Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Amor verde💚(parte 2)

Después de aquella noche, continué con mi vida como si nada, no le di importancia al chico de la parada y seguí yendo a la universidad, se me había olvidado por completo aquel acontecimiento.

Bueno... no del todo, a veces pensaba en él y en qué sería de su vida, me preguntaba si alguna vez lo volvería a ver, sin embargo, ya había pasado un mes desde que lo conocí por lo que borré ese pensamiento de mi cabeza y me enfoque en mis estudios.

Estaba estudiando periodismo, me encanta escribir como ya lo habrán notado, desde pequeña siempre quise escribir para grandes periódicos, exponiendo artículos sobre moda, misterio, Hollywood, etc. Tenía la esperanza de conocer famosos y entrevistarlos... eso lo dejaremos para más adelante. Por fin había encontrado algo queme gustaba, a decir verdad, podría arriesgarme a afirmar que estaba comenzando a cumplir mi sueño.

Y las cosas en mi vida estaban en orden, las aguas estaban calmadas... todo estaba bajo control.

O eso quería pensar...

Para: Luke Redfield

De: Angelique Bagley

Asunto: El bar y la playa

Fecha:10 de febrero 2018- Buenos Aires/Argentina

Nuevamente iba corta de tiempo para la universidad, hoy en la tarde tenía una entrevista de trabajo, bueno no como tal una entrevista, más bien era una charla "entrevista", para trabajar en un bar. Era el mismo bar que Luke me llevó aquella noche, después de ese día fui un par de veces a ese lugar y me hice amiga del dueño, tiempo después me dispuse a buscar trabajo y no encontré nada hasta que un día él me escuchó y me ofreció entrevistarme para ser mesera en el bar y yo con mucho gusto acepté.

Hoy era un día importante, si me daban este trabajo podría seguir pagando la universidad y mandarles dinero a mis padres, ellos estaban un poco delicados de salud y por eso debía mandarles las medicinas y dinero para que pudieran comprar comida, habían dejado sus trabajos y pasaban el día encerrados en la casa, no salían ni hablaban con nadie, incluso pocas veces hablaban conmigo porque la mayoría del tiempo estaban durmiendo o se sentían indispuestos para hablar.

Eran tiempos complicados, pero debía seguir adelante.

Llegué a la universidad y por suerte el profesor aún no había llegado a la clase, el día pasó relativamente rápido, tuve nada más tres clases por lo que me dio tiempo de volver a mi casa y cambiarme de ropa para ir al bar.

Cuando llegué, le pregunté a Mandy una mesera del bar que tenía mí misma edad dónde estaba Joe, me dijo que había salido y que por eso la entrevista me la haría otra persona. Me senté en la barra a esperar quién me haría la entrevista y entonces te vi.

—Pero miren nada más y nada menos a quién tenemos aquí, Hola chica de los audífonos ¿me extrañaste? —preguntaste con una sonrisa pícara.

—Chico de la parada... ¿Qué haces aquí? —pregunté sorprendida.

—Soy el dueño del lugar— respondiste mirándome como si fuera muy obvio.

Un momento... ¿QUÉ?, ¿Cómo que el dueño del lugar?, no se suponía que Joe era el dueño a menos que tuviera un...

— ¿Eres el hijo de Joe? — pregunté esperando que la respuesta fuera negativa, aunque todas las señales indicaran lo contrario.

—Eres muy inteligente chica de los audífonos, no tardaste en unir los puntos y por si no quedó clara mi respuesta, sí soy el hijo de Joe. Mi padre estaba cuidando del bar mientras yo no estaba... ¿me extrañaste? — preguntaste nuevamente acercándote a la barra.

Ayyyy no, no, no, no, esto no estaba pasando, iba a tener una entrevista para trabajar en el lugar del niñito que me hizo la vida imposible aquel día.

Siii claro, te hizo la vida tann imposible que no pudiste dejar de pensar en él ¿verdad?...

—Bueno me vas a hacer la entrevista o no? —pregunté un tanto molesta de la situación.

—Relájate chica de los audífonos, no, no te voy a hacer la entrevista, ya estás contratada... comienzas mañana.

