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129cm De Maldad

"Niños en el parque"

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Ho-Seok se quedó mirando por un buen rato a lo lejos a esa chica de malos modales. La jovencita estaría sola como 'loca mala' jugando con el arenero.

Él junto a su hermana pequeña nuevamente se la toparían en el parque. Podrían jurar que antes a esa niña con cara de pocos amigos no era habitual verla. Ahora, cada vez que pisaban el pastizal de la zona, se encontrarían con su presencia.

El niño se ánimo a acercarse a la japonesa luego de unos minutos. Al hacerlo y notar que la niña ni siquiera se dio cuenta que se aproximó a ella porque estaba muy concentrada jugando, decidió preguntarle algo para tener su atención. —: ¿Por qué eres tan... mala? — Se rascó la nuca y, la verdad, no esperaba alguna respuesta educada de su parte.

La de 129 centímetros le dio un reojo, y al ver al "niño con sonrisa estúpida" parado junto a ella bufó. Quizás otro infante a estas alturas se habría ido corriendo por miedo ante la acción de Mina, pero el lindo y tierno Ho-Seok seguía parado con una enorme sonrisa puesta y de brazos cruzados.

— Que te importa. — Le contestó seca al darse cuenta de que si no respondía nada, éste la seguiría invadiendo.

"¡Este parque es mi favorito!" Se escuchó de repente, haciendo a Myoui levantar la cabeza y buscar al proveniente de esas palabras. Esa voz era tierna y dulce, tanto que a Mina le causaba repulsión con tan solo oír; aunque de algún lado ya la habría escuchado antes, pero no recordaría hasta que vio la figura un tanto rellenita de un niño dando brincos.

«Oh no, la ballena» Fulminó con sus ojitos al muchachito saltarín. No sabría el motivo pero tenía la necesidad de decirle algo. Ni se molestó en contenerse, simplemente lo expulsó. —: Oye gordo, deja de saltar o vas a causar un terremoto.

Ho-Seok, quién seguía frente a Mina de bracitos cruzados, se sorprendió ante las palabras duras y feas que escuchó. Negó con la cabeza y dirigió su mirada hacia la víctima. —: ¿La conoces? — Le preguntó, haciendo asentir al recién llegado. — Entonces... quizás tú me puedas sacar una duda... — El jovencito regordete lo miró confundido, pero de nuevo afirmó con la cabeza. —: ¿Ella es grosera con todos?, ¿O solo tiene un problema conmigo y contigo?

Mina le echó una mirada al de "sonrisa estúpida", de quién ya se habría olvidado el nombre. ¿Por qué tenía que ser tan entrometido?, ¿Acaso no tenía a otra persona para molestar? — Oye, deja de preguntar por mí y vete a estorbar a otro lado. — Gruñó. La niña que estaba siendo acusada de malvada se levantó de la arena; sacudió su falda e iba a irse junto a su nana, quién la estaría observando sentada desde una banca.

"S-sí... Es-es mala con to-todos" Frenó de inmediato. Se dio vuelta, encontrándose al lado de ese niño raro a Chae-Young. 

Era el colmo para Mina. —: ¿Qué haces aquí, lesbiana? — Preguntó de mala gana. Chae-Young quedó atónita al escucharle decir eso, pero no le respondió. La japonesa echó una última mirada despectiva a los demás y percató que era demasiada invasión. Era hora de irse. Llegó a los brazos de nana y pidió volver a su casa.

De mientras, Ho-Seok seguía sorprendiéndose por los "apodos" que tendrían aquellos niños que recién llegaron. Ellos eran tres, y por lo que tenía entendido estaba: "El gordo", "La lesbiana" y la verdad, no tenía ganas de escuchar alguna otra palabra salir de la boca de la niña mala, así que le agradecía a Dios de que haya frenado de hablar y se haya ido. El siguiente chico era pequeño y bastante flacucho al comparación con el que estaba acompañado. Se veía callado y algo misterioso «¿Le dirá "emo"?» Pensó Hobi. Aun así, se quedó con las ganas de saber su nombre, pero le daba vergüenza preguntar, así que siguió hablando sobre el otro tema. — Oigan... — Les llamó la atención a los nuevos, apuntando con su dedito a los tres. —: Si es mala, ¿Por qué no le dicen nada? Solo se quedan callados cuando ella los insulta...

— Porque Mina es peligrosa... — Soltó el misterioso. Vaya, tenía voz. Hobi sonrió al escucharlo y el niño flacucho prosiguió. —: ...Golpea peor que un chico.

Y era cierto. Jeon Jung-Kook sufrió varias veces golpes por parte de la mini – japonesa. A veces le daba un puñetazo en el estómago por sacarle el mejor asiento del salón, o hasta por haber rechazado a Jeong-Yeon. Sí, como leyeron. Un día su amiga se le confesó, pero el niñito no sentía lo mismo por ella. De una forma cordial le rechazó, y esto hizo enojar a Mina. Luego de ello, Jeon una semana entera no asistió al colegio por miedo. Aquella niña golpeaba fuerte y daba arañazos que te dejaban marcado por días.

— Pe-pelo es gu-guapa... — Terminó por decir Chae.

Hobi rio ante esas palabras. — ¿Te parece guapa? — Ahora entendía el por qué "lesbiana". Aun así, Mina se lo habría dicho en un tono asqueroso, ¿Cuál era su problema? La pequeña niña parecía inofensiva y muy chiquita, ¿Por qué tendría que meterse con ella?

Chae-Young le respondió con un vergonzoso "sí". A la muchachita ya le daba miedo decir que le gustaba una niña. Ella no vería que es lo que estaría mal al sentir mariposas en el estómago con tan solo ver a Mina, pero entre las estudiantes malas del colegio, la mismísima Mina, y su hermano mayor, le hicieron daño por ello. Ya no lo admitía tan "alegremente", sino con miedo y vergüenza.

— ¡Pues, te tiene que parecer guapa una niña buena!, Ella es muy mala y eso le quita lo linda. — Le aconsejó, con una enorme mueca que le hacían formar hoyuelos en sus mejillas. La niña al ver que ese chico extraño no le dijo nada malo al saber que le gustaba una nena, le devolvió la sonrisa. — Por cierto, ¿Cómo se llaman?

— Soy Ji-Min, el Kookie, y ella ChaeChae. — Dijo señalando. — ¿Quieres unirte?

«Kookie...» Las mejillas de Hobi se tornaron a rojas. Salió de sus pensamientos con un leve zamarreo de cabeza y contestó felizmente. —: ¡Claro! ¿También se puede unir mi hermana? Está sola en los columpios.

Chae aplaudió con felicidad al ver que otros nenes se juntarían con ella. Seguía acumulando amigos y eso la hacía feliz.