Desde la otra celda, el hombre sonrió enternecido por la escena y deseó tanto estar en la misma celda que ambos... Desearía tanto poder estar con ellos...

Un mes después

Aquel día, mientras recogían las frutas de los arbustos bajos que había al pie de los árboles grandes, la conversación con el de un ojo tapado era fluida y cómoda, ambos trabajando como estaban obligados. Llenando el tercer cesto de aquel día, y solo era medio día, en el que pararía media hora aproximadamente para comer un poco, y después seguir trabajando.

- Entonces... Bueno, quiero ser discreta... aunque no se bien como...- se rascó la sien- ¿Kenai y vos...?

- En efecto...- sonrió- estamos casados...- de su cuello colgaba un cordel conectado con un anillo sucio, abollado y magullado.

- ¿Eso es posible en este reino?- se mostró asombrada.

- En este reino no, al menos no de la forma que ambos deseábamos, por eso nos fuimos a otro a realizar el enlace... Cuando llegamos ambos fuimos encerrados por enfermos, y desde entonces somos... esclavos...

- Eso es injusto...

- La vida lo es... Vos erais la heredera, pero la mente absolutista de Kevin os sometió... y os oprimió de tal manera que cayó de una punta de la pirámide a la otra... No entiendo como el rey pudo expulsar a la princesa del reino solo por no ser una princesa biológicamente...

- En efecto...- suspiró ella mientras tomaba los cestos y caminaban hacia el siguiente parqueterre de frutas.

- Siempre serás una princesa para mí... la trataré con el respeto que merece...

- Gracias...- sonrió ella ampliamente- Pero de todas maneras, ahora estamos en igualdad de condiciones. No sería justo.

- Es mi responsabilidad.

- Técnicamente no estoy con usted en la celda...

- Pero me encargo de ti cuando salimos de ella.- le sonrió- Además, tengo mis motivos para considerar que sois mi responsabilidad.- empezó a llenar una cuarta cesta de frutas que iban recogiendo lentamente, intentando no dañarlas.

- ¿Se pueden saber esas razones?- preguntó con una curiosa mirada de ojos grandes y adorables. Silver dejó de recoger alimentos por un momento, y después la miró.

- ... Me quitaron a mis hijos cuando nacieron...

- Lo lamento...- aquello la dejó cortada y con un sentimiento de lástima en el pecho.- A-Aunque...

- No ser un hombre biológicamente no impide tener hijos.

Algo hizo "Click" en la cabeza de la rubia, ambos fueron encerrados de forma totalmente injusta, con la excusa de enfermos, cuando la persona que les quitó sus hijos tendría que ser la que estuviera encerrada en esas celdas, y que no tuviera ni siquiera la oportunidad de volver a ver el sol, fuese una mujer, fuese un varón, un ladrón, un mendigo, lo que fuese... le daba igual, pero quitarle los hijos a una pareja solo porque la madre no deseaba el cuerpo que tenía y por alguna razón del destino había resultado guardar una bendición en su vientre que acabó naciendo y se la arrebataron, o por casarse con un varón, tener que huir del territorio para poder realizar el enlace, aquello era totalmente injusto.

- Por eso siento que sois mi responsabilidad, porque llegaste abandonada por su familia, siento que es mi responsabilidad acogerte en mis brazos...- siguió tomando frutas para llenar la cesta al ver que ella no contestaba, pero es que en realidad su mirada lo dijo todo.

- ¿Cómo eran?

- ¿Uh...?

- ¿Cómo eran ellos o ellas?

- Dos varones increíblemente bellos, sanos y fuertes...

- Debían ser hermosos...

- Lo eran...- hubo un momento en el que él se la quedó mirando fijamente, y no entendió la razón, quizás estaba viendo a sus hijos en vez de a ella, pero su mirada era como si no mirase a nadie más que a ella, y aquello no es que fuese incómodo, sino que era extraño- Suelo verlos a veces... ellos no saben que soy su padre... pero igualmente me alegra verlos...

- ...- apretó los labios- ¿A qué os referís con verlos a veces?

Él sonrió un poco y negó con la cabeza para restarle importancia.

- ¿Debería callarme y dejarme de preguntar sobre esto, verdad?- musitó Álex mientras cargaba dos cestos hacia el siguiente árbol.

- Podrías descubrir cosas que quizás que no te gusten.- musitó él cuando llegó a su lado.

- ¿A qué se refiere?

- Muchas cosas es mejor guardarlas en silencio para no hacer daño a los demás.

- ¿P-podría saber cómo se llamaban ellos?

- ... Si lo dijera sabrías toda la verdad.

- ¿Puedo arriesgarme?

- Te hará daño...

- Igualmente tengo un ligero interés en saberlo ahora que me está advirtiendo tanto- sonrió un poco- Soy como un felino curioso, ellos mueren por su curiosidad, pero mueren conociendo el secreto- Silver suspiró profundamente y la miró- Quiero decir... No puedo evitarlo, soy así por naturaleza, dudo mucho que pueda ser tan doloroso como está advirtiendo... Por eso quiero arriesgarme- El de pelo rubio apagado buscó una alternativa, cualquier cosa para intentar convencerla pero nada se le ocurrió, ni siquiera una triste excusa, así que tuvo que confesar la verdad.

- Keenan y Álex.

Ella abrió los ojos en shock y palideció. Solo pudo articular un: "¿Q-qué?" casi fingiendo que no lo había oído, pero Silver afirmó que lo que había oído era verdad, y todo su mundo perfecto se derrumbó, el mundo en el que había vivido toda su vida, el mundo en el que se había criado, y ahora empezó a cuestionarlo todo, desde porque sus supuestos padres hicieron eso, hasta incluso preguntarse quienes eran las personas que siempre había llamado "Papá" y "Mamá". Se sentía aturdida, se sentía mareada, se sentía abrumada por un sentimiento extraño y muy doloroso, como si mil puñales hubieran atravesado su piel, ardía, dolía, quemaba, aquello... aquello no podía... aquello no podía ser cierto...

- N-no...- negó con la cabeza llevándose las manos a la boca sin creer lo que sus oídos habían escuchado.- N-No, no puede ser...- negó lentamente con la cabeza.

- Te dije que te haría daño...- Se acercó unos pasos hacia ella.

- P-pero...- Se acabó por acercar a ella cuando empezó a llorar y la abrazó con fuerza a pesar de ser más bajo de estatura que ella.- ¿C-Cómo? N-no es posible, no pudim. . .- lloró.

- Te lo explicaré todo, pequeña...- la forma de acariciar su cabello, su corazón tranquilo, su respiración, un sentimiento de nostalgia llenaba su cuerpo, junto con una comodidad que nunca había sentido desde que era una niña pequeña.- Mereces conocer la verdad... Mereces saber todo lo que pasó...

Ella siguió llorando, abrazándolo con fuerza.

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Uis...

Este capítulo dolió un poco :"3

Aquí se dan pañuelos --------------------------->

Aquí se dan abrazos ----------------------------->

Aquí Álex da abrazos a todos los que lo necesiten (Y ella también los necesita) ---------------------->

Aquí se dan armas para matar al rey/? -------------->

Y ahora... permitan que me sincere un poco...

Cuando empecé la historia ya sabía que esto iba a acabar así, es decir, ya tenía planeado que el "padre" de los mellizos fuese en realidad otra persona. Y ya tenía planeado que que los verdaderos padres de los mellizos estuvieran encerrados y tratados como esclavos.

Pero bueno...

Por ahora se acabó :"3

Ya veremos que sucede en el próximo capítulo ewe

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo.

Bye~

By Ecchisforlife

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