Después del beso, pensé que las cosas entre Luke y yo serían incómodas, al día siguiente tenía planeado explicarle que no podíamos tener nada si eso era lo que quería, pero... pasó todo lo contrario, él hizo como si no pasó nada y seguimos hablando normal.

No sé si me debía sentir aliviada o un poco molesta de que el beso haya sido tan insignificante para él, definitivamente para mí no lo fue, despertó una parte de mí que había estado dormida desde hace un buen tiempo, pero al final eso era lo que yo quería, que él no estuviera interesado en mí y que el coqueteo que hubo al principio fuera cosa del pasado.

Aunque no podía evitar sentirme un tanto decepcionada de la situación, estaba muy confundida, no sabía exactamente lo que quería con Luke y eso era un problema que nos podría afectar a futuro, es por eso que oculté nuevamente mis sentimientos y seguí como si nada.

Pasaron los meses, seguí yendo a la universidad y al bar, trabajaba todos los fines de semana y algunos días de la semana cuando no tenía tanta tarea, Luke era muy flexible con los horarios en la semana, cosa que le agradecía bastante, visitamos varios lugares de la ciudad, salíamos todos los viernes, él me buscaba en la universidad y pasábamos la tarde juntos, aprendí a ocultar mis sentimientos muy bien, sin embargo, mientras más los ocultaba estos eran más fuertes, debía hablar con él acerca del beso, ya no podía ocultar más lo que sentía.

Para: Luke Redfield

De: Angelique Bagley

Asunto: Tenemos que hablar... ¿Dónde estás?

Fecha:3 de julio 2018- Buenos Aires/Argentina

Llegaron las vacaciones de verano, estaba muy emocionada, había terminado mi primer semestre en la universidad y no me había ido nada mal, estaba en el bar organizando los vasitos de shots cuando llegaste.

—Chica de los audífonos, te tengo un regalito de vacaciones... Mañana nos vamos a Córdoba, quiero que conozcas la ciudad en donde crecí— anunciaste mostrándome los boletos.

—Luke... wow... no sé qué decir... gracias!!— me abalancé hacia ti para rodearte en un fuerte abrazo y me lo devolviste sin dudar.

—Viste que no soy tan malo, nos vamos de vacaciones, ahora debes ir a tu casa para hacer las maletas, te voy a pasar a buscar mañana temprano.

En ese momento recordé mi plan, debíamos hablar...

—Oye, me preguntaba si ¿quieres venir a mi casa más tarde?... tenemos que hablar— dije moviendo mis manos de manera nerviosa.

Sentí como te tensaste ante mis palabras, sin embargo, aceptaste la invitación

—Claro, a las 4 voy para allá y llevo pizza, sé que te encanta.

—Perfecto, nos vemos entonces.

Al llegar a mi casa, me dispuse a comenzar a organizar las maletas...

Ya eran las 5 y aún no me habías llamado, te mandé varios mensajes, pero no respondiste a ninguno, pasaron las horas hasta que ya eran las 9 de la noche. Tenía hambre y estaba muy molesta contigo, te había estado insistiendo desde hace un tiempo que debíamos hablar y tú siempre me evadías y ahora que ya habíamos quedado, me dejaste plantada, creo que fue un error volver a sentir cosas y más por ti.

Luke... ¿Dónde estás?...

Agarré mis llaves y salí del departamento, iría a la pizzería más cercana y comería allí, tenía planeado pedir a domicilio, pero quería salir a caminar para despejar un poco la mente.

Cuando me faltaba cruzar la última calle para llegar a la pizzería, una voz detuvo mis pasos.

—¡Angelique!! Angelique!, ¡espera!, lo siento muchísimo... se me pasó el tiempo y no...

— ¡No necesito tus excusas Luke!, de verdad me equivoqué respecto a ti... solo déjame sola— exclamé molesta avanzando hacia la calle.

—Angelique, solo déjame explicarte la verdad... necesito decirte que... ANGELIQUE CUIDADO...

Cuando volteé a ver a qué se refería lo único que sentí fue el impacto de un auto contra mi cuerpo.

Caí al suelo dolorida, mi vista era nublada y mis párpados pesaban cada vez más y más...

