11-. Pelea Amistosa.
Menciones al Kaishin
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11.—Pelea amistosa
Rose sintió una especie de dejavu, desde el momento en el que tomo asiento en ese pequeño restaurante, por algún motivo sentía que esto ya le había ocurrido en el pasado, pero en un lugar diferente y con diferente persona, miro unos segundos al joven que estaba sentado frente a ella, mientras que este jugaba con algo entre sus manos, la albina disimulo una expresión de sorpresa cuando la mesera trajo consigo un té y un jugo, colocando el jugo frente al castaño y él te frente a ella.
—Shin-chan comento una vez que le gusta mucho el té —murmuro el joven antes de que Rose abriera la boca para preguntar algo.
—Ya veo, gracias entonces —dijo Rose se limitó a darle un sorbo a su te.
El hecho de permanecer en silencio le estaba resultado un poco incomodo a Kaito, pero ¿Qué podían hacer? No eran amigo de la albina realmente, de hecho, no tenían mucho que habían sido presentados, Rose tenía que admitir que ni siquiera sabía con certeza como es que había dado con su número de celular (Imaginaba que Shinichi se lo dio o se lo robo).
—Imagino que esta sorprendida de que la invitara a comer algo —comenzó el castaño mirando de reojo a la de cabellos blancos, esta le miró fijamente, alzándose de hombros.
—Debo decir que sí, me sorprendió mucho su llamada esta mañana —comenzó a decir Rose —Pero imagino que es algo importante ¿no es así Kuroba?
—Digamos que si Shirogan —murmuro Kaito —Y por si se lo pregunta, Shinichi no sabe que tome su celular para sacar su número de teléfono, me gustaría que esta reunión quedara entre nosotros —agrego sonriendo de forma amable, Rose sonrió suavemente antes de poner su atención al menú, el mago hizo una seña para que se acercara un mesero.
—Lo imaginaba, aunque no lo parezca a simple vista, está bien planeada esta "salía a comer algo" —comento Rose, el joven mago solo alzo la mirada curiosa —Si se lo piensa detenidamente, citarme durante una de las horas pico, en un restaurante pasado de moda, cuando debería estar en el centro comercial consiguiendo algo en la nueva tienda que acaban de abrir hoy por la mañana —agrego antes de volver a tomar de su té, aun con su mirada fija en el menú, Kaito negó divertido.
—Otra crítica —dijo con diversión, Rose solo alzo los hombros, después de todo, el de ojos índigos no lo había preguntado.
—Espero que sea importante, después de todo, mis planes si eran estar en el centro comercial hoy —dijo la de ojos rojos fingiendo desinterés, cuando llego una mesera dejaron sus comentarios y ordenaron sus alientos, cuando ella se retiró, guiñándole al castaño, se retomó la conversación.
—Lamento hacer que cambiara sus planes bella dama, le aseguro que el pasar la tarde con su servidor no será en balde —aseguro Kaito, antes de aparecer una rosa blanca y extendérsela, Rose solo negó divertida, pero la acepto.
—Adularme no le ayudara en nada —comentó un poco sarcástica —Pero lo agradezco.
—No es para conseguir algo, lo aseguro —comento Kaito con una sonrisa, Rose le sonrió de igual forma.
—Seguro que no —inquirió ella haciendo reír al mago. Ambos se miraron unos segundos y pequeñas chispas salieron de ese choque, pero en un sentido divertido y desafiante no de odio o molestia.
—Por mi honor que no trato de hacerle la barba, pero si necesito un poco de ayuda.
—Bien, entonces joven Kuroba, en que puedo ayudarle —dijo Rose después de oler la rosa y dejarla a un lado de su taza.
—El tema es Shinichi —dijo sin más, ganándose una mirada ligeramente seria de parte de ese par de rubíes, Kaito reprimió un escalofrió.
—Por qué no me extraña —murmuro más para sí misma, el de ojos índigo se removió en su asiento antes de volver a hablar.
—Cuento con que no...
Rose permaneció en silencio esperando a que continuara, aunque no sabía si debía preocuparse o sorprenderse por el tema tratar, más le valía al mago explicar. Kaito pensó en sus palabras unos segundos, después de todo, si lo pensaba bien no había conversado con Rose a solas como la gente normal lo hace (por así decirlo).
