Gil'ert-am (11)
- No le diré a nadie que estás aquí, pero, al mismo tiempo diré que nadie entre. Tómate tu tiempo y relájate un rato mientras cenamos...- tomó sus hombros- Te sentará bien...
Lo soltó y tomó el cinturón habitual que rodeaba su cintura junto con una tela semitransparente corta hasta la rodilla, junto con una tela central totalmente opaca y una trasera que también lo era, ambas de color blanco. Se quitó la toalla y se puso el cinturón, tomó su capa y la colocó en sus hombros, giró su mirada hacia al moreno, quien dudaba entre entrar en el agua o seguir admirándola desde el exterior.
- Tómate tu tiempo... pero en el agua.- especificó explícitamente al pensar que se quedaría allí al lado del agua.
- Jamás osaría a quitarme mis prendas delante de un faraón o futuro faraón...- se rascó la nuca- Sería una falta de respeto, no solo para vos, sino para todo el reino...
- No considero que haya ningún problema, ambos somos varones...- si, di eso cuando cuando tienes problemas hormonales que te hacen quedarte despierto hasta tarde y que luego debes usar el doble de maquillaje para cubrir tus ojos y las terribles ojeras- Puede que sea el próximo faraón... pero, permítame decir que pase lo que pase...- acercó su mano a la tela que cubría el cabello del moreno- Le quitaré ese terrible significado a esta tela cuando lo sea.
- ¿V-Vos?
- No puedo perder más tiempo, mi familia me espera para cenar, luego hablaremos si lo deseas...- tomó la tiza negra, carbón, acercó tal objeto y lo mojó en el agua, después se miró en el reflejo del oro de la bañera, y delineó sus ojos con una curva estética y provocativa al final.
- S-Si... P-Por supuesto...
Nada más le dijo eso, salió de la sala y caminó tranquilamente hacia el comedor, donde se sentó en su lugar y la cena dio comienzo.
- ¿Qué sucedió para que tardaras tanto? Tuvimos que mandar a un horrendo esclavo a llamarte. El idiota inútil que rompió parte de nuestra vajilla.
- Lo sé, padre, lo reconocí cuando llegó. Estaba dándome un baño, lo necesitaba después de todo el día yendo de un lado para el otro...
- ¿¡Un esclavo osó verte desnudo!?- el grito y el golpe sobre la mesa asustó a todos los presentes, incluso a los guardias que estaban a los lados de las puertas del salón.
- Desde luego que no, padre- negó velozmente, después apretó los labios- Lo eché del baño en tal que me dijo de venir a cenar. Jamás permitiría que alguien viera mi piel más de lo necesario.- Bueno, si contamos que ahora mismo está metido en su bañera dándose un baño y le había visto con solo una toalla... Si, creo que lo que ha pasado es que ha osado embrujarlo con una turbia y oscura magia de otro mundo.
Su piel era tan suave a pesar de estar sucia por la arena, el sudor y las imperfecciones de la paja de la celda... Ugh... odiaba esa terrible sensación de inferioridad.
- Bien dicho. Le hubiera hecho falta un buen golpe por desvergonzado.
- No veo el punto por golpearlo por entrar si yo le di permiso para hacerlo...
- Dudo mucho que solo hubiera visto tu rostro, habría sido tan desvergonzado de mirar tu pecho, las personas así merecen ser asesinadas.
- Un esclavo no se rebajaría tanto.- ¿Debería estar muerto por haber querido quitarle la tela que cubría su cabeza? Si, debería estarlo.- Quiero decir, el fin de todos los humanos es tener hijos, ¿Porque... se... ¿rebajaría? A ese placer mundano?- Acariciar esa piel se siente tan bien...
Espera un segundo, ¿Estamos hablando del chico o de él mismo? Ya se había perdido del tema, porque ahora mismo estaba mezclando cosas y no estaba seguro de saber por dónde y hacia dónde se dirigía la conversación...
- Placer mundano, tú lo has dicho. Los dioses no requerimos de esas reducciones, pero ellos sí. El rechazo que se les produce por tan bellas mujeres que nosotros si poseemos, implica que ellos vean y sientan placer por todo tipo de pieles, indiferentes a la persona, y eso es repulsivo.
Oh oh...
Ya sabemos quién iba a morir como se enterasen de que tenía a un esclavo descaradamente hermoso en su habitación.
- Bueno... Francame. . .
- ¿Acaso vas a defenderlo otra vez?
- Por supuesto que no, solo quiero decir que estás exagerando las cosas...- Dejó los cubiertos a los lados del plato- Ese chico solo entró, me dijo de venir a cenar y le dije que vale y que se fuera, me obedeció, y ya está, no pasó nada más.
Su padre pareció conformarse con ello, al menos por el momento. Así que suspiró y volvió a tomar los cubiertos para seguir cenando con completa tranquilidad. Aunque la tranquilidad y la calma le duró poco, muy poco. Uno de los hombres que se codeaba con su padre, casi siempre cercanos, no tanto como su mano derecha, pero si uno de los hombres más cercanos que había. Se acercó a la mesa y susurró algo a su padre, este pareció alegrarse por la noticia y después lo miró fijamente, por un momento sintió un leve escalofrío y algo le indicaba que no iría bien, apretó los labios y tragó saliva intentando poder su mejor cara de indiferencia, pero no pudo, porque le aterró la posibilidad de que alguien hubiera entrado en sus aposentos y hubiera visto a William en su baño, y eso, no iba a mentir, pero no le gustaría y le destrozaría la vida y todo en general.
