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Maratón 1/5
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129cm De Maldad
"Problema de Oppas"
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Los padres de la pequeña Chae decidieron comprarle su primer móvil. Chae-Young tenía siete años; era joven para la tecnología, y más con todas las inseguridades que hay tras las redes sociales. Aún así, decidieron gastar sus ahorros para que la niña tenga contacto con ellos cuando no está en la casa. Si bien sabían que ahora iba acompañada de sus amigos cuando se iba al colegio, y que si no estaba en su hogar era porque se encontraría en lo de Ji-Min o en lo de los Minatozakis, tenían miedo cada vez en su ausencia. Por ello, decidieron que la mejor opción sería estar siempre conectados.
Pero todo era con una condición. No se podría descargar alguna red social que no sea KaKaoTalk, y siempre tendría que tener el GPS encendido. Además, su KaKaoTalk solo se lo podría dar a ellos; sus amiguitos; y a su hermano mayor.
Pero como todo niño, la pequeña al tener el artefacto en sus manitos, estaba tan entusiasmada que empezó a instalarse todos los juegos de peinados; cuidar mascotas; y de princesas.
— Chae ¿Que haces? — Preguntó su hermano mientras se sentaba al lado de ella. — ¿Qué es eso? — Preguntó con confusión al ver un pequeño bicho amarronado con pestañas en el medio de la pantalla.
— Pou. — Dijo, sin quitarle la mirada a su apreciado celular. — S-Sana lo t-tiene y me deja cuidal a su Pou... ¡Ahoda ella podlá cuidal al mío!
— ¿Instalaste KaKao? Recuerda que lo tienes que tener, así podemos charlar contigo cuando tú no estés con nosotros.
La niña asintió embobada, haciendo que el joven no se resista y le acaricie su cabellera de una forma tierna.
— ¿En KaKao podlé añadil a Ho-Seok, Ji-Min, Jung-Kook, Hoshi, Ji-Hyo y Sana?
El muchacho arrugó su nariz. — ¿Quienes son esos? — Soltó con risitas al oír tantos nombres.
— ¡Mis fluti-amigos! — Dijo con entusiasmo, aunque luego de recordar algo, hizo un leve puchero. —: D-dubu todavía no tiene móvil...
— Si las noventa personas que acabas de nombrar son compañeritos de tu colegio, no veo el problema.
Nuevamente la niña le dio cómo respuesta un "sí" vago con la cabeza. Tae-Hyung iba a finalizar la charla e irse a buscar una cerveza en la cocina, pero su hermana le interrumpió dicha acción con una pregunta. —: Y a Mina... ¿Podlé?
— Mina... — El joven suspiró. No entendía cómo su hermana no podía sacarse de la cabeza a una niña tan grosera como ésta. Pero sabía que si se lo negaba seguramente terminaría llorando, así que le dio la respuesta que seguramente quería escuchar. —: Supongo que sí quiere pasarte su usuario... Puedes.
La niña no pudo aguantar tanta emoción que le dio un gran abrazo a su hermano. — M-mañana le pedilé su KaKao... Al igual que a mis fluti-amigos.
— Fluti-amigos ¿Eh? — El muchacho decidió regalarle una bella sonrisa. Empezó a recordar meses atrás cuando la niña solo tenía dos amigas; que la pasaba siempre sola. Con tan solo pensar cómo evolucionaba su hermana menor, le llenaba de orgullo. — Así que... ¿Tienes amigos? Eso es bueno... ¡Demasiado bueno!
— S-sí. S-son genia-ales.
— ¿Cómo tú?
— ¡Más g-geniales!
"¡Chae, si quieres ir a lo de Ji-Min ve ahora así no vuelves tarde!" Interrumpió su madre. La niña dejó de mirar el móvil y se levantó del sofá.
— ¿Quieres que te lleve? — Preguntó, agarrando la llave de su motocicleta mientras se tocaba su cabellera.
— S-sí. — Guardó el artefacto en su bolsillo y se colocó el abrigo que estaba tirado en el suelo. — J-Ji-Min es un Oppa muy bueno.
— ¿Qué? — El muchacho dejó de jugar con su cabello. Frunció el ceño y aclaró su garganta. ¿Acaso había oído bien?, ¿Oppa?, ¿Tenía otro Oppa aparte de él?
— ¡Sí! J-Jimin es genial. Oppa genial.
El muchacho se cruzó de brazos, captando la atención de la niña. — Oh... P-pero... ¡Tú nunca me dices Oppa! ¡¿Y a ese niño sí?!
— Polque tú un día dijiste que no era necesario llamarte así, TaeTae.
Tae-Hyung viró los ojos. Los celos lo estaban invadiendo. — Umh, ese Jimin no me cae muy bien.
Chae carcajeó. — ¡No lo conoces!
— No importa, ¡Debe ser un tonto!
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