—Angelique quédate conmigo, te lo suplico por favor... ¡LLAMEN A UNA AMBULANCIA!... por favor no cierres los ojos... por favor quédate conmigo.

Lograba sentir tus lágrimas cayendo en mi mejilla, quería hablar, pero no podía, quería decirte que estaría bien y que no te preocuparas, pero simplemente las palabras no salían de mí, sentía mi cuerpo cada vez más y más pesado, ya no podía más.

—¡Angelique!, no no no, no me dejes, yo ¡te amo!, necesito que me escuches decírtelo y que me lo digas también, por favor preciosa quédate conmigo...

Te mentí aquella noche, sí escuché tu Te amo...

Tus palabras retumbaban en mi cabeza, sin embargo, mi vista se nubló más, hasta el punto de caer en un profundo sueño donde todo era negro.

(.....)

—Debemos hacerle más pruebas, no estamos seguros si despertará su hija señor y señora Bagley, ya lleva más de un mes sin despertar y mientras más tiempo pase, las posibilidades disminuyen— expuso una voz que no reconocí.

Mi cuerpo dolía terriblemente, sentía mis piernas y brazos entumecidos, sin embargo, con las pocas fuerzas que tenía logré abrir los ojos.

—¡Hija!, mi vida, estás bien, ya despertaste— manifestó otra voz la cual reconocí como la de mi madre, mientras estaba abrazándome.

Observé por encima de ella y vi a mi padre tratando de aguantar las lágrimas, mientras que otra persona se encontraba a su lado con expresión sorprendida, supuse que era la voz que escuché al principio y por la bata blanca concluí que era el doctor.

—Señorita Bagley, su caso es considerado un milagro, no pensábamos que iba a despertar, por ahora la dejaremos descansar y más tarde le haremos algunas pruebas para comprobar que todo esté bien.

— ¿Mamá?... ¿Papá?... ¿Qué hacen aquí? — pregunté con voz ronca.

—Hija, tuviste un accidente y tu novio nos llamó y nos compró unos boletos para venir a verte, hija mía, no tienes idea del calvario que fue verte en esta cama sin tu sonrisa y sin tus ocurrencias, que bueno que estés bien y ya despertaste— respondió mi padre.

— ¿Novio?, yo no tengo novio, no sé a quién se refieren.

—Enrique ¿Cómo dijo que se llamaba el muchachito?, Mike, Lucas, Pedro...—dijo mi madre

—Luke mi amor, el muchacho que nos contactó se llama Luke, y tu madre supuso que era tu novio porque nunca dejó de visitarte, siempre estuvo pendiente de ti y se notaba muy afectado cariño, creo que esta afuera, ya le diremos que despertaste y que pase a verte— refirió mi padre depositando un beso en mi frente, para luego agarrar la mano de mamá y salir de la habitación.

Aún estaba un poco aturdida, recuerdo que iba por pizza y luego Luke apareció y después de eso tengo lagunas, no recuerdo el resto...

— ¿Chica de los audífonos? —llamó aquella voz, aquella dulce y tierna voz que llenaba mi corazón cada vez que me llamaba así.

—Hola chico de la parada, tienes que ponerme al día de lo que ha pasado mientras estaba dormida—solté tratando de sacarte una sonrisa.

Me mirabas sorprendido y tenías los ojos aguados, al escuchar mi broma dejaste escapar una pequeña risa para luego comenzar a derramar lágrimas y llegar hasta mí para abrazarme.

—Dios mío Angelique, pensé que te perdería, pensé que ya no vería esos ojitos hermosos tuyos... perdón por ponerme tan meloso, pero te extrañé muchísimo, no tienes idea de lo mucho que me asustaba perderte... no sé qué haría si te fueras de mi lado... yo... te...

—Shhh— te callé antes que continuaras— no te desharás de mí tan fácilmente Lukito, ahora deja de llorar como una niñita y cuéntame que ha pasado... yo también te extrañé.

Tras lanzarme una mirada asesina, me volviste a abrazar susurrando un te quiero, el cual no pude responder

No sabía lo que pasaba por mi mente, mis sentimientos confundían y no quería lastimarlo.

No quería lastimarte Luke...

💙💚💜❤️🧡

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