- Vosotros os quedais ahi - avisa y yo miro de reojo a mi pareja antes de suspirar y caminar hacía la puerta - ¿dónde está la última?

- Nadie lo sabe - responde Argia antes de encogerse de hombros - siempre se dijo que había un acertijo para encontrarla pero nunca nadie supo como averiguarlo, aquella noche aquella llave desapareció y nunca más se supo nada de ella.

- Mira niña a mi no me vengas con esas - protesta antes de intentar golpearla siendo evitado por su hermano que rápidamente agarro el brazo del hombre - empiezo a entender porque Velania ha dicho, que estaban protegidas contigo.

- Vuelve a intentar ponerle la mano encima a mi hermana o a mi pareja y juro que le haré lamentarlo el resto de su existencia - amenaza serio mirándolo a los ojos, antes de que el hombre se deshaga de su agarre rápidamente - no sabemos donde está la maldita última llave y ya le hemos dado todas las demás, a nosotros ya no nos necesita para nada así que deje de hacer el idiota y dejenos irnos antes de que alguien se entere de toda la verdad de lo que está pasando.

- Tu querida noviecita es una de las claves de las llaves y no pienso dejarla escapar así de fácil como comprenderas - comenta antes de encogerse de hombros - y sobre vosotros, pues la verdad es que tienes razón, ya no tengo nada que hacer con vosotros, ya me habéis dado todo lo que necesitaba o por lo menos todo lo que decís que sabéis.

- ¿De verdad crees que ella te va a poder ayudar a encontrar la última llave? - pregunta Argia con semblante serio - si te deshaces de nosotros nunca vas a poder sacarla.

- ¿Cómo te crees que he encontrado las llaves tan rápido? - cuestiono obvia, siguiendole el juego a mi amiga - han sido ellos quienes me lo han contado todo, quienes me han dicho donde estaba cada una, lo que tenía que hacer con ellas, no puedes hacerlo sin ellos tanto o igual que no puedes hacerlo sin mi.

- Nosotros nos sabes el acertijo de memoria, nosotros somos los guardianes de la tumba si alguien sabe algo de todo lo que tienes que hacer somos nosotros - asegura mi pareja antes de encogerse de hombros - somos los hijos de la traición, pero también somos tu familia así que si quieres deshacerte de nosotros adelante, no es la primera que alguno de vosotros intenta olvidarse de nosotros como si ni siquiera existieramos.

- Sois dos con uno tengo suficiente - contesta y yo niego con mi cabeza asustada abriendo mis ojos como platos - tal vez deba quedarme con tu hermana, a ver si van a tener razón y tú eres su gran guardián y terminas haciéndome daño de verdad y no solo en tu imaginación.

- Ni se te ocurra tocar a ninguno de los dos - hablo seria poniendo ambas manos sobre sus hombros haciendo toda la presión posible sobre ellos.