Así, así de sencillo, sin más me contrataste, una parte de mi estaba feliz pero la otra no estaba tan segura. Cuando ya me estaba acostumbrando a la idea, me di cuenta de que serías ¡¡MI JEFE!!

Mi jefe sería el niñito que me persiguió la otra noche en la parada, ¡¿por qué el universo es tan malo conmigo?!

—Wow, eso fue fácil, estemmm... bueno gracias por el trabajo, mañana vengo en la tarde y comienzo. ¡Adiós!

Cuando estaba tratando de huir, me detuviste posando tu mando alrededor de mi cintura.

—No señorita, no te vas a escapar de mí otra vez, quiero enseñarte un lugar ven conmigo.

No me diste ni tiempo de responder porque me arrastraste hasta la azotea del edificio en donde se encontraba el bar.

—Bienvenida a mi lugar secreto—señalaste el lugar en donde nos encontrábamos.

—¿Sabes que el punto de tener un lugar secreto es que sea solo tuyo y nadie lo conozca verdad?

—Sí lo sé, pero los lugares secretos son para compartirlos con personas especiales en tu vida, personas que crees que estarán ahí siempre.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro que seremos amigos si apenas nos conocemos?

—El tiempo es relativo mi querida chica de los audífonos y definir es limitar... tal vez nos conocimos solo una noche, pero solo eso me bastó para saber que eres una persona especial.

No podía creer una sola de tus palabras, ¿cómo es que confiabas en mí?, apenas me conocías, no entendía nada, pero no podía negar que había sentido un pequeño click la noche que nos conocimos.

— ¿Bueno, pero no crees que deberías conocernos mejor si queremos ser amigos? — pregunté tratando de socializar un poco sin ser tan ruda.

— ¿Quién te dijo que yo quería ser solo tu amigo? — respondiste con otra pregunta.

En ese preciso momento fue que mi cabeza explotó, no entendía nada ¿estabas coqueteando conmigo?, ¿Qué?, ay no sé en qué me metí ahora.

—Relájate niñito, debes aprender a caminar antes de correr.

—El problema es que a mí me encanta correr querida Angelique— dijiste, acercándote cada vez más a mí.

Solo faltaba un pequeño movimiento para que nuestros labios se unieran, pero sabía que no era correcto, no quería darte falsas esperanzas o darte ilusiones de algo que yo no podía darte. Además, apenas no nos conocíamos, no iba a besar a un extraño por más sexi que fuera.

—Oye, yo... la verdad es que no estoy lista para tener una relación o involucrarme sentimentalmente con alguien, no tuve una buena experiencia con ese tema y la verdad es lo menos que me importa ahora.

—Oh! ya veo, a la chica de los audífonos le rompieron el corazón, sabes a mí también me pasó algo parecido, pero cuando te vi, olvidé completamente mi odio hacia los sentimientos y aquí estamos.

—No quiero confundir las cosas Luke, eres muy buena persona y de verdad te digo que no busco nada más aparte de una amistad. Y se te olvida el hecho de que somos unos extraños, apenas y hemos cruzado unas palabras.

—Bueno, por eso estamos hablando ahora, nos estamos conociendo— dijiste, pero al ver mi mirada molesta cambiaste de opinión, o eso creí— Bueno está bien no insisto más, entonces... ¿amigos?

—Sí, amigos— estreché nuestras manos.

—En ese caso amiga, en unas semanas mis amigos y yo iremos a una casa en la playa ¿quieres venir con nosotros?, sé que eres nueva en la ciudad y no conoces a muchas personas, por eso creo que te haría bien relacionarte un poco.

La verdad es que no era muy sociable que digamos y no me gusta la playa, la verdad es que detesto la playa, pero si quería hacer amigos debía aceptar.

—Sí claro, bueno ya se está haciendo tarde, nos vemos luego niñito

— ¡Hasta luego chica de los audífonos! No te desaparezcas— te despediste con esa sonrisita.

(.....)

Pasaron los días... y comencé a ser mesera del sótano, al principio era un poco torpe, bueno no un poco demasiado torpe, se me caían todas las bebidas antes de entregarlas y hacía un desastre en la barra. Creí que Luke me despediría, pero hizo todo lo contrario, me enseñó a cómo evitar que ocurrieran esos accidentes.

