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【Si la magia no existe, ¿por qué hay chispas mientras me besas?】
—YoonGi, lamento despertarte. ¿Pero has visto a JiMin?
— Hmm, ¿a JiMinnie? ¿No está en su habitación con TaeHyung?
—No, al parecer salió. Al menos espero que haya llevado guardias con él —SeokJin se escuchaba enojado. Cosa rara pero aceptable considerando la situación—. ¿Si lo encuentras puedes decirle que desayunaremos en quince minutos? Esto también es un recordatorio para ti.
—Bien.
Cuando la puerta se cerró, anunciado oficialmente que el mayor de todo Bangtan estaba fuera de la habitación, JiMin se apretó en los brazos de YoonGi.
—Se fue, ¿cierto? —preguntó, sin abrir los ojos. Era un pequeño milagro que SeokJin no lo hubiera visto, el hombre tenía una vista de halcón. Su gran error fue no mirar a fondo entre los enormes y gruesos cobertores, de lo contrario había encontrado el cuerpo del vocalista bien escondido.
Sólo por eso JiMin, le haría una reseña de cinco estrellas al hotel. El más caro de todo Daegu.
—Se fue, Holly dos.
Resopló ante el intento de broma de YoonGi. Su cabello ya había perdido el perfecto rizado semanas atrás, únicamente le quedaba una pequeña curva al final de sus mechones. Pero parecía que su Hyung seguiría llamándolo así por un largo tiempo.
—Lo que sea. Sigamos durmiendo.
Aunque no quería empezar el día, no había mucho por hacer. En algún momento los dos tendrían que desenredar sus extremidades y despedirse del cálido espacio en el que habían dormido juntos.
—Tenemos que levantarnos, los demás te están buscando.
¿Por qué YoonGi tenía que ser tan responsable? JiMin también lo era. Era la persona más responsable cuando se trataba de los ensayos para los conciertos en estadios. Pero pensar en su trabajo no era una función que estuviera activada en ese momento. No cuando su Hyung lo había recibido en su habitación en secreto, a mitad de la noche para tener una tonta charla de almohada y luego besos acalorados.
—No tenemos que tomar el desayuno con ellos, vamos a dormir más. —Tan pronto como terminó de hablar hundió su cara en el pecho desnudo de YoonGi, buscando conciliar el sueño de nuevo. No fue difícil, la suave respiración de su mayor lo relajó a niveles profundos.
—Mírate, mintiéndole al pobre de SeokJin Hyung. ¿No te sientes culpable?
—No —respondió demasiado rápido como para que no fuera gracioso. YoonGi se rio de él, haciendo que su pecho se contrajera. JiMin no tuvo otra opción más que sostener entre sus manos los pectorales de su mayor, en un torpe intento de detener el movimiento. Aunque rápidamente se distrajo con algo más—. En serio, me encanta tu nueva rutina de ejercicio, ¿debería deshacerme de mis almohadas?
La risa de YoonGi sólo aumentó más, por lo que JiMin renunció a su idea de dormir en su almohada favorita. Se echó en un costado de la cama y sujetando la mano del mayor empezó a cerrar los ojos.
—JiMinnie, no te duermas. Tienes que enviarles un mensaje a los chicos diciéndoles que estás bien y después iremos a desayunar.
Tuvo que girarse para mirar el perfil de YoonGi. El ceño fruncido del mayor era algo adorable, considerando que eso era una genuina preocupación hacia él.
—Quiero decirles que estamos saliendo, porque quiero quedarme más tiempo contigo. —Formó una pequeña mueca que de inmediato tuvo a YoonGi acariciándole los cabellos.
—Lo sé, sólo esperemos a que pasemos esta temporada. Entonces todos estaremos más relajados.
A pesar de lo mucho que JiMin quería decirles a sus amigos, YoonGi tenía razón. Era un anuncio importante que todos debían tomarse con calma, en el estrés de los conciertos no podrían hacer algo así. No importaba que TaeHyung lo sospechara, tendría que esperar el anuncio oficial con los demás.
Si querían que su relación funcionara tendrían que actuar inteligentemente y JiMin realmente quería que funcionara.
—Después podemos enseñarles nuestra canción —comentó malhumorado, estirándose para buscar su teléfono debajo de las almohadas y escribir un mensaje en el grupo.