La primera vez que fue cuando se conocieron, si hablaron a solas, pero él estaba como Kaitou Kid y ella lo había salvado a Akako, además dejado ir; La segunda vez que se vieron, fue en uno de sus espectáculos, Rose había acompañado a su mejor amiga Hikari, junto con un joven pelinegro, de nombre Mokuba, que ahora era un gran fan suyo, en esa ocasión no se hablaron más que unas felicitaciones y un halado de su parte; la tercera que era la más aterradora para Kuroba Kaito de recordar, fue una trampa que ella le puso, lo encerró en la mansión Kudo y cuando intentó escapar, uso a sus pobres palomas como rehenes, así que no tuvo más que quedarse a un extraño interrogatorio, en lo personal a Kaito no le gustaba recordar eso y claro nadie sabía sobre esa conversación; la cuarta y última, fue gracias a Shinichi, cuando su detective lo presento con Rose como su novio ante ella, quien a esas fechas ya sabía bien que para Shinichi era una gran amiga y "su Watson"
Pero ahora, aquí lo tenían, sentado en una mesa de un restaurante con la albina, cuando la mesera se acercó de nueva cuenta, con sus órdenes y dejo todo en la mesa, volvió a guiñarle a Kaito, Rose noto que se había maquillado resaltando sus ojos y labios, buscando una apariencia "encantadora" pero decidió pasarlo por alto, no es como su le importara realmente, en cambio para el mago eso paso completamente inadvertido, estaba más preocupado por su acompañante, decidió comer un poco de sus alimentos antes de carraspear y volver a hablar, al ver que la joven amante de la moda quito su atención de su propio plato y le miro pacientemente, quiso suspirar, Rose se había puesto sutilmente seria, pero aun conversaba ese porte elegante y amable, no el serio y frio de la última vez que conversaron a solos, ese que te recordaba a un líder de una mafia o alguna organización del crimen perfecta, así como en las películas.
—En unos días será 14 de marzo —comenzó a decir, Rose asintió antes de tomar la taza y darle un sorbo —Que viene siendo el día blanco —agrego, ella volvió a asentir.
—No creo que quieres pedirme un consejo para saber que regalarle a Shinichi ¿verdad, señor acosador? —cuestiono de forma burlona, Kaito se sonrojo muy sutilmente, negó suavemente.
—En realidad, quería saber si... —comenzó a decir, pero antes de comenzar a explicar la mesera se acercó a preguntar si necesitaban algo más.
—Si, un refresco —dijo la albina.
—Que sean dos.
—A la orden —dijo la joven con dulzura, pero toda inclinada hacia el mago buscando que este le mirara y este le sonrió, Rose rodo los ojos cuando la mesera se alejó sonrojada, si tenía que ponerle un defecto al novio de su Holmes, ese era el mayor, ser un coqueto con las mujeres, Shinichi un día le iba a meter un balonazo y bien ganado que se lo iba a tener.
—Terminaras con un balón tarde o temprano —comento Rose apoyando su rostro en una de sus manos —te aseguro que será temprano. —sonrió con diversión por la imagen mental que llego a su mente.
—Él no tiene por qué saberlo ¿verdad? —comento el castaño con una sonrisa, la albina resoplo divertida.
—Entonces... sigues siendo un mujeriego, a sus espaldas, quien te viera. —Kaito se tensó ante la insinuación.
— ¿Espera que?
—Tienes mis respetos por tu valor. —La sonrisa que ella le regalo lo hizo sudar frio.
— ¡Yo no quise...!
—Te estoy tomando el pelo Kuroba —aclaro Rose al verlo alarmado por que ella estuviera malinterpretando sus palabras, el castaño suspiro.
—Menos mal. —rio complacida, el castaño no supo si lo estaba poniendo a prueba o se estaba burlando de él, no sabía en cual salía mejor parado.
—Confió en que eres lo suficientemente inteligente, para no atreverte a lastimar a Shinichi
—Me ofende que me creas capaz de dañarlo. —comento Kaito ofendido, ella le miro con frialdad.
—Los humanos hacen daño —comento con voz fría.
—Yo no...
—Le hiciste daño una vez—le interrumpió con seriedad, Kaito guardo silencio y desvió la mirada, Rose suspiro antes de regresar a su comida, después de unos segundos en silencio —Pero bueno creo que no vine aquí para pelear o quejarme de ti ¿o sí?
—No veo por qué no hacerlo. —murmuro aun con la miraba baja, la albina le miro jugar con su comida.
—Shinichi no quiere que me queje de su magnífico y encantador novio. —dijo con sarcasmos y exagerando las palabras, Kaito no pudo evitar sonreír y mirarla otra vez. —Y no quiero escuchar las mil y un, razones por las que eres magnifico.
— ¿Piensa eso de mí?
— ¿De verdad lo preguntas señor Ego? —ambos rieron un poco, el mago sonrió ya de mejor ánimo.
—Shinichi es el magnífico —comento con una sonrisa enamorada, Rose solo alzo los hombros.
—Bien, ahora si me dirás ¿Qué hacemos aquí? —pregunto la albina antes de que la mesera regresara a las bebidas —Y no comiences con tus bromas que nos alargamos.
