29 DE DICIEMBRE

La nieve comenzaba a hacer de aquel ambiente algo más agradable para el dios del engaño. El frío invernal se calaba hasta los huesos de quien sea y Green agradecía haber comprado un abrigo nuevo para su hermano, solo que el de ella no estaba en sus mejores época. Comenzaba a sentirlo más fino y eso le molestaba, se había descuidado en su armario por cuidar el de su hermano.

-Esto no está nada bien –Dijo para sí misma mientras frotaba sus manos, además de un abrigo anticuado no conseguía sus guantes- Que descuidada soy.

Seguía regando cada parte de su habitación en busca de aquellos guantes tejidos que había comprado el año pasado en una rebaja, Loki ahora Tom escuchaba todo el ruido que producía la muchacha mientras tiraba de un lado a otro las cosas y observo al niño que le sonreía divertido por su cara de asombro.

-¿Estás seguro de que está bien? –Le pregunto curioso de la situación.

-Es normal que eso suceda, cuando llega la primavera y el clima se calienta un poco ella deja tirada toda su ropa de invierno. Y... Luego se la pasa más de un mes en busca de ellos –Respondió con suficiencia, Loki le miro por un rato y luego observo arriba de las escaleras, Green venia algo enojada y entonces se percato de que algo no estaba bien.

-¿Piensas salir así? –Pregunto Gabriel algo riesueño a lo que ella le ignoro pasando de largo a la cocina.

-¿Seguro que está bien? –Loki hacia todo lo posible por no explotar en risa por aquello que había sucedido, no conocía la moda que tenían en ese momento en aquel reino pero suponía que parecer un arbolito lleno de lucecitas no era normal.

-No lo sé, nunca la había visto usando esa combinación de colores –Ambos terminaron riéndose por la suerte de la chica y aunque estaba en la cocina pudo oírlos reír.

Green suspiro molesta y se asomo por la puerta para sentenciarlos a muerte si no dejaban de reír.

-¿Qué les parece tan gracioso? –Si no fuera por su hermanito de seguro ella estuviera luciendo a la moda ese día.

-Nunca había visto a alguien utilizar el verde, rojo, amarillo, azul y violeta en un mismo atuendo –Pronuncio Gabriel a lo que ella le miro molesta.

-No olvides el beige –Añadió Loki con una sonrisa burlona.

Era cierto, al no conseguir sus abrigos, guantes y gorritos decidió utilizar los que había visto, y eso contaba con dos guantes de distinto color: uno rojo y otro violeta, un gorrito amarillo, una bufanda azul, un pantalón grueso verde y una camisa tejida en beige. Era un carnaval en épocas decembrinas.

-Miren como me rio –Su risa fue de sarcasmo y Gabriel se sonrojo por aquello.

-¿Te ayudo a buscar tus prendas de invierno? –Se ofreció el hombre de ojos casi verdes.

-Créeme que si no los he conseguido yo, menos tu –Fue lo único que dijo antes de irse.

Gabriel suspiro y se fue a su habitación, en cambio él se quedo pensando en cómo ayudar a la chica.

-Tengo una idea –Loki sabia como solucionar aquel dilema.

Pasada las horas Green llego a su casa consiguiéndose la estancia muy callada, de hecho demasiado, corrió a la habitación de su padre y allí se lo encontró comiendo y viendo la televisión. Un gesto muy alentador, pues quería decir que su hermano le llevaba los alimentos y esas cosas para que no saliera de su habitación. Camino hacia el cuarto de su hermano y allí lo encontró dormido junto al dios, por supuesto ella lo veía como Tom.

Sonrió para sí misma y fue a su habitación consiguiéndose con otra sorpresa. Desde hacía cinco días el hombre sin identidad parecía querer sorprenderla con detalles bonitos, primero la limpieza a su casa, luego la pintura de la fachada, después una cena casi romántica y sin olvidar el baño relajante que tuvo el día anterior. Cosas que ella misma podía realizar pero que no sabía que podía lograrlo con cosas insignificantes. Ahora frente a ella estaba una habitación cambiada, seguía siendo la suya pero movida de una forma que le otorgaba espacio y bienestar, la cama acomodada, la ropa igual. Todo en su lugar correcto y sus abrigos... Allí estaban acomodados sobre su cama con una pequeña nota.

-Que Linda letra... –Antes de leer lo escrito no pudo evitar maravillarse con aquella hermosa caligrafía, era perfecta.

>Espero que hayas tenido un lindo día.<

No lo había tenido, pero aquello que él hacía por ella le alegraba hasta el más oscuro día. Nadie se tomaba esa molestia, incluso su hermano en vez de ayudarla dejaba todo peor.

-Gracias Tom...