El director de producciones continuó siendo malditamente necio sobre negar una canción de los dos gracias a los rumores que siempre estarían ahí. Sin embargo, ellos grabaron la canción como un proyecto debajo del agua. Como un secreto romántico que compartirían con todo Bangtan llegado el momento.
YoonGi también lo estaba ayudando para hacer su mixtape. JiMin nunca olvidaría cuando su Hyung le acunó el rostro en sus grandes manos y le dijo tiernamente: "JiMin-ah, si ese director de mierda no quiere ayudarte, no importa. Yo te ayudaré el doble, no permitiré que tu talento se desperdicie así". Fue tan dulce y honesto que JiMin se sonrojó hasta la punta de las orejas.
—Todo lo que te haga feliz, Dongsaeng. —La sonrisa en los finos labios de YoonGi, despertó el hambre en JiMin. Se cernió sobre su pareja para besarlo, pero una mano en su pecho le impidió avanzar—. Desayuno. Los chicos nos esperan.
—Podemos saltarnos el desayuno.
—No, claro que no. Eres puro piel y hueso.
Aunque sabía que YoonGi estaba bromeando, no pudo evitar reírse cuando el rapero le pellizcó la piel de la cadera.
Entonces rodó sobre él, levantándose sobre sus antebrazos para no aplastarlo con su peso. Era una vieja costumbre, YoonGi podía tomarlo mejor que todas sus exnovias. Su mayor podía sostenerle los muslos en sus hombros por largos minutos.
—Por supuesto, mi alimentación es horrible... Oh, espera, ¿qué hay de esto? —Sujetó una de las manos de YoonGi y la pasó por sus abdominales. Escuchó la respiración de su Hyung volverse profunda, pero aún no era suficiente. Así que hizo que los dedos contrarios se escurrieran dentro de su pantalón de dormir— ¿O de esto?
YoonGi encontró fácilmente un agarre en su trasero, como si estuviera demasiado familiarizado con ese tipo de toques.
—Basta. No me dejaré manipular.
Contrario sus palabras, los dedos ajenos comenzaron a tocar tanta piel como podía. JiMin no era estúpido, sabía perfectamente que un simple toque suyo podía hacer que el rapero se agitara. Ya podía sentir la dureza de YoonGi presionando contra su muslo.
Si este no fuera YoonGi, se habría levantado asustado. Pero este era el hombre de su vida y todo en su relación se sentía igual de natural que respirar.
Mirando la expresión hambrienta de YoonGi, JiMin supo porque siempre se sentía insatisfecho con sus novias. En apariencia podían ser la relación feliz, pero en el fondo siempre se sentía tan solitario para él. Siempre estuvo en busca de algo. Algo tan intenso como lo que YoonGi le ofrecía.
—Ayer me encontré con Amelia.
Las caricias de YoonGi se detuvieron de golpe.
—Qué manera de detener el momento.
—No fue un encuentro romántico, de verdad —le aseguró, rápidamente. No quería que YoonGi malinterpretara las cosas, no estaba poniendo a Amelia por encima de él y definitivamente no fue una cita. Únicamente se relajó un poco cuando el rapero le sonrió—. Quería verme con mi hermano y lo esperé en esa cafetería que me gusta, pero no recordé que alguna vez estuve con Amelia ahí. Nos encontramos accidentalmente.
—¿Y me estás diciendo esto por qué...? —YoonGi le alentó, suavemente. Trazó círculos en sus muslos que JiMin tuvo un par de problemas de concentración.
No podía distraerse, esto era importante.
—Sólo podía pensar en ti y que debía volver al hotel rápido para encontrarte despierto. ¡Oh! Y sentí algo sobre mi hermano y ella que...
Hizo una mueca que lo resumía todo. En respuesta YoonGi parpadeó sorprendido.
—Mierda, tienes que estar bromeando.
—¡De ninguna manera! Mi instinto me lo dice. —Era muy probable que sonara ridículo, sólo que el rapero se rio con él, lleno de complicidad y JiMin se encontró olvidado por qué algo sería vergonzoso con YoonGi.
—Espero que no te equivoques. —Una vez que su risa desapareció, YoonGi le sonrió suavemente—. Solía sentirme tan celoso de ella. Recuerdo cuando te encontré desvistiéndola, accidentalmente. No pienses que estaba espiando.
JiMin se removió. No era feliz con esa información. A él nunca le gustaron los chicos de alquiler que YoonGi conseguía y su Hyung era siempre tan discreto con ese tema.