—Como decía al principio, quería saber si sabes si Shinichi tiene planes para el día blanco... Que me incluyan claro. —Rose le miro extrañada ¿estaba hablando enserio?
—Bueno... No cuentes con ello, date por agradecido que recuerde el día —comento ella, aun así, miro a Kaito suspirar, este había cambia ligeramente su expresión, Rose suspiro —Escucha Kuroba... no sé qué tanto de verdad, es que conoces a Shinichi...
—Le conozco mejor que nadie —dijo con seguridad, ella alzo una ceja.
—Si es así, entonces porque estas tan inseguro.
—Yo no estoy inseguro solo...
—Lo estas —le corto
—Claro que no —reclamo. Rose bebió de su vaso antes de suspirar.
—Bien, no lo estas... pero entonces dime, si estas tan seguro de que le conoces mejor que nadie, entonces ¿Por qué me citaste para hablar de Shinichi? —cuestión intrigada, Kaito desvió la mirada, debería dejar de comenzar esas pequeñas discusiones con la de ojos rojos, porque desde el inicio de la conversación no había hecho más que acorralarlo.
—Bueno yo...
—Escucha Kuroba, no te presumo o me quejo de que lo conozcas más o menos que yo... Y te diré que jamás terminamos de conocer a las personas, en el caso de las parejas, a veces eso lo que hace que las cosas terminen —hizo una pausa y comió un poco, el mago le imito —pero también puede ser a su vez parte de lo que hace fuerte una relación, conoces cosas nuevas, más cosas que amar de tu pareja —Kaito sonrió un poco ante eso. —Tal vez conozcas a Shinichi mejor que nadie ahora, pero ¿conoces todo el pasado de él? Costumbres o mañas que desde pequeño tiene.
—...
—Como por ejemplo el olvidar su propio cumpleaños.
—Aun no sé cómo puede olvidarlo. —Kaito negó divertido después de decirlo.
—Ya vez —hizo otra pausa para terminar de comer —Creo que también sabes sobre la mala costumbre que tiene de olvidar llevar sus comidas como se debe, pero que a su vez es muy bueno para comer y, pero de igual forma muy quisquilloso.
—Eso lo sé.
—También sabes que cuando algo no le gusta, lo comenta francamente, pero lo consume por educación ya que valora el esfuerzo de esa persona. —volvió a apoyar su rostro en su mano, alejando un poco el plato. El de ojos digo ladeo un poco el cabeza confundido.
— ¿Qué quieres decir?
—Bueno, te diré por experiencia propia que me tomo un mes hacer el café justo como a él le gusta, yo no consumo café en realidad, pero se prepararlo, incluso tome un curso sobre el café —explico con una sonrisa —a pesar de que me quedaba dulce, simple o frio, él siempre se lo bebía, claro que siempre le encontraba un, pero.
—Suena a algo que le haría. —Kaito termino de comer e hizo una seña, un postre no le vendría mal.
—Así es, lo dijiste, suena a algo que haría, pero no lo sabias ¿o sí? —cuestiono amablemente.
—No.
—En estos años, el creció y maduro, así que hay muchas cosas que tú sabes de él, que yo no, pero sé que tengo una o dos cosas que desde niño todavía no cambian. Como que no sabe cantar.
—Eso lo sé, me lo conto hace un tiempo. —Ambos encargaron sus respectivos postres.
—Entonces ¿sabes de su oído absoluto? Y que a pesar de que no canta si puede vocalizar siempre y cuando alguien guie las notas.
— ¿Enserio? Pero no se supone que quieres tiene oído absoluto tiene un gran talento para la música.
—Correcto, Shin-chan sabe tocar el violín y el piano, al conocer las notas y los sonidos, te aseguro que aprender otros instrumentos no es problema para el... Supongo que también puedo comentar que habla varios idiomas, hasta donde yo sabía él hablaba 6 bueno 7 si separamos el inglés estadounidense, del británico.
—Sabía que buscaba a la persona correcta —dijo Kaito con una sonrisa, Rose se la regreso.
—Volviendo al tema, si lo que esperas es un regalo, Shinichi no es de regalar lo común, tampoco se le da el romance.
—Eso lo se... creo que mejor que nadie.
—Lo imagino, usualmente comparo a Shinichi con una piedra, porque es demasiado denso para el amor, en sí mismo —dijo Rose, agradeció cuando la mesera le trajo su copa de helado, Rose noto de reojo como esta parecía haberse retocado el maquillaje, subido ligeramente la falda, además de abrir un botón de su uniforme, Kaito en cambio trataba de no reírse al imaginarse la comparativa de su Shin-chan y una piedra. —No sé exactamente qué quieres que te diga o ¿aconseje?
—En realidad... Bueno simplemente no se qué esperar, después de todo es nuestro primer día blanco siendo novios —comento con una sonrisa —El día de San Valentín lo olvido. Aunque el día siguiente recibí un postre de chocolate en mi casa.
