Fiesta para conocer pretendientes (7)
Desde luego era algo que lo tenía enganchado y enamorado desde la primera vez que se puso un vestido y se miró al espejo.
- Pero vestido así, confundes a la gente, porque los príncipes se enamorarán de ti, y luego no podrán casarse contigo.- otra vez esa palabra que desearía que no existiera.
- ¿¡Porque todo tiene que girar en torno de un casamiento!? No quiero que toda mi vida se base en encontrar una mujer bonita con la que casarme, tener hijos y todo lo demás, cuando yo mismo quiero ser una princesa.
- Pero no puedes.
- ¿Y por qué no?- ahora reclamó con un sentimiento de frustración en el pecho.
- Porque no puedes ser una princesa si eres un varón.
- He podido nacer en el cuerpo equivocado.- se cruzó de brazos.
- Igualmente si naces varón no puedes ser una princesa.
- ¿Y eso por qué?- reclamó ahora impotente.
-Álex, deja de darle vueltas al asunto.
- ¡Hagamos la prueba!- explotó de repente.
- ¿Cómo?- Keenan alzó una ceja extrañado y después se mostró sorprendido al ver su mirada tan determinada y felizmente provocativa, casi como si fuese un reto o similar.
- Hagamos la prueba, iré vestido de princesa al baile y seré una mujer por un día, si alguien se da cuenta de que soy yo, entonces no volveré a ponerme un vestido y si quieres me cortaré el cabello, pero si nadie descubre que soy yo, entonces podré seguir usando los vestidos.
- Eso no tiene ningún sentido.- la verdad es que a él le daría vergüenza ajena si su hermano mayor fuese vestido de mujer a una fiesta tan importante para él donde podría conocer alguna chica con la que unir los reinos siempre que fuese apropiado.
Todo estaba compuesto y basado en el matrimonio... En ser más fuertes... en expandir el reino... en ser un imperio poderoso... Sin darse cuenta pensaba igual que su padre, y Álex se negaba a pensar así.
- Por favor, Keenan... Entiéndeme...
- No puedo tomarte en serio.
- ¿Por qué no?
- Porque harás el ridículo delante de toda la gente y en un reino ajeno, ¿No eres capaz de pensar que vas a ir a ese baile a conocer futuras pretendientas?- otra vez... otra vez recordándole algo que no quería.
- No acepté ir al baile por eso.- se cruzó de brazos- Acepté ir porque era una oportunidad para alejarme de nuestro padre, porque no soporto que siempre me lleve la contraria y yo no pueda enfrentarme a él porque es un rey autoritario que se pone en el centro de atención y que trata a nuestra madre como un objeto.
- ¿Cómo osas decir tal barbaridad de nuestro padre?- se hizo el ofendido.
- Es la verdad.- apartó la mirada hacia la ventana y después suspiró.- Iré vestido como mujer- musitó mirando todavía el cristal, después giró lentamente la mirada hacia su hermano, demasiada determinación, no podría detenerlo, ya estaba decidido en ir vestido así- Mi nombre será Alexandra...
- ¿Sabes que eso es muy poco original, verdad?
- Me da igual- se cruzó de brazos.- Me gusta ese nombre.
Cuando los padres de ambos se enteraron de que irían a un baile del reino White ya fue tarde para impedirlo, pues ambos ya estaban en camino para llegar al palacio. Álex con ataques de taquicardia, ansiedad y nervios, pues era la primera vez que salía de su habitación con el pelo suelto, con un vestido robado de su madre y maquillado como estaba, siendo una mujer por primera vez. Solo había aprendido a bailar como varón, por más que había practicado con su hermano siendo mujer en su habitación los dos solos, todavía seguía tomando la iniciativa nada más empezar y estaba tan concentrado en seguir los pasos como una mujer que cuando se despistaba aunque fuese solo un poco ya pisaba a su hermano porque seguía los pasos como había estado obligado a aprender desde siempre.
- Recuerda, que tu pones la mano izquierda en el hombro.
- Si...
- Y empiezas por el lado contrario al de siempre.
- Si...
- Recuerda que tienes que afinar la voz y sonreír por compromiso aunque no te haga gracia ni te apetezca.
- Si...
- No empieces conversaciones.
- Si...
- No interrumpas a un príncipe ajeno.
- Keenan, estás tú más nervioso que yo.
- ¿Cómo no sentirme nervioso si la última práctica que tuvimos fallaste en los pasos y cuando hablas no afinas el tono hasta que se te quedan mirando?
- Keenan, tranquilízate, por favor.
- A ver, práctica de voz.
- ¿En serio?
- Práctica de voz.- repitió.
- De acuerdo, qué tal así- su voz sonó más dulce, pero su hermano negó lentamente- ¿Quizás así?- su hermano giró lentamente la cabeza como diciendo más o menos- ¿Vale, okey, ahora si?- su hermano asintió- ¿De verdad tengo que ir hablando con voz de pitillo toda la noche? ¿Seguro que no puedo hablar más grave para estar cómodo?
- ¿Quieres que te descubran?
En realidad la pregunta que Álex tenía siempre repitiéndose mentalmente era si realmente era él quien no quería lo descubrieran porque el hermano mayor quedaría tachado de inmoral y pecador, sería expulsado, asesinado, torturado o incluso castigado cruelmente por lo que había hecho. Y ninguno de los dos quería eso desde luego.
