Como te ve, te tratan
De nuevo lo hacía. Mantenía la mirada completamente fija en aquel tablero holográfico. No me movía, no hablaba y estaba ciertamente ausente de lo que pasara a mi alrededor.
— Hey, no te había visto por aquí ¿Eres nuevo?
Comentarios así no faltaban.
— Piérdete— respondí la pregunta de aquel muchacho sin apartar la mirada del tablón.
Él rió nervioso, no hacía falta voltear a verlo para saber que estaba desubicado y parcialmente avergonzado por mi respuesta, escuché sus pasos alejarse de forma dudosa. Nuevamente volvía a quedarme solo, mientras los demás, seguían su camino por el pasillo sin prestarme atención.
Mi semblante indiferente, tal cual como si nada tuviese importante para mi, reflejaba a una persona fría y sin sentimientos. Quizá me veía como alguien insensible, antipático, carente de remordimiento.
Si no fuera por el hecho de que respiraba, prácticamente, parecería una estatua plantada a un lado de la sección de anuncios y noticias. Parpadear tan ocasional y desganadamente, no ayudaba a dejar de verme como alguien extraño.
— ¡13!— aquel llamado provocó que desviara la mirada del tablero— Al fin te encuentro ¡Te he estado buscando durante horas! ¿Dónde te habías metido?
Una joven se plantó a un lado mío, con las manos reposando sobre su cadera, su entrecejo se veía fruncido debido a la irritación. Se mantuvo callada, escrutándome visualmente, en espera de una respuesta mía.
— Angela...— susurré.
— Nada de Angela — se cruzó de brazos— ¿Y bien?
No contesté, simplemente, regresé al mirada hacia el tablero. Ella, tal vez fuera por pura curiosidad, imitó mi gesto. Inclusive, se acercó más a mi, en un intento de ver mejor qué era lo que captaba tanto mi atención.
— ¿Eso te tiene tan preocupado?— se horrorizó— Dios, es terrible.
Ella lo vio. En aquel tablero, cuyo contenido era tan nítido y distinguible, podías apreciar especialmente las noticias en todo su esplendor. La mente llegaba hacerte una mala pasada, a tal punto, que te parecía poder oler todo aroma o fetidez que en el tablón se reflejase.
Un sinfín de curiosos veían el mismo artículo que yo, claro, desde sus lugares. Les vi de reojo, disimuladamente, por un par de instantes. No tardó para que el cuchicheo general diese inicio y la noticia comenzara a esparcirse por el sitio como pólvora al viento.
"Justo hoy mismo, durante la tarde, un equipo élite de la escuela preparatoria Luna Menguante; fue atacado y devorado durante una expedición hacia la región 1 del distrito 16 del 5° estado.
El deceso ocurrió cuando los jóvenes regresaban de cumplir la misión solicitada en afán de recolectar datos. La información que se tiene hasta ahora, es que al parecer, la tragedia ocurrió por la ruptura de su formación debido a una emboscada..."
La voz de la reportera se veía opacada, casi ignorada, debido a la grabación obtenida de una cámara portada por aquel desdichado grupo. En esta, era apreciable como una horda de seres espantosos hacían de las suyas, se veía como el escuadrón estaba siendo devorado.
Aquellos monstruosos entes, de cuerpo larguirucho y deforme, tenían la inteligencia suficiente como para gustar del sufrimiento de sus víctimas antes de ponerle fin a sus vidas. Se divertían con el sufrimiento, se regocijaban con sus carcajadas ahogadas y roncas, "jugaban con su comida"
— Vamos — dijo ella.
Angela me tomó del brazo, tirando suavemente de mi en un intento de llamar mi atención y hacerme caminar
— Nos están esperando los demás.
Su mano se deslizó por mi brazo, lenta y cuidadosamente, para acabar tomándome de la mano y por consecuente tirar de mi. Lo único que logré articular fue un quedo balbuceo que suplantaba un "sí".
Instintivamente miré de reojo el tablero, ella hacía de guía y yo literalmente parecía una especie de zombie. Angela hablaba y yo no escuchaba. Cuando caminaba me era imposible no entrar en una especie de trance. Inconscientemente, mi mente se ponía a divagar en mis recuerdos.
— 13, ¿Me estás prestando atención?— cuestionó ella.
Sin embargo, mi cerebro no lo proceso en ese momento y por lo tanto, me fue como si ella no hubiese dicho nada.
— Veo que no...
Soy incapaz de responder al momento, no obstante, completamente capaz de recordar cada palabra al pie de la letra. ¿Qué hacía después? Jamás respondía a esas preguntas.
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Esto se me ocurrió repentinamente al escuchar la canción Monster :)
Y gracias a esta dinámica, terminé de animarme y decidí escribir esta preciosa abominación literaria ¡Está vivo! >:3
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