—Oh, lo sé, yo le recomendé la pastelería donde podía encargarlo.
—Gracias entonces.
—Entonces dime ¿Qué necesitas de mí?
—Simplemente que es lo que podría venir, digo, no quiero emocionarme y que pase lo que paso el día de san Valentín, tampoco sé si pensó en algo para compensarlo y yo ya haciendo planes... sé que se sintió muy mal por olvidarse del 14 de febrero.
<No sabes cuánto > pensó Rose para sí mismo.
—Bueno Kuroba, eso de algo... Es difícil de decir, como dije Shinichi es de regalos simples y poco convencionales, de hecho, mucha gente lo ve aburrido, por ello casi no los hace, pero te aseguro que lo que sea que el regala, es pensando en esa persona y también que sea, especial de varias maneras, como Shinichi no es muy fanático de los dulces, siente que solo dar dulces a veces es complicado para él ya que para el uno o dos bastan, pero la otras personas, uno o dos no son suficientes.
—Oh...
—Aun así, cuando son "especiales" los obsequia, por ejemplo, mis chocolates favoritos que no se consiguen aquí, son importado desde América, los dulces favoritos de su mama que son importados de Europa. En términos simples, deben ser "especiales" e "únicos" de alguna manera, si tu espera algo como un corazón gigante de chocolate o una montaña de chocolates, créeme que sí, te lo dará, pero solo si te escucha comentarlo o pedirlo —hizo una pausa para comer de su postre —Él es mas de regalarte, una corbata, guantes nuevos, una pluma, una cinta para tu sombrero, de hecho, una vez le regalo pastillas para la tos a Ran por el día blanco.
— ¿Enserio?
—Si, comento que la había escuchado resfriada, así que se las mando, recorrió varias farmacias buscándolas de color blanco.
—Entiendo porque dicen que son regalos aburridos —comento Kaito, pero sonrió —pero si lo piensas un poco, es más lindo, porque, significa que se preocupa por ella y que no solo por ser el día blanco.
—Así es, no digo que los chocolates o dulces sean poca cosa o muy usados, simplemente a él le gusta expresar su aprecio de formas más sutiles y discretas, a veces tienes que detenerte a pensarlo un poco, por ejemplo, compro para hacer chocolate caliente, solo porque a ti te gusta y quiere tener para poder invitarte, tiene cosas dulces en su alacena y refrigerador solo por ti —comenzó a decir Rose, Kaito comenzó a hacer memoria de esos detalles.
—Es verdad que desde hace meses que tiene cosas dulces en su casa...
—También te preparar tu propio par de pantuflas, un cepillo de dientes e incluso cuando los niños rompieron la taza que te gustaba, él consiguió otra exactamente igual —Kaito le miro sorprendido, debido a que eso no lo sabía —Tal vez él no sea el más romántico del mundo, pero tiene sus formas de demostrar sus sentimientos
—Tienes razón, mi Shin —chan es único —comento en tono enamorado, Rose suspiro en silencio, tal vez aún tenía un poco de dudas sobre Kuroba, pero sabía que Shinichi era feliz con ese mago, además que Kaito tenía la misma mirada de bobo que Shinichi había puesto el día anterior cuando conversaban sobre "¿Qué debería regalarle a Kaito por el día blanco?"
—Lo se... así que mas vale cuidarlo y no presionarlo —comenzó en tono serio —Que tu seas extravagante y tires la casa por la ventana, no significa que todos lo hagamos.
—Creo que usted también lo hace en muchas ocasiones bella dama —comento con una sonrisa ladina mientras le guiñaba, Rose alzo aun ceja antes de apoyar sus codos en la mesa y entrelazar sus manos para apoyar su rostro en ellas.
—Cuando dices eso y pones esa cara, me dan ganas de estrellarte algo en esa cara de engreído que te cargas —comento Rose con una sonrisa traviesa, el mago rio.
—Que fría. —se quejó imitando la acción de la albina.
—No me gustan los coquetos.
—Yo no...
—Silencio —interrumpió Rose en tono serio —No me gusta que seas un coqueto, pero creo que eso es parte de lo que le gusta a Shinichi de ti, así que hago ojos ciegos.
—No es mi culpa que sea encantador —sonrió al ver que Rose le sonrió divertida, la albina solo le estaba molestando.
—Seguro que no, después de todo usted de afama como un caballero —comento en sarcasmo, después de que Kaito hiciera un gesto de ofenderse ambos rieron.
—Me gustaría que me llamaras Kaito.
—De acuerdo, pero tu sigue hablándome de usted.
—Oh vamos. —hizo un ligero puchero, la albina rio negando con la cabeza suavemente.
—No es cierto, dime Rose.
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