- Parece que por fin se decidió.- Tragó saliva una vez más y después sus ojos temblaron ligeramente.- Hijo mío, a partir de ahora tendrás un mano segunda para ayudarte con las decisiones importantes...- No se supone que es la misma persona la que escoge a su mano derecha... ¿Porque tenía que imponerle una persona con la que seguramente no tenga la misma ideología? Si lo había escogido su padre sería alguien cruel y desmedido, como su padre y su mano derecha, el líder de la guardia real... Apretó los labios.- Como futuro faraón que serás, debes disponer de un hombre que te ayude con las decisiones importantes sobre todo en tu corta edad. Y me aseguré de que sea alguien que pudiera ayudarte y aconsejarte bien.- Definitivamente era un idiota cualquiera con su misma idealogia, ya lo había asumido...- Su origen es estrangero. Desgraciadamente parte de su familia es esclava- de acuerdo, eso sí le llamó la atención- y eso le quita un punto, pero los gana al odiarlos y desearles la muerte. Por suerte solo le queda un familiar esclavo, y eso es un toque perfecto, porque no nos molestarán sus lazos familiares para tu educación.
Ya no tenía interés en que esa persona estuviera con él
- Y, mucho mejor para todos y para ti, tiene tu edad, pero eso no le impedirá el poder ayudarte, ambos creceréis con esta experiencia.
No quería tenerlo como mano derecha. Apartó la mirada hacia el plato y siguió comiendo ignorando a su padre como si no le hubiera dicho eso a él. La puerta se abrió después de que su padre diera la orden para ello, ni siquiera se sintió tentado de levantar la cabeza para saber quien sería el idiota que intentaría quitarle de la cabeza el abolir la esclavitud. Y se hubiera levantado e ido sin verle, pues ya había acabado de cenar y tenía cosas más importantes que hacer, pero su padre se levantó antes y casi se lo llevó arrastrando con una mano en su omóplato, y lo plantó delante del contrario.
- Será un honor para mí ser tu mano derecha.- Ignoró tanto su nombre, como a él, básicamente no puso atención y simplemente perdió su vista en cualquier cosa con la que pudiera entretenerse, sabía que era una falta de respeto, pero le daba igual todo en ese momento; y cuando su padre lo soltó, poco tardó en salir del comedor a paso rápido para encerrarse en su cuarto y asegurarse de que el moreno estuviera bien y nadie lo hubiera descubierto.- Mi señor...
"No, por favor, no me sigas, déjame en paz" Tuvo que mantener sus formas y tener que detenerse, agarrar sus ganas de decirle: "Lárgate de aquí y déjame en paz" y tragárselas. Resignado, no tuvo de otra que girarse a verlo por primera vez. Castaño oscuro, ojos marrones algo curiosos y con un reflejo solar que los hacía ver rojos, y su piel era anormalmente pálida, casi rozando el tono amarillento, como si tuviera algún tipo de problema de pigmentación, ya eran dos. Vestía con el pecho cubierto con una toga blanca hasta las rodillas, opaca, cruzadas de su nuca como única sujeción, un cinturón dorado alrededor de su cintura y pies con sandalias de cuero algo despedazadas y demasiado usadas.
- No parecía cómodo.
- No lo estaba- usó su mejor voz ronca y molesta para mostrar su inconformismo con la idea de tenerlo allí- Esta decisión de tener un mano derecha ni siquiera la he tomado yo.
- Entiendo su enojo.
- No, no lo entiendes, todos estarían deseando servirme, por supuesto que no entiendes cómo me siento...
- Lo entiendo.
- Maldita sea...- susurró entre dientes- Mira... Necesito un momento a solas, ¿De acuerdo? Estos días han sido muy largos, voy a casarme en dos meses y necesito un descanso. Así que, si eres tan amable, quiero estar solo.- dicho esto siguió su camino hacia su habitación.
Pareció darse por aludido y cumplir su petición, porque no dijo nada para rechistar o seguir admirando sus palabras, aunque sean bordes o algo así y tampoco insistió más sobre el tema de seguir empeñado en hablar o hacerle hablar para presentarse o lo que sea, tampoco lo siguió, porque ya se había ido por otro lado.
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Dude, que carajo!?
1600 palabras!?
Que carajo me paso!?
UFFFFFFFFFFFFFFF....
en fin...
Ya tenemos a Gil'ert-am en escena...
Solo lo conoceremos por Gil, pero igualmente el nombre completo sería ese jejeje..
En fin...
Gil no es para romper la pareja...
Bueno si...
Pero no...
... Si y no al mismo tiempo... ¿Vale?
No quiero hacer spoiler
No quiero hacer mucho spoiler*
jejeje
Por ahora...
Solo me queda decir:
- 11 capítulos!? :000000
Me sorprende a mi misma, no pensé llegar a tanto...
Cool...
En fin...
Aquí las opiniones de este laaaaaaaaaaaaargo capítulo --------------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
[1752 Palabras]
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