sonrió un poco, aun desviando la mirada.

—Te fallo...

—Lo sé, lo siento —se disculpó —Yugi... ¿vendrías conmigo? Quiero hablarte —el tricolor menor asintió, claro que primero soltó la mano de Yami para tomar su mochila y su arreglo de flores, aunque Yami amablemente tomo la mochila de Yugi sin dejarle discutir.

Ignorando las miradas y risitas de algunos de sus compañeros, sigue a Yami, claro que se tomo unos segundos para hacer algo totalmente tonto e infantil, miro a Tea y le saco la lengua antes de salir con Yami riéndose y pisándole los talones, al final el también se rio un poco.

...

—Eso fue algo infantil Yugi —comento Yami una vez estuvieron solos, el más bajo volvió a reírse.

—Lo sé, lo siento... pero ella fue mas infantil al hacer tremenda escena en el salón —dijo Yugi antes de suspirar —Mira que arruino tus planes, lo siento.

—No, no... fue mi culpa, di muy por sentado el cómo estaba mi situación con ella —dijo Yami antes de suspirar —creo que no me di sus sentimientos, me disculpo por eso.

—No tienes por qué, ella fue la de todo al final —Yami sonrió un poco —Y bien, ya se arruino el factor sorpresa, pero tengo curiosidad.

—El plan era invitarte a cenar —explico el de ojos rojos un poco apenado —Iba a dejarte otra nota con el lugar y la recepción y yo iba a llegar y eso... —Yugi se ruborizo.

—Todavía puedes —susurro, Yami le miro sorprendido.

— ¿De verdad?

—Bueno... dijiste que querías... hablar... ¿No? ... era eso... —tartamudeo, Yami se apeno, pero tomo aire, era ahora o nunca.

—En realidad, quería decirte... que todo lo que te escribía no era mentira, de verdad lo pienso Yugi, eres alguien maravilloso, atento, dulce, amable, bondadoso... eres perfecto, tu voz, tus ojos, tu risa, podría seguir y seguir y jamás terminaría de describirte... —mientras hablaba tomo las manos de Yugi y este se sonrojaba con cada palabra —Me gusta Yugi ¿Saldrías conmigo?

—Es... es toda una... sorpresa esto... —murmuro Yugi completamente rojo —Pero... Si... Si quiero salir contigo Yami...

Yami sonrió antes de abrazarlo con fuerza, mientras presionaba besos suaves por las mejillas como había querido hacer desde hace tiempo, el de ojos amatistas comenzó a reírse un poco por los besos, Yami dejo un pequeño y suave beso en los labios de Yugi, dejándolo mudo, ahora el rio un poco.

— ¿Aceptaras mi invitación a Cenar? —pregunto Yami juntado sus frentes, Yugi sonrió con sus mejillas ruborizadas.

—Si, acepto —respondió antes de besar la mejilla de Yami.

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