Las tardes de otoño eran tranquilas para Draken, siendo la niñera de Mikey según ToMan, él prefería decir que solo era un buen amigo cuidando a otro amigo que carecía de autocontrol en algunas situaciones, además de tener una que otra pelea.

Días de calma y tranquilidad, pero el ambiente sereno que atesoró se disipó con tanta facilidad como si de un sueño efímero se tratara gracias a Takemichi y Chifuyu.

Maldijo el día en que Sano decidió pedir ayuda a Matsuno para según ellos enamorar a Takemichi. En qué momento se le ocurrió encargar tal tarea a Chifuyu si el tipo pensaba con solo una neurona y tenía suficientes pruebas para confirmar su teoría.

Por ahora lo único que puede hacer es seguir caminando hasta la casa del rubio amigo de Hanagaki, después de pasarse toda la mañana arreglando el cabello de Sano y escuchar la escandalosa risa de Emma.

Decidieron arreglar una nueva reunión, "Tengo un nuevo plan, dijo Chifuyu" "Nadie acabará muerto, prometió". Draken decidió confiar en el chico, no tenía otra opción.

Llegaron a la casa del rubio para encontrar a Baji apoyado en una pared jugando con algunos mechones rebeldes que caen con gracia sobre su rostro, el azabache al darse cuenta de su presencia sonríe haciendo resaltar sus pequeños colmillos.

—¡Hey! Chifuyu dice que los lleve —vociferó abriendo la puerta para invitar a ambos rubios a entrar.

Los pasos de Draken son lentos, por alguna extraña razón presiente que nada buena va a suceder, intenta disipar la idea en su cabeza ya tiene muchos problemas con ToMan y ahora tener al presidente enamorado solo significa más problemas.

Baji sigue hablando con Mikey, ambos ríen por sus comentarios y empieza la cuenta regresiva cuando Matsuno entra en su rango de visión. El rubio tiene entre sus dedos un libro, Draken quiere creer que el chico no es tan idiota y está buscando una forma normal de enamorar a Hanagaki.

Se hecha sobre el sofá.

—Y bien Chifuyu ¿Cuál es el plan? Y por favor evita alguna estupidez. —comenta. El rubio levanta la mirada en respuesta y examina a sus invitados. Sonríe.

—No te preocupes Draken-kun tengo un plan infalible. El paso uno no dió muchos resultados pero este no puede fallar, el siguiente paso: Ser Tóxico nivel Chernobyl —. Los orbes de color verdes brillan de emoción y siente orgullo por sus palabras

Todos los presentes miran a Chifuyu, entre un sentimiento de alegría, confusión y decepción los invade.Baji recarga su barbilla en la palma de su mano y suspira, quiere darle una bofetada al rubio por tal idea, Mikey ya es posesivo con Hanagaki pedir más es exagerado, acaso quiere que Sano termine con una orden de restricción.

—Sé lo que están pensando. Y no, este plan no fallará, todos sabemos que Mikey-kun es posesivo con Take, pero Takemichi no.

En definitiva, nadie entiende nada. Draken rueda los ojos en respuesta, tiene una idea clara Chifuyu es un pésimo cupido.

Sin embargo Mikey no piensa igual, la idea le gustó, igual o más que los dorayakis, tal vez.

—¿Qué debo hacer? —, mientras Draken pensaba en un plan de huída Mikey acepta sin dudar la idea de Chifuyu.

—Tengo unos cuantos mangas que te pueden servir de ejemplo. —. Se levanta sin más dejando el libro sobre su cama y caminando hasta llegar frente al librero, se queda pensando un segundo y sonríe al encontrar lo que buscaba— Mira Mikey-kun, debes leer esto, ven.

El trío de jóvenes decidieron acercarse a Matsuno, para observar con más detalle el dichoso manga. En el aparecen dos jóvenes hablando, un azabache y un rubio. El más alto arrinconaba al otro, para soltar una risita burlona, sus dedos recorren con delicadeza los labios ajenos y declara con recelo que nadie debe acercarse a su "juguete". Mientras Chifuyu sonreí por las imágenes sus compañeros solo rogaban que Mikey no aceptará hacer esa tontería.

—¿Puedes hacerlo? —. Miro expectante al rubio después de cerrar y guardar con cuidado el manga.

—¿Quieres que le diga a Takemitchy que es mi juguete?

—Dile que es tu perra —afirma riéndose Draken al recordar cómo conocieron a Hanagaki.— Estoy seguro que caerá a tus pies.

Baji suelta una risa escandalosa.

—Que gracioso Ken-chin.—responde con falsa alegría —Hay que hacerlo — afirma con seriedad .Las neuronas de Manjiro no trabajan los fines de semana.

Draken alza voz de protesta, sabe que su amigo hara el ridículo frente a su crush, pero bueno que podía esperar si pidió ayuda al mismo chico que tenía como plan B secuestrar a Takemichi y obligarlo a casarse.

—¡Vamos a hacerlo! —vociferó Matsuno con los puños en alto y una sonrisa en los labios.

Draken se golpea la frente y Baji solo asiente en respuesta.

—Baji-san necesito que actúes de Takemichi

—¿Qué? ¿Por qué debo ser el debilucho de Hanagaki?—espetó.

La sonrisa que traía Mikey se volvió una mueca, nadie insulta a su futuro esposo frente a sus ojos.

—Mitchy no es ningún debilucho.

—¡Claro que lo es!

Mientras ambos amigos empiezan a  discutir sobre Hanagaki, los golpes hicieron acto de presencia.

—¡Ambos deténgase! —. El rostro de Draken gritaba enojo en toda su definición, las ganas de golpear a ambos chicos consume la poca paciencia que tiene.

—Baji haz de Takemichi

El azabache estaba a punto de quejarse cuando sintió la fria mirada de Draken sobre él. Rodo lo ojos y asintió.

—Nunca más pienso volver a ayudarte Chifuyu.

—La próxima te pago, ¿esta bien? Bueno lo primero es acercarse —. Los colores se le subieron al tener al azabache entre la pared y su cuerpo, tragó saliva—. Luego debes inclinarte.

Mikey examina con paciencia cada acción de Chifuyu, quiere anotar todo pero al no tener una libreta decide seguir observando.

—Y ahora debes decir alguna frase. Un piropo, soy muy bueno en eso.

Baji arquea las cejas intentado no reírse.

La tarde pasó con Chifuyu siendo el maestro de Mikey.
     
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El rubio de ojos azules camina con tranquilidad. Hace un momento recibió una llamada de Sano para reunirse en su casa, recordar el tono de voz que utilizó solo provoca que sus mejillas se pinten de un tono rosado.

Al llegar encuentra al rubio con un rostro serio, se acerca a pasos apresurados hasta llegar frente a él.

—Hola Mikey-kun —sonríe haciendo resaltar sus blancos dientes.

—Sígueme —. El rubio no espero una respuesta y empezó a caminar hasta su habitación, Hanagaki lo siguió a una distancia prudente, no entiende porque Mikey está algo extraño, habitualmente cuando deciden reunirse el rubio no duda en lanzarse a abrazarlo.

—Entra.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio al sentir un leve empujón para adentrarse a la habitación, sus pasos son lentos.

El movimiento fue demasiado rápido, Manjiro lo tomó con rudeza y estrelló su cuerpo contra la pared un jadeo escapó de sus labios.

—¿Qué haz estado haciendo Takemitchy? —. Los dedos de Manjiro delinean el rostro del chico, sonríe para juntar sus cuerpos— Es de mala educación no responder a una pregunta.

—Mikey —susurra, su cuerpo empieza a calentarse al sentir la cercanía del rubio—, ¿puedes darme un poco de espacio?

—No, sabes falta algo en mi cama y ese eres tú.

Takemichi no sabía si sentirse halagado o reír, debería decirle a Mikey que el también se puso a buscar piropos en internet.

El no tenía la valentía para decir algo así en voz alta, pero Manjiro sí.

Sus manos empezaron a recorrer el cuerpo de Takemichi.

—No me gusta verte con Inui.

—¿Por qué? —musitó

—Eres mío Takemitchy no lo olvides.

Era suficiente para su pobre corazón de pollo, las manos del rubio recorren lugares que no debería tocar y siente que en cualquier momento su cuerpo empezará a reaccionar de una forma muy vergonzosa.

No espera más y empuja con fuerza al rubio para salir huyendo como alma que lleva el diablo.

Mikey aún no puede procesar que sucedió.

Giró sus talones hasta la mesita de noche y agarra el celular con fuerza, marca el primer número que aparece en contactos.

—Matsuno el plan no funciono Takemitchy acaba de salir corriendo, prometiste que este paso sí daría resultados. Tuve que decir la maldita frase esa. Seguro Mitchy cree que soy un adolescente hormonal. —afirma, está haciendo un berrinche porque su futuro novio acaba de escapar.

Chifuyu está rezando, acaso es mucho pedir que sus planes den resultados, Mikey está furioso y Takemichi tal vez no quiera verlo por un tiempo.

—Tengo una idea. Te juro que este sí va a funcionar, voy a hablar con Take para que se reúnan.

—Si no funciona alguien hará una visita sorpresa al hospital — colgó y Chifuyu empezó a elaborar otro plan suicida.

"Tal vez debería renunciar a mi intento de confesión, pensó Mikey"

"Tal vez no debí aceptar ayudar a Mikey, pensó Chifuyu"

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Y aquí está el nuevo capítulo, no me gustó como quedó T-T  pero bueno. Muchas gracias a todos por leerlo y votar no creí que tendría vistas.