Ahora, después de dos semanas soy toda una profesional, pude conocer mejor a Luke y me di cuenta de que no es tan tonto como aparenta, puede ser muy molesto, pesado, terco y fastidioso, pero creo que estoy empezando a quererlo.

¿¿o más que eso??

No conciencia, ya le dejé en claro que más de una amistad no va a recibir de mi parte y cumpliré mi promesa al pie de la letra.

Había llegado el fin de semana en el que iría con Luke y sus amigos a la playa, no le había mencionado nada acerca de mi odio hacia la playa y todo lo relacionado con ella, pero en algún momento tendría que decírselo.

Al principio del camino hacia la playa estuve callada, solo saludé a sus amigos, eran bastante simpáticos Sam, Alex y Martin. Íbamos en la camioneta de Luke, tenía siete puestos por lo que yo me acomode en los dos que estaban al final mientras que Luke conducía junto a Sam como copiloto y Alex junto a Martin iban en los asientos del medio. Colocaron música y yo opté por dormir en el camino, cuando estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo escuché una conversación...

—Así que Lukito, ahora que Angelique se durmió nos vas a decir la razón por la que decidiste invitar a una chica a nuestro viaje, no es que me esté quejando claro, porque ella es muy sexi, solo quiero saber si ustedes tienen algo o puedo hacer mis movimientos de conquista con ella— dijo Alex.

—Ay Alexis, ¿a ti nunca se te va a quitar lo mujeriego verdad?, bendito sea el día en el que consigas a una mujer con la que te enseries por fin y dejes tus juegos de niño chiquito— respondió Sam.

—No son juegos mi querido Samuel, solo me gusta disfrutar de mi soltería y vivir la vida al máximo, a lo grande, no quiero atarme a una sola chica cuando puedo tenerlas a todas— le devolvió Alex.

—Ok ya basta ustedes dos! — dijo Luke alterado— Para tu información Angelique es mi chica, por lo que quita tus lujuriosos ojos de ella y búscate a otra chica, porque ella ya está ocupada— soltó.

¿¡¡SU CHICA!!?, creo que este niñito de verdad es sordo, le dejé en claro que no quería nada con él, creo que tendré que recordarle lo que le dije, aunque algo dentro de mí se sintió bien escuchando aquellas palabras salir de su boca.

Sin embargo, no podía volver a caer, no podía volver a confiar, no quería sufrir otra vez, no quería sentir ese dolor de nuevo, así que aferrándome a mi promesa caí rendida en la parte trasera del auto.

(.....)

Angelique... Angelique... Chica de los audífonos... Despierta que ya llegamos... no me obligues a arrojarte al agua.

Me levanto de golpe al escuchar la última frase.

—Ya se te está haciendo costumbre quedarte dormida en mi auto— susurraste conteniendo una risita.

—Ja ja, que gracioso, tenía sueño y adivina, tu auto era donde estaba y yo duermo donde sea si el sueño me gana— respondí refunfuñando.

—Bueno, ya deja el mal humor, ayúdame a bajar las cosas de la camioneta y llevarlas al toldo en donde están los chicos.

Te ayudé a descargar las cosas de la maleta y ya estaba todo listo por lo que me dispuse a tender una toalla en la arena y tomar el sol, me puse mis audífonos y comencé a escuchar Suave de Luis Miguel. Y me volví a quedar dormida...

Cuando me levanté, me di cuenta de que eras el único que estaba en el toldo, me asusté un poco porque lo más probable es que me haya quemado por no echarme protector solar, pero cuando toqué mi espalda me sorprendí al no sentir dolor, sintiendo en su lugar crema que supuse que era protector en ella.

—Oye... ¿me echaste protector solar? —pregunté.

—Sí, disculpa el atrevimiento, pero cuando vi que te habías quedado dormida y habías olvidado colocarte, no quise que te quemaras y por eso te eché un poco— respondiste bajando un poco tus lentes de sol para guiñarme un ojo.

Admito que me sentí un poco rara pero el gesto me enterneció.

—Gracias Luke— agradecí con una sonrisa acostándome en una de las sillas plegables que estaba al lado tuyo.

