Bocadillo perfecto (6)
A veces incluso podría cuestionarse sus propios pensamientos.
Verlo sonreír tanto a la gente, servir de forma tan elegante y ser tan amable le hizo desarrollar ligeros celos.
Cuando procesaba que se estaba poniendo celoso por aquella estupidez se golpeaba la mejilla con una bofetada y se largaba de allí aunque algo dentro suyo quisiera quedarse en aquel escondrijo mirándolo.
Había aprendido a reconocer a todos los camareros de aquel restaurante, primero estaba Aarón, a ese solo lo veía entrar, así que asumía que era el mesero de interior, luego había otro que tenía un gusto horrendo, casi como su estúpido primo para la ropa, porque solía ir de negro, con cadenas y cosas así, ese también solo lo veía entrar, así que sería otro camarero de interior.
Luego había dos o tres camareros fuera, una mujer atractiva y dulce que se comportaba muy cariñosa y maternal con los niños, acariciaba sus cabellos, era muy tierna e incluso había visto más de una vez entregarles el cuenco de dulces que había en el interior del restaurante para que tomaran uno. Eso ganaba propinas al parecer. Ella tenía los cabellos castaños y ojos extraordinarios ojos morados, se veía relativamente joven, así que tendría unos veintipocos años, tal vez fuese de su edad, o tal vez más joven, una universitaria que estaba intentando ganarse la vida con un trabajo para tener sus gastos o algo así.
Luego había un chico que a veces estaba fuera o a veces dentro, era más bien un chico que servía de apoyo, cuando había mucha gente fuera salía con Axel y la chica, nunca había pillado su nombre, y mira que llevaba tiempo pasando por allí, estaba demasiado pendiente de Ax. . . NO, NO IBA A CONSENTIR ESO... No estaba para nada pendiente de ese mulato
El caso, el chico de apoyo tenía un físico bastante cambiante, era sorprendemente bajo, muchas veces se había cuestionado si tenía la edad legal para trabajar, pero si nadie había denunciado era por algo, total, que tenía un físico cambiante, no era tan extrovertido y ni tenía una sonrisa tan increíblemente atractiva como. . .
Oh diablos...
Así uno no puede concentrarse en sus propios pensamientos...
Que eso, lo que quería decir, que ese chico no sonreía tan continuo como Axel y no había podido admirar su "belleza", era un chico rubio oscuro, tenía la piel blanca, así que podría ser un extranjero, tal vez un guiri, a saber... Pero si era un guiri tendría que estar sentado en las mesas y no sirviendo...
Hmph...
Bueno, total, que tenía la piel clara, cabello rubio oscuro y los ojos azules también algo rasgados y oscuros. Lo había pillado hablando en algunos idiomas que no pudo calificar de ninguna manera, así que sería el típico chulito de playa que sabe treinta mil idiomas y se liga a las mujeres de otro país. Seguramente...
Y finalmente... Axel... El de la sonrisa pintada y plasmada en su cara desde que fichaba hasta que plegaba, todo el rato siendo servicial, atento, educado, ah... un angelito.
Siempre con el uniforme bien puesto, sin arrugas, los guantes siempre bien puestos, la bandeja impecable y esa sonrisa...
...
MALDITA SEA. . .
Se golpeó en la mejilla un fuerte golpe y se marchó de allí dando fuertes zancadas al suelo, ni que el suelo le hubiera hecho tropezar.
¿Qué le había hecho para merecer esa paliza?
El caso, que se fue al parque cercano y se enfurruñó con los brazos cruzados en el primer banco que pilló. Gruñó audiblemente, se estaba criticando a sí mismo, se empezaba a odiar, a odiar sus pensamientos, sus emociones y la única y exclusiva motivación de guiar sus pasos a ese maldito bar restaurante solo para espiar a escondidas a un estúpido mulato de mierda.
Simplemente no había lógica en sus estúpidas acciones y francamente preferiría no volver a ir a ese estúpido sitio y así podría ahorrarse el bochorno cuando lo veía, que no fueran pocas las veces, o aquellos malditos pensamientos que lo estaban atormentando más que las críticas y los insultos de la gente hacia su olor.
- Gil...- soltó un chillido y casi saltó por encima del banco, pero se quedó clavado en el sitio agarrándose fuertemente contra la madera, lo miró con los ojos bien abiertos y tragó saliva.- Ten...- le entregó una bolsa enrollada, ¿Un bocadillo? Lo tomó un tanto dudoso- No te preocupes por el pago, lo compré yo...- dicho esto se fue de allí con las manos en los bolsillos.
- Ah... Supongo... que... eh... ¿Gracias?- el otro se giró de golpe y después sonrió, aquella misma sonrisa con la que servía a los clientes, tal vez con más ilusión, después se retiró con un ademán de despedida.
Oh, dios... No puede ser... MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA, MIERDA...
¿Cómo podía tener una sonrisa tan hermo. . .samente horrorosa? Fail... Se dio un facepalm.
Miró el bocadillo decidido a cortar el riego de sus estúpidos pensamientos y desdobló la bolsa, sacó el contenido, un bocadillo de tamaño considerablemente grande, tal vez media barra... Olía bien. ¿Lomo y queso? Lo abrió: Lomo, queso, pimientos y huevo frito.
Se le empezó a caer la baba al verlo y pocos minutos tardó en darle casi cinco bocados totalmente desesperado y hambriento, deseando disfrutar de algo más además de jamón dulce de varios días y pan rancio y seco. Tenía tomate y aceite, y la yema del huevo le daba un sabor perfecto.
Ah, Dios...
Por fin un buen bocadillo...
¿Cuánto había pasado desde que había probado algo tan delicioso? Tal vez estaba acostumbrado a galletas, jamón dulce y pan y olvidó el delicioso sabor de un buen bocadillo. Suspiró y sonrió como idiota.
Decidió comerse medio y guardarse la otra mitad para la cena, tal vez no estaría tan delicioso como en ese momento, pero podría comer algo decente. Se estiró y crujió la espalda, después se fue hacia algún supermercado del que tuviera menos posibilidades de que lo expulsaran, se sentó a un lado de la puerta y suspiró pesado, mirando a las personas con lástimas y si alguna se lo quedaba mirando le rogaba algo de comer o una limosna para poder comprar algo él mismo.
No tardaron mucho en echarlo por ser demasiado efusivo e incluso insistente con las personas mayores. Bufó pesado y se fue al siguiente supermercado que conocía en la zona, al verlo llegar el guardia de seguridad se cruzó de brazos y lo fulminó con la mirada, se quedó en el sitio, giró sobre sus talones y se fue calle abajo. Era mejor no meterse con ese gorila.
Pasó por el bar restaurante donde trabajaba Axel, no, cerebro, no, no voy a quedarme a verle con una sonrisa de colegiala tonta.
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Bien... ¿Quién tiene hambre? ------------->
Yo si, ahora mismo, después de leer lo del bocadillo si, tengo hambre xD
Solo puedo confirmar que ese bocadillo está delicioso, osi <3
En fin...
Solo quiero mencionar que adoro los gay panic de Gilbert
Aquí las opiniones ----------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Echisforlife
[1229 Palabras]
PD: Sé que la historia está yendo muy rápido, buuuuuuuut, es lo que tiene, ya es un milagro que esté consiguiendo que llegue a más de 6 - 7 capítulos, de hecho, pensaba que apenas tendría cinco, así que, pos... disfruten mientras dure/?
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