- No...
- Pues ahí tienes la respuesta.
- ¡Keenan!- exclamó lloriqueando dramáticamente pero poniendo una cara adorable.
Al llegar al palacio ambos tomaron una profunda inspiración, Keenan tomó las temblorosas manos de su hermano y ambos respiraron a consciencia. Cuando abrieron la puerta, Keenan bajó de la carroza y entregó la mano a su hermano para ayudarlo a bajar, después ambos caminaron al palacio uno al lado del otro, nerviosos y temblando, tragando saliva ansiosos, presas del pánico por si alguien reconocía a su hermano. El mediano de los hermanos al verlos sonrió ampliamente, pero su sonrisa se borró al ver a la mujer de pies a cabeza.
- ¿Álex?- preguntó estremeciendo a los hermanos que lo miraron pálidos y rígidos
Hubo un silencio incómodo en el que ambos hermanos tenían mentalmente gritos internos llenos de pánico, corriendo de un lado a otro mientras sus cuerpos en la vida real, osea, en ese preciso instante, estaban congelados, petrificados, paralizados, aterrados. Y esto no pasó desapercibido para Ryan en los pocos segundos que estuvieron así de incómodos.
- Oh, lamento mi equivocación, la confundí con alguien más, permita que me presente- definitivamente Ryan acababa de salvar la situación que él mismo había causado, era un genio definitivamente- Soy el príncipe Ryan White, uno de los organizadores de la fiesta, un placer conocer a una mujer tan hermosa como usted.- tomó su mano y depositó un cordial besó en su dorso- ¿Cuál es su nombre, querida?
- Ah... Alexandra... princesa Alexandra...
.... No había cambiado el tono de voz....
- Encantador como usted- soltó su mano con suavidad y le sonrió amable- ¿Puedo imaginar que es tu prometida?- ahora miró a Keenan.
- A-ah, m-más o menos.- musitó Keenan.
- ¿Tu hermano no pudo venir, verdad?- negó con la cabeza.- Una lástima...- suspiró profundamente.- Bueno, disfruten de la fiesta, chicos.- sonrió y se perdió entre la gente rápidamente.
Alex dejó escapar un chillido silencioso y después miró a su hermano, este todavía estaba algo pálido, quizás parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.
- Estás bien?
- Olvidaste agudizar el tono.
- ....- los dos hicieron silencio y se quedaron mirando como si ambos fuesen apariciones, después se giraron hacia el lugar por el que había ido Ryan.- N-No pasa nada, tranquilicémonos, no es el fin del mundo... No sabe quién soy.
- ¿Tú crees?- fue una mirada acusatoria.
- B-Bueno, Y-yo creo que sí...
- De acuerdo, intentemos no llamar la atención y acuérdate, no podemos negarnos al baile, y por favor, dime qué recuerdas los pasos.
- Si, tranquilo hermanito- sonrió tiernamente.
Lo tomó por los hombros y lo miró fijamente a los ojos.
- Y por favor... controla tu tono de voz.
- ... De acuerdo...- habló un poco más dulce de lo que estaba hablando de por sí.
A lo largo de la noche ambos estuvieron juntos para evitar que su hermano acabase en problemas o que ambos acabasen en problemas al decir cosas diferentes sobre el mismo tema. Así que estando juntos evitaban cualquier tipo de inconveniente sobre cualquier cosa, lo que les dio el verdadero terror fue el anuncio del baile en el que a lo largo del mismo iban cambiando de parejas. Así que ambos concentrados, Keenan en guiar y Álex en dejarse llevar empezaron bien, ambos terriblemente nerviosos y rígidos, no podían disfrutar del baile, no estaban relajados, eran movimientos bastante ortopédicos y esto lo notaron los demás que pasaban por su lado; cuando se dio la palmada para el cambio de pareja ambos se estremecieron, el cambio se hizo bien, y la recepción también bien, pero Keenan no podía dejar de mirar a su hermano, este tenía la vista pérdida, concentrado en sus pasos, incapaz de mirar nada, o entablar una mirada con alguien, hasta que se realizó el siguiente cambio de pareja, que por casualidades del destino le tocó con el príncipe Ryan con el cual algunas de las mujeres del mismo baile arrugaron la nariz cuando le tocó con ella por alguna razón en particular de que Ryan estaba soltero y todavía no había encontrando pretendienta, y muchas querían serlo, pero Álex no tenía interés en esas cosas, y cuando vio al príncipe esto solo lo hizo ponerse bastante pálido.
- Sé que sois vos, príncipe Álex...
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Lo que dije, que haría la fiesta en dos o tres partes porque si lo hiciera en solo una serían demasiadas palabras.
Y ya de paso también para el hype ewe.
En fin, no quiero ser tan mala, pero son cosas necesarias para el futuro ewe
Jeje...
Aquí los que quieran matarme/? ----------------->
(Ojo, tengan en cuenta que si me matan no podré actualizar, es solo un aviso XDDDDDD)
Perdón xd
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto, y nos vemos en el próximo capítulo.
Bye~
By Ecchisforlife
[1654 Palabras]
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