— ¿No quieres entrar al mar un rato?, los chicos han estado surfeando y las pocas veces que han venido, me han dicho que el agua está deliciosa.

—¿Y tú no te has metido? — pregunté tratando de cambiar la dirección de la conversación.

—No, ya te dije que quería cuidarte y por eso me quedé aquí leyendo un rato... no respondiste mi pregunta chica de los audífonos.

—Oh... bueno... creo que es momento de confesarte que odio la playa— solté encogiendo los hombros.

—¿Qué?, ¿Y por qué demonios aceptaste el viaje?, hubiésemos ido a otro lugar que sí te gustara.

—Bueno es que te vi tan ilusionado de la idea y hubiese sido descortés de mi parte haber rechazado la invitación y además cambiar el destino, después de todo lo que has hecho por mí.

—Angelique, lo que he hecho lo hice porque te aprecio mucho y además después de estas dos semanas he comprobado que eres una persona increíble y una muy buena amiga.

—Tú también no eres tan malo como pensé Lukito— dije recordando el apodo que tus amigos te habían dicho.

—Oye!, no me digas así.

—Tenía que vengarme un día por el feo apodo que me pusiste desde el día que nos conocimos— expliqué con una sonrisa en mi rostro.

—Admite que te encantó chica de los audífonos, soy muy bueno con los apodos... bueno ahora que sé de tu oscuro y terrible secreto de que no te gusta la playa supongo que ¿no me dejarás que te convenza de lo contrario verdad? —preguntaste levantando las cejas de manera graciosa.

—Se ve que comienzas a conocerme chico de la parada— expuse acomodando mi gorra en la cara para volver a tomar una siesta.

—Pues... se ve que tú aún no me conoces a mí...—revelaste, acto seguido agarraste mi gorra y saliste corriendo con ella.

Te perseguí corriendo por toda la playa, la arena quemaba en mis pies cosa que me obligó a acercarme un poco más a la orilla, te perdí de vista hasta que sentí como alguien me abrazaba por la cintura, aunque no se quedó en un simple abrazo, tras eso me cargaste como un saco de papas en dirección al mar.

—¡LUKE!, BÁJAME AHORA SI NO QUIERES QUE LA COSA SE PONGA FEA.

Me ignoraste por completo y cuando menos lo esperaba mi cuerpo impactó contra la fría agua.

—Te voy a matar Luke, ¡¡no sé nadar!!— grité moviendo mis brazos desesperadamente.

Vi como tu expresión de diversión cambió rápidamente a una de preocupación, nadaste hacia mí y en ese momento te agarré los hombros hundiéndote.

—JA JA, te engañé lukito— me burlé nadando hacia el lado contrario de dónde te encontrabas.

—Me las pagarás Angelique— anunciaste lanzándome agua, comenzando una guerra.

Después de estar un rato tratando de hundirnos mutuamente y lanzándonos agua, quedamos agotados.

Yo me dispuse a flotar un rato para relajarme, hasta que sentí unas manos en mi espalda que desviaron mi relajación, haciendo que del susto me terminara casi ahogando yo sola.

—Oye, Oye, tranquila soy yo...

—Me asustaste Luke, casi me ahogo otra vez por tu culpa.

—Ay ya deja de culparme, si tu solita eres la que te pones como loca a mover las piernas y los brazos como un gato rabioso.

No pude contener la risa y en ese momento te acercaste más a mi

—¿Logré hacer que tu odio por la playa desapareciera o no?

—Pues fíjate que has fracasado en tu misión querido Lukito.

—A mí me parece que logré mi misión con éxito, no has borrado tu sonrisa lo que es una buena señal.

—Bueno tal vez un poquito... pero que no se te suban los sumos eh, que fue solo un poco.

—Pero lo logré y eso es lo que importa— dijiste acortando la distancia que nos separaba.

—Ehh Luke, estás muy cerca—murmuré haciendo alusión a lo obvio— ¿qué planeas hacer tan cerca de mí?

Esto... —referiste, terminando con la distancia que nos separaba uniendo tus labios con los míos, nunca me habían besado así.

Fue en ese momento que supe que algo estaba cambiando entre nosotros, los sentimientos habían cambiado.

💙💚💜❤️🧡

Instagram: mily_rosss

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro