- Sé que estás aquí - grito al llegar a donde se supone que está el río - sé que necesitas mi ayuda para escapar, pero de verdad que yo no sé nada de esto Caileach, así que dejame por favor, seguro que hay alguien mucho mejor que puede encontrar esas malditas llaves mucho antes.

- Debes ser tú - escucho su voz a mi espaldas y yo me giro llevando ambas manos a mi pecho intentando recuperar el aliento después del susto que me había dado - ¿todavía no lo entiendes verdad Velania?, solo la verdad sangre de la mujer que me encerro puede ser capaz de liberarme, solo una verdadera traición puede sanar una ya muy antigua.

- ¿De que estás hablando? - pregunto dudosa y ella sonrie antes de levantar su mano derecha para colocarla con cuidado sobre mi mejilla - de verdad que yo no sé nada de lo que te pasó, ni siquiera sé por donde empezar a buscar esas llaves para que tú puedas ser libre.

- Ay mi niña - susurra acariciando mi mejilla con dulzura y yo la miro a los ojos sin llegar a comprender todavía lo que estaba pasando - debes abrir los ojos cariño, debes de darte cuenta de que la gente que te ha rodeado todo este tiempo nunca han sido lo que fingían ser.

- Ellos no son - intento hablar pero ella para sus caricias antes de alejarse de mi - por favor, elige a otra que pueda ayudarte.

- Eres tú Velania, solo tú puedes ayudarme - asegura antes de desaparecer ante mis ojos y yo cierro mis ojos frustrada antes de gritar con fuerza intentando liberar toda mi desesperación acumulada en los últimos días.

- Velania - escucho la voz de Unai y yo abro mis ojos girándome hacía él desconcertada - tu madre está muy preocupada, ¿cómo se te ocurre irte sin decirnos a nadie a donde ibas?, ¿y si te llega a pasar algo?

- Dejame en paz no os necesito a ninguno en estos momentos - protesto antes de comenzar a caminar para intentar alejarme de él, y digo intentar porque al segundo ya lo tenía siguiendo mis pasos - ¿no tienes que hacer nada aparte de perseguirme?, digo todos los días tienes entrenamientos super importantes y ahora mirate libre como una perdíz desperdiciendo tu tiempo siguiendome cuando ya le dije a Argia que necesitaba estar sola, y no me digas que ella no te ha contado nada de la pelea que hemos tenido esta mañana porque recuerdo perfectamente para tu mala suerte que una de mis mejores amigas es la hermana de mi pareja.

- ¿Qué narices te está pasando Velania por el amor de dios?  - reprocha él cogiendome fuerte del brazo para además de pararme girarme en su dirección para que quedaramos cara a cara - nunca nos habías hablado así, nunca te has comportado de estas maneras.

- Tal vez nunca me he comportado con vosotros como yo siempre he sido - añado antes de que mis ojos se fijen en su cadena en especial en la pequeña llave que cuelga de ella - ¿desde cuando tienes eso?