No podía imaginar cómo se sintió el mayor teniendo que sonreírles a todas sus exnovias, teniendo que soportar su compañía en casa un sábado por la noche. YoonGi pasó mucho tiempo sintiéndose agobiado por los celos y todo eso era su culpa. Nunca se perdonaría del todo haber herido a alguien tan maravilloso como lo era su rapero favorito.
Si hubiera sido un poco más listo y valiente, se habrían evitado un montón de tristezas.
Perdieron años para amarse de esa forma. Era todo un delito.
—¿Y qué pensaste?
Las cejas de YoonGi volaron a su frente.
—¿A parte de que te veías increíblemente caliente sacándote la ropa y que quería ser la chica debajo de ti? —JiMin sintió que sus mejillas se ponían algo tibias y que la necesidad de un beso por YoonGi lo consumía. Nadie más que ese hombre tenía el poder de hacerlo sentir precioso, incluso si ya sabía que lo era.
—No tienes que ser una chica. Puedes ser el hombre debajo de mí, de hecho, ahora nosotros podríamos...
YoonGi soltó una carcajada, atrayéndolo por un beso al inicio del puente de su nariz.
—No, desayuno. ¿Lo olvidas? —El mayor debía saber que no era suficiente para convencerlo, así que fingió pensar por un momento— Si no te equivocas en el ensayo, mmh, dejaré que te sientes en mi cara.
Una oferta mucho mejor. JiMin tragó grueso, luego imitó un saludo militar con toda la fuerza que tenía.
—¡Me esforzaré! —Su broma ridícula valía la pena si YoonGi sonreía de esa forma. Cualquier estupidez del mundo valdría la pena si el amor de su vida se sentía satisfecho con ello.
Cuando terminó de reír, YoonGi lo sujetó de las mejillas para darle un tierno beso que tuvo a los dedos de sus pies enroscándose. JiMin lo sujetó de los hombros, pidiéndole silenciosamente que sus labios volvieran. Ni si quiera se molestó en abrir los ojos, persiguió la boca contraria a ciegas por un segundo beso, después un tercero y en el quinto el vocalista dejó de contar.
En el momento en que YoonGi había terminado con él, sus brazos temblaban como papel y pronto dejaron de sostenerlo, simplemente por haber sido bien besado.
Levantó los párpados, casi borracho y se encontró con la mirada del mayor.
Mirando en retrospectiva, era muy divertido como alguna vez JiMin pensó que su Hyung no podía amarlo románticamente. El deseo por él fue una cosa obvia.
—Mierda, te amo —YoonGi le susurró.
Ante la confesión, JiMin no necesitó pensar ni un poco su respuesta. Esto que sentía por el rapero mayor era más que atracción, era un sentido de pertenencia destinado a suceder. Podía afirmar que el rapero sería suyo en este universo y en cualquier otro.
—Yo también. También te amo, YoonGi —contestó, fuerte y entendible. YoonGi claro que lo escuchó, sus ojos se abrieron junto con su boca y su cuerpo detuvo todo movimiento. Hizo que JiMin se asustara, pensando que su pareja no estaba respirando.
El pánico se terminó cuando el rapero los hizo rodar sobre el colchón.
—¡JiMinnie! —YoonGi exclamó y su sonrisa se extendió a sus ojos, la esquina de ellos se llenó de pequeñas arrugas. Fue sumamente entrañable que JiMin se reprendió por no haber dicho esas palabras antes— No puedo creerlo, no puedo. ¿Puedes repetir eso para mí, por favor?
Al mismo tiempo que JiMin sostenía la cara del mayor entre sus dedos, cumplió el deseo de YoonGi.
—Te amo.
Te amo tanto que compensaré todos los años de dolor.
—Ah, está bien, amor. Lo lograste. Diles a los chicos que no vamos a llegar.
Sus ojos brillaron gracias entusiasmo.
—¿Entonces podemos tomar un baño juntos? Compré bombas de baño para los dos, con mucho glitter.
El reloj en la mesita de noche cambió sus números digitales a las 11:11 a.m. Excepto que la pareja estaba demasiado ocupada mirándose para prestarle atención.
🍋 Con este capítulo, este fic ha llegado a su fin. Muchas gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo para leer. ¡No se olviden de seguirme para futuros proyectos, los quiero!
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