5 DE ENERO

Esos eran los doces días de navidad mas maravillosos de sus vidas.

Habían aprendido mucho del otro y eso era lo que más valoraban. No quisieron decirle la verdad a Gabriel para que no se sintiera incomodo pero acordaron en que ambos redimirían sus acciones en ese nuevo año que comenzaba.

Ya era cinco de Enero y Tom había recuperado su supuesta memoria. Ahora era un doctor con papeles legales y todo. Por supuesto todo patrocinado por su maravillosa magia. No lucia su cabello negro como antes, temía ser descubierto por eso, por lo que ahora lo tenía rojizo y aquello hacía reír a Gabriel.

-Entonces si se llamaba Tom –Decía en plena merienda el chico.

-No, se llama Thomas. Pero no le molesta que le digamos Tom ¿Cierto? –Loki asintió probando sus fresas con crema.

-¿Un doctor? Pero qué suerte tienes hermano –Green sonrió ante aquella frase y Loki solo elevo una de sus cejas, aquella frase le pareció extraña pues no eran familiares.

-¿Hermano? –Pregunto de inmediato.

-Es un decir urbano Tom, no le hagas caso –Dijo Green saboreando unos duraznos.

-¿Y cuando se casaran? –Aquello hizo sonrojar a Green y Loki -ahora Tom- casi se asfixiaba con las fresas.

-¡Papa! ¿Qué... Qué cosas.... Que haces aquí? –No sabía que le sorprendía más, si lo que dijo o verlo en buen estado, bien vestido y fuera de la casa.

-Bueno tu amigo, novio o lo que sea el chico que esta a tu lado ahogándose con las fresas... –Green volteo de inmediato viendo el esfuerzo de Loki por tragarse aquellas frutas, Gabriel exploto en risa al ver aquella escena y ella salto encima de él para golpear su espalda de forma muy graciosa- Me dijo unas cosas que me hicieron reaccionar. Mientras tu trabajabas para sostener lo que nos quedo de nuestro hogar él iba a mi habitación... Me platicaba, me daba consejos, me hacía ver mis errores, me ayudo a comprender cosas y también me obligaba a comer... No quiero perder a mi familia por una bebida que ni siquiera arregla mi situación.

-¡Papi! –Gabriel corrió a su lado y lo abrazo.

Green lo miro casi con ganas de llorar y luego poso su mirada en Tom el cual se acerco a ella para susurrarle.

-Este es mi último regalo de navidad. Doce días, doce regalos para alguien especial a la cual amo con todo mi ser... *...o lo que queda de el.*

Ella le sonrió y le regalo un beso amoroso, no le dio vergüenza que su hermano estuviera allí, tampoco que su padre los observara. Ella amaba a ese dios y quería demostrárselo, luego de besarlo Loki observo a todos y sonrió tímido, era la primera vez que dejaba que sus sentimientos fueran expuestos ante los demás.

Cuando todos estuvieron en la mesa ella se acerco a él y le susurro.

-Gracias Loki. Te amo mi dios del engaño.

Desde ese día el dios comprendió que a veces las grandes cosas vienen de los pequeños detalles. No necesitaba ser rey de ningún reino para ser feliz, esa navidad Loki aprendió en el mundo de los mortales la necesidad de amar y ser amado.

Agradeció a su madre todas aquellas enseñanzas que le dedico en su niñez. Él nunca leyó un libro sobre esas festividades, fue su querida madre la que le conto esas historias sobre la redención y por supuesto la que le leyó esos libros carente de su atención. El simple hecho de oírla le dejo en su memoria bellos momentos que guardaba con recelo, la navidad y el motivo por el cual la celebraban los mortales fue algo que aprendió gracias a ella. Su madre se dedico a ilustrar cada uno de aquellos bellos sentimientos a pesar de que en aquel entonces él no lograba comprenderlos. Le dijo sobre aquellos doces días de navidad, los cuales eran celebrados por los creyentes religiosos para mostrar o dar a conocer sus sentimientos de amor a los otros y sus deseo de sanar todas aquellas diferencias que habían lastimado en el pasado a los que le rodeaban, uniéndonoslo a sus vidas, a su nueva decisión de cambio.

Solo bastaron doce días de navidad para que su vida cambiara de verdad.

FIN

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Que cada uno de ustedes pueda sentir la alegría de estas benditas fiestas y que tengan un próspero y feliz año nuevo 2016.