Es injusto (8)
Suspiró pesado.
- No iré a su celda después de cenar.- dijo muy seguro de sí mismo.
Maldijo su existencia al estar delante de la celda del chico.
Una vez se acercó lo suficiente y se aseguró de que no hubiera nadie, se agachó y entregó una manzana, acto seguido se levantó y retrocedió un paso, un paso pequeño; el otro, todavía lo seguía mirando con escepticismo al verlo llegar, pero ya o se asustaba con su presencia, tal vez si temblaba un poco, después de todo tenía al príncipe delante, pero había cierta comodidad en el ambiente, aunque ambos estuvieran en silencio. Tomó la manzana y le sonrió un poco, aquello le hizo pasar un escalofrío por la columna al albino y tuvo que apartar sus ojos.
- ¿Cuál es tu nombre?- Ahora se odiaba por haber abierto su maldita bocaza.
El moreno lo miró en silencio unos instantes, pero no dudó en responderle tan rápido al darse cuenta de que de verdad se estaba refiriendo a él, y más le valía no hacerle esperar, podría tener consecuencias.
- William... mi señor...
Su cara se crispó décimas de segundos, eso no pasó desapercibido para el moreno, tragó saliva pensando que había dicho algo mal, pero la expresión del príncipe no parecía molesta con él, solo consigo mismo.
- Es un nombre extraño...- lo escuchó musitar en bajo- ¿De dónd...?- después se tapó la boca y negó lentamente con la cabeza.
¿De dónde...? ¿Qué? Esperó pacientemente, el albino parecía estar luchando internamente contra algo, su expresión se veía algo atormentada y deprimente, pero, al mismo tiempo llena de curiosidad, si se le permitía decir, es posible que el príncipe quisiera seguirle preguntando, o, en tal caso, hablar con él, pero no debería... Y eso era en un caso muy optimista, porque seguramente no era así, y el joven no estaba deseando preguntarle nada, solo lo estaba haciendo por cortesía. Después de unos segundos de lucha interna, su curiosidad ganó.
- ¿De dónde proviene ese nombre?- seguidamente se estremeció y abrió los ojos al verlo pellizcarse el cuello y soltar un quejido.
¿Seguro que ese chico estaba mentalmente equilibrado y dispuesto para ser faraón? Tonterías, seguramente sería el resultado de una lucha interna, francamente no estaba entendiendo nada, pero no dudaría en responder a su majestad, aunque estuviera más pirado que otra cosa. Es posible que las mangostas tuvieran más estabilidad mental que él. Se golpeó internamente al pensar aquello.
- Mi madre me dijo que proviene de donde ella nació. Una tierra húmeda donde el agua abunda, una tierra rodeada por el mar, una isla...
- ¿Dónde está tu madre?
- Ella... Al igual que mi padre, ambos están... Descansando...
Hubo un silencio un tanto prolongado.
- Lo siento mucho...- se dejó escapar entre sus labios.
- Están en un lugar mejor. Mi padre hubiera muerto en la cantera tarde o temprano y mi madre hubiera sido apedreada por enamorarse de mi padre...- apretó los labios y suspiró.
- ¿Tu madre apedreada?
- Mi madre emigró, ella no era esclava, era libre; mi padre sí lo era...- bajó sus ojos al suelo de paja- El castigo de mis padres por aquella atrocidad que hicieron fue que al yo nacer sería un esclavo de por vida...
- ... Es injusto.
Elevó la vista de golpe al escuchar aquello, el príncipe había tapado su boca con ambas manos, también parecía estar en shock por lo que había pronunciado, también por como lo había pronunciado, fue un tono molesto, lleno de rabia, informal, dejando de lado los protocolos de seriedad.
- ...- Apretó los labios- ¿De verdad pensáis que es injusto?- se atrevió a preguntar con un tono de voz tembloroso.
No dijo nada, prefirió hacer silencio... No parecía tener respuesta, menos después de que pasaron dos o tres minutos que fueron tan largos que lo sorprendieron pensando que ya no le diría nada más.
- No eres el príncipe que pensé que serías...- susurró en bajo.
- ¿Qué tipo de príncipe pensabas que era?
- Tal vez como tu padre... Pero más piadoso...
...
- No vuelvas a compararme con mi padre- El moreno se estremeció por aquello y lo miró fijamente, después bajó cabeza, casi como rogando su perdón.- No soy mi padre y jamás lo seré.- Volvió a elevar la cabeza hacia el contrario y después apretó los labios.
- Lamento mi atrevimiento. No pensé que fuese algo ofensivo para vos el ser comparado con vuestro padre.
- Mi padre te hubiera matado, solo porque intervine estás aquí...- se acercó un paso más a la celda- Levántate y deja de mirarme como si estuvieras rogando por tu vida...
- Te doy mi más eterna gratitud por poder estar aquí, aunque esté encerrado...- Se levantó y lo miró elevando un poco los hombros, casi como si aquello lo protegiera de alguna manera.
Era más bajo que su futura esposa, ciertamente le parecía tierno ese detalle, no tierno en el sentido de que era her... Ugh... Ya estaba otra vez con sus pensamientos estúpidos. Sería más lindo con tiza negra resaltando sus oj... ¡Cerebro basta! ¡Es un varón!
- Lamento seguirle allí donde vaya, me tiene totalmente aturdido vuestra piel y vuestros ojos... Perdone mi osadía, pero tengo la obligación de decir que son hermosos.- "Maldita sea, ya tengo problemas graves pensando en ti durante todo el día como para que tu ahora me digas que tengo ojos lindos"
Se vio obligado a apartar la mirada y tener que taparse el rostro con parte de la capa, sentía un intenso calor en sus mejillas, no le gustaba aquella terrible sensación de inferioridad como la que ahora estaba siendo sometido sin piedad, lo miró de reojo.
- N-No es una osadía... Creo...- sus manos temblaban, la acercó y rozó la mano del otro, ambos se tensaron y apartó su mano, la encogió y escondió contra su pecho, casi como si hubiera hecho algo malo- Debo irme...- y no lo dejó decir nada más, más que nada porque casi salió corriendo de allí.
Al llegar a su habitación cerró la puerta tras él y se apoyó con la espalda en la pared, después se dejó caer lentamente hasta quedar sentado en el suelo, se llevó las piernas hasta su pecho y después las abrazó ligeramente, las bajó y las cruzó, se tapó la cara con las dos manos y después ahogó con voz agónica: "Por favor, Ra, ¿Por qué me haces esto?" Apretó los dientes y se levantó del suelo, se acercó al tocador y miró su reflejo, sus mejillas estaban levemente enrojecidas. Miró su mano derecha, con ella había rozado una de las manos del esclavo, apretó los labios, se sentía sucio, pero, aquella suciedad se sentía tan placentera al mismo tiempo...
- Poderoso Ra... ¿Qué me estás haciendo? Voy a casarme en tres meses, no puedo distraerme...- negó con la cabeza y después se quitó la capa y la dejó colgada, se tumbó en su cama y miró su mano derecha, apartó la mirada y se giró en el colchón, apretó los dientes.- ¿Por qué a mí?
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Amo.
AMO.
A.MO.
Este capítulo <:
¿Vale?
Okay
¿Nadie más?
¿No?
Okay ;-;
Ya paro :"3
Aquí las opiniones ----------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el siguiente capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
[1210 Palabras]
P.D.: Me blessea este capítulo, ahora si me voy, bai :3
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